sábado, 25 de abril de 2009

Qué pasó en la semana

  • La paz esté con vosotros. (Jn. 20, 19)
  • Felices los que creen sin haber visto. (Jn. 20, 29)
  • El que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios. (Jn. 3, 5)
  • Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por Él. (Jn. 3, 17)
  • El que cree en el Hijo tiene vida eterna. (Jn. 3, 36)
  • Tomó entonces Jesús los panes y, después de dar gracias, los repartió entre los que estaban recostados y lo mismo los peces, todo lo que quisieron. (Jn. 6, 11)
  • Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación. (Mc. 16, 15)
Y no está en los diarios. ¡Vaya despistados esos periodistas!

miércoles, 15 de abril de 2009

Típico porteño

Él no se veía a sí mismo como un típico porteño. Hasta que alguien le dijo que quizás sea muy típico de los porteños pensar que ellos no son el típico porteño.

domingo, 12 de abril de 2009

Pero, amigos, hay algo más importante

Si hay algo religioso que capta la atención de anticlericales, agnósticos, "teoindiferentes" o ateos, eso son las catedrales. Se integran a los circuitos turísticos con gran éxito. No dudo que aquellos las han de ver como quien mira las Cuevas del Altamira, como quien mira los vestigios del mundo de un hombre primitivo. Pero, en fin, las visitan, como parte de las actividades de un hombre culto, admirando su arquitectura, su ambiente, etc.
Mientras estaba en una catedral, pasaban algunos turistas. Como a la gran cruz colgante la habían hecho bajar hasta tocar el piso, uno se encontraba con que frente a Jesús pasaban alguna personas como quien camina mirando vidrieras, otros charlando de espaldas, con sus cámaras colgando del cuello y apoyadas en sus panzas prominentes.
¡Vaya! Uno no andaba muy lejos, ni mucho más recogido. Caso contrario hubiera estado rezando, en vez de estar mirando a los turistas pasar y estar pensando en todas estas pavadas que aquí cuento.
¡Feliz Pascua de Resurrección!

lunes, 6 de abril de 2009

Aquí estamos inédito

Tengo unas hojas en Word en donde van quedando los sobrantes del blog. Las rebabas de las entradas que se pulieron para publicar, el scrap, los inéditos, los indecisos, los arrepentidos justo a tiempo, lo que quedó detrás de los etcéteras, etcétera.
Es simpático pegarle una leída cada tanto y asombrarse con lo que alguna vez pude haber dicho en público (lo que no quita que haya publicado muchas otras cosas más tontas aún).
Si quisiera darle utilidad a este archivo de textos podría recortar, mezclar, compaginar y justificar una aparición en el blog de alguno de ellos. Pero pensé que lo mejor sería hacerme famoso. Así esas pavadas se venderían post mortem por suculentas sumas que ayudaran a la viuda y a los herederos. (Sí, y a los representantes; principalmente a los representantes, lo sé).

miércoles, 1 de abril de 2009

Hombre versus máquina

En la lucha del hombre contra la máquina yo siempre fui (y soy) un ferviente partidario del hombre. La prueba contundente de su superioridad está en que, gane o pierda, es él quien inventa las máquinas contra las que lucha.
Pero sepan algo los partidarios de las máquinas. No deben depositar más su confianza en el avance científico o tecnológico, en la programación o la capacidad de procesamiento. Les digo, aunque me pese, que la lucha ya la han ganado, y con una máquina que al día de hoy podría catalogarse como antigua (aunque nunca obsoleta).
Y si no miren como noche a noche, luego de intensos rounds de lucha cara a cara, miles de personas caen rendidas y babeando en sus camas o sillones, mientras la televisión sigue frente a ellos de pie e inmutable, bombardeándolos incluso dormidos con su batería de colores y sonidos estupidizantes.
Eso sí, siempre con el “sleep timer”, para ahorrar energía y salvar al planeta.