martes, 8 de marzo de 2016

Por Balmes y Navascués, de vuelta al Adán

En un blog de encuadernación me encontré con las siguientes palabras de Jaime Balmes. En Wikiquote las ponen en citas separadas pero, en fin, van muy bien juntas. Dicen así:

Se ha de leer mucho, pero no muchos libros; ésta es una regla excelente”.
La lectura es como el alimento; el provecho no está en proporción de lo que se come, sino de lo que se digiere”.

Alentado por estas palabras y si Dios lo permite, cuando termine el David Copperfield me dedicaré entonces a una relectura. Y nada menos que del Adán Buenosayres. Pero hay que reconocer que hay un incentivo más. Es que se trata de la edición crítica de dicho libro, que hizo en 2015 Javier de Navascués, utilizando notas del autor y todo tipo de fuentes.

Ya me asomé y hay cosas muy interesantes. Desde la comparación del inicio del prólogo con el inicio del Amalia de José Mármol hasta las comparaciones del “humor angélico” con el “humor satánico” del que habla Charles Baudelaire.

Así que hacia allá iré; después les cuento.

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