domingo, 29 de agosto de 2010

Otro más y van seis


Me gusta festejar los aniversarios. Para este hice varios borradores. Algunos eran prácticamente entradas listas para publicar, pero ninguno me convenció. Y ahora estoy totalmente en blanco.
Cuando no hay nada que decir lo mejor es no decir nada. Si aún así uno siente un impulso de hablar, lo mejor es decir palabras santas, como el Padrenuestro, el Ave María, un Rosario.
Por eso aquí dejo la imagen que dejo, con una frase abreviada de alabanza a Dios. La inscripción que ven está en la fachada de la Iglesia de Pilar, y la tomé yo mismo un día medio nublado en que paseábamos por la zona.
Sin más detalles, para ejercitar un poco a los pacientes amigos que no la recuerden...

lunes, 23 de agosto de 2010

Big bang católico (o la falacia de la religión deteniendo el progreso)

Entre los más ignorantes de los ilustrados se produjo un acuerdo para afirmar que los sacerdotes habían obstaculizado el progreso en todas las épocas. En cierta ocasión, en el curso de un debate, cierto político me hizo observar que estaba oponiendo la misma resistencia a ciertas reformas modernas que la que alguno de los primitivos sacerdotes habría opuesto probablemente al descubrimiento de las ruedas. Le respondí diciéndole que lo más probable es que aquel sacerdote fuera el principal promotor del descubrimiento de las ruedas. Es muy probable que los primitivos sacerdotes tuvieran mucho que ver con el descubrimiento del arte de la escritura. Resulta bastante evidente en el hecho de que la misma palabra jeroglífico está relacionada con la palabra jerarquía.

(Gilbert K. Chesterton, El hombre eterno, parte 1, cap. III, hablando de la antigüedad de la civilización, en este caso ejemplificando con Egipto).

La teoría del big bang, la «gran explosión» que habría originado nuestro mundo, pertenece a la cultura general de nuestra época; pero pocos saben que fue propuesta inicialmente por Georges Lemaître, físico y sacerdote católico. Lemaître nos ha dejado un ejemplo de honradez intelectual, nos ha abierto el camino para comprender un poco mejor el mundo en el que vivimos: un universo inmensamente grande al que accedemos por el conocimiento de lo extremadamente pequeño, que nos lleva a superar las paradojas de la existencia de un instante físico inicial, rompiendo con la visión estática del cosmos que se tenía hasta ese momento. Y esto fue posible gracias a su sano optimismo; optimismo que tenía su origen en el Dios misterioso y a la vez real en quien depositó su fe y al que tendían sus investigaciones científicas.

(Palabras de Editorial Encuentro en la invitación a la presentación del libro “La historia del comienzo” de Eduardo Riaza, profesor y miembro de la Real Sociedad Española de Física).

martes, 17 de agosto de 2010

Dios y la pelota

El Big Bang está muy lindo. Hasta lo hace quedar bien a Dios, una obra magnífica. El Big Crunch como cierre también es muy interesante, muy apocalíptico.

Ahora bien, eso del Big Crunch antes y Big Bang después, o lo que llaman Big Bounce (Gran Rebote), es interesante pero, a mi gusto, tiene un sinsabor. Es como que quisieran tapar un origen espectacular. Es como que ya que los creyentes dijeron que eso de Dios haciendo un Big Bang no les parecía tan mal, los científicos ateos ya se tenían que buscar otra cosa.

El inicio de los tiempos o el origen de la existencia siempre fue un pensamiento difícil de soportar. Entonces hay una nueva idea. Un rebote, un Big Bounce, va y viene, nunca empieza ni termina. Hace olvidar un poco del principio y el final y los tranquiliza.

Entonces me imagino a los científicos de lo más orondos con sus cálculos y a un niño que se acerca y les pregunta: “¿Y cuándo empezó el Big Bounce?” Bueno, espero no arruinárselas del todo, pero yo ya me estaba imaginando a Dios haciendo la pelota y poniéndose a picarla.

Hasta el enceste final.

lunes, 9 de agosto de 2010

Tres al aire

Uno de los momentos más “bajoneantes” de la vida cotidiana: cuando suena la pajita en el fondo del Tetra Brik o vaso de chocolatada.
Algo imposible de encontrar en Google: cómo conservar una mortadelita bocha abierta sin que se seque el extremo abierto. Imposible encontrar esa información porque nadie puede dejar sin terminar una mortadelita bocha.
Inexplicable expresión de la jerga juvenil: ¿Por qué se dice que algo “es un trámite”, cuando es rápido o fácil? ¡Con lo engorrosos que son los trámites en Argentina!
(La reflexión seria la dejamos para la próxima).