Cuando vi que esta palabra se presentaba como la ganadora de una votación a la más hermosa del idioma español pensé que era linda, pero tampoco como para que no haya otra mejor. Lo que sucedía es que no se trataba de elegir cualquiera, sino que había treinta y cinco candidatas. Y cuando vi las otras candidatas me dije que sí, que bien podría ser Querétaro la ganadora.
Salvo una serie de personas originales, el resto de los que proponían las palabras justificaban su elección hablando del significado de las mismas. Por lo tanto todo desembocaba en cosas como amor, libertad, etc. Y yo creo que es más propio elegir palabras que, además de su significado, tengan un bello sonido (aunque yo no soy el Instituto Cervantes).
Por eso me gustó la de la cantante Shakira: meliflua. Al principio me pareció un poco rebuscada, pero cuando vi la explicación me pareció genial. Al contrario, me gustaba mucho la del lingüista Justo Bolekia Boleká: añoranza. Pero la explicación me dejó sin nada.
Me terminó gustando, aunque parezca algo trillada, la de la modelo Eugenia Silva: madre. Aunque primero habla del significado, también habla luego de cómo suena, o cómo se usa en su región. Y el escultor Jaume Plensa se eligió también una linda: murmullo. Pero otra vez la justificación no me satisfizo.
Así que pasen por El día E si quieren verlas todas. Mis preferidas son las siguientes, al margen de las deprimentes justificaciones que dieron algunos de sus postulantes (entre paréntesis va la posición en el concurso oficial): cariño (17), murmullo (8), añoranza (11), alborada (14), Querétaro (1), meliflua (10), murciélago (24), equilibrio (30), resplandor (27), madre (15).
[Actualización: Acá hay otra cosa de antaño que hizo Hernán]
lunes, 20 de junio de 2011
Querétaro
miércoles, 15 de junio de 2011
Solent
Dominic Miller es más conocido por ser el guitarrista de Sting desde hace más de veinte años. Pero tiene muchas composiciones propias, discos y otras participaciones. (Ver qué interesante el disco Shapes, con interpretaciones como la Misa en si menor o el Aria para la cuerda de sol de Bach, el Adagio en sol menor de Albinoni o el Kyrie de la Misa Criolla cantado por Plácido Domingo). Miller es nacido en Argentina, donde vivió sus primeros diez años, aunque luego se fue con su familia a Inglaterra.
Estuve escuchando algunas de sus composiciones y elijo este tema: Solent, de su disco November (2010). No sé por qué el tema lleva ese nombre aunque me imagino que podría estar relacionado con el estrecho de Solent, corredor marino que separa el condado de la Isla de Wight del territorio principal de Inglaterra, hacia el sur (frente al condado de Hampshire).
El Solent es una ruta importante de pasajeros, carga y uso militar. Es también muy usado para deportes de agua como el yachting. Y gran parte de su costa está designada como Area Especial de Conservación por su importancia ecológica.
Según estudios geológicos, el Solent era mucho más angosto, con las tierras más altas o el mar retirado. La teoría principal habla de un antiguo río, aunque hay otra nueva que habla de una laguna.
Una característica del lugar son los fuertes. Enrique VIII construyó en los extremos de este estrecho muchas fortificaciones de defensa para controlar los accesos, construcciones que eran parte de los Device Forts hechos para defensa de la costa sur de Inglaterra ante un eventual ataque de Francia y España. Se construyeron otros también en el siglo XIX para prepararse ante un ataque francés.
En la zona de Spithead, cerca de Portsmouth, tiene lugar el tradicional Fleet review, ceremonia en la que el monarca pasa revista a toda la Royal Navy junta.
Como dato curioso se puede decir que por el Solent pasó el Titanic en su viaje de debut y despedida, ya que partió de Southampton, cuyo estuario se conecta con el Solent. O se puede mencionar que cuando se da la marea más baja del año, se organiza un partido de cricket en el Bramble bank, un gran banco de arena que queda al descubierto en el centro mismo del Solent.
Estos bancos, más las complejas mareas del estrecho, hacen de él un desafío para la navegación. Solo como curiosidad, los dejo con un enlace a la bitácora fotográfica de una familia que hizo una semana de navegación en el Solent.
(Datos: Wikipedia, excepto donde enlazo a otros; música: Dominic Miller).
lunes, 13 de junio de 2011
Mt. 5, 38-42
La otra mejilla: terrible.
Lo edulcoramos cada vez que lo comentamos. Que hay que hacer esto, que hay que hacer lo otro…
Pero lo que dice es claro.
Es el ideal, aunque hoy no podamos (por nosotros mismos).
Seamos sinceros: hoy no podemos.
Pero no nos engañemos: no es otra cosa.
Para aliviarme pienso en Jesús frente al guardia de Anás. Cuando recibe la bofetada. Y su “¿por qué me pegas?” (cf. Jn. 18, 23).
sábado, 11 de junio de 2011
La mitad del camino

(si no se ve bien, "cliquearla" para agrandar)
Hace unos días me preguntaron mi edad. Me di cuenta que hacía mucho que no la decía en voz alta. Y luego averigüé que, de acuerdo a lo que dice mi Almanaque Mundial 2008, estoy en la mitad de la esperanza de vida del varón argentino.
Desde ahora, cuesta abajo. ¡Qué dura noticia! Pero es bueno saberlo. Es bueno saber que el carro va a empezar a tirar hacia abajo. Yo digo… Por si siento más peso cuando intento ir para Arriba, ¿no?
viernes, 3 de junio de 2011
Renovación
Sí, sí, pasa rápido el año. Y si la entrada anterior fue una alerta por el ritmo de vida, esta es un consejo para el riesgo de la rutina. Cosa que no hago yo, sino que me valgo de un poema del señor Aquilino Duque que me traje desde Compostela.
Renovación
Si dices la verdad no la repitas.
Sólo el que miente insiste.
Hay que cantar siempre algo nuevo,
nacer un poco cada día.
No permitas que el tiempo te aprisione
en su círculo mágico. Cada aurora es distinta,
y lo que anoche se te derrumbaba
se yergue con el alba más triunfante que nunca.
El hombre sólo es libre cuando mira adelante.
Solamente es feliz quien se inventa el destino.
En la rueda del año, para algunos monótona,
todo revive y se renueva:
el hijo, el libro, el árbol,
y esta bendita lluvia mientras arde
el fuego del hogar
y arma su gran guiñol la fantasía.
[Guiñol: (Del fr. guignol). m. Representación teatral por medio de títeres movidos con las manos.]
miércoles, 1 de junio de 2011
Reflejos en el agua
Ya se fue mayo, mes de María. Y da la sensación de que el año pasa muy rápido.
Pienso que tenemos esa sensación (de que el año pasa rápido) porque vamos corriendo de una cosa a otra. Cada hora con la mente en la hora que sigue. Cada día con la mente en el día que sigue. Sin casi contemplar, ni lo que hacemos, ni lo que nos rodea.
Para arrancar junio, entonces, y que no se nos pase el año sin darnos cuenta, les dejo este cuento muy breve de Alexander Solyenitzin (que más que cuento es una reflexión):
Reflejos en el agua
En la superficie de un torrente rápido sería imposible distinguir los reflejos de los objetos lejanos, ni tampoco el de los cercanos; no siendo turbio y estando libre de espuma, es tal el continuo fluir del oleaje, tal el cambio incesante del agua, que los reflejos resultan inciertos, poco claros e indescifrables.
Solamente cuando el torrente, después de haber atravesado ríos y más ríos, llega hasta la tranquila y ancha desembocadura, o bien hasta la silenciosa ensenada, o hasta un lago donde no tiemblan las olas, sólo entonces veremos en la superficie, lisa como un espejo, cada hojita del árbol costero, cada pluma de la nube fina y la densa profundidad azul del cielo.
Así yo, como también tú, si hasta ahora no supimos reflejar la verdad diáfana e inmortal, ¿no será porque seguimos moviéndonos constantemente? ¿De qué vivimos todavía?...
miércoles, 25 de mayo de 2011
Yo era un campeón (incluye guía para padres)
(Dicen que ahora es más difícil criar a los hijos. No lo sé, puede ser. Dicen también que la vida antes era más simple. Soy de esa idea, aunque pienso si no sería a la vez más primitiva. Pero sea como sea, y como si con eso no fuera poco, también hoy en día es más difícil ayudar a los chicos a estudiar geografía.)
Yo era un campeón. “Me sabía” los países y sus capitales. Sabía eso de que la de Australia no es Sidney, sino Canberra (nombre que llamaba la atención, acostumbrado uno a estudiar la ley gramatical del “eme-be”). Sabía que existía Groenlandia pero no era país, porque es territorio de Dinamarca. Europa la tenía muy estudiada.
Yo era un campeón, pero, ¿con qué autoridad le voy a mostrar el título de campeón a mis hijos? Ni bien me pregunten: “Papá, ¿de qué país es capital Ljubljana?”, o: “Papá, ¿cuál es la capital de Georgia?”, estaré pidiendo auxilio.
De nada valdrá explicarles que ni Eslovenia, ni Georgia, ni tantos otros países “existían” cuando yo iba al colegio. Que la U.R.S.S. explotó en mil países, Yugoslavia en seis, Checoslovaquia en dos. Y que antes, con saber Moscú, Belgrado y Praga teníamos el diez. Todo terminará sin duda con un humillante: “¡Ah, antes era más fácil, papá!”
[Guía para padres ex campeones (copiar y pegar en doble columna): Ex U.R.S.S.: Rusia: Moscú, Estonia: Tallin, Letonia: Riga, Lituania: Vilna, Kazajistán: Astaná, Kirguistán: Bishkek, Uzbekistán: Taskent, Tayikistán: Dusambé, Turkmenistán: Asjabad, Georgia: Tiflis, Armenia: Ereván, Azerbaiyán: Bakú, Bielorrusia: Minsk, Ucrania: Kiev, Moldavia: Chisinau; Ex Yugoslavia: Croacia: Zagreb, Bosnia-Herzegovina: Sarajevo, Serbia: Belgrado, Montenegro: Podgorica, Macedonia: Skopje, Eslovenia: Ljubljana; Ex Checoslovaquia: República Checa: Praga, Eslovaquia: Bratislava.]
[Actualización inevitable, 23 horas: Del Potro jugó con Karlovic, Kavcic y jugará con Djokovic, lo que en otra época hubiéran sido tres yugoslavos pero hoy son un croata, un esloveno y un serbio; bueno, siempre lo han sido, pero...]
viernes, 20 de mayo de 2011
La vieja y la bestia
Camino al trabajo hay una esquina en donde hicieron rampas para discapacitados y una senda peatonal para cruzar la calle. Rampas y senda peatonal están alineadas pero están muy en la esquina. Las hicieron donde el cordón ya dobla. Queda muy mal. (Quizás las hicieron allí porque no les daba lugar la parada del colectivo).
Se ve que antes de que exista esa senda peatonal la gente (discapacitada o no) cruzaba por otro lado. Lo hacía un poco antes de la esquina, como suele ser, en un lugar que queda marcado por un pequeño senderito que sirve para no pisar el pasto. Pero, ¿qué pasa? Cuando los autos frenan en la posición que dicta la nueva senda peatonal, tapan ese viejo cruce, sin señalización.
Un día yo estaba allí, en el auto y esperando el semáforo, sin saber todo esto y tapando el viejo cruce. Una señora mayor caminó el senderito y se dispuso a cruzar. Pero para lograrlo tuvo que esquivarme, rodeando todo el auto. Yo casi ni me di cuenta. Me di realmente cuenta cuando lo mismo sucedió por segunda vez, muy pocos días después. “¡Por favor! ¡Cómo no me avivé antes!”, me dije. Era una pavada, pero yo me sentí como el príncipe del cuento. Había rechazado a la anciana que tocó a la puerta del castillo y había recibido la maldición que lo transformó en bestia.
Y así sigo, en forma de bestia, hasta el día de hoy. Todavía no pude reparar mi error. Ya son meses que paso por allí y la señora no pasó ni una vez más. Ni siquiera me dejó una rosa que se deshoje dentro de una campana de cristal, nada, nada.
lunes, 16 de mayo de 2011
Elogio de la mochila
Parece ser claro que la imagen de quien está de paso por este mundo es la de llevar poco equipaje. El primer recuerdo que me surge al respecto es el pasaje en que Jesús hace el envío de sus discípulos:
No os procuréis oro, ni plata, ni calderilla en vuestras fajas; ni alforja para el camino, ni dos túnicas, ni sandalias, ni bastón; porque el obrero merece su sustento. (Mt. 10, 9)
Otras palabras que recuerdo son un fragmento que tiempo atrás tomé de Despejado y Cálido. Se trata de un texto de la autora Pilar Urbano, extraído de un libro biográfico sobre Josemaría Escrivá de Balaguer:
Al día y con lo puesto. Con el zurrón escueto de quienes van de paso. (…) Con el escaso lastre de los que siempre están a punto para empinar el impulso, batir alas y volar.
De paso, o de vuelo: transeúnte, caminante, viajero… viator.
Y sin embargo, a pesar de cosas como las que leímos recién, cuando yo me tengo que imaginar a alguien que va de viaje no puedo dejar de imaginarme una mochila. La mochila en la espalda es imagen de viajes y de aventuras. Y de estar siempre en tránsito.
No es el “zurrón escueto”, ni el escaso lastre, pero: ¿Por qué no puede ser la mochila la imagen del status viatoris del hombre? Tomado esto como una imagen popular, ¿no? (Ya nos recordaba hace mucho Pieper cuál es el exacto concepto filosófico del status viatoris: clic).
Propongo la mochila en la espalda como la imagen popular del status viatoris. Nos recordaría a cada instante que en este mundo sólo estamos de paso. Que podemos asentarnos en algunos lugares, pero sólo provisoriamente, sin crear vínculos permanentes y listos para volver a salir.
En cuanto al tema de la poca carga, eso que no parece mostrar la imagen de la mochila, habría que verlo de otro modo. La mochila es como el mal necesario del que está de paso. Dado que no renunciamos al mundo como lo haría un consagrado, tenemos más pertenencias que ellos. Y esas pertenencias, buenas y necesarias para nuestras más nobles obligaciones, son también una carga. Pero si la carga que no podemos eliminar no nos ata, sino que podemos meterla en una mochila, cuánto mejor. Ya iremos dejando lo que podamos, a medida que avancemos.
viernes, 13 de mayo de 2011
Las cancioncitas...
A mí me gustan más los versos que dicen: “Hay cosas generosas todavía / como la lluvia”, que los otros que dicen: “Hay cosas irrompibles todavía / como la luna”. Pero el autor le dio más preponderancia al último.
Se trata de versos del tema “Canción de fuego” que, sin ser nuevo, roba protagonismo en el nuevo trabajo de Coplanacu, “El Camino”. En el recital grabado en DVD hacen una explicación muy emotiva de la historia de la canción, creada por Roberto.
Y en el disco con invitados se dan el lujo de tocarla con el Chango Spasiuk y dos de sus músicos. Y hay que ver cómo anda el aire de chamamé ese, junto con el acordeón, el violín y el contrabajo. De lindo que quedó uno va aceptando que no estén los teclados aquellos de la versión original del disco Retiro al Norte.
Lo normal sería entonces dejar aquí la Canción de Fuego. Pero no lo haré. Traeré otra canción. Se trata de “La vida mía”, una recopilación de Leda Valladares (la recopilación recoge temas populares anónimos). Se la presenta como una vidala chayera. Y en la grabación en vivo se escucha a Julio que dice, antes de empezar: “Las cancioncitas, que son como joyitas que hay…”
La vida mía