Que sagrado alimento que es el cansancio
y la fuerza divina de andar descalzo.
El final del camino ¡qué buen misterio!
y es que nunca está afuera porque está adentro.
y la fuerza divina de andar descalzo.
El final del camino ¡qué buen misterio!
y es que nunca está afuera porque está adentro.
Más allá de algunas dudas estéticas (yo cambiaría "buen misterio" por "gran misterio"), la canción me gusta mucho. Se llama "Los Peregrinos", letra de H. Ferrer (el de Piazzolla, sí) y música de Jairo. Está en el disco de Jairo llamado "Estampitas".
Hay un par de críticas a ese disco. Supongo que no es fácil (y no sé cuán atrevido) ponerle una letra distinta al Ave María de Schubert. Superando el aspecto estético, hay algunos traspiés teológicos. En un momento dice, hablando de la Virgen: "estamos todos adorándote". Al oírlo mi esposa me advirtió: "A la Virgen no se la adora".
En otra canción ("Credo"), habla de Poncio Pilato, y dice: "el romano (...) que lavándose las manos, quiso borrar el error". ¡Eh, cómo! Si se lavó las manos fue precisamente porque no quiso hacer nada, ¿no es así? Ojalá (o quizás ojalá no) hubiera querido borrar el error.
Me apunta mi conciencia que quizás se refería al error que cometió él, Pilato mismo, no al "error" de injusticia para con Jesús.
Otra críticas: ciertos palabras... Pilato es un "romano imperialista". Claro, nada se puede decir de la corrección de esta frase. Y la canción tiene una dedicatoria a una persona que no me llega mucho. Un cuestionamiento más de este "Credo" es que mezcla la profesión de fe con una crítica que, a mi gusto, es de otro tono, no de un Credo.
Creo señor firmemente
que de tu pródiga mente todo este mundo nació.
Que de tu mano de artista, de pintor primitivista
la belleza floreció.
Las estrellas y la luna, las casitas, las lagunas,
los barquitos navegando sobre el río rumbo al mar.
Los inmensos cafetales, los blancos algodonales
y los bosques mutilados por el hacha criminal.
que de tu pródiga mente todo este mundo nació.
Que de tu mano de artista, de pintor primitivista
la belleza floreció.
Las estrellas y la luna, las casitas, las lagunas,
los barquitos navegando sobre el río rumbo al mar.
Los inmensos cafetales, los blancos algodonales
y los bosques mutilados por el hacha criminal.
En fin. "¿A qué tanta crítica?", me dirá alguno.
No daré aspectos positivos. Diré que el disco en general me gustó. ¿Y qué mejor manera que esa, para balancear la crítica negativa? ¿No es mejor eso que ponerme a describir virtudes? Porque a pesar de sus defectos, estoy diciendo que me gusta. Y no es un tonto "you’re so square, baby I don´t care", como quién podría estar enorgulleciéndose de su mal gusto. Sino que es arriesgarme a que alguna persona más sabia y erudita que yo diga: "¿cómo te puede gustar eso?" Con ese riesgo de vergüenza en mente, me animo a decir que el disco me gustó.
"¿Cómo te puede gustar eso?"
ResponderBorrarCompré ese disco apenas convertido en mi escrupuloso afán de nutrirme sólo de cosas religiosas, incluyendo música. Me engañaron los títulos del repertorio. La pifié.
Puedo darte mis dos visiones, la fervorosa de entonces, mística digamos, y la aplacada actual, más secular digamos.
La primera: Ese disco es casi blasfemo. Usa la religión como tema para vender y la pone al servicio de las leyes del marketing. No importa demasiado qué se dice mientras guste al oído actual y mientras sea algo que tiene que ver con Dios, no importa qué. Hubo que pulir todo con una estética que venda y hubo que elegir un repertorio con letras más progres que religiosas. Ni te gastes en discutir aspectos teológicos, no vale la pena. ¿la teología de Aute? ¿de Brassens?
¡Y ese separador de la estampita de miss mundo!
No viene mal un poquito de celo por las cosas del Padre, so riesgo de ser tildado de fundamentalista.
(¿te acordás de los 10 mandamientos? ¿no decía algo del nombre de Dios en vano acaso?)
Segunda: Aún desde los ojos no religiosos me parece un producto artístico mediocre. La voz de Jairo se desluce en medio de la ingeniería de sonido de moda.
Saludos
Gracias por la info; para estar más atento.
ResponderBorrarA veces es difícil poner el límite entre "aprovechar las buenas intenciones religiosas de quienes están alejados de la religión" y "rechazar sus iniciativas por sacrílegas".
Por ejemplo, todos críticamos a la ONU, y seguro Juan Pablo II también. Pero el mismo JPII confía en las iniciativas de la ONU (no tengo a mano el artículo de Zenit). Confía en esa iniciativa laica bien intencionada (algo bien intencionado debe haber en la ONU, alguito) y cree en su capaciodad para encaminarse hacia a la verdad, ya que cree que la verdad está incripta en el alma del hombre por ser criatura de Dios.
El caso de este disco quizás no sea así, así que nuevamente gracias por la info que me lo desenmascar un poco.