martes, 16 de noviembre de 2004

Interpretaciones de fe; hoy poeta cubano; ética no cristiana

Eso de tomar composiciones de distintos autores y encontrarle una interpretación determinada, que generalmente son interpretaciones de una persona de fe (que quiero ser), no siendo necesariamente persona de fe el autor, es algo que surge naturalmente, pero si me pregunto por su justicia, por su valor, veo que puede ser muy bueno.
Y creo que puede ser muy bueno, ya que en un posible diálogo con el autor sería interesante mostrarle como sus ideas, por más que no surjan de una fe, son muy similares a los razonamientos que hacen las personas de fe, y esto les podría mostrar que nuestro pensamiento (el de los que nos consideramos creyentes) es más razonable de lo que muchas veces se piensa. Ah, ¿entonces me mueve un afán reivindicatorio? No sé, pero lo que sí sé es que podemos hacer que ese no sea nuestro único afán y transformar esta acción en algo que haga más accesible la religión y la fe a otras personas.
En esta línea estuve desmenuzando privada y públicamente letras de lo más diversas. Alguien que también hizo eso es mi hermano, no sé si lo sigue haciendo. Y ahora, un caso.
Cultivo una rosa blanca
en junio como enero
para el amigo sincero
que me da su mano franca.
Y para el cruel que me arranca
el corazón con que vivo,
cardo ni ortiga cultivo;
cultivo la rosa blanca.

Creo que acá mi interpretación no sería tan descabellada si digo que hay una gran similitud con la enseñanza de amar a los enemigos. Una idea muy evangélica, muy cristiana, ¿no? Siendo que, hasta dónde yo sé, el cubano José Martí no era para nada religioso.
Y esto me deja pensando (otro post será) en el tema de los fundamentos éticos de las personas no creyentes. Sería muy interesante saber si mi interpretación de Martí no es tan desviada y si así se confirma, saber qué es lo que inspiró en una persona no tan creyente una idea tan cristiana. Dice en una página que dijo Darío de los Versos Sencillos de Martí: "Es un verso en el que nada falta y nada sobra. Tiene la hondura más profunda y la más clara superficie y hasta la altura más celestial". Aunque estas citas de Internet no sean lo más seguro, aunque alguien cualquiera haya dicho lo que ahí esta dicho, puede ser un buen comienzo de respuesta.

3 comentarios:

  1. Esfuerzos como el tuyo debe haber habido miles, el problema es que en general mandan los preconceptos y a la hora de reencontrarse en las verdades universales que nos afectana a todos (como amar al enemigo) unos vemos en el otro a un laicista furioso y enajenado y ellos ven en nosotros un inquisidor armado de fuego.

    Para mi fue muy valiosa la lectura de Ut unum sint, pero no se si hay algo parecido para un ateo.

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  2. Que haya habido miles de esfuerzos no le quita valor al hecho de hacerlo una vez más, ¿no?

    Siempre teniendo en cuenta, por supuesto, eso de que "en general mandan los preconceptos". (Para no desilusionarse, ni de los demás, ni de uno mismo).

    Pero hay que intentar siempre. Todo es intento. Es una búsqueda constante. (Es nuestra fe, en definitiva. Ir hacia Dios y nunca poder llegar en esta tierra. Tenemos mandado ser perfectos, siendo imposible lograrlo).

    Cuando podamos liberarnos de los preconceptos, cuando podamos no calentarnos y perder el control, aprovechemos para buscar la palabra que sirva al otro.

    ¿Dónde se puede leer el Ut unum sint?
    De hecho no sé bien en qué consta.
    ¿Que sería "algo parecido para un ateo"?

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  3. Para leer http://www.hernandarias.edu.ar/ceiboysur/biblioteca/docsvatic/utunumsint.htm.
    Muy recomendable esta encíclica.

    Cuando me refiero a "algo para los ateos" hablo de un doc igual a este pero que no sea Encíclica, eso ayudaría a evitar el preconcepto.

    :-)

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