En algunos casamientos "de buena pompa" (ahora recuerdo alguno en la Basílica Nuestra Señora del Rosario en el Convento de Santo Domingo y otro en la Parroquia del Santísimo Sacramento) he visto que para anunciar la llegada de la novia tocan una pequeña trompeta. En el de ayer tocaron las campanas.
Pero nada de grabación. Claro, no serán las de Notredame, son las que ven en la foto, en la Iglesia de la Inmaculada Concepción de Tigre, pero me pareció más pintoresco que la trompeta.
Un muchacho haciendo ese movimiento que se hace para hacer sonar las campanas, haciendo subir y bajar todo el cuerpo. ¡Y entonces entra la novia!
El conjunto musical tenía unos instrumentos muy hermosos: violín, ¿contrabajo?, flauta traversa y teclado (electrónico, eso sí). Tocaron algo de Bach (¿si?) y canciones que eran muy "originales". No hubo pompa ni circunstancia. Y yo soy gustoso de esas cosas tradicionales, pero esta música era muy linda. Encima tuvimos la suerte de que la novia llegó muy tarde...
...y así escuchamos dos piezas adicionales.
Y se casaron, sí, eso es lo más importante.
Hace unos meses tuve un casamiento en que el ingreso de la novia se hizo bajo aires de gaita (highland pipe). (Ella es descendiente de irlandeses.)
ResponderBorrarYo iba al casamiento posterior y pude ver en un casamiento en una iglesia muy linda que es Santa Teresita de Lisieux en Florida (Vicente Lopez) a un gaitero vestido típicamente que toco durante todo el saludo de los novios en el patio lateral.
ResponderBorrarPero para original, unos conocidos de un trabajo de mi esposa, una vez en la parroquia de ¿palermo viejo? del colegio San José: entraron con "negro spirituals" (¿escribo bien?). Eso no fue típico, porque la pareja era bien de raza blanca.
Con Pao entramos a la iglesia precedidos por 4 gaiteros (gaita gallega, soy nieto de gallegos), quienes ejecutaron algunas piezas en distintos momentos de la ceremonia.
ResponderBorrarEn el casamiento de un conocido hubo violín, arpa, y "uillean pipe" (gaita irlandesa), aunque ella tambien es descendiente de gallegos.
Admitamos que no hay mucha pompa en estos casos, pero sí una gran cuota de originalidad.