En algunos lugares de América, las imágenes de Cristo crucificado muestran una llaga profunda en la mejilla izquierda del Señor. Y cuentan que esa llaga representa el beso de Judas. ¡Tan grande es el dolor que nuestros pecados causan a Jesús!
En algunos lugares de México existen Cristos de talla, cubiertos de heridas, que llevan en la mejilla una llaga especialmente honda, llena de sangre, a la que llaman el beso de Judas. Es el beso traidor del amigo, las negaciones de quienes debíamos estar más cerca... Entonces le preguntarán: ¿qué heridas son esas...? Y responderá: Son las que recibí en la casa de mis amigos (Zac. 13, 6)
(De aquí).
No sé si es sólo de América, parece serlo...
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