domingo, 23 de abril de 2006

Parece que dijo un cardenal...

La cuestión que nos convoca: las palabras del Cardenal Carlo María Martini en diálogo con el bioeticista italiano Ignacio Marino.

Se me ocurre que la cuestión pasa un poco por el lado que decía Ens, la declaración llamativa para que repercuta. Y “política interna” de la Iglesia. Como sea, nos sirve para pensar.

Es probable que los más críticos de la Iglesia, adentro y afuera, aprovechen para criticar a la Jerarquía y al Magisterio. Que los periódicos hablen ya de cambios de postura de la Iglesia, que la Iglesia “acepta cosas nuevas y se adapta a los tiempos”. Lo de siempre.

No podría leer y traducir toda la nota en italiano. Pero en el artículo de Aciprensa se entiende un poco como viene la mano (y me extraña de Aciprensa). Porque la estructura del artículo la da Aciprensa. Después de presentar un “concepto novedoso” (el cual discutiremos luego), se siguen las declaraciones que podríamos llamar “obvias, disfrazadas de novedosas”.

En cuanto a la eutanasia, el Purpurado afirma que "no podemos aprobarla nunca", pero tampoco debemos "condenar a las personas que realizan este acto cuando otra persona disminuida se lo pide por razones puramente altruistas".
¡Vaya novedad!

Es la típica situación. Creo que tiene que ver con una dificultad del hombre moderno. La imposibilidad de separar la “definición de lo bueno” de la “condenación del que no lo hace”. Se llega incluso a llamar hipócrita a quien habla de virtud. Cuando la Iglesia define su Doctrina no está juzgando a los que no la cumplen, ¡si ni siquiera sus ministros la cumplen en plenitud! Por eso me extraña de un artículo de Aciprensa. ¿Usar esos argumentos tan flojos para criticar a Martini?
No menos obvio y disfrazado de novedoso es el siguiente párrafo. No menos polémicas son las opiniones del Cardenal respecto al aborto: "Creo que la persona debe ser respetada, sobre todo cuando después de mucha reflexión y sufrimiento, en estos casos extremos sigue su conciencia, incluso si decide alguna cosa que yo no puedo aprobar".
Esto no sería “polémico” si no sucediera o de antes, que se confunde la “enunciación de la Doctrina” con la “actitud de la Iglesia hacia los pecadores”, que son cosas muy distintas (cuando están bien hechas). Me vuelve a extrañar de Aciprensa.

Y ahora sí, la “novedad” en cuestión. Dejo por un rato la crítica a Aciprensa y critico al Martini que me presentan. Primera parte del párrafo: Precisamente, el Arzobispo aprueba el uso de "ovocitos en el estado de dos pronúcleos". Según él y Marino, en este estado posterior a la fecundación "no existe un signo definido que muestre la existencia de vida humana (...)

¿No hay signo definido? Por supuesto. Jugamos con signos y buscamos otros. Para el caso, si hablamos de signos biológicos, la concepción misma es un proceso que dura “horas”. Si antes no hay vida y después la hay, ¿en qué momento de la concepción empieza? Sigamos buscando signos, que el signo que pedimos no se nos dará.

Por eso debemos manejarnos con prudencia con los avances de la ciencia. Si hubiera algún nuevo signo biológico, ¿este bastaría? ¿Bastan, para hablar del origen de la persona humana, los signos biológicos? (Y eso lo sabe y lo dice Martini cuando dice, en la nota en italiano, que: "E insieme sono convinto che i processi della vita, e quindi anche quelli della trasmissione della vita, formano un continuum in cui è difficile individuare i momenti di un vero e proprio salto di qualità").

Por eso se habla de prudencia. Y a esa prudencia incita incluso Umberto Eco, un "laico", en un libro de conversaciones con el mismo Martini (¡!), llamado “¿En qué creen los que no creen?”.

¿Y qué pasa con la prudencia entonces? Pues que el párrafo que empezamos a citar termina con una confusa definición: (...) En este caso me parece que la regla general del respeto puede conjugarse con el tratamiento técnico que usted (Marino) sugiere. No es un embrión aún y por lo tanto puede ser manipulado sin ningún tipo de objeción moral".

La verdad, no veo como conjugar esas cosas. No veo qué prudencia hay en fabricar “ovocitos en el estado de dos pronúcleos” si conocemos tan poco del origen de la vida.

Trato de leer en italiano. Martini parece “hipotetizar” sobre la validez de una FIV homóloga si sólo se descartaran células que no son una nueva vida. Pero, ¿cómo saber que no son una nueva vida? ¿Y sólo por eso no es moral la FIV? Pues no. Entonces Martini estaría diciendo cosas muy arriesgadas, incoherentes con la Doctrina de la Iglesia. Se le va la mano (hasta donde yo puedo entender, y como me llegan las cosas. Porque podemos dudar además de "L´espresso", no sólo de Aciprensa).

Parece que se le fue la mano. De ahí que Aciprensa le de muy duro. Pero hay algo raro. Hago todo mi esfuerzo para entender la entrevista en idioma original. Busco coincidencias:

Esto:

(Mi pare questo il caso che lei propone dell'ovocita allo stadio dei due protonuclei). In questo caso mi sembra che la regola generale del rispetto può coniugarsi con quel trattamento tecnico che lei suggerisce.

Es esto:

En este caso me parece que la regla general del respeto puede conjugarse con el tratamiento técnico que usted (Marino) sugiere.
Pero hay un punto y sigue inmediatamente esto:

Mi pare anche che quanto lei propone...

¿Y dónde dice: “No es un embrión aún y por lo tanto puede ser manipulado sin ningún tipo de objeción moral”? ¿O sin querer Aciprensa olvidó cerrar comillas y quedó dentro algo que no dijo Martini?
Con todo respeto, veo cosas raras...

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