La preservación del bien común de la sociedad exige colocar al agresor en estado de no poder causar perjuicio. Por este motivo la enseñanza tradicional de la Iglesia ha reconocido el justo fundamento del derecho y deber de la legítima autoridad pública para aplicar penas proporcionadas a la gravedad del delito, sin excluir, en casos de extrema gravedad, el recurso a la pena de muerte. Por motivos análogos quienes poseen la autoridad tienen el derecho de rechazar por medio de las armas a los agresores de la sociedad que tienen a su cargo. (2266)
CIUDAD DEL VATICANO, lunes, 1 enero 2007 (ZENIT.org).- La Iglesia católica es contraria a la pena de muerte, aún cuando el condenado sea culpable de graves delitos.
Así se ha encargado de recordarlo a la prensa, el sábado pasado, el director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi, S.J.
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“La postura de la Iglesia católica –contraria a la pena de muerte- ha sido subrayada varias veces. Matar al culpable no es el camino para reconstruir la justicia y reconciliar a la sociedad. Incluso existe el riesgo de que, al contrario, se alimente el espíritu de venganza y se siembre nueva violencia”, añade.
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Muy interesante entrada.
ResponderBorrarBuen punto
ResponderBorrarmuy bueno
con tu permiso, me lo llevo tal cual al foro, a ver que responden allà.
Ya tenemos una respuesta, a ver que te parece...
ResponderBorrarhttp://www.eltestigofiel.org/dialogo/fo_temas.php?idm=35255
Han sido de gran ayuda para mí lo que me ha dicho vía mail la Hermana Josefina y el link que presenta Ecazes.
ResponderBorrarCreo entender que hoy en día la Iglesia considera que hay pocas ocasiones (si acaso alguna) en que la pena de muerte sea legítima (de acuerdo a lo que dice, según Kanbei, el catecismo en su "edición más nueva").
De todos modos, si quiero enfrentar la verdad, una duda me sigue acechando: por algo será que la Iglesia no "prohíbe absolutamente" la pena de muerte; por algo no dice: “la pena de muerte nunca es legítima”. Como si dice con otras cosas.
Entre nosotros y de forma poco académica, yo les propongo: esto de la pena de muerte podríamos relacionarlo con algún otro tipo de cuestión en la cual la Doctrina de la Iglesia “no determina”. ¿Qué les parece?
(Como el caso de las formas de gobierno, tema en el que la Iglesia no obliga, por doctrina, a seguir ninguna en particular, siempre y cuando se respeten otras cuestiones...)
¡Acabo de volver al foro propuesto por Ecazes y veo que también es muy interesante lo que dice Maricruz!
ResponderBorrarSí, yo pasé también. ¡Muy interesante! ¡Gracias Ecazes!
ResponderBorrarA tu pregunta Juan Ignacio: ¿por qué no prohibe absolutamente?, te pongo un ejemplo: Supongamos un pueblo aislado del resto del mundo, donde hay un jefe al cuidado de todos, y también una persona muy mala que ha hecho mucho daño al resto -con muertes, violaciones y demás-; el jefe consigue atraparlo, pero no tiene cómo asegurarse de que no se escapará y vengará de un modo mucho peor todavía. ¿Podría aplicar la pena de muerte? ¿no sería como defensa propia?
ResponderBorrarY ese pueblo... puede ser que exista hoy en algún lado. Y para ellos también está el catecismo.
Estoy pensando con vos.
Perdón, pero creo que me olvidé de dejar claro que a mí la pena de muerte me parece HORRIBLE.
ResponderBorrarPero trato de entender lo que quiere decir el catecismo, y en ese sentido comprendo.
Me pareció un ejemplo iluminador y también coincido en el sentimiento. Gracias por apuntar en la dirección que yo quería a pesar de que no nos guste la pena de muerte.
ResponderBorrarSaludos.
Para “seguir apuntando en la direcciòn” que quiere Juan Ignacio y que señala la hermana Josefina agrego:
ResponderBorrarEl numeral del catecismo es el 2266 (error de escritura).
En mi opinión todo este tema de la Pena de muerte està en relaciòn con el derecho a la defensa EN CASOS EXTREMOS (GUERRAS TOTALES, TIRANÌAS SANGRIENTAS), sòlo en ese contexto se puede aceptar; porque la Iglesia no quiere contradecir las tesis de la Tradición de la Doctrina Católica (Santo Tomàs de Aquino entre otros) que se refieren a la defensa de la sociedad frente a los tiranos o incluso la defensa en la guerra (Numerales 2308-2309 del Catecismo). Creo que la Iglesia intenta decir que el problema està en hacer de la Pena de Muerte un mecanismo frecuente y normal para resolver los problemas de la criminalidad, esto es lo que critica la Iglesia, el uso indiscriminado de dicha pena cuando es algo EXCEPCIONAL. La confusiòn està en que la Iglesia cuando condena la Pena de Muerte no aclara que existen circunstancias en las que se puede aplicar, las cuales son muy pero muy extrañas. Esto debe ser porque al aclararlo restaría fuerza a su argumentación. En conclusión: está mal usar la Pena de Muerte para resolver problemas de criminalidad común e incluso para resolver grandes injusticias sociales, pero si está bien SI Y SOLO SI se usa para detener un agresor que no puede ser detenido por otra vía. El mejor ejemplo es el caso del Dictador Leonidas Trujillo en República Dominicana, que tan bien lo describe Vargas Llosa en su novela “La Fiesta del Chivo” (en la película también lo resaltan).
Disculpen las tildes en el acento ortográfico, problemas de teclado.
saludos
Hay un cuento de Jack London, titulado "Lo inesperado", que va en la línea de lo que decía la hna. Josefina. Una situación límite, en todo caso.
ResponderBorrarCreo que el catecismo lo deja meridianamente claro: la pena de muerte no cae bajo el quinto mandamiento. Otra cuestión es que sea pertinente su aplicación. Casi nunca lo es. Y se confunde frecuentemente con la venganza.
Gracias por el comentario que me ayudado más. Y la corrección ya fue realizada. Saludos.
ResponderBorrarFantàstico!
ResponderBorrarMe encanta cuando le damos vuelta a un tema y vamos encontrando respuestas.
Gracias Hna Josefina, y gracias a Mendigo.