Parece que hubo quien derrotó al diablo en lides* artísticas. Lo que Santos Vega no pudo con guitarra sí lo hizo, con acordeón, allá por Colombia, el vallenato Francisco el Hombre.
Las vaquerías, que se realizaban y se realizan todavía en algunos lugares del llano, por lo común, a la entrada y a la salida de las aguas, son el trabajo conjunto de las reses de los diferentes dueños, porque ellas pastan juntas, indiferenciadas, en la sabana, que está sin cercas y que suele estar también en comunidad.
Los peones de cada dueño acostumbran concurrir al trabajo de la vaquería; van a parar el rodeo, separar las reses de cada hierro y conducir los rebaños a los corrales respectivos. El trabajo de vaquería puede durar una semana, o puede durar más o menos tiempo, según sea la cantidad de reses que se ha de trabajar.
Los peones durante el trabajo realizaban y realizan en la noche, sus torneos de canto y es allí donde ha comenzado y comienza la fama de los mejores. Entre los mejores cantadores solía y aún suele haber uno que es el de la gran fama: éstos son los Florentinos.
Las guitarras de cuatro cuerdas se llaman (oh sorpresa!) "Cuatros", y tienen un buen sonido, en manos diestras.
ResponderBorrarEs el caso de nuestro cantador:
"Florentino esta silbando
sones de añeja bravura
y su diestra hecha a volar
ansias que pisa la zurda..."
Lindo ¿no?