lunes, 22 de octubre de 2007

Benedicto XVI busca el rostro del Señor

Leer lento el Jesús de Nazaret de Benedicto XVI (Joseph Ratzinger) es darse el tiempo para volver al otro libro, al primero, a la Palabra que nunca pasará.
En estos días releí pasajes olvidados como la genealogía de Jesús según Lucas, entendiendo su comparación con la de Mateo, o aquella parte del Apocalipsis en que se llama a Jesucristo “el testigo fiel”.
Como si con eso no bastara, el libro tiene lo propio. Y las habrá mayores, pero una pequeña muestra sería la siguiente. Explicando las referencias al tiempo histórico en que Jesús viene a este mundo, dice esto tan particular:

(...) No hay que ver la aparición pública de Jesús como un mítico antes o después, que puede significar al mismo tiempo siempre y nunca; es un acontecimiento histórico que se puede datar con toda la seriedad de la historia humana ocurrida realmente; con su unicidad, cuya contemporaneidad con todos los tiempos es diferente a la intemporalidad del mito.

De "Jesús de Nazaret", Benedicto XVI (Joseph Ratzinger), Cap. 1: El bautismo de Jesús.

3 comentarios:

  1. Ahí voy hincándole el diente, sorprendida de la mirada tan especial y actual del papa sobre la persona de Jesús.
    Tanto que uno ha leído y siempre es una figura apasionante, siempre nueva, siempre hay algo que sacar de ese pozo que fue Dios hecho hombre.
    Saludos.

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  2. ¡Todavía ni siquiera lo he visto!
    Pero sí me encantaría, ya que me gustaron mucho los libros de Ratzinger... ¡Y de Jesús!

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  3. El libro me está gustando muchísimo. Tras la plúmbea introducción (las cosas como son), me ha entusiasmado la comparativa Jesucristo-Moisés, y luego preciosa la interpretación de las tentaciones.

    Un libro que todo católico debe leer y releer. Un saludo,

    Javier.

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