En “Las últimas órdenes”, los amigos y el hijo van llevando las cenizas del difunto para cumplir su último deseo: esparcirlas en el mar desde el muelle de un pueblo costero. El hijo, que tiene negocio de autos, había elegido para la travesía (y para sorpresa de los amigos del difunto) nada menos que un Mercedes Benz (“a Merc”) de su parque, porque pensaba que era apropiado para las circunstancias, para honrar a su padre. En medio de la travesía se da este diálogo:
- Do you think he was just trying it on? Just to see if we'd do it?
- So you think he knows. You think he can still see us, don't you?
- 'Course he can't see us. He can't see nothing.
- Mind you, Big Boy... If he can't see us, if he can't see nothing, why did you go and bring a Merc?
(- ¿Pensás que él sólo estaba viendo si se podía? ¿Sólo para ver si lo hacíamos?
- Entonces, vos pensás que él sabe. Vos pensás que él aún puede vernos, ¿no es cierto?
- Por supuesto que no puede vernos. Él no puede ver nada.
- Sin embargo fijate, muchachote... Si él no nos puede ver, ¿por qué te trajiste un Mercho?)
- So you think he knows. You think he can still see us, don't you?
- 'Course he can't see us. He can't see nothing.
- Mind you, Big Boy... If he can't see us, if he can't see nothing, why did you go and bring a Merc?
(- ¿Pensás que él sólo estaba viendo si se podía? ¿Sólo para ver si lo hacíamos?
- Entonces, vos pensás que él sabe. Vos pensás que él aún puede vernos, ¿no es cierto?
- Por supuesto que no puede vernos. Él no puede ver nada.
- Sin embargo fijate, muchachote... Si él no nos puede ver, ¿por qué te trajiste un Mercho?)
Aunque la intención del guionista no sea dejar esto como final, sino que agrega la intervención de un tercero que aclara que “it’s the gesture” (“es el gesto”), y aunque la película no es la gran cosa, este solo pasaje justificó para mí el haberle dedicado al asunto la hora y tanto que tomó.
Si rendimos honores a los muertos es porque algo nos dice que la vida después de la muerte existe. Si el que antes era, ya no es más, ¿a quién homenajeamos?
Querido Juan Ignacio:
ResponderBorrar¿Pusieron en la Argentina el anuncio de la furgoneta de la Coca Cola?
Una negra gorda conduce una vieja furgoneta, toda pintada, por unas calles inclinadas, que bien pudieran ser las de San Francisco. Según van avanzando, va saliendo por todas las calles gente muy variada (payasos, negros, gente con zancos, ...) que se pone a caminar tras ellos. Cuando llegan al final, al muelle sobre el mar, la negra se baja. Entre todos empujan la furgoneta, que cae hacia el agua. En ese momento sale un pez gigantesco, que se la come.
El lema del anuncio es: "Cuando mueras, ¿cuánta gente irá a tu entierro?"
(Muy elevado para la Coca Cola, como ves)
No la vi.
ResponderBorrarQué raro sería decir en vez de "al entierro de fulano de tal", "al entierro del cuerpo de una persona que cuando con seguridad existía se llamó fulano de tal".