(En el día de San Francisco)(...) Lo que de los hombres se dice, verdadero o falso, ocupa tanto lugar en su destino, y sobre todo en su vida, como lo que hacen.
(...) Hacia la época de la coronación de Napoleón, un asunto de su parroquia lo llevó a París; y entre otras personas poderosas cuyo amparo fue a solicitar en favor de sus feligreses, visitó al cardenal Fesch. Un día en que el Emperador fue también a visitarlo, el digno cura que esperaba en la antesala se halló al paso de Su Majestad Imperial. Napoleón, notando la curiosidad con que aquel anciano lo miraba, se volvió, y dijo bruscamente:
- ¿Quién es ese buen hombre que me mira?
- Majestad -dijo el señor Myriel-, vos miráis a un buen hombre y yo miro a un gran hombre. Cada uno de nosotros puede beneficiarse de lo que mira.
Esa misma noche el Emperador pidió al cardenal el nombre de aquel cura y algún tiempo después el señor Myriel quedó sorprendido al saber que había sido nombrado obispo de D.
(...) La señorita Baptistina era alta, pálida, delgada, de modales muy suaves. Nunca había sido bonita, pero al envejecer adquirió lo que se podría llamar la belleza de la bondad. Irradiaba una transparencia a través de la cual se veía, no a la mujer, sino al ángel.
(...) Frecuentemente escribía algunas líneas en los márgenes del libro que estaba leyendo. Como éstas: "Oh, Vos, ¿quién sois? El Eclesiástico os llama Todopoderoso; los Macabeos os nombran Creador; la Epístola a los Efesios os llama Libertad; Baruch os nombra Inmensidad; los Salmos os llaman Sabiduría y Verdad; Juan os llama Luz; los reyes os nombran Señor; el Éxodo os apellida Providencia; el Levítico, Santidad; Esdras, Justicia; la creación os llama Dios; el hombre os llama Padre; pero Salomón os llama Misericordia, y éste es el más bello de vuestros nombres".
(...) Como se ve, tenía un modo extraño y peculiar de juzgar las cosas. Sospecho que lo había tomado del Evangelio. [Irónico, al describir las virtudes del Obispo]
(...)
- Monseñor, vos que sacáis partido de todo, tenéis ahí un pedazo de tierra inútil. Más valdría que eso produjera frutos que flores.
- Señora Magloire -respondió el obispo-, os engañáis: lo bello vale tanto como lo útil.
Y añadió después de una pausa:
- Tal vez más.
martes, 4 de octubre de 2011
Estoy probando “qué tal” Los Miserables…
(…) Los Miserables. Sí, de Victor Hugo. Una novedad, ¿vió? Aunque no lo crea, me enganché bastante. Así que les dejo algunos de mis “highlights” de la primera parte, libro primero:
Confieso que no he leído el libro. ¿Todo él es de tema eclesiástico?
ResponderBorrar"Lo que de...". No creo que esta frase sea cierta en absoluto, al menos fuera de contexto: lo que los demás opinan de nosotros es bastante irrelevante, al final.
"Hacia la época...". Este Emperador debía ser peronista o socialista, ¿no? (En mi biografía del cura de Ars hablan muy elogiosamente del Cardenal Fesch, tío de Napoleón: por lo visto hizo mucho para reconstruir la Iglesia en Francia).
"La señorita Bapstistina...". ¡¡Esto de la "belleza de la bondad" es una gran verdad que vemos todos los días!!
"Frecuentemente escribía...". El párrafo es muy muy hermoso, pero ¿te parece cierta la conclusión? ¿Hay alguna definición de Dios que pueda superar a "Padre"?
"Como se ve...". ¡¡Ojalá dijeran eso de nosotros, sin ironía!!
"Monseñor, vos...". Sin duda, el obispo era un hombre del siglo XVIII, viviendo por error en el horrible XIX.
No lo he leído, pero ¡tengo unas ganas! ¿Consideras que puede poner en peligro la fe? Creo que estuvo en el Index, y si estuvo, algo habrá de qué cuidarse. Me interesa tu opinión, muy en serio.
ResponderBorrarFernando,
ResponderBorrarNapoleón sería peronista, socialista o... egocéntrico. Lo adulan y ya consiguen un cargo.
Y gracias por el dato, o sea que Fesch es real.
Lo de la Misericordia no es una conclusión. El personaje prefería el nombre de Misericordia. Y no esta mal. Ya que Dios es Amor. Y la misericordia es una expresión sublime del amor.
La ironía es positiva. Describe sus virtudes caritativas y misericordiosas e irónicamente está criticando a otros que no lo eran, otros que no se inspiraban en el Evangelio.
Alemamá,
Creo que "no hay problema" en leerlo. Luego te cuento.
Lo leí hace muchísimo tiempo, quizás por eso no lo comprendí del todo ( me preocupa lo que dice Alemama) Se que me gustó, pero creo que lo interpreté más como una novela de aventuras.
ResponderBorrarEspero tus conclusiones
Es una de las mayores obras maestras de la literatura. Yo soy un apasionado... Cuando llegues a la batalla de Waterloo, resiste un poco, que merece la pena pasar el trago. Y aprovechala bien, que tiene enormes enseñanzas. Yo ya hice algún comentario en mi blog.
ResponderBorrarHe llegado por casualidad a tu blog, y me ha gustado mucho. Así que espero seguir pasando por aquí. Ánimo.
Personalmente creo que Los Miserables es una obra digna de ser leída dos veces, incluso más. Es una maravilla. Los bajos fondos llevan implícito historias que devuelven la fe en la humanidad aún para quienes viven al margen de las desgracias humanas.
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