domingo, 2 de abril de 2017

Sobre el "Libro de la Pasión"

Me regalaron, directo desde Chile, un libro llamado “Conversaciones con José Miguel Ibañez Langlois” (hace tiempo venimos hablando de este autor: I, II, III, IV, VVI, VII, VIII, IX).

En una sección en que se habla de su obra poética él comenta su libro más apreciado, el “Libro de la Pasión”:

"¿Y por qué la obsesión con el tema?

Porque, aparte de su importancia objetiva, yo sentía que en casi todas las historias de la Pasión y en las vidas de Cristo faltaba una dimensión de fondo del misterio, que por otra parte yo había entrevisto en ciertas líneas de Isaías, de San Pablo, de León Bloy y de Ana Catalina Emmerich. Por contraste, me apenaba la forma tan convencional y externa con que tantos cristianos (y no pocos teólogos y autores espirituales) se representaban la Pasión del Señor: como si Jesús, tomando una distancia infinita del pecado humano, lo hubiera llevado “al hombro” y no en su corazón; como si selimitara a tomar generosamente sobre sí -en vez de nosotros- el castigo que merecíamos. Aquello me parecía una visión muy jurídica del asunto.

¿Tenía usted una visión más teológica de él?

Dios me libre de creer que yo he visto algo nuevo o distinto sobre nuestra Redención. Pero había que creer de veras en la palabra de San Pablo: a su Hijo “Dios lo hizo pecado por nosotros”. Guardini dice que ciertos misterios de la fe no pueden expresarse con verdad sin rozar la herejía o la blasfemia. En este caso, que Jesús llevó los pecados del mundo dentro de su corazón, como si -esta es la palabra terrible- como si fueran suyos propios, como si él mismo los hubiese cometido todos, desde el pecado de Adán hasta el último pecado que se cometa sobre la tierra. Sólo así entiendo yo algo sobre el “triste está mi alma hasta la muerte”, sobre los sudores de sangre en el huerto, sobre el “Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”. En definitiva, sobre el Amor infinito con que hemos sido amados desde la cruz".

(“Conversaciones con J. M. Ibañez Langlois”; Braulio Fernández Biggs, Patricio Fernández Ugarte, Sebastián Urruticoechea Ríos; Editorial Universitaria, Chile).

A continuación fragmentos que tengo del libro, en una antología, que se entienden mucho mejor a la luz de aquellos comentarios.

Libro de la Pasión

III, La agonía en el huerto

5
Él sorprendió a la flor en plena muerte
él la puso en su corazón para que resucitara
él fue la flor leprosa la más profunda
con flor y lepra y todo él resucitó

7
Él es Adán y su pecado original ha ensombrecido al mundo
por eso suda sangre y sangre bajo la luna de los olivos
él gustó del sabor de una soberbia luciferina
él mismo golpeó con la mano de Caín y golpeó y golpeó
sobre el inocente Abel hasta asesinarlo
por eso debe expiar hasta la muerte
él es todos los más repungantes seres de Sodoma y Gomorra
es culpable de todo cuanto se hace contra natura
por eso debe ser barrido de la faz del mundo
él es Marción es Manes es un gnóstico de las tinieblas
él posee todos los males de la inteligencia
y ha corrompido el cristianismo desde su interior
y ha desfigurado el rostro de Cristo de siglo en siglo
por eso debe morir en el patíbulo de la cruz
es el peor de los Borgia y de los Médici
tiene ojos de artista degenerado y suaves dedos de envenenador
es un poeta y filósofo maldito peor que Rimbaud
en su alma cultivó la depravación
por un lento y razonado desarreglo de todos los sentidos
él se volvió loco después de gritar con la voz de Nietzsche
Dios ha muerto yo mismo lo maté
por eso lo ha abandonado su Padre Dios
él acumuló enormes cantidades de dinero a costa de la sangre del pobre
él inventó la ley de la selva y la lucha de clases y la dictadura del proletariado
por eso debe ser pasado por la justicia
él dio las perentorias órdenes de Hitler y Stalin
él liquidó a millones de víctimas inocentes
que él mismo había encerrado en Auschwitz y en toda Siberia
él disparó a mansalva él puso bombas de tiempo en las salas cunas
él prestó al siglo XX el fulgor apocalíptico de su agonía
él construyó las armas nucleares y a sangre fría las estalló
en medio de la innumerable indefensa población civil
por eso debe ser castigado hasta la muerte en cruz
él vendió a su Maestro por treinta monedas
él fue sus propios crucificadores
por eso está allí tirado sobre el polvo de Getrsemaní
y traspira sangre y sangre a la luz de la luna
bajo la mirada justiciera inmóvil toda conmovida de su Padre Dios.

9
Ecce homo dice Dios sobre sí mismo
y aparece en el balcón del universo
el rostro de Jesucristo bañado en sangre.

11
Los dolores del mundo tienen buena memoria
jamás se les olvida que fueron Jesús
ellos tiran del alma que los sufre
diciendo
_______soy Jesús
_______________tu redentor de anoche
ayúdame a redimir el mundo contigo misma
sólo tres noches más y
___________________resurrección.

17
Esas gotas de sangre sobre el huerto
caen oh Dios sobre el huerto como si Dios mismo
estuviera en su altura
agonizando.

20
Los apóstoles duermen pero la madre vela
la madre está en agonía hasta el fin del mundo
la madre de Jesús como la luna llena
ilumina todo el valle de Josafat
ella tiede sus manos puras casi traslúcidas
hacia el huerto que la llama como su sangre
porque es sangre de su sangre la sangre de Dios
que ella limpia a distancia con sus mano de luz
con tanto amor que Jesús las siente
mejor que si tocaran su oscura faz
ah que alivio este solo consuelo de la tierra
qué ternura del cielo consuela su cara
como si nada hubiera ocurrido en esos tres años
como si nada en esos últimos treinta y tres
Jesús está llorando de amor como un niño
porque el cielo y la tierra lo abandonan
pero el leproso el abandonado el vástago
tiene madre y su madre es todo el amor
del cielo y de la tierra y lo está velando
y le está lavando el rostro bañado en sangre
por acción a distancia como la luz
como en Belén entonces su propia sangre
el leproso de Dios el hombre eterno
tiene madre y su madre es todo el consuelo
del reino de este mundo el dulce reino
porque existe María sobre la oscura tierra
y Dios agonizante le susurra madre
no me abandones madre madre mía.

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