lunes, 24 de junio de 2024

A Escobar por dentro (esta vez sí)

Siete años después, con una diferencia de dos días, hicimos el camino completo. Usamos el nuevo Puente de la Arenera y logramos ir “a Escobar por dentro”.

En los caminos semiprivados de don Constantini (el mega emprendimiento Puertos del Lago) descubrimos que el que antes se llamaba en Google “Nordelta 2 Puerto” es ahora el tramo sur-norte de la fantástica Avenida de los Lagos, especie de circunvalación o conexión interbarrial del emprendimiento. (Registrando tu DNI te podés mover luego por las barreras de ingreso y egreso con solo presentarlo a un scanner).

Esos caminos antaño estaban apenas “dibujados” y eran fríos en contraste con las rutas angostas bordeadas de quintas que aún hoy hay más o menos lejanas. Aún hoy contrastan, aunque tienen alguito más de calidez, dada ésta quizás por sus arboledas, algunas esculturas (feas), paradas de lo que debe ser un transporte público interno, etcétera. Y las casas. De esas todas iguales y que parecen a veces vacías. Pero casas al fin. (Algunas no están tan mal).

El cielo es aún inmenso, si algo hay que rescatar de esta nueva urbanización. Al menos desde la Avenida eso parece. No se siente uno dentro de un barrio. Y las casas parecen de la chatura exacta para tapar nomás lo indispensable del celeste.

Antes de salir nos fuimos por un desvío hasta el río. Desde allí aún no se ven las casas (aún no llegaron tan cerca) y el horizonte es conmovedor.


En la ribera armaron “Puertos / La Reserva”. Vale la pena ir armado de unos mates y hacerse todo el recorrido caminando junto a lo que Google llama Arroyo Correntino (pero la cartelería de la reserva dice que es el Río Luján). Nosotros estuvimos unas tres horas y F. avistó nuevas aves como este pequeño carpinterito:


Cuando salís de Puertos por el norte das en el corazón del camino que une ciudad y puerto de Escobar (que no son sino los primeros kilómetros de la ruta 25).

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