domingo, 20 de marzo de 2005

Domingo de Ramos casero

Marisa consiguió que las Benedictinas le regalen una canasta llena de ramos de Olivo. Así que con Elvira dedicaron la tarde a armar pequeños ramitos para los chicos del Hogar Zanocchi. Los demás cebamos mate, vinimos a poner un post y leer otros blog, alguno escucha el partido después de la siesta... Francisco, que se había salteado la siesta, cayó rendido.

Esto me hizo acordar a cuando éramos chicos. Podía ser en lo de mi tía o en la quinta de mi abuelo. Toda la tarde haciendo esas cosas o haciendo casi nada. Bien podía consumirse toda la tarde en un eterno partido de cartas. O en un recolectado y pelado de nueces. O una mañana entera en un corte de pasto y rastrillado. O pileta libre continuada, con las escalas para renovar fuerzas.

Toda la familia reunida, se dedicaba a algo. La familia tenía este día para estar junta. Hoy no hay tantos de esos días. No sé, es como que hubiera menos tiempo. No son tan comunes los domingos en familia, en esas familias "ampliadas" que incluyen abuelos, tíos y primos.

Se mueve Francisco, este teclado suena muy fuerte, chau...

¡Qué empiecen una Semana Santa muy con Cristo!

Shhh...

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