Pensé en alejarme de las "ocupaciones" diarias, de las más o las menos "obligatorias", y así poder pasar una mejor Semana Santa con tiempo para la oración y la reflexión.
No fue esa la causa directa por la que no escribí nada en mi bitácora en cuatro días. Lo que sucedió fue que, para poder lograr mi objetivo de alejarme de las "ocupaciones", debía "liquidar" varias de ellas. La principal era: "dejar cuanto antes mi trabajo". He conseguido uno nuevo, pero mi ya ex jefe me pidió que me quede unos días más para dejar bien terminados y traspasados algunos asuntos. Soñaba poder abandonar el viernes pasado, luego esperé que sea el lunes y terminó siendo a las once de la mañana del Jueves Santo. Es por eso que no tuve tiempo de hacer entradas aquí.
Pero el objetivo, que ya parecía perdido, en buena forma se cumplió. Llegar temprano a casa fue una bendición (otros Jueves Santos he trabajado, ya que en la empresa en donde trabajaba no daban feriado). Tuve tiempo de jugar con Francisco, el hijo del matrimonio Finitud <-> Aquí estamos, charlar con Finitud misma, hacer un examen de conciencia y confesarme con el nuevo cura párroco, al cual atrasé de tal forma que la misa comenzó siete y cuarto* (y no fue por mi larga "lista de pecados", sino porque me dio el sacramento con una serenidad tal que ni se notaba que un templo de bote a bote lo esperaba; lo cual le agradezco profundamente). Así quedó el "campo libre de obligaciones" para el resto de los días de esta Semana Santa y su coronación pascual.
No fue esa la causa directa por la que no escribí nada en mi bitácora en cuatro días. Lo que sucedió fue que, para poder lograr mi objetivo de alejarme de las "ocupaciones", debía "liquidar" varias de ellas. La principal era: "dejar cuanto antes mi trabajo". He conseguido uno nuevo, pero mi ya ex jefe me pidió que me quede unos días más para dejar bien terminados y traspasados algunos asuntos. Soñaba poder abandonar el viernes pasado, luego esperé que sea el lunes y terminó siendo a las once de la mañana del Jueves Santo. Es por eso que no tuve tiempo de hacer entradas aquí.
Pero el objetivo, que ya parecía perdido, en buena forma se cumplió. Llegar temprano a casa fue una bendición (otros Jueves Santos he trabajado, ya que en la empresa en donde trabajaba no daban feriado). Tuve tiempo de jugar con Francisco, el hijo del matrimonio Finitud <-> Aquí estamos, charlar con Finitud misma, hacer un examen de conciencia y confesarme con el nuevo cura párroco, al cual atrasé de tal forma que la misa comenzó siete y cuarto* (y no fue por mi larga "lista de pecados", sino porque me dio el sacramento con una serenidad tal que ni se notaba que un templo de bote a bote lo esperaba; lo cual le agradezco profundamente). Así quedó el "campo libre de obligaciones" para el resto de los días de esta Semana Santa y su coronación pascual.
* queda "casi" implícito que la misa referida debía comenzar a las siete. Pero por si acaso lo aclaro. En la parroquia de Santa Julia, en el barrio de Caballito, la misa vespertina solía ser a las siete y cuarto y no por atrasos sino que era la hora oficial.
¡Lo sabía! ¡Lo sabía!
ResponderBorrarAqui Estamos <-> Finitud
Felices Pascuas de Resurrección.