Gregory Peck hace del Padre Francis Chisholm en su misión en la China (versión cinematográfica de “Las llaves del Reino” de A. J. Cronin). Un día, con sus conocimientos de medicina, el padre Francis cura al hijo de un importante mandarín. El poderoso oriental le ofrece como recompensa su propia conversión al catolicismo. Imagínense, si el señor se “convierte”, miles de personas (sus ¿súbditos?) lo harán. ¡Gran tentación del evangelizador! Pero él sabe que no es así como debe ser. Que la del señor no es sincera conversión. Y eso no es bueno para el mismo señor. No acepta. ¡“Rechaza” a un mandarín!
Un buen día llegan los protestantes a China. Mucho dinero, grandes instalaciones, gran obra, posibilidad de conquistar más almas que la misión católica. El mandarín le ofrece a Francis, si es que él lo desea, su favor para intervenir y que le ocurran “percances” a la obra a los protestantes (tal como al mismo Padre católico le había sucedido en sus comienzos). Chisholm lo rechaza. “Ambos creemos en un mismo Dios”, dice. Esto deja atónito al señor oriental, el cuál deja su carro para seguir caminando al padre y poder charlar.
Para hacer este artículo más “simbólico”, debería agregar una tercer tentación, pero ahora no recuerdo ninguna más. Espero que les hayan gustado lo que considero dos acciones que respetan la máxima de que “el fin no justifica los medios”.
Un buen día llegan los protestantes a China. Mucho dinero, grandes instalaciones, gran obra, posibilidad de conquistar más almas que la misión católica. El mandarín le ofrece a Francis, si es que él lo desea, su favor para intervenir y que le ocurran “percances” a la obra a los protestantes (tal como al mismo Padre católico le había sucedido en sus comienzos). Chisholm lo rechaza. “Ambos creemos en un mismo Dios”, dice. Esto deja atónito al señor oriental, el cuál deja su carro para seguir caminando al padre y poder charlar.
Para hacer este artículo más “simbólico”, debería agregar una tercer tentación, pero ahora no recuerdo ninguna más. Espero que les hayan gustado lo que considero dos acciones que respetan la máxima de que “el fin no justifica los medios”.
Y para complementar el comentario, diriamos que el buen amigo ATEO del padre chisholm, Willy creo que se llamaba, que siempre de la boca para afuera se ufanaba en su ateismo hasta el punto de decirse asimismo que era el hijo favorito del diablo, pues, creo sinceramente que, si bien en su lecho de muerte mencionaba lo inutil que seria su conversion, creo yo, que en el reino del Señor muchas sorpresas se daran, ver entre los redimidos a a quellos que nunca hubiesemos pensado que serian salvos, oh de verdad que sera toda una sorpresa ver entre muchos pastores POCO consagrados, sacerdotes, politicos y aun gente que pensabamos que irian a arder con el enemigo, pero...solo El Señor tiene anotados en su libro a todo aquel que heredara el reino de los cielos. Buena pelicula la que hicieron honrando el diario del padre Chisholm, vale la pena extraer muchas enseñanzas de ella.
ResponderBorrarExcelente película, varias enseñanzas para el cristiano, debemos ser mas tolerantes.
ResponderBorrarMuy buena película realmente. Puedo decir que el actor supo transmitir el sentir del padre Francis al ejercer su ministerio y sirvió con amor a su projimo sin exageraciones de optimismo ni pesimismo, tan solo viviendo en la perfecta paz que Dios le dio.
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