Sí, el libro estaba. "El sentido religioso", de Luigi Giussani. Algo de la introducción como para dar más fundamento a las afirmaciones de la entrada anterior:
"La mentalidad moderna reduce la razón a un conjunto de categorías en las que se fuerza a entrar a la realidad: lo que no entra en estas categorías recibe el apelativo de irracional; y, en cambio, la razón es como una mirada abierta de par en par a la realidad, que bebe ávidamente de la realidad, que capta los nexos y las implicaciones, que discurre, corre dentro de la realidad, de una cosa a otra, conservándolas todas en la memoria, y tiende a abrazar todo. El hombre afronta la realidad con la razón. La razón es lo que nos define como hombres. Por eso debemos tener la pasión de la razonabilidad (...)"
Estas aclaraciones sobre la naturaleza de la razón nos ayudan a entender más la racionalidad del sentido religioso. Yo pensaba hace unos días (ver entrada):
"El que nada tenga sentido es una creencia en principio tan válida como creer que sí hay un sentido religioso. Pensar que no hay sentido no es escapar de nada, no hay pruebas de que nada tiene sentido.
Nadie nos asegura que no haya sentido. En el peor de los casos, nada se nos dice."
Pero esas son libertades que me tomo. Mejor está en los apuntes de la UCALP, que después de hablar de las exigencias del corazón, de la percepción de la realidad como don, como cosmos, y otras cosas, dice:
"(...) esa «cosa» única, excepcional, que yo soy me obliga, obliga mi razón a plantearse seriamente la «hipótesis», aunque sea, de Dios.
"Por supuesto, una hipótesis no es una certeza todavía. Pero esto de ninguna manera me autoriza a abandonarla. Más bien, me exige e impulsa a que la asuma y averigüe atentamente.
"Negar o eliminar la hipótesis de Dios, es ir en contra de la razón, obligarla a renegar de sí misma y a callar su exigencia de explicación total del hombre y el mundo.
"También, es ir en contra del corazón, obligarlo a callar sus inmensas exigencias de verdad, de amor, de justicia, de belleza, de felicidad. Y yo tendré que conformarme con verdades, amores, justicias, bellezas, felicidades parciales, o «lights», como quien dice. Es decir, tendré que obligar mi corazón a vivir en una insatisfacción y una frustración permanente.
"Finalmente, negar o eliminar la hipótesis de Dios como fuente última de lo humano, es ir en contra de la libertad, renunciar a ser personas libres. Si no reconozco mi dependencia de Dios, y si reniego de ella, o si no la quiero vivir, estoy abriendo de par en par mi vida al arbitrio de quien tiene el poder (...)"
"La mentalidad moderna reduce la razón a un conjunto de categorías en las que se fuerza a entrar a la realidad: lo que no entra en estas categorías recibe el apelativo de irracional; y, en cambio, la razón es como una mirada abierta de par en par a la realidad, que bebe ávidamente de la realidad, que capta los nexos y las implicaciones, que discurre, corre dentro de la realidad, de una cosa a otra, conservándolas todas en la memoria, y tiende a abrazar todo. El hombre afronta la realidad con la razón. La razón es lo que nos define como hombres. Por eso debemos tener la pasión de la razonabilidad (...)"
Estas aclaraciones sobre la naturaleza de la razón nos ayudan a entender más la racionalidad del sentido religioso. Yo pensaba hace unos días (ver entrada):
"El que nada tenga sentido es una creencia en principio tan válida como creer que sí hay un sentido religioso. Pensar que no hay sentido no es escapar de nada, no hay pruebas de que nada tiene sentido.
Nadie nos asegura que no haya sentido. En el peor de los casos, nada se nos dice."
Pero esas son libertades que me tomo. Mejor está en los apuntes de la UCALP, que después de hablar de las exigencias del corazón, de la percepción de la realidad como don, como cosmos, y otras cosas, dice:
"(...) esa «cosa» única, excepcional, que yo soy me obliga, obliga mi razón a plantearse seriamente la «hipótesis», aunque sea, de Dios.
"Por supuesto, una hipótesis no es una certeza todavía. Pero esto de ninguna manera me autoriza a abandonarla. Más bien, me exige e impulsa a que la asuma y averigüe atentamente.
"Negar o eliminar la hipótesis de Dios, es ir en contra de la razón, obligarla a renegar de sí misma y a callar su exigencia de explicación total del hombre y el mundo.
"También, es ir en contra del corazón, obligarlo a callar sus inmensas exigencias de verdad, de amor, de justicia, de belleza, de felicidad. Y yo tendré que conformarme con verdades, amores, justicias, bellezas, felicidades parciales, o «lights», como quien dice. Es decir, tendré que obligar mi corazón a vivir en una insatisfacción y una frustración permanente.
"Finalmente, negar o eliminar la hipótesis de Dios como fuente última de lo humano, es ir en contra de la libertad, renunciar a ser personas libres. Si no reconozco mi dependencia de Dios, y si reniego de ella, o si no la quiero vivir, estoy abriendo de par en par mi vida al arbitrio de quien tiene el poder (...)"
mi comentario sobre de donde conoces a Giussani tendría que haberlo escrito aca.. Cecilia
ResponderBorrarmi comentario sobre de donde conoces a Giussani tendría que haberlo escrito aca.. Cecilia
ResponderBorrarCecilia, no lo conozco personalmente (ja). Participé en escuelas hace unos años en la USAL gracias a un amigo que hacía derecho allí.
ResponderBorrarEste año se va a trabajar ese libro para escuela.. hace poco fue la presentacion y estuvo fantastica..
ResponderBorrarsi te interesa escribime y te paso la info.. yo soy de los universitarios
ceci.tejerina@hotmail.com