Según María Elena Walsh (y que me perdonen los ingleses), "los ingleses son personas muy serias pero muy aficionadas a decir disparates. En inglés se ha escrito una gran poesía, y al pie de ella, como los yuyos junto a los árboles, florecen unas curiosas historietas en verso que se llaman limericks (...)
"Nadie sabe bien quién inventó el limerick. (...) estos cuentitos que se componen (...) de dos versos largos, dos cortos y otro largo. En general cuentan soberanas tonterías, cosas requetesabidas o descomunales mentiras (...)
"Los chicos y la gente sencilla se divierten mucho con estos juguetes hechos de palabras, por eso se me ocurrió intentar hacer algunos limericks en castellano (...)"
Así arranca el libro Zoo Loco, compendio de ese tipo de poemitas medio en broma que, Walsh no aclara, tienen rima del tipo "aabba" (según dicen en "Loonylimericks"). Los de ella son de animales y a mí el que más me gusta de todos es este:
Una vez, por las calles de Caracas
aparecieron veinticinco Vacas.
Como era Carnaval,
nadie veía mal
que bailaran tocando las maracas.
aparecieron veinticinco Vacas.
Como era Carnaval,
nadie veía mal
que bailaran tocando las maracas.
Aunque no están mal este:
Si en el mar causa pésima impresión
encontrarse de pronto un Tiburón,
muchísimo más feo
es verlo de paseo
un día, por la plaza de Morón.
encontrarse de pronto un Tiburón,
muchísimo más feo
es verlo de paseo
un día, por la plaza de Morón.
Ni este:
Un Gallo a una Gallina preguntó:
-¿Cocorocó? ¿Cocorocó cocó?
La Gallina, indecisa,
primero le dio risa,
pero después le contestó que no.
-¿Cocorocó? ¿Cocorocó cocó?
La Gallina, indecisa,
primero le dio risa,
pero después le contestó que no.
Soberbio.
ResponderBorrarMaria Elena Walsh no solo ha producido canciones y textos clasicos. ELLA ya es un clasico.
Gracias por pasar el dato. Intentare conseguir el libro, aunque aqui en EE.UU. no va a ser facil.
Un abrazo.
Paloma, palomita de la Puna
ResponderBorrarcuida que no te roben tu fortuna
esa que con descuido,
dejas olvidada en el nido
un rayito de sol y otro de luna.
Ése es el que le dá el título al libro, no me los voy a olvidar nunca creo...