Alguna vez le pasó a ella: tuvo que interrumpir su cumpleaños para que venga yo. Hoy me acuesto tarde, ya en el día de mi cumpleaños, después de festejar el de ella.
Y mi madre, y mi madre en la quietud
de la noche, elevará una plegaria
cuando escuche mi guitarra,
allá en la calle Chubut.
Mi madre no lee este blog. Pero si lo leyera, quizás haría una plegaria. Porque no sé si ella entendería porqué lo hago. Bueno, la verdad es que ni yo lo sé. La diferencia sería que yo le tengo confianza a este blog, a mí haciendo este blog. Ella, no sé... Sí, lo aceptaría. Ahora está aprendiendo a verme feliz aunque muchas cosas no sean como ella imaginaba (pavadas, pero ella a veces se fija en pavadas, que va 'cer).
Tiempos en que sufre por lo difícil que es cuidar a mi abuela. Tiempos en que salen jubilaciones. Tiempos en que se está por cumplir un año desde que él último hijo dejó la casa (esas fichas tardan en caer, rezaría una moderna metáfora).
Ella no cuenta mucho. Es la costumbre desde que se armó la familia: no contar mucho a los hijos de los problemas. Manejarlos solos. Para no molestarnos, quizás. Pero no sé si eso es muy bueno.
Una etapa más. Oportunidad para pensar en finales, en un gran final, que no es sino principio (aunque allá ya no hay tiempo como el de acá). Hay alegrías también, che, no van a pensar que en lo de mis viejos es un velorio. Hay nietos. Ahora el segundo, mujer, viene en camino. Hay planes para la nueva etapa.
¡Que los cumplas feliz, mamá!
Que Dios la bendiga mucho.
ResponderBorrarLa llevaré conmigo en la misa.
Muy feliz cumpleaños!
ResponderBorrar¡Muy feliz cumpleaños a los dos!
ResponderBorrarA tu mamá dáselo de mi parte aunque llegue algo tarde... y para vos llego a tiempo.
Mi oración en la Misa de mañana, con retroactividad.
¡Gracias a todos! O como dijo el otro día mi prima: ¡Gracias a "cada cual"!
ResponderBorrary a usted tambien!
ResponderBorrarOrale que coincidencia, hoy cumple años mi madre. Juan, saludos, parece que estoy de regreso.
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