Uno de los regalos de cumpleaños (fuera de lista) que recién en estos días abordé es “El corazón de piedra verde”, de Salvador de Madariaga. Ya leí ciento cincuenta páginas (¡hay setecientas setenta y siete!) y algo que he disfrutado es el haberle ido tomando el gusto a las palabras aztecas.
Si de hacer listas se trata (como aquella que hizo Hernán con palabras del castellano) comencemos mi lista personal nauatl con las tres siguientes:
Xuchitl, Xochotzincatzin y Chalchivitl.
Que quieren decir, respectivamente: Flor (y es además el nombre de la hija del rey Nezahualpilli), Pezón-de-Fruta (y es además el nombre de la esposa más querida del rey Nezahualpilli) y piedra de Jade (si no me equivoco).
A mí este libro me pareció la pera. La visión que da de la conquista Madariaga dista mucho de las sandeces que se oyen hoy día, y él, si no me equivoco, era republicano y murió exiliado, ¿no? No era sospechoso precisamente. (Se admiten aportaciones a mi atrevida incultura)
ResponderBorrarAbsolutamente de acuerdo, estoy acabando ahora el corazón de piedra verde y coincido en todo contigo
Borrar¡Agradezco tu comentario!
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