(…) los Salmos, el gran libro de oración del pueblo de Dios en la Antigua y en la Nueva Alianza: éstas son palabras que el Espíritu Santo ha dado a los hombres, son Espíritu de Dios que se ha hecho palabra. De esta manera, rezamos «en el Espíritu», con el Espíritu Santo. Naturalmente, esto se puede decir con mayor razón aún del Padrenuestro: san Cipriano dice que (…) cuando recitamos el Padrenuestro se cumple en nosotros la promesa de Jesús respecto a los verdaderos adoradores, a los que adoran al Padre «en espíritu y en verdad» (Jn 4, 23). Cristo, que es la Verdad, nos ha dado estas palabras y en ellas nos da el Espíritu Santo (De dom. or., 2).
Benedicto XVI, Jesús de Nazaret, Cap. 5: La oración del señor
¿Vuelven tus comentarios sobre Jesús de Nazaret? Me alegro: nos ayudan a vivir de nuevo las horas luminosas que tuvimos con la lectura del libro.
ResponderBorrarEspero que vuelvan algunos textos. Postear es parte del proceso de lectura lenta ideal para todo libro que valga la pena.
ResponderBorrarLeí el libro con ansiedad, deprisa, y después no lo releí, está pendiente. Pensé que no lo había aprovechado nada, pero quizá sí que lo hice, porque a veces, en asuntos concretos, me veo recordando lo que decía el Papa sobre eso: por ejemplo, sobre tal o cual frase del Padrenuestro, que ya sabes que comenta minuciosamente.
ResponderBorrarMe dio un poco de pena el otro día, en la fiesta de la Transfiguración, escena que el Papa tambien analiza con mucho detalle. En Misa la homilía era buena, y en un momento dado pensé "Esta homilía sería perfecta si el cura citase, aunque fuera de pasada, el libro". No lo hizo. ¿Será que no lo había leído?
Que excelente meditacion de nuestro Papa! La oración del Señor es algo tan profundo que a veces corremos el riesgo de ser hasta sacrílegos por la forma en que muchas veces la recitamos. Recitarla con el espíritu que se nos dio y hacerla vida en nuestro vivir, son nuestras más necesidades en nuestro ser cristianos hoy en día.
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