Si de Acapulco nos vamos Pacífico adentro en dirección sudoeste, al cabo de 1280 kilómetros divisaremos una isla deshabitada, un atolón coralino sobre el que descansan trece palmeras de forestación artificial como única vegetación. Este perdido lugar en medio del pacífico no nos dice nada a simple vista, pero tiene una historia que, si es según la relata Wikipedia, es digna de una película. Estamos hablando de la Isla de la Pasión (también llamada Isla Clipperton), actualmente posesión francesa.
Esta isla fue disputada por Francia, Estados Unidos y México. Si bien el primero que la avistó (sin desembarcar) fue Magallanes y por tal suceso pasó a ser parte de los dominios españoles, en 1711 los franceses la redescubren, llamándola Île de la Passion y reclamando la soberanía. El nombre de Clipperton, en cambio, le viene por el pirata inglés John Clipperton, que la descubre en 1705 y según cuenta una leyenda la usaba de refugio y hasta habría escondido allí un tesoro.
En 1821 México se independiza de España y se considera heredero de los derechos sobre la isla, incluyéndola explícitamente en la constitución como territorio nacional. En 1956, la Compañía Minera Americana del Guano reclamó la isla para los Estados Unidos de América. Luego en 1858, bajo el gobierno de Napoleón III, Francia se anexiona la isla como parte de Tahití. México la reclama nuevamente en 1897 y Estados Unidos toma posesión en 1898 (Guerra Hispano-Estadunidense). Finalmente en 1906, la Compañía Británica de las Islas del Pacífico adquiere los derechos de explotación de los depósitos de guano de la isla y, en conjunto con el gobierno mexicano, construye un asentamiento minero. Pero esto recién empezaba.
México construye un faro y guarnición militar al comando de un capitán llamado Ramón Arnaud. En 1914 cerca de cien personas vivían en la isla. Cada dos meses un barco con provisiones llegaba desde donde nosotros comenzamos el relato, Acapulco. Pero el estallido de la Revolución Mexicana hizo que se suspenda el servicio y los habitantes quedaron librados a su suerte. Para 1915 la mayoría de los habitantes habían muerto de escorbuto, pero por decisión del gobierno de la isla se decidió permanecer, rechazando incluso la posibilidad de irse ese mismo año en el USS Lexington de la marina estadounidense.
Ya en 1917 el capitán Arnaud había muerto en un intento fallido de navegar a tierra firme y conseguir ayuda. El guardián del faro, Victoriano Álvarez, resultó ser el único hombre que quedaba en la isla, junto con quince mujeres y niños. Pronto Álvarez se autoproclamó rey y comenzó una escalada de violaciones y asesinatos, antes de ser él mismo asesinado por una de sus víctimas. En julio de 1917, cinco mujeres y cuatro niños, los últimos sobrevivientes, fueron rescatados por el USS Yorktown.
En adelante la posesión se siguió disputando entre México y Francia. Vía Vaticano y su delegación al rey de Italia, Víctor Manuel III, en 1930 se falló en favor de Francia. Los franceses reconstruyeron el faro y establecieron un puesto militar en la isla, el cual duró sólo siete años. La isla estuvo también en la mira de Franklin Delano Roosevelt, quien en 1944 ordenó la ocupación de la isla por parte de la marina, en lo que fue una de las operaciones más secretas de la Segunda Guerra Mundial. Francia por su parte la evaluó como posible campo para pruebas nucleares, como centro turístico y de comercio (adaptación e infraestructura mediante), puerto pesquero y hasta basurero nuclear, pero ninguno de los planes fueron llevados a cabo.
La isla ha estado abandonada desde el fin de la Segunda Guerra Mundial y sólo ha sido visitada por pescadores deportivos, patrullas de la marina francesa, pescadores mexicanos de atún y tiburón y exploradores como Jacques Cousteau, Lance Milbrand (National Geographic) o Jean-Louis Étienne.
Y película no sé si se ha hecho, pero sí un libro de edición mexicana, cuya autora es la colombiana Laura Restrepo y se llama “La Isla de la Pasión”.
(Recuerden que mañana es Santa María Virgen, Reina)
si hay pelicula 1941
ResponderBorrarya hay una pelicula
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