Supe de una feliz coincidencia que es haber estado leyendo “El espíritu de la liturgia” cuando se cumplen cuarenta años de la muerte de Romano Guardini (el día primero de octubre). Hoy quizás les deje algo de “La liturgia como juego”, un capítulo de lo más interesante.
Como siempre, Guardini parte de la dificultad del hombre común. En este caso, se refiere a los espíritus que hoy llamaríamos prácticos (no los llama así Guardini) que encuentran difíciles de aceptar la pompa y los detalles del rito en la liturgia. Lo esencial de la misa, la consagración y la comunión, podrían ejecutarse con más sencillez y precisión (la administración de los sacramentos en casos urgentes de necesidad nos da una idea aproximada de lo que sería la acción litúrgica reducida a sus formas más indispensables y utilitarias o prácticas).
Entonces Guardini aclara (ya en 1918 hacía falta) que el criterio de finalidad práctica no se aplica a todas las manifestaciones vitales ni explica a ninguna en su totalidad. La misma naturaleza, el verdadero arte, no se explican utilitariamente. Y tampoco la ciencia bien entendida, a la que hoy se le asigna el fin utilitario de mejorar la vida del hombre, mientras que en realidad tiene un sentido y es el de la verdad. Muchas cosas no tienen un fin utilitario sino un sentido.
Tampoco para la liturgia aplica el criterio utilitario. “Según el sentir de la Iglesia, no debe considerarse la liturgia como un intermediario (...) sino como un mundo animado y rebosante de vida, que se apoya y tiene su razón de ser en sí mismo. Esto es de una importancia superlativa, pues por no haberlo entendido así se ha tratado (...) de atribuir a la liturgia toda suerte de propósitos y de intenciones pedagógicas y formativas”, que no son su “objeto preferente”. En la liturgia cada gesto, cada oración, cada movimiento implica una finalidad pedagógica, sin embargo no se encuentra en ella un código educativo o un método completo de formación ética.
Además, la prueba rotunda de este sentido y no utilidad es que la razón y fundamento de la liturgia es Dios y no el hombre. En la liturgia el hombre no vuelve sobre sí mismo sino que es a Dios a quien dirige su mirada y aspiraciones; para el alma el sentido de la liturgia está en “saber situarse ante Dios” y “vivir dentro de ese dichoso mundo de verdades, de fenómenos, de realidades, de misterios y símbolos divinos, pensando que el vivir la vida de Dios es vivir real y profundamente la suya propia”.
Y aún no he nombrado lo del juego; será en la próxima, verán que interesante.
Excelente entrada, como las otras recientes sobre liturgia.
ResponderBorrarMe alegro que te hayan gustado, me esmeré en ellas. Gracias.
ResponderBorrarHola, Juan Ignacio. Tu post tiene una densidad grande, una acumulación de ideas por línea que impresiona un poco. A mí me habría dado para 5 o 6 sucesivos. Intentaré no perderme.
ResponderBorrarHe aquí la frase clave:"Lo esencial de la misa, la consagración y la comunión, podrían ejecutarse con más sencillez y precisión", y pones el ejemplo de los sacramentos (por ejemplo, la Comunión) administrados en situaciones de urgencia.
Esto me ha impresionado mucho. ¿Por qué la Misa dura 40 minutos, si podría durar 5? Me vienen 3 breves reflexiones a la cabeza.
1ª Los días que Dios me ayuda y me levanto muy pronto, voy a Misa cerca de casa, antes de ir al trabajo. Dicha con toda la piedad y con toda la calma del mundo, sin homilía, la Misa no dura nunca más de 20 minutos. Cuando nos acercamos a comulgar, están dando las campanadas de las 8 y cuarto. Pues aún así, aún durando 20 minutos, a muchos católicos les seguiría pareciendo larga y pesada. Ya lo hablamos en su día: se simplificó la liturgia, tras el Concilio, y no bastó para hacerla atractiva para la gente.
2º "Muchas cosas no tienen un fin utilitario, sino un sentido". Mira, esto es como de tesis doctoral, por lo profundo. Y, siendo cierto, de alguna forma la Misa, la liturgía, creo que sí que tiene una utilidad, más allá de la consagración y la Comunión: una utilidad de repasar muchas verdades de nuestra fe. Si uno está muy atento ve que no se puede suprimir nada, pues tal frase nos recuerda que somos pecadores, la otra que la Iglesia ora en unidad, la de más allá que Dios nos quiere pese nuestros pecados, aquella otra ... El que atiende en Misa no sólo asiste a una acto sobrenatural, sino tambien a una cierta catequesis.
3º "La razón y fundamento de la liturgia es Dios y no el hombre"... ¡aunque muchas veces nos olvidemos de ello! Reducimos la Misa a reunión social, como de parroquia, ¿no convendría que habláramos más, no convendría hacer más peticiones, no convendría conocernos mejor?, como si fuese la reunión de un club, en vez de abrirse a Dios, en un momento quizá único en la semana.
(Salió demasiado largo, me temo: no quería trocear la respuesta, quizá otro día desarrolle un punto o el otro, no sé)
Más que en las entradas anteriores, la mayoría de las palabras son de Guardini, aunque no estén encomilladas. Resumir un texto tan rico como este es comprimir tantas ideas magníficas del autor que de ahí quizás la densidad.
ResponderBorrarQué bueno lo que decís de que "si uno está muy atento ve que no se puede suprimir nada" en la liturgia. En una nota al pie en el capítulo I Guardini destaca la virtud de Pío X de lograr un rito completísimo (recuerdo, esto es de 1918).
Pero precisamente esto es un buen criterio para ver si las innovaciones son adecuadas o son sólo deformaciones; si se pueden retirar si alterar la liturgia.
Muy interesante. Gracias.
ResponderBorrarMuy bueno, recién lo leo en una pausa mate. Muy interesante.
ResponderBorrarOH
ResponderBorrar¿La brillante idea de la Misa que podría durar 5 minutos, pues ese es el tiempo para lo esencial, no es tuya, sino de Guardini?
(Si dices que sí que es tuya nos lo creeremos, sea cierto o no)
(Qué cambio más raro de formato para contestar, ¿no?)
Fernando, la idea es de Guardini obviamente, pero te aclaro que no dice que es malo que dure más. No, la pompa y los detalles no son malos. Precisamente, nada sobra.
ResponderBorrarMuy bueno amigo.
ResponderBorrarSon tantos los comentarios que me vienen a la mente que prefiero callar. Sería demasiado largo.
La cuestión es que cada frase tiene universos comprendidos.
Respetos y aliento.
Natalio