Me llega un correo en donde dice que la gente de una localidad vecina se reunirá frente a la municipalidad para reclamar por su “derecho a vivir en paz”.
Espero que la reunión sea de un amplio contenido en cuanto a los puntos que se tocan. Que se hable de la policía, de la seguridad, pero que se hable también de porqué la inseguridad y de una cuestión social que involucra tanto a la gente honrada como a los criminales. Que no se omita la palabra represión pero también se use la palabra prevención.
Si el contenido del encuentro no es amplio, si no tiene una visión profunda del problema, no son las palabras “vivir en paz” las que hay que usar (y lo de derecho dejémoslo por ahora). En ese caso mejor reclamar, como se hace siempre en estos días, por la seguridad, o por algo más concreto, como que la policía funcione y se reduzcan los asaltos en las calles o comercios.
“Vivir en paz” son palabras serias. Para los problemas de “vivir en paz” las soluciones de fondo no son tan simples. Y si no queremos soluciones de fondo, no usemos palabras tan profundas.
Si queremos poder caminar por el barrio sin miedo a ser asaltados, con una buena protección policial, pidamos eso. No es poco. Y no está mal hacerlo. Pero “vivir en paz”… Eso es algo mucho más significativo. No hace falta ser cristiano para entender que para vivir en paz hay que incluir también algunas palabras como caridad, comprensión o perdón. Palabras difíciles de aceptar pero que un cristiano, al menos un cristiano, no puede dejar de proponerse.
En fin, perdón si con estas palabras parece que estoy subestimando la calidad de dicho encuentro. No es esa mi intención, sino solamente darnos cuenta de las palabras que usamos. Ellas revelan mucho acerca de nuestra comprensión de un problema. Y de esta comprensión depende inevitablemente el éxito de nuestros esfuerzos por solucionarlo.
Tal cual.
ResponderBorrarSi tomamos conciencia de que la paz que pedimos debe incluir la Paz del ladrón (la Paz verdadera, la que lo redimiría) muy otros serían los términos de la convocatoria.
Mas adecuado aún en casos extremos de inseguridad, como el venezolano.
¿Cómo? ¿No venía aquí Litúrgicas IV con el juego prometido? ¡Otra vez será!
ResponderBorrarEstá muy bien tu post, hablando (de alguna forma) de la realidad argentina. El país está de triste moda en España por la incautación de los fondos de pensiones, que como sabes gestiona (entre otros) un banco español, el BBVA. El cristinazo hizo caer su cotización en Bolsa, y tambien la de otras empresas importantes, como Telefónica, el Banco Santander y (sobre todo) Repsol YPF, por el temor a que esto no sea más que el 1º paso de una política de confiscaciones.
Ayer, domingo, los periódicos hablaron mucho del país, y claro, me acordé de tí y de tu familia: cómo la clase media, tras salir adelante tras el corralito, lo vuelve a pasar mal por la inflación, la corrupción y la falta de seguridad jurídica. Los periódicos no comentaban el tema de tu post, la inseguridad ciudadana, así que me alegro de que lo cites. ¿Es realmente un problema que angustia a la gente, en el día a día?
Tu post trata de paso otro tema mucho más profundo: la paz no es sólo el efecto de que haya más policias, sino de algo espiritual. ¡¡Hasta el tráfico sería mejor si la gente tuviera más paz interior!! Es la frase tremenda de Jesús, que a mí siempre me hace pensar mucho: ¿cuándo vendrá el Reino de Dios? El Reino de Dios -responde- está dentro de vosotros, es decir, de que cada uno nos portemos como Dios quiera dependerá que la sociedad sea mejor y se cumpla el "venga a nosotros tu Reino".
¿Viste esa frase tan común: 'A mí dejame vivir en paz'?...
ResponderBorrarEn ese caso la palabra tiene un sentido totalmente distinto al que vos te referís. Sería más bien: A mí que nadie me moleste.
No hay duda que tenemos valores distintos que le da distinto contenido a las palabras.
Te puse un comentario y lo envié. Pero no me dice que lo aceptó...
ResponderBorrarLa frase: 'A mí que me dejen vivir en paz'
Muy distinto de lo que vos proponés.
No hay duda de que,en estos tiempos, los hombres tenemos valores muy diferentes que cambian el sentido de las palabras.
Gracias por sus acertados comentarios...
ResponderBorrarTe visito amenudo, pero no quiero en este blog hacer comentarios banales y no tengo mucho tiempo ultimamente.
ResponderBorrarCreo que las palabras deben ser la expresión de las ideas y jugar con ellas para cambiar el sentido de un hecho, un fraude.
La verdadera paz se consigue con la ayuda de Dios dentro de uno mismo. Lo otro será seguridad ciudadana, tranquilidad política, etc.Cosas que creo nos vamos a ver privados de ellas, dadas las circunstancias.
Hola!
ResponderBorrarCon todo cariño, te invito a escuchar Tu Agenda Musical.
El podcast consiste en una canción que acompaña tus actividades diarias, Además, junto a un poema, plegaria, un santo, o una reflexión que puedes ir leyendo mientras disfrutas la canción.
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¡Que tengas un lindo día hecho canción!
Jesús te ama.
Luisa.