Un nacimiento, el nacimiento de un hombre, un alma que hace pocos momentos se ha encarnado y viene a sufrir con las otras almas, es siempre un milagro tan doloroso que conmueve hasta a lo simples que no lo comprenden. Y aquel recién nacido no era para los que ya habían sido avisados un desconocido, un niño como los demás, sino aquél que desde mil años, su pueblo doliente esperaba. (Giovanni Papini, Historia de Cristo, Los pastores)
El nacimiento de un niño es siempre grato al corazón de los hombres, pues en cada niño que llega parece renovarse la alegría del mundo. Pero cuando el recién nacido es Dios en persona, que baja del cielo y toma la forma del hombre para salvarlo, entonces el acontecimiento se vuelve universal. (Leopoldo Marechal, El niño Dios)
La intuición es la base de este tipo de relaciones, algo que, de paso, a mucha gente "de letas" le falta. Me encantó. Al final, hablan de los mismo: de un Nacimiento que es todos los nacimientos.
ResponderBorrarMe alegro mucho que te haya gustado, "Mae". Valió la pena publicarlo, entonces.
ResponderBorrarQuerido Juan Ignacio, para ser un hombre de pocas lecturas -según decís- y de poca memoria, es asombrosa la casualidad en ambos textos, y que os hayás acordado de ambos. Es evidente que hay grandes paralelismos, aunque quizá ningún autor leyó al otro, no lo sé.
ResponderBorrarPodrías hacer un brevísimo apunte para los que somos ignorantes de verdad, no por humildad, y no sabemos nada de Marechal, salvo lo que leemos en tu post.
Fernando, para Marechal deberías consultarle a Javier de Navascués, ¿lees su blog?
ResponderBorrarNo, casi nunca.
ResponderBorrarAcudo a la wikipedia, ahí recuerdo que Marechal fue el autor de Adan Buenosayres, que vos citás a veces. Veo que fue posterior a Papini, y que entre el libro del italiano y el del argentino pasaron 20 años. ¿Lo leyó Marechal, le influyó de alguna manera? No sé. Ya sabés lo que pasa a veces: uno lee, olvida, y años después, al releer algo que uno ha escrito, se da cuenta que le influyó aquello que leyó y que ya tenía olvidado.
Gracias por la investigación. Me incentivó a más.
ResponderBorrarVeo ahora que son casi contemporáneos los autores (1881-1956 GP y 1900-1970 LM).
Y las obras en cuestón son de 1921 (HDC) y 1939 (END).
Pero desconozco de la opinión o gusto de Marechal respecto a Papini. Y Papini a Marechal no debía conocerlo.
Escuché por allí que alguien incluía a ambos hablando de escritores marginados por sus ideas políticas, fascismo el primero, si no digo mal, y peronismo el segundo.
Luego encontré un texto de alguien llamado Claudia Noemí Lencinas que relaciona a los personajes "Gog y Magog" de la obra marechaliana con la obra "Gog" de Papini. Y además dice que: "Los aspectos biográficos de Papini son paralelos a la trayectoria de vida y las preocupaciones trascendentes de la producción de Marechal, por lo cual no se descarta como una posible influencia para su novela".
Hola, Juan Ignacio. Muy interesante lo del libro de esa señora: si eres lector aficionado a ambos autores estoy seguro de que este descubrimiento te dará ideas sugerentes para la lectura de los dos.
ResponderBorrarConsulté en el registro de la red de bibliotecas públicas de la Comunidad de Madrid: Leopoldo Marechal no existe. Espero que en Argentina haya tenido más suerte, ahora que mandan los suyos.
(No hace falta decirlo: una vez más, ¡suerte esta tarde! En España sólo pondrán el partido las teles de pago, así que oiré el inicio por la radio, luego ya -las 2 de la madrugada- será muy tarde para mí)
A "los suyos" que decís no les da el cerebro para entenderlo. De hecho cuando militó en el peronismo fue rebajado, y sin duda por pensar un poco más que la media.
ResponderBorrar¡Ey, gracias por el deseo de suerte!
¡¡¡Felicidades!!!
ResponderBorrarEl parentesco está muy bien visto y la digamos línea de ataque. No tiene por qué, pero yo diría que sí hay influencias. Y en cualquier caso, son dos textos preciosos. Tu comentario muy atinado.
ResponderBorrarGracias, Enrique, un lujo tenerte por aquí.
ResponderBorrar