jueves, 30 de junio de 2005
martes, 28 de junio de 2005
Para mí que...
No pretendo hablar del caso que pongo como ejemplo sino sólo a modo de lo que es, un ejemplo. Un señor (que no conozco y del cual no hago acusación ni defensa) presenta muchos estudios para discutir sobre un tema. ¿Para qué? Para que otros cien digan: "muy bien, pero para mí no es así".
¿Para mí? ¡Que insensatez! ¿Y qué puede suceder entonces? Los cien votan una cosa, el uno otra, y se hace lo que dicen esos cien (y aquel bien intencionado señor, que al parecer busca la verdad, se debe meter sus estudios en... la valija).
Sería uno de los famosos ejemplos de la tiranía de la democracia, de la democracia sin verdad o sin valores, del gobierno automático de las mayorías, de puro relativismo. Nadie discute si está bien o está mal tal cosa. Se hace lo que digan los más, aunque los más sean ignorantes. Como dice Fray Nelson: "existe la tentación pragmática" de no querer conocer el sentido de algunas cosas y dejarlas en manos del "conteo de votos de las mayorías".
Esta realidad está detrás de casi todas las discusiones de nuestra sociedad (y hay otras claves, como los valores absolutos, la creencia de que puedo hacer cualquier cosa conmigo mismo, etc.) Si eso no se pone en claro, nada se podrá avanzar, el dialogo no tendrá sentido. Estas cuestiones deberían aclararse antes de empezar a hablar de cualquier tema. Si no las sesiones de un congreso son: "para mí", "yo lo veo así", "no me quieras convencer", "votemos", "gané yo", "chau, hasta mañana".
lunes, 27 de junio de 2005
Imagen publicitaria
No hace mucho que yo me preguntaba de quién sería la cara de ese señor que hace una publicidad de un teléfono celular, o de quién aquella otra que todos los días me recibe presentando el “nuevo servicio de e-mail”; incluso quién sería el dueño de las piernas que aparecen en esa publicidad de medias o las manos que salen en aquella propaganda de detergente. ¿Qué tipo de relación tenemos con esa persona? A algunas de ellas las vemos tan seguido (todos los días en ese cartel, cada día que entro a una página web) y sin embargo, nada sé de ellos. Y es más que el anonimato de los compañeros de un vagón de subte o de un centro de compras, o es otra cosa.
No estaba yo tan loco. O somos varios. Leía una entrevista a un tal Marc Augé (sección intelectuales de La Nación):
Pasamos gran parte de nuestro tiempo reconociendo a gente que no conocemos. Es una experiencia sin precedente, inédita. ¿Cuál es el carácter de la relación que hoy podemos tener con estas imágenes, que no son puras invenciones? A diario veo por la televisión a Chirac, Bush o Putin. ¿Cuál es la naturaleza de esta relación? Es, a la vez, familiar e ilusoria. El hecho de que este mundo de imagen ocupe una importante parte de mi tiempo hace que me plantee un verdadero interrogante.
No es sólo la comunicación. A veces están ahí diciéndome algo (a las imágenes las acompañan frases que, o bien es claro o bien podría interpretarse, las dice el fotografiado). Pero lo que me llama también la atención es que, especialmente en casos en que nada dice, el personaje figura ahí en calidad de objeto.
No hablo sólo de señoritas “calurosas” promoviendo la venta de alguna marca de neumáticos. Muchas veces son personajes famosos, a los cuales sólo basta fotografiar junto a un objeto, para que las ventas de este último aumenten de manera considerable. O tantas otras veces es simplemente una cara linda, o un cuerpo musculoso, pero perfectamente anónimos. ¿Hay mucha diferencia entre ese “ser utilizado como objeto” y otros tipos de "utilizaciones" más burdas como promotoras con pocas y ajustadas ropas en una exposición, o repartiendo volantes de “hoteles alojamiento” en una esquina, o vendiendo nafta en una estación de servicio?
No estaba yo tan loco. O somos varios. Leía una entrevista a un tal Marc Augé (sección intelectuales de La Nación):
Pasamos gran parte de nuestro tiempo reconociendo a gente que no conocemos. Es una experiencia sin precedente, inédita. ¿Cuál es el carácter de la relación que hoy podemos tener con estas imágenes, que no son puras invenciones? A diario veo por la televisión a Chirac, Bush o Putin. ¿Cuál es la naturaleza de esta relación? Es, a la vez, familiar e ilusoria. El hecho de que este mundo de imagen ocupe una importante parte de mi tiempo hace que me plantee un verdadero interrogante.
No es sólo la comunicación. A veces están ahí diciéndome algo (a las imágenes las acompañan frases que, o bien es claro o bien podría interpretarse, las dice el fotografiado). Pero lo que me llama también la atención es que, especialmente en casos en que nada dice, el personaje figura ahí en calidad de objeto.
No hablo sólo de señoritas “calurosas” promoviendo la venta de alguna marca de neumáticos. Muchas veces son personajes famosos, a los cuales sólo basta fotografiar junto a un objeto, para que las ventas de este último aumenten de manera considerable. O tantas otras veces es simplemente una cara linda, o un cuerpo musculoso, pero perfectamente anónimos. ¿Hay mucha diferencia entre ese “ser utilizado como objeto” y otros tipos de "utilizaciones" más burdas como promotoras con pocas y ajustadas ropas en una exposición, o repartiendo volantes de “hoteles alojamiento” en una esquina, o vendiendo nafta en una estación de servicio?
Esto merece un post más completo (que lo haga quien sepa, que tendrá más probabilidad de no parecer un retrógrado o un reprimido sexual; después de todo, algo de reprimido yo debo tener, pero eso no quitaría verdad a lo dicho, si tuviere alguna).
domingo, 26 de junio de 2005
Un poco en broma, un poco en serio
Alguna vez el lector se ha preguntado (o sabe mucho) por el parentesco entre la alegría y el sufrimiento al experimentar (o ver en otros) el llanto de alegría.
Pues bien, yo les propongo otra situación que me hizo pensar. Es la de esos cantantes que como en éxtasis, en una parte muy sentida (y no triste; romántica quizás) de la canción, cierran los ojos, miran hacia arriba, tuercen la boca, como quien está aguantando un dolor de barriga y poniendose por sobre él para seguir cantando.
¿Eh? Un poco en broma, un poco en serio...
sábado, 25 de junio de 2005
Felicidades
¡Ni piensen que esto es para relleno! La asociación es así: me acordé de lo "futurizo" que somos. Ayer era un hombre feliz porque esperaba el encuentro de hoy. Hoy soy feliz porque mañana festejamos un cumpleaños. Mañana estaré triste porque pasado hay que entrar en el ritmo de trabajo (este bien o este mal sentir así al trabajo). Sí, hay preocupaciones presentes: Francisco tose, ¿está bien? Pero aún así hay "futurismo": me consuelo pensando que mañana estará mejor. Como eso de ser futurizo se lo "escuché" a Julián Marías, me dio ganas de agarrar el libro: "La felicidad humana". Decidí transcribir algo al azar. Que no es precisamente lo que se refiere al ser futurizo. Y dice (cap. II):
"El hombre consiste en intentar ser lo que no se puede ser, y esto es lo que llamamos, con un verbo excelente, vivir. Esta palabra no tiene el mismo sentido cuando se aplica a la planta, al animal o al hombre. Hay una contradicción interna en la misma condición del hombre: se mueve en el elemento del contento, y le pertenece inevitablemente el descontento."
¡Qué buenos libros tiene en biblioteca mi esposa, caramba!
jueves, 23 de junio de 2005
"Intuiciones" y fe
Algunos piensan que nada tiene sentido y que querer buscarle un sentido religioso a esta vida es escapar de la realidad. Ven a la religión como un instrumento de escapismo.
Yo no creo que se pueda asegurar eso. El que nada tenga sentido es una creencia en principio tan válida como creer que sí hay un sentido religioso. Pensar que no hay sentido no es escapar de nada, no hay pruebas de que nada tiene sentido.
Yo no creo que se pueda asegurar eso. El que nada tenga sentido es una creencia en principio tan válida como creer que sí hay un sentido religioso. Pensar que no hay sentido no es escapar de nada, no hay pruebas de que nada tiene sentido.
Nadie nos asegura que no haya sentido. En el peor de los casos, nada se nos dice. Si el pensar que todo tiene sentido no es más que una invención del hombre, ¿por qué eso tendría menos valor que el silencio anteriormente mencionado? Más aún, una intuición del hombre es ya un dato, más valioso que un silencio. ¡Y que intuición tan repetida a lo largo de numerosas culturas distintas y distantes!
Claro, después está el hecho de que Jesús no es un invento. Es alguien que dijo quienes somos, de dónde venimos y a dónde vamos. Ahí aparece la posibilidad de la fe. Creerle o no. Si creemos en él y cumplimos con su palabra tenemos la experiencia de una gran felicidad, de una respuesta a todas las cuestiones que van surgiendo (el misterio sigue presente, pero ilumina). Y esa es una prueba más que nos ayuda a confiar en que todo tiene un sentido.
(La fe no se puede imponer. Pero se puede amar al prójimo. Y así el otro creerá. Pero ese ya es otro post).
(La fe no se puede imponer. Pero se puede amar al prójimo. Y así el otro creerá. Pero ese ya es otro post).
miércoles, 22 de junio de 2005
“...llévala a su perfección por la caridad...”
La mejor forma de responder al mandato de ser perfectos como nuestro Padre, la forma por excelencia, quizás la única posible, sea la caridad, el amor misericordioso. Dios es amor, ¡qué mejor forma de ser como él! [No tengo ni idea de si lo que acabo de decir debería ser la obviedad más grande para un cristiano. Si lo que dije es correcto, es casi una novedad para mí].
Como miembro de la Iglesia, el hablar con gente que no comparte la fe me ayuda para ver como fallamos en nuestra misión, para notar cuáles son las cosas que deforman la imagen de Cristo que debemos llevar al mundo.
Ojalá yo pudiera ser vehículo de su Palabra, de su Amor, aunque sea en una ínfima parte. Me concentré últimamente en dar argumentos razonables. Bien intencionado, sinceramente motivado a mostrarles la verdad de un Dios que no es lo que sus malas experiencias con la Iglesia u otras religiones le hacen ver.
Dios es Verdad y hay que luchar por la Verdad. Eso está bien. Pero también Dios es Amor. La mejor intención de mostrar la verdad al prójimo es en vano si no hay amor. Porque estamos convencidos de una verdad, verdad revelada y aceptada que se comprueba día a día. Pero somos tan pobres al percibirla, ¿cómo podremos dar una buena idea a otro?
Nuestra misión es amar al otro. Dios sabrá hacerle ver su Verdad. [¿Qué les parece esta idea? Después de todo, si amamos, seremos imagen de Dios. Después de todo, la Verdad es más que un razonamiento].
Esto no niega la utilidad del diálogo (que es lo que surge en estos medios de comunicación modernos). Mostrar la verdad que yo conozco y la que me enseñó Dios, dar la propia opinión, sincera, basada en la propia experiencia, mostrando “el tesoro encontrado” más que queriendo ganar una disputa, abierto a la porción de verdad que todas las expresiones pueden tener, es valiosísimo. Y bien hecho tiene su carácter amoroso. Puede ser amor. Es el amor en el encuentro lo que más nos debe preocupar, lo demás lo hace Dios.
Hace un tiempo hice un post hablando de la caridad como látigo o caricia (el tema nacía de las palabras que me regalaba otro “bloguero”). Siempre fue un dilema muy grande para mí: cuándo actuar de una manera o cuándo de otra. Ahora creo que me estaba concentrando mucho en “los modos” y poco en “el corazón”. Si me preocupo por mis íntimas motivaciones y trato de que sea el amor el que me anima, luego ello se manifestará de una forma u otra (látigo o caricia; de acuerdo a mi forma de ser, la circunstancia apropiada y otros factores), pero será buena, porque es amor.
Como miembro de la Iglesia, el hablar con gente que no comparte la fe me ayuda para ver como fallamos en nuestra misión, para notar cuáles son las cosas que deforman la imagen de Cristo que debemos llevar al mundo.
Ojalá yo pudiera ser vehículo de su Palabra, de su Amor, aunque sea en una ínfima parte. Me concentré últimamente en dar argumentos razonables. Bien intencionado, sinceramente motivado a mostrarles la verdad de un Dios que no es lo que sus malas experiencias con la Iglesia u otras religiones le hacen ver.
Dios es Verdad y hay que luchar por la Verdad. Eso está bien. Pero también Dios es Amor. La mejor intención de mostrar la verdad al prójimo es en vano si no hay amor. Porque estamos convencidos de una verdad, verdad revelada y aceptada que se comprueba día a día. Pero somos tan pobres al percibirla, ¿cómo podremos dar una buena idea a otro?
Nuestra misión es amar al otro. Dios sabrá hacerle ver su Verdad. [¿Qué les parece esta idea? Después de todo, si amamos, seremos imagen de Dios. Después de todo, la Verdad es más que un razonamiento].
Esto no niega la utilidad del diálogo (que es lo que surge en estos medios de comunicación modernos). Mostrar la verdad que yo conozco y la que me enseñó Dios, dar la propia opinión, sincera, basada en la propia experiencia, mostrando “el tesoro encontrado” más que queriendo ganar una disputa, abierto a la porción de verdad que todas las expresiones pueden tener, es valiosísimo. Y bien hecho tiene su carácter amoroso. Puede ser amor. Es el amor en el encuentro lo que más nos debe preocupar, lo demás lo hace Dios.
Hace un tiempo hice un post hablando de la caridad como látigo o caricia (el tema nacía de las palabras que me regalaba otro “bloguero”). Siempre fue un dilema muy grande para mí: cuándo actuar de una manera o cuándo de otra. Ahora creo que me estaba concentrando mucho en “los modos” y poco en “el corazón”. Si me preocupo por mis íntimas motivaciones y trato de que sea el amor el que me anima, luego ello se manifestará de una forma u otra (látigo o caricia; de acuerdo a mi forma de ser, la circunstancia apropiada y otros factores), pero será buena, porque es amor.
martes, 21 de junio de 2005
Antiguos caminos, nuevos caminos
Hace unos días conocí a la antiquísima Soberana orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta. Hoy, y tratando de ser más corto, les presentaré a una comunidad que "conocí" también hace poco.
- Me regalaron un libro de Jacques Philippe -me dijo mi hermano. ¿Te fijás ahí que tenés Internet a ver quién es?
- A ver...
Y resultó ser un cura que pertenece a la "Comunidad de las Bienaventuranzas". "Juzguen" ustedes, yo se las presento.
Fundada en 1973 por Gerard Croissant, (Hno. Ephraim, diácono permanente), casado; junto matrimonios cristianos. La Comunidad de las Bienaventuranzas hace parte de estas "Nuevas Comunidades" nacidas tras el Concilio Vaticano II, surge en la corriente de la Renovación Carismática.
La Comunidad de las Bienaventuranzas fue fundada bajo el nombre de "Comunidad del León de Judá y del Cordero Inmolado". Esta apelación que se refiere al Apocalipsis, capítulo V, versículo 5 y 6, refleja los dos rostros de Jesús: León y Cordero, fuerza y débilidad,Todopoderoso y Niñito, vida abundante y anonadamiento, muerte que vence a la muerte para abrir las puertas de la vida eterna.
(...) la Comunidad fue encontrando situaciones en las que era difícil llevar su nombre (...) decidió en 1991, que desde entonces se llamaría oficialmente "Comunidad de las Bienaventuranzas", aunque siempre manteniendo su antiguo nombre como un nombre escondido, (...)
Esto que sigue es quizás un rasgo muy interesante...
Su vocación es reagrupar fieles de toda condición, laicos casados o no, sacerdotes, hermanos y hermanas consagrados en el celibato, en un solo vínculo, imagen del pueblo de Dios en su unidad y la diversidad de sus llamados. Estos miembros tienen en común el deseo de imitar lo mejor posible el modelo de la comunidad cristiana primitiva a través de una vida en común, de compartir los bienes, de la pobreza voluntaria, de una vida sacramental y litúrgica intensa, en una unión estrecha con la Iglesia Católica y con sus representantes, como también un compromiso activo en el servicio de los pobres y el anuncio del Evangelio.
En un espíritu de castidad cohabitan los diferentes estados de vida: Familias con niños, sacerdotes, hermanos y hermanas célibes, consagrados. La vocación de la Comunidad no es otra que un llamado a ser verdaderamente pueblo de dios aspirando a la vida trinitaria, y como Teresita del Niño Jesús, eligiéndolo todo, situándose así en el corazón mismo de la Iglesia para ser el Amor.
Si alguien conoce más acerca de esta comunidad, por favor avise. Según dice en al página de Internet: El Consejo Pontificio para los Laicos la reconoció el 8 de diciembre del 2002 como una «Asociación Privada Internacional de Fieles de Derecho Pontificio con Personalidad Jurídica».
¿Qué hago con el blog?
Estos blogs... hace poco me he dado cuenta que para desarrollar un tema no son buenos. Requieren entradas cortas; los temas son largos. Mucha gente ha dicho ya cosas al respecto de lo que escribís hoy; vos no las tenés en cuenta (a veces se podría hacer una "busquedita" en Google antes de escribir, pero no creo que alcance). Por eso hay gente que tiene sus blogs aparte con temas largos más desarrollados. O tiene libros escritos, o páginas web. Y estos últimos cumplen mejor esa función. Un blog que se actualice una vez por mes, con un tema desarrollado en profundidad, no se integra a un mundo blog muy facilmente.
Aún así, son buenas las expresiones profundas en el mundo blog (digo yo). Hay muchas veces un defecto y es el decir algo breve en muchas y redundantes (cuando no atravesadas) palabras. Y para aprender a curar ese defecto el blog sí es bueno. Para aprender a hablar con precisión. Sería como escribir una carta al diario. Para que la publiquen debe ser buena y corta. Sin tener la profundidad de un estudio, alguna utilidad puede tener ese modo de escribir. Pensaré...
Aún así, son buenas las expresiones profundas en el mundo blog (digo yo). Hay muchas veces un defecto y es el decir algo breve en muchas y redundantes (cuando no atravesadas) palabras. Y para aprender a curar ese defecto el blog sí es bueno. Para aprender a hablar con precisión. Sería como escribir una carta al diario. Para que la publiquen debe ser buena y corta. Sin tener la profundidad de un estudio, alguna utilidad puede tener ese modo de escribir. Pensaré...
lunes, 20 de junio de 2005
Conociendo otros caminos del Señor
Me dijo Zenit que el presidente de la República Eslovaca, Ivan Gasparovic, fue a visitar al Papa el viernes pasado y que tenía "previsto participar en una misa en la tumba de san Cirilo y encontrarse con el gran maestro de la Orden soberana de los Caballeros de Malta, Fra Andrew Bertie". Mi curiositas despertó y*, Internet mediante, llegué a la página oficial de la Soberana Orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta.
Quien no sabe mucho, como el que al pie firma, encuentra todos los días algo nuevo. Para el que la conozca y para el que no, trataré de poner algunos parrafitos significativos (en lo que a mi interés respecta).
La Orden de Malta es una Orden religiosa desde 1113, año de su reconocimiento por parte del Papa Pascual II. Como Orden religiosa está ligada a la Santa Sede, pero al mismo tiempo es independiente como ente propio de Derecho Internacional. El carácter religioso de la Orden convive, por tanto, con su plena soberanía. El Gran Maestre es al mismo tiempo cabeza de un Estado soberano y cabeza de una Orden religiosa; en virtud de esta segunda condición, la Iglesia le atribuye el rango de cardenal. La Orden de Malta, según el Derecho Canónico, es una Orden religiosa laica. Algunos miembros de la Orden son freires, que han profesado los tres votos de pobreza, castidad y obediencia; otros miembros han hecho una promesa de obediencia; mientras la mayoría de los Caballeros y de las Damas son laicos. El Gran Maestre de la Orden es elegido entre los Caballeros Profesos con votos perpetuos. Las ocho puntas de la cruz, símbolo de la Orden, hacen referencia a las ocho Bienaventuranzas y nos recuerdan visiblemente su espiritualidad.
Pero, ¿cuáles son sus orígenes?
El nacimiento de la Orden se remonta aproximadamente al año 1050. Según las crónicas, algunos mercaderes de la antigua república marinera de Amalfi obtuvieron del Califa de Egipto el permiso para construir en Jerusalén una iglesia, un convento y un hospital en el que asistir a los peregrinos de cualquier fe o raza. La Orden de San Juan de Jerusalén - la comunidad monástica dedicada a la gestión del hospital para asistencia a los peregrinos en Tierra Santa - se hizo independiente bajo la dirección del Beato Gerardo. Con la bula del 15 de febrero de 1113, el Papa Pascual II aprobó la fundación del Hospital y lo puso bajo la tutela de la Santa Sede, con derecho a elegir libremente a los superiores, sin interferencia de otras autoridades laicas o religiosas. En virtud de aquella bula el Hospital se transforma en Orden exenta de la Iglesia.
La constitución del reino de Jerusalén, por obra de los Cruzados, obligó a la Orden a asumir la defensa militar de los enfermos, de los peregrinos y de los territorios conquistados por los cruzados a los musulmanes. La Orden pasó a ser religiosa y militar a la vez. Todos los caballeros eran religiosos, ligados por los tres votos monásticos, de pobreza, de castidad y de obediencia.
Con el tiempo, fue adoptada la cruz octagonal blanca que, todavía hoy, es el símbolo sanjuanista. A la misión hospitalaria se sumó el deber de la defensa de la Cristiandad.
La constitución del reino de Jerusalén, por obra de los Cruzados, obligó a la Orden a asumir la defensa militar de los enfermos, de los peregrinos y de los territorios conquistados por los cruzados a los musulmanes. La Orden pasó a ser religiosa y militar a la vez. Todos los caballeros eran religiosos, ligados por los tres votos monásticos, de pobreza, de castidad y de obediencia.
Con el tiempo, fue adoptada la cruz octagonal blanca que, todavía hoy, es el símbolo sanjuanista. A la misión hospitalaria se sumó el deber de la defensa de la Cristiandad.
Y hoy en día...
La naturaleza caballeresca explica y justifica el mantenimiento del carácter nobiliario de la Orden, ya que muchos de sus Caballeros procedían en el pasado de las familias nobles del mundo cristiano. Hoy, la mayoría de los Caballeros pertenece a clases no nobles. Los miembros de la Orden pueden definirse como gentilhombres católicos animados por una altruista nobleza de espíritu y de comportamiento. Todos los caballeros responden a la condición prevista antiguamente para la concesión de títulos de nobleza: haberse distinguido por su especial virtud. El carácter caballeresco de la Orden tiene todavía hoy gran vigencia moral, porque denota el espíritu de servicio, de abnegación y de disciplina que anima a los Caballeros. Las batallas no se combaten ya con la espada, sino con instrumentos pacíficos de lucha contra las enfermedades, la miseria, la marginación y la intolerancia, y en la defensa y la divulgación de la Fe católica.
La cruz mencionada quizás la conozcan los materos, aunque esa está medio deformada. La correcta es esta: clic; muy interesante su geometría.
* ¿debo poner "e" o con la coma el efecto cacofónico se rompe?
viernes, 17 de junio de 2005
Si todos lo hacen...
En cierto modo, progresar en el bien es arduo, ¿no? Me imagino que es por eso (entre otras cosas) que no sirve como criterio único para saber si algo es mejor o peor el conocer que “muchos lo hacen”, o “muchos lo compran”. (Por supuesto, estoy suponiendo que hay cosas mejores que otras, si quieren que fundamente eso deberíamos hacer un post aparte).
¿De dónde el afán de buscar libros en librerías de usados o ir a festivales de cine alternativo? (Por decir dos ejemplos). De esa intuición de que por estar lejos del circuito comercial principal, esos libros o películas pueden ser mejores (no hay garantía, pero sí posibilidad). De esa comprobación de que las cosas "más vendidas" no son necesariamente las más buenas. Se necesitan, claro, las ganas de querer cosas mejores.
Si somos “débiles para gustar” de cosas cada vez mejores, me imagino que se venderán más aquellas cosas que no impliquen un esfuerzo, que no impliquen vencer nuestra debilidad. Y es así que lo más vendido no coincide necesariamente con lo mejor. (El marketing muchas veces no va a reparar en nuestra debilidad, o se aprovechará de ella, disfrazando todo tipo de deseo bajo el nombre de "necesidad del consumidor").
Sí, ya sé, puede haber otras motivaciones no tan santas para buscar cosas “alternativas”: ser distinto por ser distinto, frecuentar tal ambiente o tal otro, etc. Y ¡ojo!, que hay cosas de poca calidad pensadas para la gente que tenemos esa debilidad. Cosas que se promocionan como exclusivas, selectas. Pero ese es otro asunto.
¿De dónde el afán de buscar libros en librerías de usados o ir a festivales de cine alternativo? (Por decir dos ejemplos). De esa intuición de que por estar lejos del circuito comercial principal, esos libros o películas pueden ser mejores (no hay garantía, pero sí posibilidad). De esa comprobación de que las cosas "más vendidas" no son necesariamente las más buenas. Se necesitan, claro, las ganas de querer cosas mejores.
Si somos “débiles para gustar” de cosas cada vez mejores, me imagino que se venderán más aquellas cosas que no impliquen un esfuerzo, que no impliquen vencer nuestra debilidad. Y es así que lo más vendido no coincide necesariamente con lo mejor. (El marketing muchas veces no va a reparar en nuestra debilidad, o se aprovechará de ella, disfrazando todo tipo de deseo bajo el nombre de "necesidad del consumidor").
Sí, ya sé, puede haber otras motivaciones no tan santas para buscar cosas “alternativas”: ser distinto por ser distinto, frecuentar tal ambiente o tal otro, etc. Y ¡ojo!, que hay cosas de poca calidad pensadas para la gente que tenemos esa debilidad. Cosas que se promocionan como exclusivas, selectas. Pero ese es otro asunto.
A veces no tenemos la “obligación” de ir por cosas más buenas (límites de nuestra fortaleza; ignorancia no culpable). Pero a veces sí.
Posdata: así que no sean débiles y vayan a leer blogs mejores.
jueves, 16 de junio de 2005
Algo más sobre crecimiento (nada nuevo)
Al post de ayer, además de haberle faltado un final "redondo", le falta una conclusión. Una conclusión con algo de respuesta pero también mucho de pregunta.
Muchas veces tendemos a pensar en nuestra vida personal e incluso en el país como si fueran negocios. Entonces nuestra principal preocupación es "crecer", un crecimiento muy peculiar. En el aspecto personal: lograr un buen pasar, acumular ciertos bienes "básicos", tener una linda casa, plata para educar "bien" a los hijos, etc. No son cosas malas en sí. Pero estamos obligados a "pensar" un poquito más. A poner il cuore en otras cosas. A concentrarnos en otro tipo de crecimiento.
En el aspecto nacional, crecer es vulgarmente hoy día el desarrollo económico. Principalmente. Muy principalmente. Sabemos que la economía es vital (tal que atiende las necesidades más básicas de subsistencia). Pero no es todo, ni lo más importante. Es lo primero, dicen muchos, sólo con la panza lleno puedo hacer otras cosas. Yo me animaría a decir que no sé si es lo primero (recuerdo aquello de Bloy). Pero aún así, alejémonos de "primeros" o "principales". Y digamos que le estamos dando mucha más importancia de la que tiene. Ocupa un gran porcentaje de los esfuerzos, ocupa un gran porcentaje del tiempo, del pensamiento, de la vida de aquellos que piensan en hacer un país con un futuro mejor. La mejora depende más del cambio de las personas que de mecanismos económicos.
Muchas veces tendemos a pensar en nuestra vida personal e incluso en el país como si fueran negocios. Entonces nuestra principal preocupación es "crecer", un crecimiento muy peculiar. En el aspecto personal: lograr un buen pasar, acumular ciertos bienes "básicos", tener una linda casa, plata para educar "bien" a los hijos, etc. No son cosas malas en sí. Pero estamos obligados a "pensar" un poquito más. A poner il cuore en otras cosas. A concentrarnos en otro tipo de crecimiento.
En el aspecto nacional, crecer es vulgarmente hoy día el desarrollo económico. Principalmente. Muy principalmente. Sabemos que la economía es vital (tal que atiende las necesidades más básicas de subsistencia). Pero no es todo, ni lo más importante. Es lo primero, dicen muchos, sólo con la panza lleno puedo hacer otras cosas. Yo me animaría a decir que no sé si es lo primero (recuerdo aquello de Bloy). Pero aún así, alejémonos de "primeros" o "principales". Y digamos que le estamos dando mucha más importancia de la que tiene. Ocupa un gran porcentaje de los esfuerzos, ocupa un gran porcentaje del tiempo, del pensamiento, de la vida de aquellos que piensan en hacer un país con un futuro mejor. La mejora depende más del cambio de las personas que de mecanismos económicos.
(Ahora que lo miro, nada novedoso mi post, por cierto).
miércoles, 15 de junio de 2005
Crecimiento constante
La ley del mundo de los negocios es el crecimiento constante. No sé si en algún autor de management o business está definido así. Pero funciona así. El que no crece, muere.
En nuestra vida también el crecimiento constante es la ley. El que no avanza, retrocede. Aunque claro, hay diferencias. Las empresas que no crecen, se terminan. Las personas que no crecen, no se mueren (aunque pueden vivir como muertas). Vivimos negando la ley (o cumpliendo con ese corolario que dice que el que no crece, decrece). Las empresas en cambio, no pueden negar la ley sin desaparecer, o sea que la ley del mundo de los negocios se cumple a "rajatabla".
En nuestra vida también el crecimiento constante es la ley. El que no avanza, retrocede. Aunque claro, hay diferencias. Las empresas que no crecen, se terminan. Las personas que no crecen, no se mueren (aunque pueden vivir como muertas). Vivimos negando la ley (o cumpliendo con ese corolario que dice que el que no crece, decrece). Las empresas en cambio, no pueden negar la ley sin desaparecer, o sea que la ley del mundo de los negocios se cumple a "rajatabla".
Segunda diferencia. No se trata de los mismos conceptos de “crecer”. Por eso me molesta un poco que en el mundo de los negocios, que yo conozco a través de las empresas, se use la palabra crecimiento para cosas que parecen más una acumulación (con riesgos de "cancerígena") que un crecimiento. Pero los negocios parecen ser así. El crecer en la vida nada tiene que ver con el crecer de los negocios. El crecer en la vida no es aumentar de tamaño o progresar en la acumulación de bienes.
Nota: este post debería terminar diciendo: "crecer es...". A falta de tiempo, la "casualidad" me proveyó, buscando otra cosa, de esta frase de John Henry Newman (según dicen en ese sitio): "Crecer es cambiar y ser perfecto es haber cambiado con frecuencia".
martes, 14 de junio de 2005
Testimoniar y apartarse
Hay muchas personas que están en un lugar pero no pertenecen ahí. A veces destacan, como un Englishman in New York. A veces pasan desapercibidos, como la vida privada del muchacho que vende hamburguesas, que es estudiante de Bellas Artes pero sus clientes no lo saben. Los católicos en el mundo debemos ser sal y luz, o sea, dar gusto, iluminar (y por lo tanto ser visibles, para que los que nos vean alaben a Dios y crean en él). Así y todo, hay veces en que estamos ocultos, o debemos permanecer ocultos. Es la necesidad de religión; a veces es parte de la astucia de la serpiente, ¿no?
El lugar oculto, o quizás mejor dicho apartado, sirve para hacer las actividades religiosas. Leer la Palabra, comer el cuerpo y beber la sangre de Cristo, la oración, etc. Pero también hay veces en que debemos ocultarnos para “salvar el pellejo” (no tanto ahora como en otras épocas, y sería bueno preguntarse más porqué). El mártir no buscó ser atrapado. Si hubiera podido huir, sin que ello implique renunciar a proclamar su fe, hubiera huido. ¿Es correcto esto que digo? El mártir lo que nunca hace es renunciar a su fe; pero no anda exponiéndose sin causa, ¿no es así?
Javier me hace pensar diciendo que cuando estás en el ambiente apropiado, te es más fácil manifestar ciertas virtudes. Creo que eso es muy cierto. Saqué una conclusión. En el ambiente adecuado uno se entrena en las virtudes. Y luego, en otros ambientes, son puestas a prueba. Si no hay miedo, no puede haber valor. De esa forma, sólo frente a las ocasiones de pecado se prueba que existe una virtud, ¿no? Por supuesto, ocasiones de pecado hay en nuestra comunidad religiosa tanto como en el “mundo exterior”.
En pocos de los ámbitos en que me muevo saben de mi fe. No me distingue un vestido, ni un rito que haga en público, ni un gesto caritativo que no pueda tener un “no creyente” (para pensar, para pensar...), y si a opinión en cuestiones profundas se refiere, hay poca chance de que esas discusiones surjan.
Esto es para mí una constante preocupación; temo no ser fiel a Cristo muchas veces. Temo que haya habido más ocasiones de las que yo pienso para manifestar mi fe, para manifestar a Cristo. Si bien por lo general no parece adecuado pararse en el medio del comedor de una planta industrial y decir: “¡Alto, muchachos, demos gracias a Dios por la comida, que antes que el catering, es Él el que nos la da!”, sí hay veces en que uno puede aportar una visión distinta en una charla, o tener un gesto distinto por amor a alguien, aún a riesgo de ser visto de reojo.
El lugar oculto, o quizás mejor dicho apartado, sirve para hacer las actividades religiosas. Leer la Palabra, comer el cuerpo y beber la sangre de Cristo, la oración, etc. Pero también hay veces en que debemos ocultarnos para “salvar el pellejo” (no tanto ahora como en otras épocas, y sería bueno preguntarse más porqué). El mártir no buscó ser atrapado. Si hubiera podido huir, sin que ello implique renunciar a proclamar su fe, hubiera huido. ¿Es correcto esto que digo? El mártir lo que nunca hace es renunciar a su fe; pero no anda exponiéndose sin causa, ¿no es así?
Javier me hace pensar diciendo que cuando estás en el ambiente apropiado, te es más fácil manifestar ciertas virtudes. Creo que eso es muy cierto. Saqué una conclusión. En el ambiente adecuado uno se entrena en las virtudes. Y luego, en otros ambientes, son puestas a prueba. Si no hay miedo, no puede haber valor. De esa forma, sólo frente a las ocasiones de pecado se prueba que existe una virtud, ¿no? Por supuesto, ocasiones de pecado hay en nuestra comunidad religiosa tanto como en el “mundo exterior”.
En pocos de los ámbitos en que me muevo saben de mi fe. No me distingue un vestido, ni un rito que haga en público, ni un gesto caritativo que no pueda tener un “no creyente” (para pensar, para pensar...), y si a opinión en cuestiones profundas se refiere, hay poca chance de que esas discusiones surjan.
Esto es para mí una constante preocupación; temo no ser fiel a Cristo muchas veces. Temo que haya habido más ocasiones de las que yo pienso para manifestar mi fe, para manifestar a Cristo. Si bien por lo general no parece adecuado pararse en el medio del comedor de una planta industrial y decir: “¡Alto, muchachos, demos gracias a Dios por la comida, que antes que el catering, es Él el que nos la da!”, sí hay veces en que uno puede aportar una visión distinta en una charla, o tener un gesto distinto por amor a alguien, aún a riesgo de ser visto de reojo.
lunes, 13 de junio de 2005
Nuestra vida en este mundo
Ayer una comunidad de gente rezando desde su miseria, pero con la alegría de un día de sol y Dios haciéndose pan. Hoy acá, otro grupo, somos todos fuertes, las miserias no existen y quizás por eso resalten más; aunque no a todas las miradas, hay que sabe mirar.
Por debajo del reflejo de las luces fluorescentes en sus cuerpos, las personas con su belleza quieren brotar. Por eso aunque el ambiente sea pobre, competitivo, desconfiado, la gente entabla relaciones amistosas, algunos comparten cosas después de hora. Cada uno en la medida de sus posibilidades.
Y hay quien no es de este mundo. ¡Qué locura sonaría esto para los demás! Hay una canción de esas modernas que dice: “extranjeros en un mundo, que no entiende nuestro canto”. Y debo ser cauto con esto. Creerse (y saberse) "distinto" tiene sus riesgos: encerrarse, creerse superior, creerse merecedor. Y eso se puede transformar en horribles actitudes hacia el hermano.
Y ahora me permito los siguientes pensamientos. Sepan ponerlos a la luz de alguien que entienda.
Para evitar ese mal en la relación con los demás, el camino es el amor. Y la ceguera personal, la ceguera en la contemplación de uno mismo, esa que nos pueda hacer creer distintos (en el mal sentido), se cura con humildad. Pero lo más perfecto de todo es el amor. Porque aún cuando “andemos mal” de humildad, y nos creamos mejores, y por eso con derecho a algo, el amor, ese que es misericordia, más que sola justicia, nos hará actuar bien. Nos hará olvidar nuestros supuestos “derechos”, nos hará olvidar de nosotros, nos hará compadecernos del otro y actuar. Con razón se dijo: “ama y haz lo que quieras”; con razón el amor es el primer mandamiento.
Nota: para mayor precisión en cuanto a la naturaleza e interrelación de las virtudes y dones, leer buenos textos. A mí se me ocurrió, ya que el amor es lo más importante, y ya que se ha dicho que podés tener cualquier cosa pero si no tenés amor nada sos, que, a la inversa, si no tienes otras virtudes, puedes con amor remplazar esas faltas (claro, quizás el mismo amor te devuelva las otras virtudes perdidas; quizás el amor te de la humildad que no tenés; quizás no es que “puedas amar aunque no seas humilde” sino que “al amar logres ser humilde”, por ejemplo; o quizás nada de eso). Así que basta, que no estoy haciendo pie en esta pileta.
Por debajo del reflejo de las luces fluorescentes en sus cuerpos, las personas con su belleza quieren brotar. Por eso aunque el ambiente sea pobre, competitivo, desconfiado, la gente entabla relaciones amistosas, algunos comparten cosas después de hora. Cada uno en la medida de sus posibilidades.
Y hay quien no es de este mundo. ¡Qué locura sonaría esto para los demás! Hay una canción de esas modernas que dice: “extranjeros en un mundo, que no entiende nuestro canto”. Y debo ser cauto con esto. Creerse (y saberse) "distinto" tiene sus riesgos: encerrarse, creerse superior, creerse merecedor. Y eso se puede transformar en horribles actitudes hacia el hermano.
Y ahora me permito los siguientes pensamientos. Sepan ponerlos a la luz de alguien que entienda.
Para evitar ese mal en la relación con los demás, el camino es el amor. Y la ceguera personal, la ceguera en la contemplación de uno mismo, esa que nos pueda hacer creer distintos (en el mal sentido), se cura con humildad. Pero lo más perfecto de todo es el amor. Porque aún cuando “andemos mal” de humildad, y nos creamos mejores, y por eso con derecho a algo, el amor, ese que es misericordia, más que sola justicia, nos hará actuar bien. Nos hará olvidar nuestros supuestos “derechos”, nos hará olvidar de nosotros, nos hará compadecernos del otro y actuar. Con razón se dijo: “ama y haz lo que quieras”; con razón el amor es el primer mandamiento.
Nota: para mayor precisión en cuanto a la naturaleza e interrelación de las virtudes y dones, leer buenos textos. A mí se me ocurrió, ya que el amor es lo más importante, y ya que se ha dicho que podés tener cualquier cosa pero si no tenés amor nada sos, que, a la inversa, si no tienes otras virtudes, puedes con amor remplazar esas faltas (claro, quizás el mismo amor te devuelva las otras virtudes perdidas; quizás el amor te de la humildad que no tenés; quizás no es que “puedas amar aunque no seas humilde” sino que “al amar logres ser humilde”, por ejemplo; o quizás nada de eso). Así que basta, que no estoy haciendo pie en esta pileta.
domingo, 12 de junio de 2005
Más oración
Hace unos días que siento que vengo obrando desde impulsos muy bien intencionados pero efímeros. Mis actos nacen de la reflexión (no siempre), pero deben nacer más de la oración.
"En recitando" el salmo en misa, nuestra expresión (la de lo comunidad) me dió sensación de pobreza, así que nuevamente me propuse leer más los salmos, "los himnos más bellos". Agarré mi "mini librito" de los salmos, me tiré en la horizontal, lo abrí y leí uno, el primero. Y me habló a mí. Directo. No suelo trancribir la palabra de Dios acá. Dejo la cita, eso sí. Si no tienen a mano el Salmo 1, leanlo aquí.
Y me quedé haciendo propósitos: en la ley del Señor me deleitaré, día y noche trataré de meditar en ella...
(Ejem, no sé si observan mi nuevo formato. Es sólo un toque, por eso de no querer ser igual a todos. Gracias mando al que lo hizo).
"En recitando" el salmo en misa, nuestra expresión (la de lo comunidad) me dió sensación de pobreza, así que nuevamente me propuse leer más los salmos, "los himnos más bellos". Agarré mi "mini librito" de los salmos, me tiré en la horizontal, lo abrí y leí uno, el primero. Y me habló a mí. Directo. No suelo trancribir la palabra de Dios acá. Dejo la cita, eso sí. Si no tienen a mano el Salmo 1, leanlo aquí.
Y me quedé haciendo propósitos: en la ley del Señor me deleitaré, día y noche trataré de meditar en ella...
(Ejem, no sé si observan mi nuevo formato. Es sólo un toque, por eso de no querer ser igual a todos. Gracias mando al que lo hizo).
viernes, 10 de junio de 2005
De Colombia, folklore y leyenda
Parece que hubo quien derrotó al diablo en lides* artísticas. Lo que Santos Vega no pudo con guitarra sí lo hizo, con acordeón, allá por Colombia, el vallenato Francisco el Hombre. Aún no sé como usar bien el adjetivo, que se aplica, por lo que yo veo, a música, instrumentos, personas; canto vallenato, folklore colombiano.
He encontrado varias versiones de la leyenda, he aquí una:
Narra la leyenda que una noche al regresar Francisco después de una parranda de varios días y al ir hacia su pueblo, para distraerse en la soledad de la noche, abrió el acordeón y, sobre su burro, como era usual en aquella época, empezó a interpretar sus melodías; de pronto, al terminar una pieza, surgió de inmediato el repertorio de otro acordeonero, que desafiante trataba de superarlo; de inmediato Francisco marchó hacia él hasta tenerlo a la vista; su competidor, para sorpresa, era Satanás, quien al instante se sentó sobre las raíces de un árbol, abrió su acordeón, y con las notas que le brotaban hizo apagar la luna y todas las estrellas. El mundo se sumergió en una oscuridad tal, que sólo los ojos de Satanás resplandecían como tizones. Sus notas eran las de un gran maestro; algunos dicen que de ese encuentro nació el canto del Amor-Amor, pues Francisco, dueño de grandes virtudes y poseído de mucha fe, lejos de acobardarse con la abrasadora oscuridad, abrió su acordeón e hizo sonar tan hermosa melodía y la magia de la misma devolvió la luz a la luna y a las estrellas, infligiendo mucho temor del demonio. Después clamó a Dios y entonó el Credo al revés con la potencia de su voz, de tal suerte que el demonio, vencido, exhaló un terrible alarido y con su acordeón a rastras huyó hacia las montañas donde se perdió para siempre.
No sé qué sentido tiene eso del Credo al revés, y hay lugares en que eso no lo mencionan. También hay quienes dan vida y obra de este tal Francisco, pero no me atrevería a tomar como verdaderas algunas fechas y sucesos que encontré ya que, como aquí, hay mucha utilización simbólica de su nombre.
Muy pintón este folklore, muy nombrador de los lugares su tierra y de sus costumbres, de sus amores, su gente y sus fiestas; autores muy orgullosos (no es raro que un cantante se nombre a sí mismo en las letras). Y acordeón sin parar.
En un disco folklórico de Carlos Vives (¡!) que compré de guapo y resultó ser uno de los que siempre vuelvo a escuchar, hay muestra bastante. Pueden escuchar parte del disco aquí, yo les dejo una de las canciones que, sin ser la más famosa o la mejor, se me antojó dejar. De Adolfo Pacheco, "La hamaca grande":
Compadre Ramón (bis)
le hago la visita
pa´que me acepte la invitación
quiero con afecto
llevar al Valle cofres de plata
Una bella serenata
con música de acordeón (bis)
Con notas y con folclor
de la tierra de la hamaca
Acompañenme (bis)
a un collar de cumbia sanjacintera
llevo en mi canto
con Adolfo Pacheco
y un viejo son de Toño Fernandez
Y llevo una Hamaca Grande
más grande que el cerro e´Maco (bis)
Pa´que el pueblo vallenato
meciéndose en ella cante
Y conseguiré (bis)
a un indio Parofo
y su vieja gaita que solo cuenta
historias sagradas
que antepasados recuerdo´ esconde
Pa´que hermosamente toque
y se diga cuando venga (bis)
Que también tiene leyenda
cual la de Francisco el Hombre.
* ¿por qué Word no me deja escribir "lides" y sí "lid"?
jueves, 9 de junio de 2005
Libro terminado; comentarios
Soy un lector lento, pero dos viajes de dos horas en colectivo me dieron la posibilidad de darle pronto final a la novela ya citada. Que en francés es "Préséances", en inglés "Questions of precedence" y en castellano "Rostros olvidados". Las precedencias son como los privilegios sociales, por llamarlo de alguna manera. Y a principios de siglo en Francia, en zona de provincias (inspirado en Bordeaux muy probablemente), la aristocracia era la formada por los grandes comerciantes de vinos finos.
Voy a las novelas con mucha expectativa en cuanto a posibilidad de extraerle pensamientos. Una particularidad muy especial de ésta es que la reflexión no se da tanto en sentencias sino más en “pinturas” (se me ocurrió llamarlo así). No se declara sino que se muestra, se expone. Son todos sucesos sencillos, la habilidad está en el relato, que nos contagia los estados de ánimo de bien pintados que están. En cierta forma termina uno agotado.
Voy a las novelas con mucha expectativa en cuanto a posibilidad de extraerle pensamientos. Una particularidad muy especial de ésta es que la reflexión no se da tanto en sentencias sino más en “pinturas” (se me ocurrió llamarlo así). No se declara sino que se muestra, se expone. Son todos sucesos sencillos, la habilidad está en el relato, que nos contagia los estados de ánimo de bien pintados que están. En cierta forma termina uno agotado.
Pero reflexiones hay, y como poner ejemplos de lo otro sería difícil, acá va una:
"...tanta ruindad érame una ayuda para vivir, sin los Hijos* me hubiera hallado muy solo en la playa donde Agustín me había abandonado, frente al mar tentador e infranqueable que. según él decía, es la ruta espumosa que lleva hacia el Ser Infinito — solo y sin apoyo en pleno viento de Pentecostés. ¡Necesarias precedencias! Sus menudas jerarquías nos rodean; esas anteojeras nos salvan del vértigo; esos marcos nos mantienen fijos en una inmovilidad bienaventurada; con esos rótulos pegados a la espalda no necesitamos ir en busca de otra fórmula en otra parte. Lo absoluto conviene solamente a limitado número de corazones: yo veía que Florencia se estaba consumiendo lentamente porque los salvavidas de las convenciones .necias ya no flotaban en torno de ella. Yo no quería morirme, yo le tenía miedo a Dios, yo me ocultaba de Él en la tiniebla de aquel desenfreno, en la noche que se oscurece más con el comercio con almas subalternas. Pascal, decía para mí, quiere que el placer sea al pie de la letra una "diversión" para el hombre, que lo aparte de pensar en su destino. Y esto es verdadero también para los protocolos: su complicado mandarinismo nos "divierte" de lo único Necesario. Nuestras vanidades construyen esos diques minúsculos, como hacen los niños con la arena, en cuclillas y dando la espalda al mar".
* los hijos de las familias aristocráticas.
miércoles, 8 de junio de 2005
En tu cumpleaños
Cuando de alguna forma empecé a referir aniversarios personales en el blog, no había tanta gente que supiera a quién me refería. Pero si hoy digo: “¡Feliz Cumpleaños!”, muchos sabrán a quién se lo digo. Las palabras más especiales quedan para la intimidad, porque me parece mejor y porque soy vergonzoso.
La vida tiene siempre más por delante que por detrás. No podemos asegurar que en cantidad de días, pero sí en oportunidades de crecer (de hecho, sólo el futuro -o quizás convenga decir sólo el presente- da la posibilidad). Creo que para la cumpleañera este es un año especial. De muchos cambios, transiciones, que están en pleno acontecimiento. Paciencia, que va bien la cosa.
Con todo mi amor,
Juan.
La vida tiene siempre más por delante que por detrás. No podemos asegurar que en cantidad de días, pero sí en oportunidades de crecer (de hecho, sólo el futuro -o quizás convenga decir sólo el presente- da la posibilidad). Creo que para la cumpleañera este es un año especial. De muchos cambios, transiciones, que están en pleno acontecimiento. Paciencia, que va bien la cosa.
Con todo mi amor,
Juan.
martes, 7 de junio de 2005
Un católico que escribe un blog
¿Por qué a veces creo que soy “un católico que escribe un blog” más que un “bloguero católico”? ¡Si es lo mismo! En cierto modo sí, son lo mismo, pero en cierto otro modo no. ¿Por qué dijo Mauriac: “Je ne suis pas un romancier catholique, je suis un catholique qui écrit des romans”? No sabría decirlo, pero estuve pensando y creo que sí sé porque me gusta pensar que soy un católico que escribe un blog y no un bloguero católico. La diferencia entre los dos tipos, en lo que a mi respecta, está en las intenciones. Pero en las intenciones que mueven a cada uno a titularse de una u otra manera. Aunque la actividad de ambos sea practicamente la misma.
Quien se proclama “católico que escribe un blog” teme que la categoría “bloguero católico” (o blog católico) sea una calificación que induzca a error. Es muy común que la gente que no es creyente considere que la fe es algo infantil, o algo que no puede acompañarse por la razón. Que la fe de respuestas “mágicas” a diversos problemas y que entonces un blog católico (y su autor) no es algo sino reservado a un mundo aparte (de niños, de zonzos, de irracionales, de “gente religiosa” en el mejor de los casos).
Un blog que habla de informática puede ser algo específico a lo que pocos iniciados pueden acceder. Lo mismo un blog de física nuclear, o de filosofía, o de medicina, o de tantas cosas. Pero la fe, en cambio, está enlazada con la vida de todos. Es algo que toca toda nuestra vida, desde la profesión hasta las relaciones interpersonales. Y entonces, un blog hecho por un católico no pretende ser cosa sólo para algunos. Un católico que escribe un blog no lo hace para determinado tipo de gente (esa “gente religiosa”). Piensa que puede ser para todos.
Un católico que escribe un blog no se siente afuera de este mundo. Ni afuera de la informática, ni afuera de la filosofía, ni afuera de la medicina. Puede hablar de esos temas (si sabe), temas de los que tiene otra visión. Más aún, esa visión es muy razonable, y muy valedera, y susceptible de proponer a los demás.
Por eso: “un católico que escribe un blog”. Por desconfiar del mal uso de “bloguero católico” (o blog católico). Aunque acepte el uso del termino en el lenguaje diario.
Por el camino contrario, se podría trabajar en cambiar esa visión errónea de las personas, y quizás sea eso más justo (aunque quizás no). O sea, en vez de buscar cambiar mi denominación, hacer entender a la gente que un blog católico puede ser para todos y que un “bloguero católico” puede hablar para todos.
Quien se proclama “católico que escribe un blog” teme que la categoría “bloguero católico” (o blog católico) sea una calificación que induzca a error. Es muy común que la gente que no es creyente considere que la fe es algo infantil, o algo que no puede acompañarse por la razón. Que la fe de respuestas “mágicas” a diversos problemas y que entonces un blog católico (y su autor) no es algo sino reservado a un mundo aparte (de niños, de zonzos, de irracionales, de “gente religiosa” en el mejor de los casos).
Un blog que habla de informática puede ser algo específico a lo que pocos iniciados pueden acceder. Lo mismo un blog de física nuclear, o de filosofía, o de medicina, o de tantas cosas. Pero la fe, en cambio, está enlazada con la vida de todos. Es algo que toca toda nuestra vida, desde la profesión hasta las relaciones interpersonales. Y entonces, un blog hecho por un católico no pretende ser cosa sólo para algunos. Un católico que escribe un blog no lo hace para determinado tipo de gente (esa “gente religiosa”). Piensa que puede ser para todos.
Un católico que escribe un blog no se siente afuera de este mundo. Ni afuera de la informática, ni afuera de la filosofía, ni afuera de la medicina. Puede hablar de esos temas (si sabe), temas de los que tiene otra visión. Más aún, esa visión es muy razonable, y muy valedera, y susceptible de proponer a los demás.
Por eso: “un católico que escribe un blog”. Por desconfiar del mal uso de “bloguero católico” (o blog católico). Aunque acepte el uso del termino en el lenguaje diario.
Por el camino contrario, se podría trabajar en cambiar esa visión errónea de las personas, y quizás sea eso más justo (aunque quizás no). O sea, en vez de buscar cambiar mi denominación, hacer entender a la gente que un blog católico puede ser para todos y que un “bloguero católico” puede hablar para todos.
Los dos caminos valen. La reflexión ya está propuesta... y ende mientras les dejo cosas relacionadas. Como esta nota de Vargas Llosa (con un frase de Greene muy parecida a la de Mauriac).
"A diferencia del de Mauriac o Claudel, el catolicismo de Graham Greene, que permea sus mejores obras, no está dirigido a los creyentes convencidos sino a los que dudan de su propia fe. Como en las obras de Bernanos o Unamuno, "El fin de la aventura" es una puesta en escena de los conflictos de una religión cuestionada.
"A diferencia del de Mauriac o Claudel, el catolicismo de Graham Greene, que permea sus mejores obras, no está dirigido a los creyentes convencidos sino a los que dudan de su propia fe. Como en las obras de Bernanos o Unamuno, "El fin de la aventura" es una puesta en escena de los conflictos de una religión cuestionada.
A Graham Greene le irritaba sobremanera que lo llamaran "un escritor católico", y en el segundo volumen de su elusiva autobiografía, Ways of Escape, explicó que no era "a Catholic writer but a writer who happens to be a Catholic". Sin embargo, lo cierto es que las tres mejores novelas de su vasta obra, The Power and the Glory, The Heart of the Matter y The End of the Affaire, en las que se acercó más a la obra maestra que nunca llegó a escribir, giran en torno de la religión, del problema de la fe, y, más concretamente, del drama que significa ser católico en el mundo moderno".
lunes, 6 de junio de 2005
Para la juventud
Y llegamos a las preguntas y respuestas (selección caprichosa).
a. Nombre tres ciudades a las cuales se las llama "Tacita de Plata"
b. Complete este dicho en italiano: "Rosso di sera, buon tempo si spera..."
c. Y este otro, más tolkeniano: "A red sun rises..."
Respuestas:
Bueno, el que ganó pasa al "cofre de la felicidad" (¡cofre de la felicidad! ¡Ja, ja! ¡Quien habrá sido el creativo que le puso el nombre! No había reparado en eso hasta hoy...)
sábado, 4 de junio de 2005
Bobos, locos; locas, bobas
Cuando conocí los blogs conocí a Castellani en la página de Hernán, y su traducción del Poema "The fool" como "El loco". En los muchos años que estudié inglés (sin mucha literatura, más en tono everyday o business), fool siempre designó a un tonto. Asimismo en la música popular que me invadía de adolescente: "...you're a fool to cry..."; "...fool for your love...". Y sin embargo el fool de Pearse es perfectamente un loco. Y Castellani sabe.
Cuando conocí a Castellani resultó ser que mi esposa ya lo conocía, y entre sus libros estaba "Las Parábolas de Jesucristo". Y una de la parábolas es titulada en el comentario: "De las muchachas buenas y las bobas". Y dice Castellani: "llamada comunmente "de las Vírgenes Locas y las Prudentes", que llamaremos aquí con más exactitud "de las muchachas buenas y las bobas". Y más adelante:
Cuando conocí a Castellani resultó ser que mi esposa ya lo conocía, y entre sus libros estaba "Las Parábolas de Jesucristo". Y una de la parábolas es titulada en el comentario: "De las muchachas buenas y las bobas". Y dice Castellani: "llamada comunmente "de las Vírgenes Locas y las Prudentes", que llamaremos aquí con más exactitud "de las muchachas buenas y las bobas". Y más adelante:
"Bobas" se puede traducir el "moorai" griego, que significa además de "necio", bobo, memo o casquivano: la traducción "locas" o "fatuas" es exagerada. "Buenas", por aliteración confieso que es un poco forzado, aunque la palabra "frónimoi" (prudentes) la usaban los griegos también por "bueno" o exactamente "honrado".
Así que bobo y loco pueden mezclarse, confundirse; es interesante. Y no sólo en griego traducido. Volvamos al fool. Veo en el diccionario Collins que fool es tonto, pero foolish puede ser "imprudente", entre paréntesis: careless. Así que una virgen foolish sería sin duda una buena oposición a una virgen prudente, y por lo tanto, con permiso de Castellani, una virgen loca.
¿Quién es (o fue) Juan del Gualeyán?
Lo que me llama la atención es que nadie haya inmortalizado a Juan del Gualeyán en el espacio cibernético. No es que sea un santo, o un prócer... bah, no sé, desconozco de su existencia como ser humano. Quizás hasta bien merecido se lo tenga el no aparecer en Internet. Lo único que encontré lo hice gracias a Juan de Mairena, blog que nunca leí pero me dijeron que es muy bueno. Vean por ahí que un tal "Juan Pablo @" deja unas estrofas:
Orillando el Gualeyán,
ni bien caiva la oración,
bien montau pasaba Juan,
entrerriano y buen cantor.
Era un criollo del lugar,
un paisano cumplidor,
buen amigo y servicial
y animoso en su acordeón.
Y yo trataré de completar:
Juan, Juan, Juan,
de la costa ‘el Gualeyán.
Entrerriano y buen cantor
y animoso en su acordeón.
Y más no puedo, porque no me acuerdo. El cassette (¿o la cassette?) de Los Hermanos Cuestas es de mi papá y está en su casa. Y sin música esto tiene menos gracia que no sé qué.
jueves, 2 de junio de 2005
Nos comunicamos como podemos
De la vida diaria...
El auto frena en la esquina. Supongo que hizo un gesto con la mano, para que yo cruce, pero no lo veo ya que usa vidrios polarizados. No cruzo, no sé porqué, no me sale, estoy acostumbrado a observar un gesto, con la mano o la cabeza. Espero, sin saber qué hace o piensa el conductor (quizás hasta se cansa de esperarme y me hace otro tipo de “gesto”). Espero. Al minuto arranca y dobla. No sé ni si me "saludó" al irse.
Cruzo la vía, doblo a la derecha. Veré de encontrar a Armando, aunque no lo conozco. Al primero que esté en la puerta le preguntaré: “¿Armando?” Claro que si estimo que es el mismo Armando, mi pregunta será: “¿Armando?”. En cambio, si calculo que no es Armando, preguntaré: “¿Armando?” ¡No es lo mismo! ¿Se entiende? En un caso preguntaré directamente a la persona si él es Armando. En el otro caso preguntaré si está Armando. ¿Limitaciones del lenguaje escrito? ¿Deficiencias del lenguaje oral?
Cruzo la vía, doblo a la derecha. Veré de encontrar a Armando, aunque no lo conozco. Al primero que esté en la puerta le preguntaré: “¿Armando?” Claro que si estimo que es el mismo Armando, mi pregunta será: “¿Armando?”. En cambio, si calculo que no es Armando, preguntaré: “¿Armando?” ¡No es lo mismo! ¿Se entiende? En un caso preguntaré directamente a la persona si él es Armando. En el otro caso preguntaré si está Armando. ¿Limitaciones del lenguaje escrito? ¿Deficiencias del lenguaje oral?
El fin no justifica los medios (más)
Monstruópolis tiene energía gracias a la firma Monsters Inc., una empresa que genera electricidad a partir de los gritos de los niños humanos, mundo al que se conectan por medio de las puertas de los "placares" de las piezas de los pequeños. La compañía va mal, los accionistas presionan fuerte al monstruo director. Este ha pensado ya en robar niños (para “absorber” gritos con una máquina), situación ilegal e inmoral, de acuerdo a lo que enseña la película de la que estamos hablando ("Monsters Inc.", de Walt Disney y Pixar).
Los monstruos héroes impiden que se lleve a cabo este plan maléfico, aunque ello cueste la ruina de la compañía. El fin no justifica los medios. La disyuntiva se presenta y bien clara, hasta con varias dificultades, como la recriminación que sufre el que hace un acto heroico, la tristeza que por momentos le invade, la seguridad, luego, de haber hecho lo correcto. Pero se agrega un "final feliz" que puede ser innecesario. Bastaría con la satisfacción del bien hecho: la empresa fundida, gente que queda sin trabajo, pero el bien triunfante. En la película sin embargo (y advierto que contaré el final), los héroes descubren que la risa es el remedio, que si se dedican a hacer reír más que asustar, la energía obtenida es mucho mayor. Y eso refunda la compañía, la cual queda en manos de los héroes.
Aunque... si lo pensamos bien, este "final feliz" no estropea tanto la enseñanza. El "final feliz" no fue buscado por los monstruos salvadores. Los héroes defendieron el bien a costa de la compañía sin especular con su futura salvación y provecho personal. Es así que el desenlace feliz es como un premio que el autor concedió a sus personajes por obrar bien.
*
En unas clases de moral en la facultad, el cura nos planteaba una situación imaginaria. Estadio de fútbol lleno. Me entero que hay una bomba. Tengo al lado al terrorista que la puso. No me dice dónde ni tengo forma de saberlo. No puedo evacuar el estadio tampoco. La única chance: torturar al terrorista para que confiese. ¡Uh, imagínense la clase! Y eso que éramos proyectos de ingeniero (un “tipo” no muy discutidor de estos temas). Si bien es cierto que las situaciones reales no son tan simples (o mejor dicho, son más complejas), la propuesta de este caso era entender que torturar al terrorista atentaba contra la dignidad del tipo y de la mía, y eso no estaba justificado para salvar una ni diez ni un millón de vidas. Muy fuerte, muy fuerte, casi imposible de aceptar. Leerlo en forma de ejemplo, por supuesto, leer la enseñanza.
*
Una tercera experiencia. Tuve la oportunidad de hablar con algunas personas que alzaron su voz para defender causas de legalización del aborto. Escuchando atentamente, siempre intenté llevar el diálogo hacia un punto que parecía oculto (nunca llegábamos). Ingenuo yo, pensaba que la verdad los conmovería, los mostraría en su callejón sin salida, la misteriosa realidad de la vida, una vida creciendo en otra, lo importante y las acciones fuertes que dicha situación requería, acciones que superaban por mucho las especulaciones prácticas destinadas a solucionar un problema humano como si fuera una cuestión de organización industrial. Pero hace poco descubrí que hay quienes incluso no se conmueven con la verdad. Y que sus fines justifican muchos medios. “Derechos del niño versus derechos de la madre” es la disyuntiva de los más legalistas. Y al ponerlo así, sometido al arbitrio humano, dejan abierta la posibilidad de que eliminar una vida sea un medio para lograr el fin de defender un derecho equis de otra persona.
*
En unas clases de moral en la facultad, el cura nos planteaba una situación imaginaria. Estadio de fútbol lleno. Me entero que hay una bomba. Tengo al lado al terrorista que la puso. No me dice dónde ni tengo forma de saberlo. No puedo evacuar el estadio tampoco. La única chance: torturar al terrorista para que confiese. ¡Uh, imagínense la clase! Y eso que éramos proyectos de ingeniero (un “tipo” no muy discutidor de estos temas). Si bien es cierto que las situaciones reales no son tan simples (o mejor dicho, son más complejas), la propuesta de este caso era entender que torturar al terrorista atentaba contra la dignidad del tipo y de la mía, y eso no estaba justificado para salvar una ni diez ni un millón de vidas. Muy fuerte, muy fuerte, casi imposible de aceptar. Leerlo en forma de ejemplo, por supuesto, leer la enseñanza.
*
Una tercera experiencia. Tuve la oportunidad de hablar con algunas personas que alzaron su voz para defender causas de legalización del aborto. Escuchando atentamente, siempre intenté llevar el diálogo hacia un punto que parecía oculto (nunca llegábamos). Ingenuo yo, pensaba que la verdad los conmovería, los mostraría en su callejón sin salida, la misteriosa realidad de la vida, una vida creciendo en otra, lo importante y las acciones fuertes que dicha situación requería, acciones que superaban por mucho las especulaciones prácticas destinadas a solucionar un problema humano como si fuera una cuestión de organización industrial. Pero hace poco descubrí que hay quienes incluso no se conmueven con la verdad. Y que sus fines justifican muchos medios. “Derechos del niño versus derechos de la madre” es la disyuntiva de los más legalistas. Y al ponerlo así, sometido al arbitrio humano, dejan abierta la posibilidad de que eliminar una vida sea un medio para lograr el fin de defender un derecho equis de otra persona.
Y así terminamos esta trilogía del fin que no justifica los medios (en línea con aquel post sobre el padre Chisholm). Gracias por haber venido. 'Ta luego.
miércoles, 1 de junio de 2005
Mal reencuentro con la radio (no le puse mucha voluntad)
Estuve escuchando la radio en el remis. ¡Hace tanto que no escuchaba radio! Y me tocó un programa que se supone que es "serio". (¿Qué es un programa "serio"?) ¡Qué bajo nivel! "Polémica en el bar" parece una cátedra universitaria al lado de eso. ¿Hasta dónde se puede decir que es "serio" un programa? Si se trata de seguir el hilo del análisis de la "actualidad" que hace el conductor, se puede entrar en la desesperación. Ni hablar del estilo, abundancias de "yo creo que", "me parece que", con un tono bien "canchero", o sea, de cancha de fútbol. Y el argumento "fácil", con pretensiones de originalidad, presente. Por ejemplo: "se dice que hay que hacer tal y tal cosa, pero yo digo, ¿por qué no hacer tal otra?" Y todo el mundo sabe que las dos cosas son buenas, pero claro, como el foco se estaba poniendo en una, el conductor sale con la otra y hasta quizás se transforma en el "agudo observador". Aunque en los más de los casos, me imagino, ni esa pretensión tienen, programa o locutor, los cuales se conforman con ser simpáticos. Se podría pensar que es más saludable así, no ser agudo pero no pretenderlo. Pero, entonces, si tenemos tantos simpáticos, ¿quién hará la crítica seria?
(Esto no fue más que un post "en voz alta", de un blog que también es culpable de posts "fáciles").