domingo, 28 de diciembre de 2008

Algo de lo que fue y algo de lo que será

Otra vez nochebuena en Flores. Como antaño. Misa en San José y luego caminando en grupos hasta la casa donde seguimos la celebración. Esta vez no lo pude caminar, pero lo hicieron ella y los chicos, mientras yo llevaba el auto con los bártulos. Recuerdos...
Estoy planeando algunos viajes para el año que viene. Estuve mirando los mapas. Estoy conociendo acerca de la península de Crimea, hacia allí podría hacer un viaje con un guía ruso llamado León T. y conocer los tiempos de los emperadores Napoleón y Alejandro en la guerra que lleva el nombre de aquel lugar. Aún no me decido, porque también estuve mirando los mapas de la Comarca y el oeste de la Tierra Media al término de la Tercera Edad (un viaje que es una asignatura pendiente). Por otro lado, mi amigo Leopoldo me invitó hace tiempo a un viaje por una Argentina por él soñada, terrestre y celeste. Y cómo podría fallarle, si con él viví intensas aventuras (todo comenzó allá por Villa Crespo, una templada y riente mañana de otoño…).
La verdad es que hay muchos libros y muy atractivos en lista de espera. Hay una Ortodoxia, una Spe Salvi, etc. Y este año los de espiritualidad serán de María (como hace dos años fueron de la oración y el año pasado de la liturgia). Vayan como entrada unas palabras de Luis María Grignon de Montfort:

Un mundo hecho para el hombre peregrino, que es la tierra que habitamos; otro mundo para el hombre bienaventurado, que es el paraíso; mas para sí mismo, [Dios] ha hecho otro mundo y lo ha llamado María.

miércoles, 17 de diciembre de 2008

Tratando de vivir en Adviento (al pie mis deseos)

Vamos que se va el año y siempre lo mismo: muchas cosas para hacer. Para poder tener un espacio de recogimiento y oración en el Adviento hay que deshacerse de las tareas y actividades a empujones; dejamos una y aparece otra; cada una reclama su motivo de urgencia; parecen periodistas “movileros” luchando por colocar su micrófono y su pregunta al personaje famoso que interceptan al paso.
Tratando de generar momentos de oración, me acompañará en estos días un pequeño libro, “El secreto de María”, de Luis María Grignon de Montfort (regalo de mi esposa). Y Luis María me pide, lo primero, preparar la lectura del libro con Ave, maris Stella y Veni, Creator Spiritus. Así que los voy dejando, si me disculpan (debo hacerme un machete para esas dos).
Previendo la posibilidad de que no nos volvamos a “ver” antes de la fecha, quiero desearles una muy feliz Navidad.

lunes, 8 de diciembre de 2008

Litúrgicas (VI)

Cerrando la idea de la entrada anterior.
El hombre moderno al que se le presenta frío el lenguaje de la liturgia, buscará con frecuencia “un refugio tonificante -a su parecer-, en las oraciones y prácticas devotas de un nivel espiritual considerablemente inferior al de las litúrgicas, pero que, para él, tienen la aparente y positiva ventaja de adaptarse a su complexión espiritual y a la de su tiempo”.
Estamos en nuestro perfecto derecho al orar en esta forma, y jamás la Iglesia tratará ni de impedirlo ni de limitarlo, sino más bien de fomentar el ejercicio de este derecho. En este género de oraciones vivimos nuestra vida propia y nos situamos -si vale la frase- cara a cara ante Dios”.
Sin embargo la comunidad litúrgica reza con fórmulas universales, que pueden ser adoptadas por todos sin violentar ni frenar su vida interior (contrario a lo que sucedería si se usaran palabras o fórmulas muy marcadas por las necesidades o idiosincrasia particulares). Por supuesto, aunque aquellas fórmulas universales pueden ser adoptadas, muchas veces se necesita el sacrificio de olvidarse de uno mismo. Pero hay ganancias. Vean este largo pero completo final.
En la vida de la liturgia -si vale la comparación- el alma aprende a moverse holgadamente dentro de un amplio y luminoso orbe, objetivo y espiritual, y adquiere, por decirlo así, esa libertad, ese señorío y nobleza de actitudes y de movimientos, merced al constante dominio y vigilancia sobre sí misma, que se obtiene, en el orden de las relaciones humanas y naturales, por el contacto con los demás hombres, por la convivencia con personas realmente educadas y por el trato con otros semejantes cuya conducta está regulada por una larga y tradicional costumbre de delicadeza y distinción sociales. El alma, además, va consiguiendo esa amplitud de sentimientos, esa serenidad y esa transparencia espirituales que dan la frecuentación, la familiaridad, si cabe la frase, con las grandes obras de arte.
Es decir, resumiendo: mediante la liturgia el alma consigue el gran estilo espiritual, cuyo valor y trascendencia nunca serán adecuadamente calculados.
(…) Al lado de la vida litúrgica y paralela a ella, debe cultivarse con todo esmero la vida de oración individual, por medio de la cual el alma expone libremente a Dios sus necesidades y sus íntimos anhelos, y se puede explayar espontáneamente dando rienda suelta a sus fervores, elevaciones y gustos puramente individuales. Precisamente, de esa vida se nutrirá la vida litúrgica y recibirá su calor y su matiz peculiar.
Si falta o fracasa la espontaneidad de esa vida de oración personal, entonces se convertirá la liturgia -con pésima suplantación- en forma exclusiva de vida espiritual, y bien pronto la veríamos marchitarse y degeneraren puro y mecánico formalismo exterior, frío y anémico.
Pero si, al contrario, desaparece y muere la vida litúrgica, y queda sola y desguarnecida la vida de oración particular, entonces, ya lo estamos viendo, la experiencia de todos los días se encarga de aleccionarnos crudamente y de vocear las desastrosas consecuencias de ese fenómeno…
(En el día de la Inmaculada Concepción de María).

sábado, 29 de noviembre de 2008

Litúrgicas (V)

El hombre contemporáneo, sobre todo el de temperamento individualista, prefiere que su oración sea la expresión directa e inmediata de su estado de alma; y lo que la liturgia le exige, al contrario, es que acepte como expresión de su vida interior un mundo de ideas, de oraciones y prácticas que, por su universalidad, resulta para él excesivamente amplio, en el que naufraga su pequeñez y su individualidad. Ese mundo se le presenta glacial, casi vacío, sobre todo al compararlo con el ímpetu y el calor y la riqueza sentimental de una oración espontánea”. (Romano Guardini, El espíritu de la Liturgia, cap. III: El estilo litúrgico).
Para “ponderar todo el alcance de este obstáculo nada despreciable”, Guardini explica la diferencia con que se nos muestra la figura de Jesús en la liturgia y en el Evangelio. Al ir recorriendo las páginas del Evangelio uno ve a Jesús recorrer los caminos, lo escucha hablar con las personas, siente su voz; es Jesús, el hijo del carpintero, que vivía en tal rincón de Nazaret, etc. “De este detallismo enumerativo, de esta precisión descriptiva es de lo que está ávido el hombre de nuestros días…”.
En la liturgia es muy diferente. “Aquí se trueca ya en el majestuoso mediador entre Dios y las criaturas; en el gran sacerdote eterno, en el Maestro Divino, en el gran pedagogo de la humanidad, en el juez de vivos y muertos, en el Dios oculto bajo los tenues velos de la Eucaristía, que une en su cuerpo vivo a todos los creyentes entre sí, constituyendo la gran familia universal de la Iglesia; en el Dios-Hombre; en una palabra, en el Verbo hecho carne”.
Pero Guardini aclara a tiempo que la liturgia no falsea la figura de Cristo de los Evangelios (respondiendo a la crítica protestante). La liturgia, como lo han hecho las divinas escrituras desde el Evangelio hasta el Apocalipsis, va partiendo de todos los rasgos de la persona histórica Jesús, hasta llegar a destacar su carácter eterno (y precisamente porque no es sólo un recuerdo, sino una presencia actual la de Cristo).
Y vuelve sobre la dificultad. “¡Cuántos de nosotros, de seguir nuestro primer impulso, sacrificaríamos gustosos los más bellos y profundos conceptos teológicos, con tal de poder contemplar emocionados a Jesús, recorriendo los caminos de Galilea, o de percibir el tono amoroso de su voz, cuando Él conversaba con sus discípulos!
La respuesta a este dilema, dice Guardini, no está en tomar una cosa o la otra, sino las dos. “No cabe, por lo tanto, la disyuntiva de decir: ‘esto o aquello’, sino esto y aquello, lo uno y lo otro coexistiendo en una viva y eficiente compenetración”.
Como detallaremos más en la próxima entrada.

lunes, 24 de noviembre de 2008

En tono de adivinanza

Lo van empujando constantemente hacia atrás hasta que al final se cae afuera. Pronto sabrá que no todo termina allí. Será cuando empiece a señalar otro libro.

martes, 18 de noviembre de 2008

Litúrgicas (IV)

Guardini cita dos textos bíblicos que son claves para entender la “inutilidad” de la liturgia. Uno es un pasaje de la visión de Ezequiel en Ez 1,4ss. Y el que él llama “definitivo” es el de Proverbios 8, 30-31, donde se habla de la Sabiduría: “Cum eo eram, cuncta componens; et delectabar per singulos dies LUDENS coram eo omni tempore: LUDENS in orbe terrarum”.[*]
Podemos leer allí la figura del Hijo. “El Padre halla su alegría y su gozo en la contemplación del Hijo, plenitud de la verdad, que difunde ante sus ojos los infinitos tesoros de su belleza, de su sabiduría y de su bondad, (...) del Hijo que se recrea, ludens, jugando, ante el Padre”. Asimismo es la vida de los ángeles, “que se complacen, sin ningún fin ni objeto práctico, en moverse misteriosamente delante de Dios (...)”
También en este mundo encontramos dos manifestaciones vitales que tienen la misma inutilidad: los juegos del niño y las creaciones del artista.
Los juegos de los niños están libres de toda finalidad práctica, pero impregnados de profundo sentido, “y éste no es otro que el de expansionar su vida incipiente y traducirla en pensamientos, impulsos y movimientos, para lograr su plenitud de vida: en una palabra, para demostrar la conciencia de su ser, de su existir. (...) La expresión de esa vida se desborda y trasciende al exterior, llena de cautivadora armonía, bajo las formas de la más pura y desinteresada belleza; su conducta, su vivir se convierte espontáneamente en ritmo y movimiento, en imagen y armonía, en canto y acompasada rueda”.
Luego, cuando la vida avanza, el hombre se plantea lo que quiere y debe ser, pero al intentar hacerlo la vida pone obstáculos y el hombre toma conciencia de lo arduo de su objetivo. Entonces busca resolver ese conflicto en la región de la imaginación, en el arte. El arte no busca un fin práctico en sí mismo; “el artista no intenta otro fin que liberar su ser y su ideal, exteriorizándolos, y proyectar su verdad interior por medio de las representaciones vivas”. El espectador, por otro lado, no debe buscar más que el gozo de la contemplación.
La liturgia tiene, en este sentido, mucho mayor rendimiento aún que la obra de arte. Ella brinda al hombre la posibilidad y la ocasión de realizar, ayudado por la gracia, su esencial y verdadero fin, que es ser lo que debe y quisiera ser, si se mantiene fiel a sus destinos eternos, un verdadero hijo de Dios. (...) Esto es indudablemente algo sobrenatural, pero por eso mismo responde a lo más íntimo de nuestra naturaleza”.
Como la liturgia está muy por encima de lo que la realidad cotidiana nos puede ofrecer, se vale de las formas y armonías del arte (melodía, ritmo métrico, uso de colores y ornatos que no se encuentran en la vida corriente, movimientos solemnes y majestuosos, fechas y lugares detallada y rigurosamente reglamentados y acoplados). “Bien puede afirmarse, en el más alto sentido de la palabra, que es la verdadera vida del niño, en la cual todo está admirablemente combinado: imágenes, ritmos y cánticos”.
He ahí, pues, el fenómeno admirable, la realidad íntima que se da en la liturgia: el arte y la realidad, admirablemente conciliados, en una sobrenatural infancia, se despliegan y viven bajo la mirada de Dios”.
Sin finalidad práctica pero plena de sentido. “Es que no es un trabajo, sino un juego jugar ante Dios; no crear, sino ser uno mismo la obra de arte, he ahí la esencia de la liturgia. De ahí proviene esa mezcla dichosa de profunda gravedad y de divina alegría...” (Recuerda Guardini la seriedad con que los niños establecen las reglas de sus propios juegos).
Al igual que el artista que lucha por lograr la expresión de su intimidad (que es a su vez imagen de la creación divina, de Dios que ha hecho las cosas sencillamente para que sean, ut sint), así la teorización de la liturgia. “Con un exquisito esmero, a la vez que con la seriedad convencida del niño y la meticulosidad del verdadero artista, se esfuerza también por expresar, proyectándola bajo mil diversas formas, la vida del alma, la dichosa vida del alma, que ha sido creada para Dios, sin más finalidad que la de poder desplegarse dentro de ese maravilloso mundo de imágenes que hacen posible su existencia”.
Mediante un código de severas leyes, ha reglamentado la liturgia el juego sagrado que el alma ejecuta delante de Dios. (…) Es el Espíritu Santo (…) el que ha ordenado ese juego que la sabiduría eterna ejecuta en el recinto del templo, que es su reino sobre la tierra, ante la faz del Padre que está en los cielos, ‘cuya delicia es habitar entre los hijos de los hombres’”.
Vivir litúrgicamente, movido por la gracia y orientado por la Iglesia, es convertirse en una obra viva de arte, que se realiza delante de Dios Creador, sin otro fin que el de ser y vivir en su presencia: es cumplir las palabras del Divino Maestro que ordenan que nos hagamos como niños; es renunciar a la artificiosa y falsa prudencia de la edad madura que en todo pretende hallar un resultado práctico, y jugar como David lo hacía delante del Arca de la Alianza”.
[*] Yo estaba allí, como arquitecto, y era yo todos los días su delicia, jugando en su presencia en todo tiempo, jugando por el orbe de su tierra (y mis delicias están con los hijos de los hombres).

jueves, 13 de noviembre de 2008

¡Bien, don Tabaré!

Lo que más me gustó fue la primera parte del comentario de un lector de La Nación: "Quién lo hubiera dicho: la Iglesia aliada con el positivismo científico más recalcitrante".
Y le respondía para mis adentros: "Precisamente, estimado. Date cuenta que se trata de algo importante y algo de una evidencia tal que es prácticamente imposible que dos personas con recta razón y buena voluntad puedan disentir. Acá no hay más intereses que la verdad. Acá se trata de un atentado al hombre. De una ley que permite que el hombre se destruya feliz y contento. Eso no es una ley, no puede ser una ley".
Don Tabaré, mis respetos.

PS: Tabaré Vázquez vetó la despenalización del aborto. El presidente uruguayo rechazó el proyecto aprobado por el Parlamento, que permitía la interrupción del embarazo durante las primeras doce semanas de gestación. Enlace al discurso completo. Un caso en cierta forma relacionado: El rey Balduino de Bélgica.

jueves, 6 de noviembre de 2008

Me llegó el momento de las Camperas

En las postrimerías del año (a como pasan de rápido estas ya son las postrimerías), en lo que llamamos el último bimestre o yo veo como el sexto sexto, me encuentro leyendo un clásico argentino: las Camperas de Leonardo Castellani.
Ese libro del que hace unos cuatro años, cuando empezaba con el blog y leía Ens, Fotos del Apocalipsis y otros, supe de su existencia. Por ese entonces le conté a mi esposa y ella lo conocía, aunque no lo tenía. Hace algunos meses, quizás ya vaya para el año (a como pasa de rápido) lo encontré por diez pesos en una librería de usados. Un ejemplar de la 11ª edición a cargo de Ediciones Vórtice del que alguien se deshizo vaya a saber por qué. Finalmente hace unos días lo tomé para suavizar la rudeza de la lectura teológica con otras algo más fáciles (pero no por eso menos profundas).
Son geniales fábulas de ambiente de campo muy argentinas y con enseñanza universal, de las cuales hacer un post es retroceder en el tiempo (se compran un ejemplar antiguo de la Revista Ens o se ven algunas fotos del Apocalipsis y listo); dejar acá una de las fábulas sería algo poco original. Pero la tentación es irresistible. Así que para no abultar y que el lector lo pueda sobrellevar, les dejo una muy breve que, aunque no alcanza a mostrar toda la riqueza del libro, es muy pintoresca. Se llama “La tala”.

Tres días duró en la isleta el estruendo de las hachas, y crujieron al tumbarse los viejos troncos, y volaron todos los pájaros menos las tijeretas, que no se van de sus nidos aunque las maten, y se quedaron por allí chillando, sobre las ramas mustias.
Aquello era una desolación. El Guayacán duro, el Algarrobo dulce, el Quebracho tenaz, el Cedro valioso, el Jacaranda florido, y el Ñandubay añudado, los forzudos del monte habían caído. Sólo quedaban en pie el Ombú inútil y el Abrojo dañino.
-¡Lo que yo siempre he dicho, mi compadre! -gritó el Abrojo-. En esta vida los únicos que sobreviven son dos clases: los que no sirven ni para leña como usté, y los que muerden a todos, como yo.
Pero sucedió que con los árboles martirizados se hicieron muebles finos, vigas inmortales y durmientes eternos: y después los obrajeros pegaron fuego a la isleta talada y del Ombú y del Abrojo no quedaron ni las cenizas.

jueves, 30 de octubre de 2008

Cuidado con el cuidate

Existe la crítica del chau como reemplazo del adiós. La habrán leído por allí, o no, es del argentino Hugo Wast. Pues bien, debería haber también algún ensayo acerca del cuidate.
Muchos amigos me saludan oralmente o por escrito con un cuidate. A veces viene a cuento, puesto que uno puede ser un tanto despistado o haber sufrido algún inconveniente por distraído. Otras veces es solamente... digamos, preventivo.
¡Atención, que nuestro mismo Señor nos ha recomendado cuidarnos! De la levadura de los fariseos (Mt 16, 6), de los escribas (Lc 20, 46), de los que se presentarán en su nombre (Mc 13, 5), y de otras cosas más.
Pero hay que desenmascarar del cuidate ese elemento moderno del hombre autosuficiente, que cree no necesitar la ayuda divina y que por él mismo puede valerse.
En ese sentido sería interesante recuperar el “ve con Dios”, “Dios te guarde” o alguna otra fórmula por el estilo.
Les dejo la inquietud.
May the Lord be with you all y hasta la próxima.

sábado, 25 de octubre de 2008

¿Qué pedimos? ¿Qué queremos?

Me llega un correo en donde dice que la gente de una localidad vecina se reunirá frente a la municipalidad para reclamar por su “derecho a vivir en paz”.
Espero que la reunión sea de un amplio contenido en cuanto a los puntos que se tocan. Que se hable de la policía, de la seguridad, pero que se hable también de porqué la inseguridad y de una cuestión social que involucra tanto a la gente honrada como a los criminales. Que no se omita la palabra represión pero también se use la palabra prevención.
Si el contenido del encuentro no es amplio, si no tiene una visión profunda del problema, no son las palabras “vivir en paz” las que hay que usar (y lo de derecho dejémoslo por ahora). En ese caso mejor reclamar, como se hace siempre en estos días, por la seguridad, o por algo más concreto, como que la policía funcione y se reduzcan los asaltos en las calles o comercios.
“Vivir en paz” son palabras serias. Para los problemas de “vivir en paz” las soluciones de fondo no son tan simples. Y si no queremos soluciones de fondo, no usemos palabras tan profundas.
Si queremos poder caminar por el barrio sin miedo a ser asaltados, con una buena protección policial, pidamos eso. No es poco. Y no está mal hacerlo. Pero “vivir en paz”… Eso es algo mucho más significativo. No hace falta ser cristiano para entender que para vivir en paz hay que incluir también algunas palabras como caridad, comprensión o perdón. Palabras difíciles de aceptar pero que un cristiano, al menos un cristiano, no puede dejar de proponerse.
En fin, perdón si con estas palabras parece que estoy subestimando la calidad de dicho encuentro. No es esa mi intención, sino solamente darnos cuenta de las palabras que usamos. Ellas revelan mucho acerca de nuestra comprensión de un problema. Y de esta comprensión depende inevitablemente el éxito de nuestros esfuerzos por solucionarlo.

martes, 21 de octubre de 2008

Litúrgicas (III)

Supe de una feliz coincidencia que es haber estado leyendo “El espíritu de la liturgia” cuando se cumplen cuarenta años de la muerte de Romano Guardini (el día primero de octubre). Hoy quizás les deje algo de “La liturgia como juego”, un capítulo de lo más interesante.
Como siempre, Guardini parte de la dificultad del hombre común. En este caso, se refiere a los espíritus que hoy llamaríamos prácticos (no los llama así Guardini) que encuentran difíciles de aceptar la pompa y los detalles del rito en la liturgia. Lo esencial de la misa, la consagración y la comunión, podrían ejecutarse con más sencillez y precisión (la administración de los sacramentos en casos urgentes de necesidad nos da una idea aproximada de lo que sería la acción litúrgica reducida a sus formas más indispensables y utilitarias o prácticas).
Entonces Guardini aclara (ya en 1918 hacía falta) que el criterio de finalidad práctica no se aplica a todas las manifestaciones vitales ni explica a ninguna en su totalidad. La misma naturaleza, el verdadero arte, no se explican utilitariamente. Y tampoco la ciencia bien entendida, a la que hoy se le asigna el fin utilitario de mejorar la vida del hombre, mientras que en realidad tiene un sentido y es el de la verdad. Muchas cosas no tienen un fin utilitario sino un sentido.
Tampoco para la liturgia aplica el criterio utilitario. “Según el sentir de la Iglesia, no debe considerarse la liturgia como un intermediario (...) sino como un mundo animado y rebosante de vida, que se apoya y tiene su razón de ser en sí mismo. Esto es de una importancia superlativa, pues por no haberlo entendido así se ha tratado (...) de atribuir a la liturgia toda suerte de propósitos y de intenciones pedagógicas y formativas”, que no son su “objeto preferente”. En la liturgia cada gesto, cada oración, cada movimiento implica una finalidad pedagógica, sin embargo no se encuentra en ella un código educativo o un método completo de formación ética.
Además, la prueba rotunda de este sentido y no utilidad es que la razón y fundamento de la liturgia es Dios y no el hombre. En la liturgia el hombre no vuelve sobre sí mismo sino que es a Dios a quien dirige su mirada y aspiraciones; para el alma el sentido de la liturgia está en “saber situarse ante Dios” y “vivir dentro de ese dichoso mundo de verdades, de fenómenos, de realidades, de misterios y símbolos divinos, pensando que el vivir la vida de Dios es vivir real y profundamente la suya propia”.
Y aún no he nombrado lo del juego; será en la próxima, verán que interesante.

miércoles, 15 de octubre de 2008

Razones para vivir

Dentro de poco en las clínicas van a hacer la oferta. El dos por uno. “Junto al primer niño, Ud. se puede llevar un segundo niño para repuestos en caso de fallas”.
Bueno, no ando tan lejos. De Yahoo: “GENÉTICA: Un bebé programado para curar”, vía Reuters: “Nace en España el primer bebé elegido para curar a un hermano”.
MADRID (Reuters) - Un bebé sin la grave enfermedad hereditaria que padece su hermano de seis años, y con el que es compatible, nació en un hospital de Sevilla, en el primer caso de un niño seleccionado genéticamente desarrollado íntegramente en España, informó el martes la Sanidad andaluza.

Javier, que pesó 3.400 gramos, nació el domingo en el Hospital Universitario Virgen del Rocío y la sangre de su cordón umbilical ayudará a su hermano mayor a superar una anemia congénita severa mediante un trasplante.
(...)
No, ¡si hasta lo venden como un producto de mercado!
Un día la madre tendrá que afrontar preguntas como esta:
- Mamá, ¿es verdad que si mi hermano estaba sano a mi no me iban a tener?
Recuerdo ahora el falaz argumento (que surge mucho en las discusiones acerca de la legalización del aborto) de no traer niños al mundo si están enfermos, para que no sufran. Y pensando ahora, ¿quién va a sufrir más, un niño enfermo o uno que se entera que si su hermano no hubiera estado enfermo él no nacía?
Y otra cosa. Si yo estoy abierto a la concepción y sé que el hijo es otra persona cuya vida yo, en último término, no decido ni elijo, entonces luego le podré pedir, por más que esté enfermo, que enfrente las dificultades de la vida. ¿Con qué autoridad o razonamiento le puedo pedir a un hijo que traje como “utilitario” que enfrente los problemas y dificultades de la vida? ¡Con qué razón un día, en una situación desesperada, me podrá gritar: “¿Para qué me trajeron a este mundo?”! ¿Quién y cómo le hace luego ver que, a pesar de todo, si vino fue porque Dios así lo quiso y que hay algo bueno aquí (y más allá) para él?
Dios se apiade del niño. Y de los padres de ese niño. Y más de los que desarrollan este tipo de manipulaciones embrionarias y se aprovechan del sufrimiento de los padres estériles o de hijos enfermos. Y más de mí.

jueves, 9 de octubre de 2008

Universales

Las tragedias griegas son universales por sus temas. Las películas norteamericanas son universales por su difusión.
O...
Los problemas de los antiguos griegos eran y son “más universales” que los de los norteamericanos, pero los que hacen las películas hoy son los norteamericanos.
Pero...
Hoy en día se pueden llevar las tragedias griegas a cualquier lugar del mundo y, sin embargo, por alguna razón, pareciera que la gente ve más películas norteamericanas que lo que lee tragedias griegas.
Me inclino a pensar que más que a un acierto de las películas norteamericanas (que las hay de todo tipo y valor) se trata de la menor necesidad de esfuerzo físico e intelectual que se necesita para ver una película norteamericana que para sentarse a leer una tragedia griega.

viernes, 26 de septiembre de 2008

Con libros en la calle (breve confesión en dos partes)

Parte 1.
Nunca muestro mi libro por la calle. En subte, tren o colectivo siempre me cuido de llevar la tapa hacia adentro. Me cuido mucho, como se cuidan otros de llevarlo bien visible. Y no los culpo. Lo que yo hago es igual o peor. Porque si lo oculto es porque pienso que los otros me están mirando, cuando quizás nadie lo hizo. Siempre vanidad. La de mostrar qué gran libro leo, o la de ocultarlo pensando que soy mirado. Lo más sano sería llevarlo del lado en que quede por azar, sin más vueltas.
Parte 2.
Con mi “Evangelio del día” a mano, la cosa es distinta y adquiere otra significación. Primero porque un Pantocrator a página completa en tapa y contratapa hace muy difícil ocultar que uno porta lectura religiosa. Y segundo porque la idea de ocultarlo no es tan inocente. En cierta forma, en este pequeño detalle se empieza a ver si uno es de aquellos de los que se avergüenzan de Cristo (ver Lc 9, 26). Y se empieza uno a sentir miserable.

sábado, 20 de septiembre de 2008

Litúrgicas (II)

Guardini explica magníficamente la relación entre la razón y el sentimiento en la liturgia (y acá no sabré resumirlo del todo bien, porque es difícil resumir cuando hay tan poco desperdicio).
La primera como guía del segundo. La importancia de la razón o el pensamiento en la oración colectiva por la universalidad de su contenido, la dificultad del sentimiento por la particularidad (y esa “selva enmarañada” que son los sentimientos). Pero a su vez la importancia de no descuidar el sentimiento, porque la oración es “una elevación del corazón a Dios”. Guardini muestra como la liturgia es “la verdad vestida del ropaje de la oración”, por su contenido de todas las verdades de fe. Y muestra a la vez como la liturgia está impregnada de sentimiento, en esas fórmulas que en una primera impresión pueden ser “teológicas, doctrinales y estéticas” pero luego se ve que contienen emoción e interna vitalidad (“formas aquilatadas, traslúcidas y expresivas”).
La liturgia permite la emoción y el sentimiento pero más aún, los regula para lograr una mesura en su expresión. “La liturgia es emoción contenida, sofrenada, como podemos observarlo de modo especial en el santo sacrificio de la misa, lo mismo en las oraciones de las partes variables que de las fijas o invariables: en ellas se tiene el modelo acabado de la más noble y serena actitud espiritual del alma”.
Toda oración que pretenda mantener animada su fecundidad y, por consiguiente, sea practicable y útil para una colectividad, debe llevar la característica de una íntima y honda armonía, un tono profundo, pero sereno, de verdad y de vida. Baste aducir, como testimonio corroborante, los magníficos versos del himno sagrado, tan difíciles de traducir, por su cristalina transparencia:
Laeti bibamus sobriam ebrietatem spiritus... [*]”
[*] Nota del libro: Del Breviario Benedictino. Himno de Laudes del martes. Traducido literalmente diría: “Gustemos alegres la sobria ebriedad del espíritu”.

domingo, 14 de septiembre de 2008

Litúrgicas (I)

Cuando comencé con “Introducción al Espíritu de la Liturgia” de Ratzinger sabía que iba a ser lectura trabajada. A diferencia del Jesús de Nazaret, donde a un prólogo muy de análisis teológico le sigue un libro más accesible, en esta “Introducción…”, después del atractivo prólogo sigue una tarea que quien tenga mayores conocimientos teológicos, bíblicos e históricos podrá realizar con más facilidad.
Por eso va lentamente. Incluyendo el recurso a la Biblia en los momentos de más dedicación. Y ahora con un alto en donde leeremos la obra de Guardini, el original de “El Espíritu de la Liturgia” al que el título y obra de Ratzinger hacen alusión. De allí un fragmento:

(...) En la vida común de individuos, diversamente dotados, de temperamentos distintos, situados en escalonadas zonas sociales, y posiblemente, de ascendencia racial diversa, desaparece y caduca, en el curso de sucesivos períodos culturales e históricos, hasta cierto grado, todo lo accidental, lo perentorio y concreto, permaneciendo sólo con vívida permanencia lo esencial, lo que tiene categoría de valores universales; es decir, que el comportamiento, la actitud espiritual, ha adquirido, con el curso del tiempo, el rango de objetividad positiva y valiosa.
El tipo más acabado o la manifestación más perfecta de un linaje de vida espiritual, de ese modo objetivada e históricamente realizada, nos lo ofrece la liturgia de la Iglesia católica. Ella ha podido desarrollarse kata tou olon es decir, universalmente, dentro de las circunstancias de lugar, de tiempo y de todas las formas de la cultura humana, con lo que ha logrado erigirse en la más sabia y experimentada maestra de la llamada vía ordinaria, o sea, del orden esencial y regularizado de la vida de la piedad colectiva.

Recordamos nuevamente entonces aquello de que la liturgia no nos pertenece. ¿Cómo podemos pretender pensar que es mejor agregar o quitar determinado gesto así como así, de un día para otro, si no sabemos, si no tomamos conciencia de la riqueza e importancia que tiene esta liturgia que nos llegó a través de dos mil años y tantos miles de lugares del mundo?
(En el día de la Exaltación de la Cruz).

domingo, 7 de septiembre de 2008

Y luego con humor

Si no los pude con política, quizás los pueda por el lado del humor. Quizás algo más accesible a argentinos, porque habla del tango, y por el tipo de humor... Por el tipo de humor estará reservado a algunas almas sensibles (sin desmedro de la magnanimidad de aquellos mis amigos a los que esto “ni fu ni fa”).
Una cuestión es que me valgo del mismo recurso que ayer (u hoy a la madrugada), Marechal. Y es que después de ir y venir por el tomo de Completas no pude resistir la tentación de releer un poquito aquella “Narración con espía obligado”. Entonces acá les va un fragmento que una vez más me hizo reír solo, entrada la noche.

Aquélla noche, la que da comienzo a este relato, el nuevaolero Arizmendi estaba comunicando a sus compinches absortos él resultado final de cierta elaboración guitarrística: era un "ritmo" diabólico, por el cual tanto los "aulladores" como los bailarines entrarían en éxtasis merced a una desarticulación total de sus sistemas respiratorios y circulatorios.
—¿Cómo sé llamará ese ritmo? —le preguntó Gutiérrez en abstracción.
—Se llamará "El Infarto".
Pero el mono Gutiérrez no se convenció. El hecho de que se mantuviera él en el polo sur de cualquier tradicionalismo no invalidaba su teoría de que sólo el tango, pese a su visible derrota, era el ritmo natural de Buenos Aires.
—El tango ha muerto —resongó Arizmendi—. ¡Paz en su tumba!
—El tango es una posibilidad infinita —sentenció el mono.
Y explicó de qué manera el tango, en sus tres avatares, había investido la forma sensual de candombes y habaneras, para rendirse luego, bajo el influjo itálico, al sentimentalismo lloroso de la canzoneta napolitana. Más tarde, y a medida que la ciudad ganaba en abstracción, el tango fue librándose de su peladura sentimental y de sus gomas fluidas, hasta llegar al bandoneón geométrico de Astor. Claro está que Gutiérrez, en este punto, no dejaba de censurar las "letras" vagamente líricas de Piazzola: una música geométrica reclamaba un texto geométrico. Y el mono, en su porteñismo insobornable, pensaba sugerir al gran Astor que musicalizase así el teorema de Pitágoras:
"En todo triángulo rectángulo,
papusa,
el cuadrado de la hipotenusa..."

Arranque con política

El cuarto aniversario me encontró lejos de Marechal, cuya obra o misma biografía ha dado mucho contenido a este blog. Y en estos comienzos del quinto año, sin querer volví a él. Fue porque tuve que ir a una librería, fue porque allí había una edición nueva de “Cuaderno de Navegación”, fue porque esa edición decía incluir el texto “El poeta depuesto”, fue porque después busqué el texto en mi tomo de Obras Completas, fue porque allí encontré una sentencia estremecedora.
(...) Y sostengo ahora que la gran virtud del justicialismo fue la de convertir una “masa numeral” en un “pueblo esencial”, hecho asombroso que muchos no entienden aún, y cuya intelección será indispensable a los que deseen explicar el justicialismo en sus ulterioridades inmediatas y mediatas, o a los que se pregunten por qué, desde 1955, nuestro país es ingobernable”.
¡Uh! No se precipiten. Sé que hay mucho que discutir. ¿Qué es esa virtud del justicialismo? ¿Quién dijo que eso es una virtud? ¿Quién dijo que eso es lo que sucedió o en cambio es sólo lo que Marechal vio? ¿Quién dijo que el país fue ingobernable? ¿Qué hubiera dicho Marechal si hubiera visto la tercera presidencia de Perón?
Lo sé, lo sé, pero... ¿Lo dicho por Marechal no les trae a la cabeza eso que se escucha hoy, que se dice hoy, de que pareciera que sólo podríamos ser gobernados por gobiernos peronistas? Concédanle al menos el acierto en la visión a Marechal. Después veremos si el suceso que él dice fue algo afortunado o no.
Viera usted que curioso, este blog arrancando su quinto año y hablando de política...

viernes, 29 de agosto de 2008

Cuarto aniversario

Volando pasan los años,
o yo estoy quieto. ¡Velay! No sé.
Así duda Abel Mónico Saravia en su zamba “¡Velay! No sé” (que la han podido escuchar de famosos interpretes como Los Chalchaleros o recientemente desempolvada por el Dúo Coplanacu).
En el día del cuarto aniversario de “Aquí estamos, pero de aquí no somos” se presenta más que nunca apropiada esa sentencia. Porque estoy convencido de que la existencia de este blog está muy relacionada en sus causas con la existencia de una pregunta que no dejamos de hacernos nunca: “¿Qué haré con mi vida?” Y a su vez la pregunta de qué hacemos con nuestras vidas está muy relacionada con el paso del tiempo.
Al margen de este aniversario, la frase me ha llamado la atención. ¿Qué quiere decir? ¿Si los años pasan rápido es que yo estoy quieto? ¿Quieto en qué sentido?
Muchas veces sentimos que el tiempo pasa rápido. Muchas veces decimos que eso sucede cuando hacemos algo con ganas. Al contrario, cuando un siente tedio por lo que hace lo único que espera es terminar y así muchas veces siente que el tiempo pasa lento. Entonces... si el tiempo pasa rápido es porque estamos haciendo cosas y con ganas. Pero eso no sería estar quieto.
Sin embargo, la frase es entendible desde el punto de vista de la ciencia física. Se trata de las velocidades relativas de dos cuerpos en movimiento. La velocidad de uno respecto a otro es la diferencia de las velocidades de cada uno tomadas respecto al mismo punto de referencia (dice más o menos algún manual o apunte). En este caso estamos los años y yo. Si yo no avanzo, los años pueden pasar rápido para mí. Si yo avanzo, no tan rápido.
Quizás la clave de todo pase por el lado del sentimiento de que la vida se nos va. Y quizás me falten algunos años para poder entenderlo mejor. Sería algo como que cuando uno está quieto, cuando no hace nada, un día se da cuenta de que la vida se fue.
Esto me hace volver al blog. Y el cuarto aniversario mete miedo. No sea que hubiera podido aprovechar el tiempo (y los bites) para otra cosa. En fin... el único consuelo es haber conocido a tanta gente por la que tengo un afecto especial. Con algunos nos vimos varias veces, con otros sólo una, con otros ninguna.
Pero no me pondré más sentimental que hasta ahí. ¡Me deseo un muy feliz aniversario!
(En el día del martirio de san Juan Bautista)

jueves, 21 de agosto de 2008

Alter Mundi - VIII. Isla de la Pasión


Si de Acapulco nos vamos Pacífico adentro en dirección sudoeste, al cabo de 1280 kilómetros divisaremos una isla deshabitada, un atolón coralino sobre el que descansan trece palmeras de forestación artificial como única vegetación. Este perdido lugar en medio del pacífico no nos dice nada a simple vista, pero tiene una historia que, si es según la relata Wikipedia, es digna de una película. Estamos hablando de la Isla de la Pasión (también llamada Isla Clipperton), actualmente posesión francesa.

Esta isla fue disputada por Francia, Estados Unidos y México. Si bien el primero que la avistó (sin desembarcar) fue Magallanes y por tal suceso pasó a ser parte de los dominios españoles, en 1711 los franceses la redescubren, llamándola Île de la Passion y reclamando la soberanía. El nombre de Clipperton, en cambio, le viene por el pirata inglés John Clipperton, que la descubre en 1705 y según cuenta una leyenda la usaba de refugio y hasta habría escondido allí un tesoro.

En 1821 México se independiza de España y se considera heredero de los derechos sobre la isla, incluyéndola explícitamente en la constitución como territorio nacional. En 1956, la Compañía Minera Americana del Guano reclamó la isla para los Estados Unidos de América. Luego en 1858, bajo el gobierno de Napoleón III, Francia se anexiona la isla como parte de Tahití. México la reclama nuevamente en 1897 y Estados Unidos toma posesión en 1898 (Guerra Hispano-Estadunidense). Finalmente en 1906, la Compañía Británica de las Islas del Pacífico adquiere los derechos de explotación de los depósitos de guano de la isla y, en conjunto con el gobierno mexicano, construye un asentamiento minero. Pero esto recién empezaba.

México construye un faro y guarnición militar al comando de un capitán llamado Ramón Arnaud. En 1914 cerca de cien personas vivían en la isla. Cada dos meses un barco con provisiones llegaba desde donde nosotros comenzamos el relato, Acapulco. Pero el estallido de la Revolución Mexicana hizo que se suspenda el servicio y los habitantes quedaron librados a su suerte. Para 1915 la mayoría de los habitantes habían muerto de escorbuto, pero por decisión del gobierno de la isla se decidió permanecer, rechazando incluso la posibilidad de irse ese mismo año en el USS Lexington de la marina estadounidense.

Ya en 1917 el capitán Arnaud había muerto en un intento fallido de navegar a tierra firme y conseguir ayuda. El guardián del faro, Victoriano Álvarez, resultó ser el único hombre que quedaba en la isla, junto con quince mujeres y niños. Pronto Álvarez se autoproclamó rey y comenzó una escalada de violaciones y asesinatos, antes de ser él mismo asesinado por una de sus víctimas. En julio de 1917, cinco mujeres y cuatro niños, los últimos sobrevivientes, fueron rescatados por el USS Yorktown.

En adelante la posesión se siguió disputando entre México y Francia. Vía Vaticano y su delegación al rey de Italia, Víctor Manuel III, en 1930 se falló en favor de Francia. Los franceses reconstruyeron el faro y establecieron un puesto militar en la isla, el cual duró sólo siete años. La isla estuvo también en la mira de Franklin Delano Roosevelt, quien en 1944 ordenó la ocupación de la isla por parte de la marina, en lo que fue una de las operaciones más secretas de la Segunda Guerra Mundial. Francia por su parte la evaluó como posible campo para pruebas nucleares, como centro turístico y de comercio (adaptación e infraestructura mediante), puerto pesquero y hasta basurero nuclear, pero ninguno de los planes fueron llevados a cabo.

La isla ha estado abandonada desde el fin de la Segunda Guerra Mundial y sólo ha sido visitada por pescadores deportivos, patrullas de la marina francesa, pescadores mexicanos de atún y tiburón y exploradores como Jacques Cousteau, Lance Milbrand (National Geographic) o Jean-Louis Étienne.

Y película no sé si se ha hecho, pero sí un libro de edición mexicana, cuya autora es la colombiana Laura Restrepo y se llama “La Isla de la Pasión”.

(Recuerden que mañana es Santa María Virgen, Reina)

viernes, 15 de agosto de 2008

Folklores (un análisis nuevo)


Decimos presente en este día de fiesta, día de la Asunción de la Virgen María. Y lo hacemos con un material cuyo autor, el estimado Sangre Azul, me ha hecho llegar y, accediendo a mi pedido, me ha autorizado a publicar.

Se trata de una clasificación de tipos musicales que, a pesar de referirse solamente al folklore argentino, sienta un precedente al buscar romper la limitación del análisis basado en derechas e izquierdas.

Este análisis presenta conclusiones discutibles. Yo mismo tengo algunas divergencias en la ubicación de algunos de los autores o intérpretes en la imagen que precede la entrada. A pesar de eso, el análisis sigue siendo válido y anima a proseguir a partir de él.

Abajo verán la tabla de definiciones de la que nace la muestra gráfica. Un lujo de trabajo. Agradecemos al eximio ex-bloguero Sangre Azul por el invalorable aporte.

domingo, 10 de agosto de 2008

Tanto insistió...

Solyenitsin por acá, Solyenitsin por allá, Solyenitsin por acullá... Me hicieron acordar que una vez compré en usados “Un día en la vida de Iván Denísovich”. Lo subí algunos peldaños en la lista de espera.

No contento con eso, Solyenitsin (así está escrito por aquí, ¿por qué las castellanizaciones de los nombres rusos tienen tantas variantes?) siguió insistiendo. Ayer, mientras hacía un breve paseo de espera por el viejo barrio, no pude evitar sucumbir a la tentación de la librería de usados. Allí estaba el ruso, ofreciéndose en una edición argentina llamada “Cuentos en miniatura”. Que sí, que no, que sí, que no... que sí.

Valió la pena. Colgué por unos días el libro “programado” y estoy leyendo estos geniales cuentos. Sin duda que hay muchos y quizás mejores, pero al que tenga un minuto le dejo éste (que de paso tiene un aire de los episodios de Elías en la primera lectura de hoy, 1 Rey 19, 9.11-13, y además me trae recuerdos de pensamientos de hace tiempo).

TORMENTA EN LAS MONTAÑAS
Nos alcanzó en una noche tenebrosa antes del cruce de la montaña.
Habíamos salido arrastrándonos de nuestras carpas y esperábamos.
Venía hacia nosotros por encima de la cordillera.
Todo era oscuridad, no se podía discernir el cielo, la tierra, el horizonte. Pero resplandecía el relámpago desgarrador, que separaba las tinieblas de la luz. Salían las montañas gigantes Belolakai y Dyugutrurlichat y también los pinos negros de muchos metros, casi de la altura de las mismas montañas. Sólo por un momento podíamos ver que existía la tierra firme, y luego todo era de nuevo tinieblas y abismos.
Los fulgores de los relámpagos se aproximaban, alternaba el brillo con la oscuridad, el resplandor blanco, el resplandor rosado, el resplandor violeta y siempre en los mismos lugares aparecían las montañas y los pinos asombrándonos con su grandeza; cuando desaparecían era difícil creer que existían.
La voz del trueno llenó los desfiladeros y dejó de oírse el rugido constante de los ríos. Cual flechas de Jehová, caían los relámpagos en la cordillera y se rompían en serpentinas y chorritos como si se derramaran contra las rocas o bien derribaran y derramaran ahí algo vivo.
Y nosotros... nosotros nos olvidamos de temer al relámpago, al trueno, a la lluvia torrencial y nos tornamos semejantes a una gota del mar que no teme a la tormenta. Nos convertimos en una insignificante y agradecida partícula de este mundo.
De este mundo que hoy volvió a crearse ante nuestros ojos.

miércoles, 6 de agosto de 2008

Instituiré una nueva costumbre

Todo comenzó hace tiempo cuando fui a la casa vacía de mi abuela y vi los regalos que le habíamos hecho en los últimos años. ¡Tanto valor que tenían entonces y hoy que ya no son nada!
Hoy pensé que voy a instituir una nueva costumbre. No requiere la abolición de las anteriores.

Quien cumple años, en ocasión de tan importante suceso, deberá regalar uno de sus bienes o posesiones. De esta manera se preparará verdaderamente para la vida y para la muerte.
...

Tienen razón los que piensan que sería muy duro para los niños. Quien empieza en esta vida necesita ayuda, apoyos, herramientas para avanzar. A veces son espirituales, a veces se simbolizan con regalos materiales. Bien, bien, estoy de acuerdo...
Digamos entonces que esta nueva costumbre y su rito correspondiente (aún sin definir) serán adoptados por las personas desde la mayoría de edad, que podrá ser la edad de 18 años. Para empezar puede ser algo sencillo y simbólico. Luego, a medida que pasen los años, esta entrega terminará siendo más importante que los regalos que el dueño del aniversario reciba.
En fin, hay que darle un poco más de vueltas, pero la idea ya está.
(En otro plano, hoy festejamos la Transfiguración de Jesucristo; un acontecimiento de oración, como lo llamó Benedicto XVI en el libro “Jesús de Nazaret”, donde se ve la íntima compenetración de Jesús, Luz de Luz, con el Padre. Se lee Mt 17, 1-9).

domingo, 3 de agosto de 2008

La liturgia, tesoro de la Iglesia

En el mensaje de Benedicto XVI a los participantes del 49º Congreso Eucarístico Internacional, realizado en Québec en junio de 2008, se destacó la frase: “La liturgia no nos pertenece”.
Me imagino que esas palabras no son solamente un llamado a la prudencia en el cuidado de las formas litúrgicas. Además de eso, que lo es, creo que esas palabras nos dicen que estamos, como pasa con otras cosas que son custodia de la Iglesia, ante un misterio que ni nosotros mismos conocemos plenamente.

Cuando Benedicto XVI dice: “La liturgia no nos pertenece a nosotros: es el tesoro de la Iglesia”, está incluyéndose a él mismo. A él, que sería uno de los más indicados, por su jerarquía, para decidir sobre reformas litúrgicas en la celebración eucarística. Pero no. Como se trata de algo de origen divino, se trata de un misterio que no podemos comprender en su totalidad. Y eso nos obliga a ser prudentes en su tratamiento. (Si no me equivoco, este mismo criterio de prudencia guía la posición de la jerarquía eclesiástica frente a otras realidades como el celibato en el orden sagrado, el rol de la mujer en la Iglesia, etc.)

Bien, pero no todo es alerta “pasiva” en el mensaje de Benedicto. Benedicto XVI también propone la acción. Hay que estudiar el misterio eucarístico y la liturgia. Y para eso exhorta a profundizar en el texto de la constitución Sacrosantum Concilium del Concilio Vaticano II sobre la sagrada liturgia.

Me la leí, que no es lo mismo que estudiarla ni profundizarla. Así que les dejo casi como una curiosidad una de las propuestas que se hacen allí en la constitución. En el punto 40, a raíz de la necesidad de la adaptación de la liturgia a la mentalidad y tradiciones de los pueblos:

2) Para que la adaptación se realice con la necesaria cautela, la Sede Apostólica concederá, si es preciso, a la misma autoridad eclesiástica territorial, la facultad de permitir y dirigir las experiencias previas necesarias en algunos grupos preparados para ello y por un tiempo determinado.

(Je, para los que dicen que la Iglesia no es moderna. ¿No es este un verdadero estudio como el que hacen las empresas antes del lanzamiento de productos o películas cinematográficas?)

Benedicto XVI no quiere ir “para atrás” a la época preconciliar, como dice y cree la comunicación masiva (perdón la obviedad). Benedicto refiere siempre al Concilio Vaticano II. Por supuesto, tiene una idea formada sobre lo que pasó, pasa, puede pasar y sería mejor que pase. Para cerrar recordemos lo que escribió como Joseph Ratzinger en el prefacio de “Introducción al espíritu de la liturgia”:

Puede decirse que la liturgia, tal como era vivida por aquellos años -hablamos de 1918- se asemejaba a un fresco conservado indemne, pero que yacía casi oculto por el estuco. En el misal, del que se valía el sacerdote para celebrar la Eucaristía, se hallaba del todo presente el desarrollo de las formas litúrgicas a partir de los orígenes. Sin embargo, para los fieles estaba como escondida detrás de formas devocionales privadas. Gracias al movimiento litúrgico y, sobre todo, y de manera definitiva, al Vaticano II, el fresco quedó a la vista de todos, dejándonos repentinamente fascinados por sus formas y colores.
Pero después, este fresco ha sufrido daños de gran consideración, hasta amenazar ruina, por falta de las necesarias acciones de restauración y reconstrucción y por la propia respiración de las masas que lo contemplan. Todo esto puede llegar a ser grave, si no se arbitran inmediatamente los medios necesarios para evitar tan perniciosos efectos. Naturalmente que no se puede volver a cubrir el fresco con estuco. Sin embargo, hace falta volver al profundo respeto que exige la liturgia. Se impone una nueva percepción de sus mensajes y de sus realidades, a fin de que el redescubrimiento de la liturgia no se convierta en el primer paso hacia su destrucción definitiva.

jueves, 31 de julio de 2008

¿Es mejor la música de autores de izquierda? (II)

(Segundas partes nunca fueron buenas).
El tema ha de ser algo más grande. Ha de tener otro nombre y sólo lo he rozado. Desde donde estoy parado hay infinitos caminos para tomar. Además hay muchas variantes de acuerdo al tiempo y lugar en el mundo para eso de izquierdas y derechas.
Pero algo hay, algo existe, el tema existe. Si no fuera así, ¿cómo pude identificarlo yo ante el comentario de "Anónimo"? Otra vez, hace tiempo, había escuchado hablar algo de él (no encuentro el enlace). ¡La de saliva que se habrá gastado en este tema (o en el verdadero) y yo sin saberlo! Yo sólo jugué un tanto libremente con algunas ideas...
Cómo será la cuestión que a la hora de intentar hacer un listado de autores de izquierda y derecha se me hizo imposible lograr algo potable. (Dígame, para Ud., ¿Atahualpa Yupanqui de qué lado está? ¿Y la dupla Dávalos-Leguizamón? ¿Y Félix Luna con Ariel Ramírez?...
¿Y los chicos de “Jaigsculmiúsical”?)
Más adelante, con tiempo y camino recorrido, aparecerá algo más del tema. Ahora nos vamos de julio junto con Íñigo, uno de mis santos, e inauguramos mañana un mes de estrellas y mes aniversario.

A ver qué sale...

domingo, 27 de julio de 2008

Alter Mundi - VII. Santa Lucía


Anguilla, Adina,
Antigua, Cannelles,
Andreuille, all the l's,
Voyelles, of the liquid Antilles
Con las palabras de uno de los premio Nobel nacidos en su tierra, el escritor Derek Walcott, empezamos este relato de Santa Lucía, la isla y nación caribeña.

Tierra antillana que ha bebido de dos culturas colonizadoras europeas y una fuerte tradición negra (por inmigración y por los esclavos africanos), en los siglos XVI y XVII ha alternado unas 14 veces entre el dominio inglés y francés. Así queda reflejado en los nombres de las ciudades, de los accidentes geográficos, de las construcciones.

El idioma oficial es el inglés, quizás porque en 1814 fue finalmente dominio inglés y del Reino Unido obtuvo su independencia en 1979, pero también se hablan el kweyol y algunas lenguas criollas derivadas del francés en gran medida. De hecho, es común escuchar los servicios de noticias y los discursos políticos en ese idioma, el cual comparte con la isla de Dominica.

Para completar este cuadro cultural hay que agregar que el noventa por ciento de la población es de religión católica. Y un dato curioso. De la joven nación han salido en la historia dos premios Nobel. El ya mencionado Walcott se suma al Nobel de economía de 1979, Arthur Lewis.

Santa Lucía es una isla volcánica. Su lugar más conocido son los montes Gros Piton y Petit Piton, volcanes de más de 700 metros de altura sobre el nivel del mar, que se encuentran hacia el sur de la isla (al fondo en la foto de esta entrada). Estos montes son los que inspiran el diseño de la bandera santalucense y en 2003 fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Hay otros montes y volcanes en la zona, lo que ha favorecido recientemente el comienzo de la explotación de energía geotérmica.

Como dije Caribe, ni falta hará que les hable de las playas. De economía solo tres palabras: plátanos, turismo y finanzas internacionales. Y aprovecho que el post quedó cortito para dejarles la letra del Himno Nacional (original en inglés en la Wikipedia), que puede ser la envidia de cualquier nación que se llame cristiana:
Hijos e hijas de Santa Lucía,

¡Amen la tierra que nos vio nacer!
Tierra de playas, montes y valles,
¡La isla más noble de toda la Tierra!
Dondequiera que tú andes,
¡Ama, oh ama tu isla hogar!

Han pasado ya los tiempos en que las naciones
peleaban por esta Helena de Occidente,
Han pasado ya los días en que el celo y la discordia
fustigó el trabajo y el descanso de sus hijos
Amanece al fin un día más brillante,
¡Se extiende ya un nuevo sendero!

¡Que el Señor bendiga nuestra isla!
¡Que guarde a sus hijos de daños y aflicciones!
¡Que nuestra gente viva unida,
fuerte en alma, pero también en los brazos!
¡Que la justicia, la verdad y caridad,
sean nuestros ideales para siempre!
Foto: msnbc

sábado, 19 de julio de 2008

¿Es mejor la música de autores de izquierda? (I)

La sana provocación fue de parte de un comentarista anónimo en la entrada “Buen folklore”. Lo presentó así: “Hay un topicazo que dice que la inteligencia (o el arte) son de izquierda. ¿Es que no hay buena música no-izquierdista?”
Bien, para empezar dejaré sólo una línea de pensamiento que no abarca todo el tema. Que es un tanto rebuscada, aunque no como parece al principio. Y que se propone descubrir lo verdadero que hay detrás de la primera frase. O sea, ¿por qué se llega uno a preguntar si la buena música es de izquierda? El otro tema, el opuesto, es demostrar que también hay buena música de derecha, pero eso quedará para un próximo capítulo.
Primero una premisa. O dos. No hablaremos de música cargada de ideología izquierdista “explícita”, sí en cambio de música hecha por músicos con ideas de izquierda. La diferencia es muy importante. Y es quizás la clave de toda esta entrada. Por ahora baste decir que me referiré a esa música hecha por autores de izquierda en donde se observa una linda melodía, una buena poesía, un contenido que podría leerse en forma de ideología izquierdista aunque no únicamente, etc.
Y ahora la segunda premisa. Para seguir juntos adelante en los razonamientos, es preciso que aceptemos que efectivamente existe el objeto de nuestro estudio. O sea, que existe buena música hecha por autores de izquierda. Quien con mayor o menor razón lo niegue, no podrá acompañarme aquí. Y deberemos generar otra entrada para hablar de ello.
Empecemos. Estimo que la razón por la que me gustan algunas canciones hechas por gente de pensamiento de izquierda tiene mucho que ver con aquello que decía Castellani de que el ideal cristiano tiene en su fondo el mismo "pathos" del ideal comunista.
¡Epa! ¿Cómo es eso? Bien, primero trato de explicar lo de Castellani. Cortajeando una carta de Leonardo Castellani a Leónidas Barletta resumo así:

¿En qué coincidimos los dos?

En una sola cosa, pero que es muy importante: en el "pathos", que es lo central de una psicología. Sentimos coincidentemente.
(…)

El ideal cristiano tiene en su fondo el mismo "pathos" del ideal comunista, la existencia del dolor en el mundo.
(…)

Con la inteligente aclaración más adelante:

Los comunistas quieren nada menos que la resurrección del mundo; yo también; y lo que es más, la espero. Pero nos diferenciamos en que ellos quieren la Resurrección sin muerte; y yo me he resignado a la muerte.

Mi idea entonces sigue así. El pensamiento de izquierda parece tener una sensibilidad especial para el dolor. El “dolor” incluye también la angustia existencial, la pregunta por el sentido, que todo hombre experimenta. Y eso es tema de muchas composiciones musicales, o se refleja en el tratamiento que se da a otros temas menores. Es por eso que el autor de izquierda puede lograr expresar cosas de manera tal que un cristiano puede llegar a encontrar en ello algunas coincidencias.
Claro que eso siempre y cuando no se entre en cuestiones muy prácticas o en “detalles”. Porque así como hay similitudes entre esos “pathos”, también hay diferencias. Y muy hondas, sino lean la serie “What’s wrong with the World” de Revista Ens (I, II, III, etc.).
También cabe aclarar que sólo con aquella coincidencia no alcanza. Sólo gustará de ciertas canciones de autores de izquierda quien guste de ciertos temas. Hay mucho arte dedicado a otros temas. A cantar las bellezas de la naturaleza, por ejemplo. Y hay muchos géneros musicales. Existe una música llamada clásica. Pienso que en todos los temas y géneros musicales no se llevarían las palmas necesariamente los de izquierda.
Pero si sigo ya empezaríamos a tocar tema de otra entrada.

miércoles, 9 de julio de 2008

Misterio de los hijos

Mirándolos uno se queda pensando. El misterio de qué son los hijos es también el misterio de quién es uno, o de qué es el hombre.
Pero no se puede entender a los hijos si se los ve desde una perspectiva propia, si se los entiende en referencia a uno mismo (como parte del plan de vida de uno, por ejemplo; “voy a casarme, tendré tantos hijos…”). Sólo se puede entender qué son los hijos si se los ve en la perspectiva de su relación con un tercero, con otro más grande, con Dios.
Porque sin Dios es muy fácil encontrar razones para no tener hijos. ¿Qué locura es esa de tener hijos, de poner gente en el mundo para vaya a saber qué les pase?
La respuesta es que no es una elección nuestra. Fuimos agraciados con la capacidad de la concepción en la carne. Sólo se nos pregunta si estamos dispuestos a ayudar a crecer a una nueva persona que Dios traerá al mundo. (Y en esto está también, en gran parte, la raíz de la doctrina católica acerca de la procreación responsable; pero eso es tema de otra entrada).
Si pudimos ver esto, luego conmueve más el misterio del amor paternal al que estamos llamados. Si lo miramos desde la perspectiva adecuada, se entiende verdaderamente qué grande es la relación de los padres con los hijos. El encuentro de alguien avanzado en el camino con alguien que recién empieza, el primero que está para ayudar al segundo y tantas cosas más...
(Sí, son muchas obviedades las que dije, lo sé, pero hay momentos de la vida en que uno comprueba de una forma mayor todo eso que hasta el momento veía simplemente como razonable).

jueves, 3 de julio de 2008

Alter Mundi - VI. Guinea Ecuatorial


En nuestro vuelo de regreso desde Swazilandia la tripulación nos informó que haríamos una escala no planeada por razones de prevención de fallas. Fue así que, inesperadamente, una mañana soleada de domingo hicimos tierra en el aeropuerto Santa Isabel de Malabo, en la Isla de Bioko en pleno Golfo de Guinea.

Malabo es la capital de la República de Guinea Ecuatorial. Desde el aire pudimos ver claramente la ciudad portuaria y su bahía, asentada sobre el cráter sumergido de un volcán. A pesar de ser territorio de Guinea Ecuatorial, la isla de Bioko se encuentra frente a las costas camerunesas (desde el aeropuerto se puede ver el Monte Camerún).

Ya en tierra, más aliviados, esperando en el aeropuerto, nos hicimos amigos de un habitante del lugar, que despertó nuestra curiosidad por el país cuando nos dijo que nos encontrábamos en el único país hispano en el mundo con mayoría negra. Le dijimos que nuestro país fue también colonia española, y encontramos familiaridad en algunos nombres y en la arquitectura de edificios e iglesias locales, cuyas fotos él nos mostraba.

Geografía curiosa la de Guinea Ecuatorial. Esa Isla de Bioko (antes Fernando Póo) y otra llamada Annobón, ubicada mucho más al sur, se encuentran alejadas de las costas del territorio continental del país, que es una porción de tierra comparativamente pequeña (26.017 km2), encerrada entre Camerún (475.440 km2) y Gabón (267.670 km2) junto al Atlántico. El río Mbini o Muni es el principal, cuya cuenca ocupa el sesenta por ciento del territorio continental. El territorio del país lo completan otras islas menores.

El territorio de Guinea fue conquistado por los portugueses (fines del siglo XV), siendo luego cedidas las tierras a los españoles (siglo XVIII). Los ingleses ocupan el territorio (siglo XIX) pero España lo recupera, pasando a llamarse Guinea Española. Fue provincia, comunidad autónoma y finalmente nación independiente en 1968, cuando pasó a tomar el nombre actual, derivado del golfo mencionado y de su ubicación en latitud ecuatorial.

La cuestión se puso seria por un momento cuando tocamos muy brevemente el tema de la situación política de estos tiempos. Nunca supimos si nuestro compañero era de opinión favorable hacia el gobierno o no. Entendimos que aunque él no idealizaba a la democracia (esa democracia “importada” por países “benefactores”), deseaba cierta estabilidad política.

Días después y ya en casa, leímos en la Wikipedia que desde la independencia, en Guinea Ecuatorial ha habido dos gobiernos. El más dictatorial de Francisco Macías Nguema (que en 1978 prohibió el culto católico, por ejemplo) y el de su sucesor Teodoro Obiang Nguema, acusado de mantener por diversos medios la existencia de un único partido que gana las elecciones y lo mantiene en el poder hasta hoy.

Tanto los cambios de gobierno, como la permanencia de los mismos, están marcados por reales, intentos y acusaciones de golpes de estado, como en los sucesos de 2005, a raíz de los cuales ha estado arrestado Mark Thatcher (hijo de la ex primera ministra del Reino Unido), acusado de colaborar en uno de los intentos de golpe. (De por medio están las cuestiones del Gobierno de Guinea Ecuatorial en el Exilio y la cuestión petrolera; Guinea Ecuatorial el tercer productor de crudo del África subsahariana, petróleo que desde 1996 explotan empresas norteamericanas).

Pero nuestro compañero nativo no ha querido, evidentemente, dejar que la situación política nos impida ver las bellezas de su país. Nos habló de las ciudades de la Isla de Bioko, con lindas playas como en Luba, con microclimas como en Moka, con montes, bosques, cuevas, cascadas, lagos. Nos habló de la gente de la zona, sufrida pero a la vez amigable y amable.

En el continente, nos dijo, los paisajes son más abiertos. Si algún día volvíamos con tiempo, no debíamos dejar de ir al Parque Nacional Monte Alén y adentrarnos en una larga expedición para ver los gorilas de montaña y otros animales típicos de la zona. La nota triste fue la alta deforestación a que se está sometiendo la zona. Y la emoción mayor fue conocer la historia de un cura misionero venido de Zaragoza, que atiende un hogar para chicos y las decenas de parroquias de la zona del interior de la selva.

Guinea Ecuatorial, el África más española. Nos quedamos con ganas de conocerla cuando ya teníamos que irnos.

[Foto: el pueblo de Cogo en el estuario del Mbini]

miércoles, 25 de junio de 2008

Fuego y leña

Estas mañanas frías hago como siempre las cinco cuadras. Pero hace un tiempo llevo para el viaje un pequeño libro con las lecturas del Evangelio del día. Abrirlo en el camino es como encender un fuego, como llevar un braserito en las manos para calentarse.
Si los días son sin muchas preocupaciones, uno va hilando las palabras de los distintas lecturas, las va meditando con más profundidad. Si, por el contrario, hay muchas preocupaciones, no se llega a tanto.
En el primer caso me gusta imaginar que es como si aquellas brasas hubieran logrado prender el fuego en mí. En el segundo caso es como que yo fuera leña húmeda, y el fuego no puede prender.
Y se me está ocurriendo una analogía hecha en base al fuego y la leña para aquella parábola del sembrador y la semilla que cae en distintos suelos. Veo fuegos que no prenden por leña muy verde, otros de leña húmeda que no terminan de prender echando humo, otros de leña chica que prenden pero se consumen rápido y veo fuegos de leña buena, bien encendidos y duraderos...

domingo, 22 de junio de 2008

Buen folklore


Suenen esas guitarras
que quiero alegrar mi corazón.
Traigo pa' convidarles
vinito que se hace en El Zanjón.
[*]
Nada de cantantes "melosones" ni guitarras eléctricas, como a mi gusto debe ser. Si quieren escuchar moderno y auténtico folklore van y se compran el último disco del Dúo Coplanacu (que yo ligué por el día del padre). Por cierto, entre clásicos y novedades metieron 14 impecables temas los muchachos. Y suenan muy bien con bandoneón.
Mi corazón
cajoneador,
latiendo emocionado,
vibraba a su compás.
[**]
Esas infaltables notas al pie: [*] De la Zamba Alegre; [**] Del Escondido de los bombos; la imagen me la traje de por ahí; por aquí un hallazgo.

miércoles, 18 de junio de 2008

Alter mundi - V. Bután


De nuestro principal colaborador en Asia nos llegó la siguiente carta.

Estimado Juan Ignacio:

_____Como puedo comprobar, está posteando de las cosas más variadas. ¿Qué le parece una entrada que trate sobre el Reino de Bután? Creo que bien podría encajar en la serie Alter mundi.

_____Bután es un reino perdido y encontrado en el medio del Himalaya. Es una de las 196 naciones que podrá encontrar en su Almanaque Mundial 2008. Y si no pertenece a la categoría de las monarquías absolutas, a la que Ud. se refirió en la última entrada de la serie, es porque en 1998 el rey Jigme Singye Wangchuck decidió dejar de nombrar a los integrantes del Consejo de Ministros y que se elijan en comicios abiertos.

_____Bután, país que los locales llaman Druk Yul (la tierra del dragón de truenos), es una nación muy estrechamente ligada por sus orígenes con el Tibet y donde el budismo llegó en el siglo VIII. Tuvo una fuerte unificación y forja de identidad nacional en el siglo XVII y a finales del siglo XIX supero otra etapa de divisiones internas a través del líder Ugyen Wangchuck, con colaboración inglesa. Finalmente la independencia fue conseguida en 1949.

_____El haber dicho que era un reino perdido y encontrado se refiere a que este país enclavado en las altas montañas tuvo con su tercer rey, Jigme Dorji Wangchuck, una política de gradual exposición al mundo exterior. Bután termina en 1964 su primera carretera pavimentada, los medios de comunicación internacionales entran al país por primera vez en 1974 (cuando se corona Jigme Singye, el rey que ascendió al trono a los 17 años), el teléfono llega en los años sesenta (aunque recién en 2006 se puede telefonear desde zonas rurales) y la televisión en 1999.

_____Claro, esto da para muchas reflexiones. ¿Han elegido lo mejor para adquirir de occidente? ¿Sabrán los butaneses manejar los adelantos tecnológicos, que están ahora conociendo, mejor que lo que lo ha hecho el resto del mundo?

_____En todo caso, Bután no debe perder esa característica que hace que muchos lo llamen uno de los paraísos del mundo (un Shangri-La o la mítica ciudad budista Shambhala): setenta por ciento de su superficie cubierta de bosques, cinco mil especies de plantas (de las cuales 300 son “medicinales”), ciento ochenta especies animales, una arquitectura única (como las de las fortalezas Dzong, una de las cuales se ve en la foto que le envío) y sobre todo, serenidad de vida.

_____Sé que lo tentaré de hacer un viaje a Bután si le digo que hay pocos turistas y la posibilidad de contacto con la gente local quizás le pueda pegar algo del estilo de vida. Eso sí, a pesar de todo no podrá ir en carpa, asegúrese de tener al menos cien dólares por día para gastar.

_____Sin otro particular y esperando no haberme extendido demasiado, lo saluda cordialmente,

_______________________________Un colaborador.

miércoles, 11 de junio de 2008

Para charlar con un amigo

Ayer una lectura (Mt 5, 13-16) de la que me hubiera gustado hablar con un viejo amigo que hace tiempo no veo. Jesús que dijo a sus discípulos: “Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán?”.
¿Ves, N.? Eso que te preocupa tanto, que tanta rebelión te causa, eso de que todo lo bueno nos viene de Dios y lo malo es culpa nuestra (dicho mal y pronto), eso que te hiere el orgullo... bueno, acá tenés la contraparte. Debemos dar sabor al mundo. Y si no somos nosotros, ¿quién será? Acá tenés la importancia que querías, la que estabas buscando, para un testigo de Cristo.

jueves, 5 de junio de 2008

Italianos inteligentes

El siguiente es un diálogo de dos personajes del cuento “El paraíso de los ladrones”, el segundo del libro “La sabiduría del Padre Brown”, de Chesterton.

-Esto -respondió Ezza con gravedad- no es un disfraz de inglés, sino la ropa del italiano del futuro.
-En ese caso -remarcó Muscari-, confieso que prefiero al italiano del pasado.
-Ése es tu viejo error, Muscari -dijo el hombre de los bombachos, sacudiendo su cabeza-, y también el error de Italia. En el siglo XVI, nosotros, los toscanos, dictábamos la moda; teníamos el mejor acero, las mejores técnicas de esculpir, la química más avanzada. ¿Por qué no deberíamos tener ahora las mejores factorías, los motores más nuevos, las mejores finanzas y las ropas más modernas?
-Porque no merece la pena tener todo eso -respondió Muscari-. No puedes hacer de los italianos gente realmente progresista: son demasiado inteligentes. Hombres acostumbrados a descubrir el camino más corto para vivir bien, jamás irán por esos nuevos caminos tan elaborados.

Y que cada uno piense cuán acertado andaba Chesterton. Más allá de eso, la idea es genial. Yo confieso mi admiración por el pueblo que tenga esas características, sea cual sea.

lunes, 2 de junio de 2008

Status viatoris XXIX

(Colas de aquella serie).
El status viatoris acaba (si la gracia de Dios lo realiza, digo yo) en su opuesto que es el status comprehensoris, según enseñaba Pieper. Y hay una clara señal del paso de un estado a otro, que es la muerte.
También así en los viajes terrenales se presentan las señales que nos indican que hemos llegado: abrir una puerta, sentir que el avión toca tierra, ver el mojón del 404 de la ruta 2 (que es llegar a Mar del Plata) o cruzar el puente sobre el Ñirihuau (que es llegar a Bariloche).
Un viaje muy distintivo en este aspecto fue el de la conquista del Polo Sur. El primer expedicionario en llegar allí no podía encontrar nada que indicara que había llegado. No había allí una olla con monedas (como al pie de los arco iris de los cuentos), ni se veía la punta del eje sobre el cual rota la tierra; nada de eso.
El final del viaje era cuestión de caminar y detenerse, hacer observaciones y mediciones con instrumentos hasta que, en un determinado momento y en el medio de la nada congelada, esas mediciones informaban a los viajeros que habían llegado, que estaban parados sobre la meta.
¡Curiosa forma de llegar! El que lo hizo fue un noruego llamado Roald Amundsen y así lo relatan en una página de relatos de exploradores:

(…) El 8 de Diciembre, con 18 perros y tres trineos, los noruegos sobrepasan los 88º 23' que había alcanzado Shackleton en la expedición del Nimrod en 1909. Se encuentran a 95 millas del Polo Sur. Cuanto más cerca se encontraba Amundsen de su objetivo, aumentaba el temor de ser batido por Scott. A las 15:00 del viernes 14 de Diciembre de 1911, un grito simultáneo de "¡Alto!", surge de las gargantas de los cinco noruegos: los 90º de latitud Sur. El Polo Sur de la Tierra.

De ahí en adelante ya quedó una señal que indicaba la llegada. La primera fue una sencilla carpa de explorador con su bandera, hoy es la base norteamericana Amundsen-Scott que, aunque más grande y compleja, sigue siendo un punto en medio del interminable horizonte blanco.
Así como en este viaje, así en la vida. Aunque la muerte exista, sabemos que hay una meta más allá. Hace dos mil años un Hombre (y más que un hombre) hizo por nosotros las dos cosas, nos mostró la meta de nuestro camino y el mismísimo camino para llegar allí.

miércoles, 28 de mayo de 2008

¡No saben lo que piden!

Pintaste el cielo de la mañana con un gris monocromático. Era tan desolador el panorama que daba la impresión de que el sol no hubiera estado nunca ni nunca fuera a estar. Mientras caminaba me calentaba con la lectura de tu Palabra (Mc 10, 32-45).
Hoy la historia de esos dos insensatos. ¡No saben lo que piden! Pero Jesús les dará algo de lo que piden (de lo que ellos aseguran que podrán hacer; esa fe brava que me recuerda a Pedro en el episodio del lavatorio de los pies). Beberán su cáliz y recibirán su bautismo. Qué querrá decir eso algún día el Paráclito se los revelará. Y sabrán lo que pidieron. Y sabrán lo que se les dará. Sabrán lo que no sabían que pedían, sabrán lo que veladamente estaban pidiendo, sabrán que Dios da lo que necesitamos, que es lo que verdaderamente queremos.
Y mientras tanto: el más grande será el que sirve a los demás. Vayan y practiquen eso. Lo demás corresponde al Padre.

jueves, 22 de mayo de 2008

De aquí a la eternidad...

En esta fiesta de Corpus Christi tengo oportunidad de molestarlos un poco más con José Miguel Ibáñez Langlois, dejándoles una perla como esta:

En el pequeño pan que yace sobre esta mesa
la materia del universo se ha conmovido
los espíritus tiemblan
nos deslizamos casi eucarísticamente dicen los ríos
nos abrimos como sacramentos musitan las flores
lo que acaba de hacerse sobre esa mesa
me afecta en forma física dice Satumo a sus siete anillos
y lo mismo repite el sistema solar
ah las estrellas resplandecemos con otra luz
mi velocidad es la misma pero ha aumentado dice la luz
los arcángeles tiemblan en la gloria
los siete mil elementos del cosmos han cumplido su sueño
no sé cómo decirlo exactamente se dice el cosmos
pero tengo la sensación de haberme convertido en un tabernáculo
de aquí a la eternidad de aquí a la gloria
no hay más que un paso dicen los trigales.

Este poema del “Libro de la Pasión” (1986), en el capítulo de La Última Cena, es genial (“no sé cómo decirlo exactamente se dice el cosmos”). Y ese final de los trigales viendo que la gloria está cerca es una imagen de frescura y alegría únicas. Una imagen parecida ya estaba expresada y en forma más dramática en un poema de “Eterno es el día” (1968), en el capítulo de Jueves Santo:

Mi cáliz en el alba, nuestro sol enterrado.
A su luz el trigal y la vid crecen temblando
en los nocturnos prados: mañana serán Dios.

miércoles, 21 de mayo de 2008

Alter mundi - IV. Swazilandia


Desde mediados del siglo XV, los pueblos Nguni migran desde Africa Central y empiezan a colonizar Africa del Sur. Tiempo más tarde, una de las tribus, los Swazis, luchan contra los Zulúes (y su líder Shaka) y deben huir hacia el noreste, donde están establecidos hasta hoy y mantienen sus costumbres en el Reino de Swazilandia (una de las 196 naciones independientes presentadas en el Almanaque Mundial 2008).

Habiendo sido dominio de los Bóers y luego Inglés, Swazilandia es actualmente una monarquía absoluta, forma de gobierno que sólo otras tres naciones comparten: Omán, Brunei y Arabia Saudí. Un personaje central en el desarrollo histórico de este reino fue el rey Sobhuza II, quién recuperó fuertemente las tradiciones del pueblo Swazi, desmantelando el sistema político británico y consiguiendo finalmente la independencia en 1968.

Enclavado entre Sudáfrica y Mozambique, Swazilandia es un reino mediterráneo con un territorio muy pequeño (17.363 km2; tamaño similar al de Kuwait; más chica que la provincia argentina de Tucumán), con variedad de climas, con una fauna sorprendente, con riquezas naturales minerales, con la desgracia de ser el país con la tasa de infección de HIV más alta del planeta y a raíz de eso con una esperanza de vida bajísima (32 años para varones, 33 para mujeres).

Las costumbres swazis que aún hoy día se conservan son por ejemplo el Festival Umhlanga del matrimonio, que incluye la selección de concubinas para el rey (para un rey swazi seguir las tradiciones implica no bajar del centenar de concubinas), o el Incwala, festival de las primeras frutas, donde se reúne el pueblo para ganar la bendición de los ancestros, santificar el reinado y dar comienzo a la temporada de la cosecha.

Así les dejo una breve reseña de Swazilandia, que podrán ampliar por los enlaces. Verán que es todo un desafío para los desparramadores de la ideología de la tolerancia. Y todo un desafío para la evangelización de las culturas. Hoy en día podrás encontrarte al rey Mswati III vestido de traje en un encuentro internacional y al día siguiente verlo ataviado con las prendas tradicionales para la selección de las esposas. Conocer acerca de Swazilandia te hace dar cuenta al menos que aún te faltan unas cuantas vueltas al mundo.

(Foto: Afriblog)