domingo, 29 de agosto de 2021

Mientras esto cumple 17

¡Alguien que me diga qué es esto del blog, que sigue respirando después de 17 años!

Leyendo la intrincada y exuberante prosa de Faulkner y descansando a su vez de una semana agitada, mientras explico porcentajes y charlamos en familia…

Al parecer quiero disfrutar pero también terminar este y luego otro libro (no hoy, claro) porque es como si quisiera ya cerrar el ciclo de libros de este año, y cerrar los libros abiertos, como si acechara sobre mí un tiempo en que no voy a poder leer mucho pero tuviera que dejar en los registros lo que hasta ahora fue (y será igual, pase lo que pase de ahora en adelante) un año de mucha lectura.
(¿Intento de párrafito faulknereano?)

Faulkner no es una lectura precisamente edificante (pero tampoco "desedificante"); tiene un valor que no acierto a definir.

"Solito cae el mistol" y sí, y está bueno que sea así. Si no las vamos a vender ni almacenar en graneros, ¿para qué queremos sacar las paltas antes de que caigan?

¿Y los negros del sur tenían esa relación con el trabajo? (Y los santiagueños quizás sean una raza superior, como los andaluces).
“(...) Así. Algún blanco conocido de usted está en la cárcel o en el hospital y en seguida usted dice: ¡Qué horror!, no por la vergüenza o el dolor, sino por los muros, los cerrojos, y antes de conocer a éstos siquiera, le envía usted al blanco libros para leer, barajas, pasatiempos para que se divierta. Pero no a los negros. Ni siquiera piensa usted en las barajas y los acertijos y los libros. Y así repentinamente descubre usted con una especie de terror que no sólo ellos se han escapado teniendo qué leer, sino que se han escapado porque tenían que escapar. Así cada vez que pasa usted por la cárcel, puede verlos... no, no a ellos, a ellos no los ve usted, sólo ve las manos entre las rejas de las ventanas, no golpeando o impacientes o siquiera agarrando, asiendo los barrotes como lo harían las manos blancas, sino caídas simplemente ahí, entre los intersticios, no exactamente descansando, pero ni siquiera quietas, moldeadas ya y a sus anchas y sin angustia en los mangos de los arados y las hachas y los azadones, y los estropajos y las escobas y las cunas de la gente blanca, hasta los mismos barrotes de acero se conforman también a ellas sin alarma y sin angustia. ¿Comprende usted?, no nudosas ni encarrujadas por el trabajo, sino más bien ablandadas y agilizadas por él, desbastadas y hasta suavizadas, como si con sólo el cambio de una monedita de sudor hubiesen adquirido ya ellos la misma cosa por la que el blanco tiene que pagar dólares por cada pote de treinta gramos. No inmunes al trabajo, y avenidas con el trabajo tampoco es la palabra exacta, sino confederadas con el trabajo y por ello libres de él; en armisticio, paz: las mismas largas, ágiles manos serenas e inmunes a la angustia…
(Requiem para una mujer, William Faulkner)

(En el día de Nuestra Señora de la Guardia)

martes, 3 de agosto de 2021

Mundo de fantasía (y cosas de Stevenson y Wilde)


Algún amigo de fuerte sentimiento nacional no me perdonaría que yo tuviera un mapa como este (de hecho no lo tengo). Pero yo nunca fui a esos lugares y para mí es como el mapa de un mundo de fantasía.

El mapa de los mundos de Chesterton, de Dickens... De Sherlock Holmes, por qué no... Y también hoy, que mi ladrillito se está terminando, de Stevenson.


Sería de Wilde también, ¿no? Hace poco leí los cuentos completos y, salvo dos o tres, no me gustaron. Pero lo interesante y que caí en la cuenta es que Wilde y Stevenson son contemporáneos, pero además vivieron casi en los mismos años (S. 1850-1894, W. 1854-1900). Me lo pregunté cuando leía los cuentos de Stevenson llamados "Los juerguistas y otros cuentos y fábulas". Porque algunas de esas fábulas me hicieron pensar "esto suena parecido a lo que leía de Wilde".

Y encima un día leo, pero ya en otro cuento, esta frase: "unas manos que ni el arte ni la naturaleza habrían podido mejorar". Puede que sea una frase común. Pero en el contexto en el que me hallaba yo, no pude evitar asociarlo de alguna forma a aquello de "la naturaleza imita al arte" de Wilde. Sin embargo, no creo que Sevenson pudiera tener la frase de Wilde en mente, porque este la dijo después. Salvo que se conocieran y la idea rondara cierto círculo (pero eso no pude saberlo) la frase la dijo Wilde en el año 1889 y el cuento de Stevenson (El tesoro de Franchard) es de 1883. La relación inversa tampoco parece razonable.


Post scriptum 6/8:

Digan si esta especie de reflexión en el cuento de Stevenson "Historia de una mentira" (The story of a lie, 1879) no tiene algo que hace pensar en como el arte y la naturaleza se relacionan.

"Y la verdad es que, bien pensado, aquel interés suyo no dejaba de ser artístico. El estudio personal de la naturaleza humana no tiene nada de científico. Toda comprensión es creación: la mujer a la que amo es, en parte, obra mía; y el gran amante, como el gran pintor, es aquel que sabe embellecer el objeto de su interés hasta convertirlo en algo más que humano, y tiene la astucia de basar su apoteosis en permitir que la mujer en cuestión siga siendo una mujer auténtica, dándole libertad para ser mezquina, o rencorosa, o para ambicionar los placeres vulgares, y, al mismo tiempo, continuar adorándola sin reparar en la incongruencia. Amar a alguien no es sino una forma heróica de comprenderlo. Cuando amamos, aprehendemos al otro por lo que hay de más noble en nosotros mismos, mediante un método noble o mediante la nobleza propia o ajena. Cuando nos limitamos a estudiar una excentricidad, el método de nuestro estudio no es más que una serie de concesiones. Empezar a entender es empezar a simpatizar, pues la comprensión se produce solo cuando hemos establecido las virtudes y los defectos ajenos respecto a los nuestros. De ahí la proverbial tolerancia de los artistas con sus propias y malvadas criaturas. De ahí también que Dick Naseby, una criatura de ideales elevados, y un caballero tan valiente y escrupuloso como pudiera desearse, sintiese cierto afecto por las diversas sabandijas humanas a las que había conocido y estudiado".