viernes, 31 de mayo de 2013

Como dar una buena impresión, a pesar de las recepcionistas

Me parece que en general suele ser más efectivo decir: “Le hablo de tal institución. Mi nombre es fulano”, que la inversa: “Le habla fulano de tal institución”.
 
La segunda es más fácil de decir, sale más rápido. Pero los nombres personales son más difíciles de entender. Y la mayoría de las veces, salvo que se trate de una recepcionista experta, solo queda en su memoria el nombre la insitución. Es como si escuchara el nombre personal, no lo entiende, pero llega el nombre de la institución, conocido (marca famosa), o entendible (ministerio de tal cosa) y se apoya en eso.
 
De la segunda forma (institución primero, nombre segundo) la recepcionista registra el nombre de la institución y al haber escuchado muchas veces algo “fácil” o “conocido”, esto permite que entienda ya de qué se trata, esté cómoda, se mantenga segura y esté mejor dispuesta a percibir ese nombre que viene después, que en nuestro país puede ser de origen italiano, croata, irlandés o lo que sea.
 
Quizás lo escriba mal, pero verbalmente el sonido de nuestro apellido llegará casi intacto a la persona que queremos alcanzar. Y esto ayuda a obtener mejores resultados.

lunes, 6 de mayo de 2013

Chaskañahuis

“I saw her standing there” (de unos tales Beatles) podrá tener eso de “and the way she looked was way beyond compare”, pero “La vi por vez primera” (un motivo popular musicalizado por Justiniano Torres Aparicio en forma de bailecito) es mucho mejor. Porque tiene una palabra muy genial que algunos escriben “chascañaos” y otros “chaskañahuis” y que, según dicen por ahí:
 
Significa ojos de estrella y sirve este vocablo para designar a una mujer de ojos grandes y pestañas largas y revueltas, como dicen que fue la protagonista de la novela del mismo nombre. En realidad, ahora hay que dudar muchos de las chaskañahuis por el uso común de las pestañas postizas. Los pocos chaskañahuis auténticos que quedamos somos los hombres”.

viernes, 3 de mayo de 2013

True story

En el más aburrido de los casos descubrimos América por ambición comercial pero, ¿para qué corno llegamos a la Luna?
Sí, supongo que para ver quien corre más rápido, como dos pibes en la cuadra.
Eh… Pará…
¡Al final es más divertido lo segundo! Parece más divertido lo de la Luna.
Y al final me gusta más la historia del Colón aventurero que paró el huevo y quería probar que la Tierra era redonda y todo eso. Y si ese era uno de los motivos, por más secundario que sea; si Colón por un segundo sintió orgullo solo por probar que la Tierra era redonda, más allá de cualquier guerra y cualquier ambición comercial, prefiero seguir contando así la historia.
(¡Y darme cuenta recién ahora, qué chambón…!)

miércoles, 1 de mayo de 2013

Confesión y propósito

El jazz y yo aún no nos hicimos amigos… Me gustan las canciones con principio y con final.
 
Pero este tipo de confesiones son confesiones de ignorancia y no hay que jactarse de ellas. Al jazz trato de conquistarlo desde varios lados. Recientemente coqueteé con algo emparentado, como lo que hace a veces Aca Seca. Y gracias a Aca Seca (o mejor dicho gracias a Luna Monti y Juan Quintero) descubrí un trío italiano que se llama Maurizio Di Fulvio Trio. Me gustó porque salían del clásico sonido jazz con guitarra eléctrica, usando una guitarra clásica. En YouTube hay bastante, pero no suena bien. Acá les dejo un Goear de su tema “Shaker”.
 
Y me viá dormir.

Una más de cuna

"Rosarito Vera, maestra" anda bien de canción de cuna. La acabo de probar. Tarareada; la letra no es de mis favoritas. Lo que es difícil, pero me gusta, es bajar tanto (incluso con el tarareo) en la primera vez de "Pide una ronda de blancos delantales"...