(¿Recuerdan el
video?) Con esta canción se sucitó un fenómeno muy interesante.
Mes Aïeux proclama “degeneraciones” que se dieron a lo largo de las generaciones (de ahí la palabra del título). Pérdida de la vida en contacto con la tierra, modificaciones en las relaciones y la familia con descenso de la natalidad, la pobreza que generó el estado con sus sistemas de administración, etc. Creo que no me equivoco si eso es lo que entiendo. Y rescata con un mensaje final de cierta alegría o esperanza, lo que es una característica de varias de sus canciones.
Pero la alerta sobre las degeneraciones es lo que llamó la atención. Muchas personas quedaron encantadas, de hecho yo lo estoy, de que se pueda decir esto en público. Algunos, a mi criterio erradamente, supusieron que Mes Aïeux era un grupo católico. Basta escuchar dos o tres canciones más de ellos para darse cuenta que no lo son (son quebequenses, son catalogados neo-tradicionales, pero de ningún modo dan muestras de ser un grupo católico, más allá de las creencias personales sus miembros).
En el año 2007 una entidad
pro-life norteamericana
reseñó la canción y
el grupo se quejó. No quieren que los identifiquen con la causa
pro-life. Toda la historia es entendible. Es fácil entusiasmarse con lo que propone la canción y sobrentender las intenciones de Mes Aieux. El artículo de la entidad
pro-life no parece decir nada exagerado ni involucrarlos directamente. Pero, por lo visto, su propia existencia pública obligó a Mes Aïeux dejar muy claro qué causas apoyan y cuales no.
Si hilamos fino, vemos que Mes Aïeux no dice que el problema principal es el aborto. Dicen que la gente tiene cada vez menos hijos. Pero porque no quiere tenerlos. Después de las prolíficas tatarabuela y bisabuela, la abuela tuvo sólo tres (es suficiente) y la madre tuvo sólo “por accidente”. La joven tiene relaciones esporádicas con distintas personas y el aborto llega como un medio para enfrentar una situación no deseada.
Aunque se le hace reflexionar al joven en su contradicción (abortar y luego soñar con una mesa llena de chicos) el problema destacado no es tanto el aborto como la falta de disposición a tener hijos. Precisamente, siempre me llamó la atención que digan “
tu t'en sauves en avortant”, algo como “te salvas luego abortando”. Es común que alguien como uno, o también un militante
pro-life, que reconoce lo malo del aborto y lo da por hecho (con razón), entienda ese “salvarse” en una forma irónica. Pero, qué tal si eso lo dice (o lo lee) alguien no reconoce al aborto absolutamente como un mal (aunque esté errado). Para esa persona lo del recurso al aborto es solo accidental. Es un accidente que el medio para salvarse sea el aborto. También podría haber sido “te salvas dejando a tu bebé en un orfanato”.
Como dijimos, Mes Aïeux no parece ser un “grupo católico”. Mes Aïeux, como tantas otras personas, estan desencantados con las instituciones. La Iglesia es también para ellos una institución y como tal no la toman como referencia (
escuchar por ejemplo la versión de “En Vérite” en vivo). En su búsqueda del ser propio y de la identidad quebequense parecen volver en principio a la naturaleza (
enlazo un artículo como referencia), a la familia, a la tierra.
Mes Aïeux tampoco son pro-life, por lo que se lee, sino que según dice otro artículo de la entidad pro-life mencionada, ellos serían lo que los norteamericanos llaman pro-choice. Lástima, pensamos los católicos, porque no hace falta ser católico para estar en contra del aborto. Ni tampoco hace falta participar de un grupo pro-life para estar en contra del aborto. (Tampoco está un católico obligado a participar de un grupo pro-life, basta actuar de acuerdo a la doctrina católica; pero eso es otro tema; y tampoco se puede ser pro-choice y católico, pero eso es otro tema tambièn).
Pero tampoco podemos decir que Mes Aieux es
pro-abortion, como se lee en algún título por allí. Creo que en ese punto alguien se excedió en el enojo por los sucesos contra la entidad
pro-life.
Tiempo después, en un
artículo de First Things, el autor Paul Allen brinda una visión muy buena y con conocimiento del caso, del suceso Dégénérations. Vale la pena leer ese artículo, digamos que pone las cosas en su lugar y me da ideas para pensar en lo que sería el punto en común entre el
pathos de Mes Aïeux y el
pathos de un católico (tomando la
idea de L. Castellani, el
pathos sería lo central de una psicología, el sentir):
“Quizás la inesperada popularidad de Dégénérations encuentra un eco en los propósitos de la vida real (…) el retorno a la vida espiritual (…) un lamento por cultura, una reflexión sobre las raíces de Québec, un deseo sentido por algo sólido, permanente y vivificante”.