El primer dato que nos proporciona la religión cósmica es el de que Dios es conocido, como decía San Pablo a los Romanos, a través de las cosas visibles. El cosmos, en su totalidad, adquiere una dimensión simbólica. Las realidades que lo constituyen, las estrellas y la regularidad de su curso, el sol y su resplandor, la tempestad y el terror que inspira, las rocas y su inmutabilidad, el rocío y sus beneficios, son otras tantas hierofanías, manifestaciones visibles a través de cada una de las cuales se manifiesta un aspecto de Dios. Por otra parte, esta revelación está fundada metafísicamente sobre la analogía general del ser, según la cual todo ser, por el hecho de ser una participación de Dios, conserva algún vestigio suyo. El mundo es, igualmente, un libro que nos habla de Dios. Y este era el único libro de que disponía la humanidad pagana.
Señor, yo sé que, en la mañana pura
de este mundo, tu diestra generosa
hizo la luz antes que toda cosa,
porque todo tuviera su figura.
Yo sé que te refleja la segura
línea inmortal del lirio y de la rosa
mejor que la embriagada y temerosa
música de los vientos de la altura.
Por eso te celebro yo en el frío
pensar exacto a la verdad sujeto,
y en la ribera sin temblor del río;
por eso yo te adoro, mudo y quieto,
y por eso, Señor, el dolor mío
para llegar hasta ti se hizo soneto. Amen.
2 comentarios:
¿Cómo que no ves porqué unas podrían tener preponderancia sobre otras? ¿Te referís a la comparación del himno, o a todas las cosas en general?
Si es a las cosas en general, yo creo que es evidente la preponderancia de algunas sobre otras. Siguiendo a Danielou, un ser que participe más de Dios que otro, lo manifestará más perfectamente. Por ejemplo un hombre es mejor hierofanía que una piedra, porque el hombre participa de Dios en cuanto amor, y la piedra no.
Eso esta claro. No me supe expresar. Lo que quise decir es:
¿Por qué "te refleja mejor" tal cosa? (Como dice el himno). Mejor es pensar que todas reflejan un aspecto distinto de Dios (como dice Daniélou).
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