Mientras
se terminan de preparar las entradas del aniversario, vamos con este poema y
canción de María Elena Walsh. Se llama "Sapo Fierro" y, según dicen por ahí,
respeta la estrofa hernandiana (del Martín Fierro); cada sextina se cierra con
un refrán y deja una enseñanza.
Sapo Fierro
(María Elena Walsh)
[Escuchar]
- ¿Quién vive?
- Un Sapo en el aljibe
Aquí
me puse a vivir,
con mi
sapa y mis sapitos,
en
este aljibe infinito;
cuanto
más fijo mejor,
que al
sapo muy picaflor
lo
cazan como chorlito.
Yo
nací en una laguna
y mi
cuna fue de lodo,
cosa
de ningún modo
me
puede desmerecer,
que a
la hora de nacer
renacuajos
somos todos.
A este
fondo no rodé,
me
mudé con gran trabajo.
Yo no
soy un estropajo
ni por
desidia me hundo:
no es
lo mismo ser profundo
que
haberse venido abajo.
Me
dirán que por arriba
el horizonte
es más ancho.
Yo me
quedo con mi rancho
disimulado
y redondo,
que al
sapo, cuanto más hondo,
menos
lo acosa el carancho.
En
este departamento
el sol
no asoma la cara,
pero
mi afán no repara
en
sombra tan aparente,
que
para sapo con lentes
todas
las noches son claras.
Aquí
estoy entretenido
como
gato en almacén.
Me
gusta pasarlo bien,
quieto
y con economía,
que
sapo que anda en la vía
no lo
para más que el tren.
Aljibe
del tiempo ‘e Ñaupa,
pozo con
olor a historia,
yo no
sé si bebo gloria
ni le
estudio el argumento,
que sapo
que anda sediento
toma el
agua de memoria.
Yo
tengo una picardía
cuando
suena la roldana:
me
escondo de buena gana
para
salvar mi pellejo,
que el
sapo sabe por viejo
pero
más sabe por rana.
Aquí
me voy a plantar
profundo
como carozo.
Yo le
digo al veleidoso
que
por variar se desvive:
sapo
que cambia de aljibe
siempre
es sapo de otro pozo.
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