El hombre dejó de ser el centro (en una Tierra alrededor de la cual todo giraba) pero los científicos descubrieron que su situación es aún más asombrosa, más peculiar (¡tan improbable!)
Entonces no puede ser, no, no, hay que encontrar ya vida en otro lado. No podemos ser tan únicos. No podemos ser tan especiales.
Pero el universo grita que lo somos y es necio negarlo, es descuidado olvidarlo y no comentar el asombro.
Además (ah, eso sí, así seremos menos especiales) tratemos de vernos como una especie más, que pronto pasará, que encima arruina la tierra así que es el peor virus, que como desciende de una ameba es casi lo mismo (no importa las diferencias que lo transformaron; pareciera como si hubiera un linaje del cual descendemos y eso nos impide ascender en una escala social).
Pero no es así. La Tierra es nuestro "patio de juegos" y quizás maduremos a tiempo para no destruirlo, pero es nuestro patio de juegos. Nuestro. Y las demás especies están a nuestro cargo y cuidado. Así funciona, no seamos ciegos. Es nuestro. Los únicos que tenemos poder sobre él para destruirlo voluntariamente, ¿no se dan cuenta? O los únicos que no dejaríamos que un virus lo hiciera. Otros dejarían que pase, pero no nosotros. Una salomónica prueba de que es nuestro.
Así que lamento informarles que en realidad sí somos el centro del universo. A bancársela, viejo. A hacerse cargo.
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