viernes, 16 de febrero de 2024

There and back again (III)

Su clasificación es “bosque andino patagónico”, como en el suroeste continental, pero los bosques fueguinos se me presentaron originales. Los ríos esos planos como fajas (Olivia, Pipo) con sus meandros como cintas plegadas y el césped todo alrededor como fresco, como recién brotado. Un verde claro y de un aspecto ideal, hasta fantástico, que como tal parece frágil (a diferencia de un oscuro y vigoroso césped como el que conocemos en Buenos Aires). Se me ocurrió pensar que quizás eso se deba a que durante el invierno todo está bajo nieve. Aunque no estoy seguro de que eso suceda ni de que sea la explicación.


El "llao llao" o "pan de indio" (Cyttaria harioti) es de película de Ghibli. Parece del bosque de Nausicäa.


En la zona de Lago Escondido encontramos un sendero sin señalizar que nace en el camino de la reserva forestal. Segunda entrada de auto a la izquierda; el camino muere en seguida y hay que seguir a pie. Mayor sensación Ghibli aún (Chihiro metiéndose en el túnel).


El bosque siempre es misterioso. Este sendero cambia de entorno algunas veces y llega finalmente a una playita en el extremo norte del lago. Cabaña-salón aparentemente en uso pero cerrada. Botes invertidos en la orilla. Árboles caídos (como en toda la zona, es cierto). Restos de pie al viento con sus barbas verdes…


Más “cosas Ghibli” en el Parque Nacional Tierra del Fuego…


Allí en el Parque Nacional es obligado ir hasta el final de la ruta 3 en la Bahía Lapataia. El marketing del “fin del mundo” te señala además otros lugares dentro del parque como la estación postal más austral (en la Ensenada Zaratiegui) o las caminatas al límite con la reserva natural estricta, o al límite con Chile (Hito XXIV) bordeando el Lago Acigami.


Cuando el tiempo está nublado los verdes adquieren unos tonos misteriosos…


Hay quienes han podido escuchar a Hilary Hahn en Nueva York o en Europa, pero nosotros la escuchamos en un bosque en los últimos kilómetros de la ruta 3. Como de a ratos llovía, de a ratos salía el sol, el piso estaba mojado y reflejaba la luz. Avanzábamos despacio. Luces y sombras. Hilary tocaba “The lark ascending” con la London Symphony Orchestra conducida por Sir Colin Davis.


Cauquenes a montones. Pero el único blanco, el símbolo del Parque (que no es el de la foto), lo vimos fuera del mismo, en el medio del Canal de Beagle...

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