jueves, 22 de enero de 2009
Escasez de tierras
sábado, 17 de enero de 2009
La Madre del Señor
Otra cosa hay, y es la doctrina de que la encarnación de Dios ha tenido lugar sin generación humana, y que además, María, después de concebir al Redentor, nunca ha tenido relación matrimonial. La comunidad del matrimonio alcanza al núcleo de la persona; pero a la Madre de ese Hijo el sentir cristiano le exige la dedicación exclusiva a Dios. También en la virginidad del parto del Redentor se expresa el hecho de que aquí, en medio de la historia, y aún más, en su «plenitud», se abre un puro comienzo a partir de Dios. De tales consideraciones, pero no de ideas dualistas sobre la impureza de lo corporal, surge la convicción de que la virginidad formó parte esencial de la existencia de María.
martes, 13 de enero de 2009
Signos de estos tiempos
lunes, 5 de enero de 2009
Imagen monfortiana
San Agustín llama a María Molde viviente de Dios, y, en efecto, lo es. (...)
De dos maneras puede un escultor realizar una estatua o retrato perfectos: primera, con fuerza, habilidad y buenos instrumentos puede labrar la figura en materia dura e informe; y segunda, puede vaciarla en un molde. Largo, difícil, expuesto a muchos tropiezos es el primer modo; un golpe mal dado, de cincel o de martillo, basta, a veces, para echarlo todo a perder. Pronto, fácil y suave es el segundo, casi sin trabajo y sin gastos, con tal que el molde sea perfecto y que represente al natural la figura; con tal que la materia de que nos servimos sea manejable y de ningún modo resista a la mano.
El gran molde de Dios, hecho por el Espíritu Santo, para formar al natural un Hombre-Dios, por la unión hipostática, y para formar un hombre-Dios por la gracia, es María. (...)
¡Oh, amigo querido, hay una gran diferencia entre un cristiano formado espiritualmente por medios ordinarios y que se apoya en su propia habilidad y otro, dócil y plenamente disponible que, consciente de su debilidad, confía plenamente en María para ser plasmado en Ella por el Espíritu Santo! (...)