martes, 23 de diciembre de 2014

Navidad

¡Hay tantas cosas para agradecer!
No estar ahora en Noche de Shopping, por ejemplo.
Haber descubierto que en la Biblia puede haber libros como el Eclesiastés (otro día les cuento).
Esta familia. Ella, ellos.
Sentir en la vida como que te llevan entre algodones. (Caramba, Señor, todo esto, ¿por qué a mí?)
Y la mejor de todas, la mejor después de la Pascua, es que haya Navidad.
Mi deseo: que la podamos vivir como cuando éramos niños.

lunes, 8 de diciembre de 2014

Nota del editor

No estoy conforme con mi continuación de la serie “Alter Mundi”. No tiene la exhaustividad de antes. Y hasta hablé mal de un lugar que, como todos los otros, no conozco.
 
Dice Marta Gómez que su canción “Granada”, que habla de la ciudad de Federico García Lorca, la hizo inspirada en un texto del poeta español, pero sin conocer la ciudad. El texto decía algo como que para conocer su ciudad (la ciudad de García Lorca), uno debía aprender como la ciudad huele, como sabe, como suena.
 
¿Qué sentido tiene entonces todo esto que uno escribe en base a lecturas, pero ninguna experiencia en carne y alma? Solo me consuela saber que a Marta le fue muy bien cuando conoció Granada. Es decir que la canción, inspirada en un testimonio, luego tuvo sentido, se ajustó a la realidad.
 
Si algún día llego a conocer los lugares de los que escribo (poco probable en la mayoría de los casos, pero no en todos), ojalá me pase lo mismo.
 
Y ahora, en el día de la Inmaculada, de yapa les dejo la Granada de Marta Gómez...

viernes, 21 de noviembre de 2014

Favorite things

He descubierto que con el eximio señor J. J. D., director en el lugar donde trabajo, compartimos el gusto por “The Sound of Music”, es decir, La Novicia Rebelde. No solo eso. Él cree que es la película que más veces vio, como yo. Y como si eso fuera poco, casi como niños los dos hemos sufrido la misma decepción, cuando tiempo después vimos a Christopher Plummer (el actor que encarna al Capitán Von Trapp) trabajar en una película violenta en un papel muy agresivo.

Al momento no había podido establecer un diálogo fluido con el sr. J. J. D., pero este breve descubrimiento ha abierto la puerta (o la ventana) a un sinfín de oportunidades. En cualquier mesa de comedor que nos toque coincidir, sabré que podremos tener tema de charla. Porque los que la conocemos sabemos que es muy fácil encontrar una cita de La Novicia Rebelde para casi cualquier episodio de la vida diaria.

Como dijo Fräulein María: “Cuando el Señor cierra una puerta, en algún lugar abre una ventana”.


lunes, 17 de noviembre de 2014

La casa de Emilia


Cielo y tierra pasarán. Y mientras tanto pasan otras pequeñas cosas. Acaba de irse casi toda la casa de Emilia y Antonio, los vecinos de mis suegros. Solo queda la pileta de azulejos celestes y el cuartito de Antonio al fondo. Emilia tenía un garaje donde yo guardé el auto por algunos años. Me cobraba 50 pesos por mes y había que entrar medio de costado. Varias veces toque las paredes con el auto; yo recién empezaba a manejar seguido. A Emilia solía encontrármela cuando yo salía o volvía, o le tocaba el timbre para pagarle. Cuando todavía estaba más lúcida hablábamos, como todo vecino, del calor y del frío. Y cada tanto ella sacaba alguna anécdota de cuando trabajaba de secretaria en una empresa en Barracas. ¡Pobre, de grande siempre le robaban! Entraban haciéndose pasar por amigo de alguien. Ya conté hace mucho de la vez que le explicaban y no entendía. Ojalá esa inocencia le valga para ir al cielo. A Antonio, el hermano, casi no lo conocí. Era uno de los mejores amigos de mi suegro. Tocaba el bandoneón y andaba en bicicleta. Lo vi tocar una vez, creo que fue en el cumpleaños número setenta de mi suegro, cuando yo recién aportaba por ahí como novio. Había varias anécdotas divertidas sobre Antonio de cuando mis suegros lo llevaban de viaje con los amigos de Don Orione...
 
No sé qué necesidad tengo de anotar todo esto. Pero me va a servir para acordármelo. Algunas cosas ya casi me las estaba olvidando. Y no quiero.

jueves, 6 de noviembre de 2014

Autopista

La autopista es como una herida abierta en la superficie.
La autopista es un lugar de no-ser.
Se fuga la vida por la autopista.

miércoles, 5 de noviembre de 2014

Anhelo de comunión

[Actualización 04/03/17: Qué estupidez esta entrada que escribí]
[Actualización 08/10/18: Estuve a punto de borrar esta entrada, pues conocí gente que quiere volver al seno de la Iglesia en plena comunión y podría sonar ofensiva; pero así y todo, aún las palabras más ofensivas no distan de lo que está haciendo la persona: entender por qué fracasó el matrimonio, analizando si puede haber forma de cambiar la situación actual, etc.]

Dentro de mis limitaciones, pienso que no sé si hay un católico de fe viva, amante del matrimonio, de la Eucaristía y de las enseñanzas de la Iglesia, separado y vuelto a juntar con otra persona, que desee realmente acceder a la comunión a pesar de su estado. Parece un caso algo especial. Uno tiende a pensar que esa persona (separada y vuelta a juntar), firme en su fe y convicciones sobre el matrimonio, amante de la Iglesia y sus enseñanzas (como todo católico debe ser), si realmente anhela acceder a la comunión debe “por lo menos” estar preguntándose por qué falló su matrimonio (y, dependiendo del caso, preguntándose si el suyo puede ser un caso de nulidad matrimonial). Y sin duda debe estar inmerso en un sufrimiento por eso, sufrimiento que quizás yo no pueda comprender.
Pero no lo imagino buscando un cambio “porque sí” de las disposiciones de la Iglesia, solo para acceder a la comunión. Si no la Eucaristía sería como un objeto que alcanzar a todo precio. O sería que la persona no le está dando al matrimonio la importancia que tiene. O, peor aún, sería alguien que pretende saber más que la Iglesia o el mismo Jesucristo. Lo más que puedo imaginar es a alguien que, en su sufrimiento, anhele que la enseñanza de la Iglesia sea otra (esa persona estaría imaginando, por ejemplo, algo como que su situación pudiera ser considerada no necesaria de reparación para acceder a la comunión; pero eso es cosa imposible).
En fin, para la persona que cree (o todavía no cree, pero está dispuesto a creer) las cosas que dijimos, y a practicarlas en serio, y que por eso sufrirá cuando falla, para esa persona es que debería ser una reforma o actualización en la pastoral de la Iglesia (o en el derecho canónico, por los casos de nulidad). Reforma que sin duda se debe tratar a un nivel de profundidad que supera al que puede tener un diálogo de panelistas de programa periodístico medio. El lugar y el momento para ese tema es, en cambio, el Sínodo Extraordinario de Obispos sobre la familia. Y el alcance de los cambios o reformas seguramente deben estar relacionados con una mejor o más cristiana forma de acompañar, pero también de instruir en la fe, a la persona que sufre.
Visto de otra manera, ¿qué le importa, a alguien que no trata de ser buen católico, si puede comulgar siendo un separado y vuelto a juntar? El anhelo de la comunión debe ser parte de un anhelo de vida cristiana plena.

sábado, 1 de noviembre de 2014

Alter mundi - XIII. Federación

Tráeme de todos lados viento
lo que la gente callada
murmura en su alma para adentro
como una gran marejada.
(Jorge Fandermole)

Nacido en tierra entrerriana con el nombre de Mandisoví, Urquiza lo llevó junto río Uruguay y lo rebautizó como Pueblo de la Federación. Pero a fines de los setenta la represa de Salto Grande hizo necesario que lo trasladen otra vez, y los cimientos del que sería el viejo pueblo quedaron bajo el agua.
 
No entiendo por qué hubo que demolerlo antes de inundarlo. Los norteamericanos lo hubieran hecho mejor. Y hoy podrías ir con traje de buzo a visitar tu antigua casa, o sacarte una foto en la iglesia. Le contaron a mis padres, que estuvieron de viaje por allí, que cuando bajaba el nivel del agua, algunos perros volvían al lugar donde estaba su casa.
 
El caso no es único en el mundo, ni mucho menos. Miren esta nota sobre pueblos europeos, como Graun. O el inmenso caso chino de la Presa de las Tres Gargantas. Y después de leer una reseña básica de Federación, vayan a algo bien interesante como el Facebook de la Vieja Federación, con miles de historias y fotos, como la que ilustra esta entrada.
 
No voy a dejar muchos datos históricos o políticos. Porque esta breve entrada se concentra en el aspecto emotivo. Por eso podemos completar enlazando al chamamé “Adiós a Federación”. O copiando un sencillo poema de autora local, que fue fotografiado por mis padres en su paso por el museo del pueblo.

Al viejo pueblo
Carmen Peñalver
[La copio textual, en palabras y puntuación]

Cuando yo era pequeña, tú ya estabas
bañado por el río y las cascadas
el sudor de tus hombres que cargaban
cantando roncamente las jangadas.

Cuando fui adolescente me miraban
tus calles, pelo al viento, riendo a carcajadas
esperando detrás de las ventanas
aquellas dulces serenatas cantadas.

Cuando fui joven, tú ya estabas
el río como siempre, tu luna recostada
se adormeció en mis brazos y se fundió en la nada.

Cuando fui adulta, ya no estabas
y te cargué en mi alma para siempre
con río, calles, lunas y cascadas.

miércoles, 29 de octubre de 2014

Florecieron antes

Los jacarandás (más culto: jacarandaes, ya hablamos de eso hace mucho) este año florecieron más temprano. Estoy casi seguro de ello. Esta bitácora ha hablado de ellos siempre en noviembre, y ahora ya son fácilmente cuatro o cinco días que los veo florecidos. Quizás haya sido el calor anticipado; esa es mi mejor teoría.
 
El color (ya hablamos de su color también) va muy bien con el negro. Y no va mal con el amarillo de los cordones donde el estacionamiento está prohibido. De veras, uno tiene que trabajar, pero lo correcto sería salir a dar una vuelta y tomar fotos de jacarandás y sus flores, puestas o caídas.
 
Al final de cuentas, nos vamos a ir de esta tierra con diversos logros, con más o menos proyectos realizados que no nos servirán para un pomo. Pero si al final de los tiempos nos preguntan por los jacarandás, ¿qué vamos a decir? “No, ni me enteré que habías hecho esos árboles, Señor”. ¡Papelón!

miércoles, 22 de octubre de 2014

Sentir el viento

Ya lo dije más de una vez: quién fuera un genio para poder ir despeinado (como aquellos señores). Ser genio o si no, menos coqueto; que no me importe que me vean despeinado cuando sopla el viento. Y así entonces poder disfrutarlo como Eduardo Allegri:

La calma está en el viento. Porque el alma
respira si él expira. Y no lo olvida”.

A continuación, una serie de canciones para disfrutar distintos vientos.

Cantar del viento (Jorge Fandermole) | Jorge Fandermole
El viento siempre se encarga
de terminar lo que empieza,
lo que se enciende lo abrasa,
lo que se apaga lo vuela”.
Hermosa canción, salvo el casi cliché de la memoria, el perdón y el olvido. No me gusta cómo se desvaloriza la palabra perdón en esa frase. [Letra]

Au gré du vent (Mes Aïeux) | Mes Aïeux
Aún no entiendo si es optimista está canción. Creo que es de un optimismo tipo “somos polvo que pasará, así que relájate y gozá”. No me gusta ya tanto. Me había dejado engañar por “ma misère / sera balayée”, pero no tiene esto ningún sentido trascendental. [Letra]

Kaze no Torimichi (Joe Hisaishi) | Joe Hisaishi
Traducida como “The path of wind” o también como “El tunel del viento”.
De la película “Mi vecino Totoro”.
Una vez más es buena ocasión para agradecer a HJG por el mundo Miyazaki.

Confesiones del viento (R. Yacomuzzi / Juan Falú) | Luna Monti y Juan Quintero
Dice en una página que dice Juan Falú que “en broma, el crítico Federico Monjeau definió este tema como una ‘milonga rap’”.

Canción para el viento, la lluvia y Luchia (Perotá Chingó) | Perotá Chingó
En el título enlacé a un video en vivo, pero hay mejor sonido aquí. [Letra]

Si yo fuera río (Marcelo Ferreyra / Cuchi Leguizamón) | Dúo Coplanacu
La canción es al río, pero el estribillo es casi del viento:
Velay si yo fuera río,
saber lo que piensa el viento,
que al jumial lo vuelve flauta
lleno de triste lamento”.

Elogio del viento (Armando Tejada Gómez / Cuchi Leguizamón) | Dúo Salteño
El viento es el verdugo de la muerte”.

Invento (Vitor Ramil) | Vitor Ramil
"Oh, vento que vem
Pode passar
Inventa fora de mim
Outro lugar"

jueves, 16 de octubre de 2014

Alter Mundi - XII. Canberra

 
El informe vino pronto. Las palabras eran pocas.
 
Estimado Señor,
¡Desde el aire se ve tan bien Canberra! Pero, ¡qué fría es cuando uno está allí! (Y no me refiero al clima). En esto es quizás donde se note que es una ciudad planificada. Magnífico trazado, pero le falta alma. ¿Culpa de su padre, masón? (Walter Burley Griffin, arquitecto norteamericano de Chicago). ¿O defecto de todas las ciudades planificadas (como si les faltara en su historia una batalla, una muralla, un fortín, una peste, un éxodo, una inmigración, gente que se haga desde abajo)? Sus calles y sus parques tan prolijos, sus autos tan nuevos, no me despiertan cariño. El problema, sin embargo, no es de todas las ciudades planificadas. ¿Alguien puede dudar que San Petersburgo tenga alma? O nuestra La Plata. Con el misterio de sus plazas y diagonales, y esa catedral record. En cambio Canberra, que como otras ciudades nació para ser la ciudad capital de un país (en este caso resolviendo la disputa entre Sidney y Melbourne), quedó en eso solo. Nada de fábricas u otro tipo de actividad. Allí solo vive y trabaja el gobierno australiano. Será por eso que le pusieron el nombre, que en el idioma aborigen Ngunawal significa “lugar de reunión”. En fin, la foto que le adjunto es del edificio más lindo, en mi opinión, y quizás el único que tiene personalidad. Es el Memorial de Guerra, con un estilo que lleva algo de bizantino. Una visita allí y el resto del tiempo lo pasaré al aire libre, junto a ese hermoso lago hecho con un dique sobre el curso del río Molonglo.
Saludo a Ud. atte.
Un corresponsal.

viernes, 3 de octubre de 2014

Canciones de la primera cuna

Como Uds. sabrán, “Aquí estamos” es afecto, hace tiempo, a las canciones de cuna. Y en estos días estoy empezando a sospechar que hay canciones de cuna para niños que no nacieron. Que son canciones de espera, más que canciones de cuna.
 
Alguna vez dijimos que en las canciones de cuna iban las angustias de los padres. No solo la de que los chicos no se duerman, sino todas las otras cosas del mundo de los adultos que los inquietan: el trabajo, la guerra, etcétera. Pero si hay una inquietud porque un niño no se duerme, mucho mayor puede ser la inquietud de verlo venir al mundo. En mi caso no es una inquietud grande; siempre fui muy confiado al respecto (y la fe te saca las dudas). Pero muchos seguramente nos hemos preguntado alguna vez: “¿Qué será de este niño?”, mientras la mujer lo lleva en su primera cuna.

1. La Berceuse (Mes Aïeux) | Mes Aïeux

“(…) Je chante une berceuse
pour rassurer l'enfant
qui tremble en dedans” *

* [VER] Yo canto una canción de cuna / para tranquilizar al niño / que tiembla dentro

2. Canción de cuna (Marta Gómez) | Marta Gómez

Cuando nazca mi niño
que me encuentre cantando.
Mientras, a Dios le pido
que se lleve mi llanto

jueves, 2 de octubre de 2014

Marta Gómez

Si hay otro músico del mundo independiente al que sin duda tienen que escuchar, esa es la cantautora colombiana Marta Gómez. Le pasé cerca con Georgina Hassan y algunas otras veces, pero nunca me había detenido. Tiempo después, un día, estuvo sonando de fondo en el escritorio, salteadita en un “mix de YouTube”, y me dije: “¿Qué es esto tan lindo que suena cada tanto?”
 
Se pueden ensayar varias explicaciones, se puede leer este interesante curriculum, pero lo mejor es escuchar su “musiquita”, como dicen. Es muy difícil hacer una selección ya que hay muchas canciones, siete discos propios, colaboraciones, videos... Elijan, elijan, alguna los va a enganchar.

Ritualitos (Marta Gómez); con explicación del gusto por los diminutivos
Almita mía (Marta Gómez); con una explicación de “andar con mañita”
Almita mía (idem); en Argentina, con una anécdota adicional
Canción del naranjo seco (Federico García Lorca/Marta Gómez)
Chicharra (Marta Gómez); con Luna Monti
Déjalo ir (Marta Gómez); en Argentina
Dormite (Zully Murillo); en Argentina
Canción de cuna (Marta Gómez)
Confesión (Marta Gómez); en Argentina
Tu voz (Marta Gómez); dedicada a la cubana Gema Corredera

jueves, 25 de septiembre de 2014

Lunario continuado

Más lunas para continuar aquella incipiente colección lunaria:

Luna Monti y Juan Quintero | Canción para bañar la luna (M. E. Walsh)
Ainda Dúo | Canción para bañar la luna (M. E. Walsh)
Georgina Hassan | Primera Luna (Georgina Hassan)
Dúo Coplanacu | Luna Tucumana / Luna Santagueña (Atahualpa Yupanqui / Manuel A. Jugo)

jueves, 11 de septiembre de 2014

Alter Mundi - XI. Novosibirsk

[foto
 
Elegí para esta serie a Novosibirsk porque la encontré sin buscarla, como pasa con muchas buenas cosas de la vida. Ya no recuerdo si fue descubriendo el camino de Miguel Strogoff en el mapa actual o leyendo sobre el Ferrocarril Transiberiano (probablemente hayan sido ambas cosas).
 
Novosibirsk, para empezar, dentro de Siberia como está, es la tercera ciudad más poblada de Rusia (después de Moscú y San Petersburgo). Creo que eso llama la atención. Y más sorprendente es si tenemos en cuenta que tiene solo 121 años de edad. (Veía un edificio que parecía de piedra, que parecía antiguo, y ostentaba en su frente un adornado “1950”. “¡Eso fue ayer!”, me dije, “Acá solo decoramos así las fechas del siglo XIX”).
 
La “Nueva Ciudad de Siberia”, que eso significa su nombre, nació en 1893 como asentamiento para la construcción del puente de Ferrocarril Transiberiano sobre el río Ob, llevando entonces el nombre de Novonikoláyevsk (en honor al zar Nicolás II). Hoy se puede llegar con ese ferrocarril, recorriendo unos 3.335 kilómetros desde Moscú, o aterrizar con el “Street View” de Google Earth (algo más económico). Yo hice esto último con tanta puntería que aterricé en lo que se considera el centro geográfico de Rusia, un lugar de la ciudad en donde está la Capilla de San Nicolás.
 
Caminé en un día nublado, rusamente frío me parecía, y vi lugares como la municipalidad, el edificio de la filarmónica, un museo. Y al rato, entre los árboles, divisé una cúpula fantástica. Un edificio único, quizás el más lindo de toda la ciudad. Era el Teatro de Ópera y Ballet de Novosibirsk, cuya foto acompaña la entrada; el teatro más grande de toda Rusia, más grande aún que el Bólshoi de Moscú. No recuerdo cuántas butacas tiene, ni cuál es el tamaño de su escenario, pero el dato que más me llamó la atención es que la relación “espesor de pared de la cúpula / radio de la misma” es inferior a la de un huevo de gallina (según Wikipedia).
 
Quizás el único edificio que le puede ganar en belleza es la Catedral de San Antonio Nevsky, de la Iglesia Ortodoxa Rusa. Una obra de dimensiones más reducidas pero de un estilo neo bizantino hermoso. Es como una copia en miniatura de la catedral del mismo nombre que se halla en Sofía.
 
Después di unas vueltas más, vi algo más lejos una iglesia de la Dormición de la Virgen… Y me hubiera gustado irme en tren porque allá, como en mi pueblo, se agarra la diagonal y al fondo está la estación. Pero también tiene su emoción escribir “Buenos Aires” y volver a casa en cinco o seis segundos.
 

domingo, 7 de septiembre de 2014

Sapo Fierro

Mientras se terminan de preparar las entradas del aniversario, vamos con este poema y canción de María Elena Walsh. Se llama "Sapo Fierro" y, según dicen por ahí, respeta la estrofa hernandiana (del Martín Fierro); cada sextina se cierra con un refrán y deja una enseñanza.

Sapo Fierro
(María Elena Walsh)

- ¿Quién vive?
- Un Sapo en el aljibe

Aquí me puse a vivir,
con mi sapa y mis sapitos,
en este aljibe infinito;
cuanto más fijo mejor,
que al sapo muy picaflor
lo cazan como chorlito.

Yo nací en una laguna
y mi cuna fue de lodo,
cosa de ningún modo
me puede desmerecer,
que a la hora de nacer
renacuajos somos todos.

A este fondo no rodé,
me mudé con gran trabajo.
Yo no soy un estropajo
ni por desidia me hundo:
no es lo mismo ser profundo
que haberse venido abajo.

Me dirán que por arriba
el horizonte es más ancho.
Yo me quedo con mi rancho
disimulado y redondo,
que al sapo, cuanto más hondo,
menos lo acosa el carancho.

En este departamento
el sol no asoma la cara,
pero mi afán no repara
en sombra tan aparente,
que para sapo con lentes
todas las noches son claras.

Aquí estoy entretenido
como gato en almacén.
Me gusta pasarlo bien,
quieto y con economía,
que sapo que anda en la vía
no lo para más que el tren.

Aljibe del tiempo ‘e Ñaupa,
pozo con olor a historia,
yo no sé si bebo gloria
­­­ni le estudio el argumento,
que sapo que anda sediento
toma el agua de memoria.

Yo tengo una picardía
cuando suena la roldana:
me escondo de buena gana
para salvar mi pellejo,
que el sapo sabe por viejo
pero más sabe por rana.

Aquí me voy a plantar
profundo como carozo.
Yo le digo al veleidoso
que por variar se desvive:
sapo que cambia de aljibe
siempre es sapo de otro pozo.

viernes, 29 de agosto de 2014

¡Décimo aniversario!

Llega con Santa Rosa y su tormenta, con San Ramón Nonato; llega siempre con los últimos días de agosto, mes de grandes estrellas. Es el aniversario del blog. ¡Y esta vez son diez años!
 
No voy a cansarlos con introspectivas, con cosas como “¿Qué es esto del blog?” o “¿Por qué lo escribo?”. Basta con comentar que después de ensayarse las mil y una respuestas y explicaciones, las preguntas siguen ahí, intactas. Por más acertada que haya sido una explicación, por más cerca que haya estado de alguna verdad, lo último son siempre esas preguntas, que vuelven a surgir, como si nada las hubiera respondido. Misterio del blog.
 
Hecha esta salvedad, pasamos ahora a los festejos. Para la celebración de los diez años de “Aquí estamos, pero de aquí no somos” el equipo de producción está preparando una continuación de la famosa serie “Alter Mundi”. Como novedad, esta extensión de la exitosa serie se concentrará en pueblos o ciudades. Es verdad que entre ellos, por ser todos pueblos y ciudades, no podremos hallar un mundo muy distinto al que conocemos. Pero estas localidades fueron elegidas (como se hizo con los primeros lugares de la serie “Alter Mundi”) por características únicas, que no hay en otro lado.
 
Estimamos que de avanzar todo bien, serán unas cinco entregas, es decir cinco pueblos o ciudades. Pero para arrancar desde ahora mismo los festejos (y también para empezar a tomarle el gusto al tema) hacemos hoy un juego de preguntas. Ahí les va…
 
1. Dicen que hay una ciudad argentina que está del otro lado de Los Andes, ¿cuál es?
2. ¿Qué ciudad de Argentina (en Córdoba) nace sobre una estancia jesuítica y esta queda incorporada en el centro urbano (característica esta única en la zona, de la que solo se pueden encontrar ejemplos similares en Bolivia)?
3. En Tandil, como en Ginebra, se instaló un surgente de agua en el medio de un lago (un chorro de agua impulsada mecánicamente hacia arriba, digamos). ¿Qué ciudad de Australia tiene también algo así?
4. ¿Qué localidad de España limita al norte, sur, este y oeste (es decir hacia todos lados) con territorio Francés?
5. ¿A qué ciudad de Europa del este la apodaron “Pequeña Paris”?
 

miércoles, 20 de agosto de 2014

Hoy: San Bernardo

Hace ya mucho tiempo hablé de un cuadro y de un texto de mi abuelo (clic, y clic). Para la fiesta de hoy, otro fragmento del texto, cuando habla sobre la inauguración de la Iglesia de San Bernardo.
(…) Comenzada inmediatamente la construcción de la iglesia en la calle Segunda Serrano (hoy Gurruchaga) entre Muñecas y Murillo, el entusiasmo de las familias no tiene límites y un 20 de agosto de 1896, sin torre ni revoques exteriores, inaugura el templo el arzobispo monseñor doctor Mariano Espinosa, quien nos lega para el recuerdo imperecedero, este retrato del santo a cuya sombra y tutela quedan protegidos con Dios los villacrespenses: “De naturaleza ardiente y apasionada por todo lo bello, pero enérgico y valiente con los poderosos. Humilde con los débiles. Riguroso para consigo, que ponía en amar a Dios el mismo ardor que otros en contentar sus pasiones”.
(En el libro “Historia de Villa Crespo”, de Cayetano Francavilla)

sábado, 2 de agosto de 2014

Llunyania

Por la sangre, los antepasados que vinieron de Europa, por escuchar a los abuelos que ya eran de acá pero cantaban canciones de otras tierras, quizás así pueda explicarme el gusto por las canciones en que se extraña la patria lejana, aunque no me haya movido en toda mi vida de la misma ciudad. Y está también, por supuesto, el saberse hecho para otra patria, que no es de este mundo. Por algo “Aquí estamos, pero de aquí no somos”.
 
En este caso les traigo dos canciones de una tierra y un idioma que no tienen que ver con mi origen, al menos hasta donde yo sé. Pero que les han salido tan bien a sus autores e intérpretes que bien las podemos sentir como propias.
 
A continuación, los títulos en negritas tienen los enlaces a los audios y debajo les dejo algunos versos. Las letras completas y torpemente traducidas las pongo en los comentarios.

Corrandes d’exili (Coplas del exilio)
Autores: Pere Quart / Lluís Llach
Intérprete: Sílvia Pérez Cruz

En ma terra del Vallès / En mi tierra del Vallés
tres turons fan una serra, / tres piedras hacen una sierra,
quatre pins un bosc espès, / cuatro pinos un bosque espeso,
cinc quarteres massa terra. / cinco cuarteras demasiada tierra.
«Com el Vallés no hi ha res.» / "Como el Vallés no hay nada."
(…)

Mercè (Merced)
Autor: María del Mar Bonet
Intérpretes: Sílvia Pérez Cruz y Raül Fernández Miró

Mercè, / Merced,
lluny d'aquells terrats / lejos de aquellos tejados
on els gorrions s'estimen i canten, / donde los gorriones se aman y cantan,
i les monges estenen / y las monjas tienden
els pecats del món i la roba blanca. / los pecados del mundo y la ropa blanca.
(…)

martes, 22 de julio de 2014

Felices...

Veía a unos chicos de barrios muy pobres utilizar por unos días las instalaciones de un colegio grande, con muchos recursos, y pensaba. El primer pensamiento era algo como “ojalá esos chicos pudieran tener también un colegio como ese”. Pero luego me di cuenta que cuánto más bueno, cuánto más sano y cuánto más feliz que aquel deseo (que no es nada despreciable) es que haya un solo colegio, pero que un día se haya podido compartir.
 
De vuelta a lo de la entrada anterior. Porque la felicidad no está tanto en la ausencia de dolor o de injusticia (una meta humanamente imposible), sino en el amor que ponemos en medio del dolor o la injusticia.
 
(O, visto de otra manera, es el amor el que hace que el dolor y la injusticia queden superados).

miércoles, 9 de julio de 2014

Felices los misericordiosos

El siguiente fragmento de Hermann Hesse habla de la felicidad que se obtiene cuando, en medio del dolor, actúa el amor. Decirlo es locura, pero es el secreto del mensaje cristiano y el secreto de la vida. ¿Cómo proponerlo, si es locura a la vista del mundo? Y sin embargo, no podemos evitar proclamarlo. Leer este pasaje me hizo acordar a la felicidad que yo sentía cuando en casa todos se movían para ayudar a algún familiar enfermo. ¿Cómo podía yo sentir felicidad cuando había alguien enfermo? A veces se dice que los chicos no son tan conscientes de la gravedad de la situación, o que solo se divierten por el cambio de rutina. Pero yo intuyo que había algo más. Por otro lado, si fuera malo ser feliz en la caridad, el necesitado se ofendería. Pero eso no sucede (sucede sí, en otros casos, en que se hace mal la caridad; afectando el orgullo del necesitado, por ejemplo, pero no es el caso del que hablamos).
Y a pesar de que aún flotaba en el aire un hálito de espanto ante la desgracia ocurrida, y de todos los muertos emanaba un requerimiento al luto y al silencio respetuoso, no obstante podía notarse en todos los rostros y voces una disposición alegre y una cierta festividad tierna. Pues la comunidad, en su obrar laborioso y su certeza dinámica de estar haciendo algo tan excepcionalmente necesario, tan hermoso y digno de agradecimiento, se derramaba en todos los corazones. En un comienzo todo había ocurrido con timidez y silencio, pero pronto fue posible escuchar aquí y allá una voz alegre, una canción cantada suavemente en homenaje a una labor común, y, como puede imaginarse, entre lo cantado figuraban en primer término estos dos viejos versos proverbiales: «Bienaventurado el que lleva ayuda a quien ha sido recién atacado por la desgracia; ¿no bebe su corazón el beneficio como un jardín reseco la primera lluvia, y da una respuesta con flores y agradecimiento?»; y aquel otro: «La alegría de Dios fluye a partir del quehacer común.»
(Hermann Hesse, Noticia curiosa de otra estrella)

domingo, 6 de julio de 2014

Nuevas notas sobre “El correo secreto del zar, más de veinte años después”

La historia es ahora, a los ojos de un adulto, mucho más sencilla. A veces demasiado. Pero son interesantes dos o tres cosas.
 
Una es encontrarme, aunque tratado muy de pasada, con un tema muy ruso (si no me equivoco) y que de grande leímos en autores como Dostoievski, que es la justicia y la misericordia. En esta historia dice que los desterrados a Siberia serán fieles al zar cuando se dé la invasión tártara. Y eso porque el zar solía ser misericordioso con los castigados.
(Y si bien la invasión tártara es una ficción de Verne, es curioso que el zar de la época de la historia de Verne, Alejandro II, es justamente el que abolió el régimen de servidumbre, pero que también fue asesinado por un activista por los derechos de los campesinos).
 
Otro tema interesante son las ciudades de Siberia. Investigando un poco vemos la fecha de fundación tan reciente que tienen algunas de esas ciudades: Krasnoiarsk (1628), Irkutsk (1661), Omsk (1716), Novosibirsk (1893). Y así como de chico me sorprendía que la época de los zares haya sido contemporánea a nuestros orígenes como país (llegando incluso hasta el siglo XX), ahora me sorprende pensar en lo tardía que puede haber sido la población más intensiva de Siberia.
 
Y las cuestiones geográficas interesantes no se limitan solo a las ciudades. Para los que somos nerds geográficos es muy interesante ver aparecer en la historia lugares como el Lago Baikal. Que se pueda salir en balsa del Lago Baikal por el Río Angará, como hizo Miguel Strogoff, nos da una interesante pista que nos lleva a Google, para enterarnos que, a diferencia de lo que pensamos, el Angará no desemboca en el Baikal, sino que es el único río cuyas aguas proceden de aquél.

jueves, 3 de julio de 2014

El correo secreto del zar, más de veinte años después

Una de las ventajas de mi nuevo trabajo es tener una biblioteca adentro. Dista algo de ser la de Alejandría, pero me permite satisfacciones como la siguiente.
- Hola Pepe, ¿cómo estás? ¿Tenés el Miguel Strogoff?...
Y al rato apareció Pepe, personalmente (un lujo, gracias Pepe) con dos ediciones distintas. Me llevé la de Andrés Bello, aunque dice “abreviada”, porque está mejor forrada (bien por la señora Sara) y aguantará mejor los embates de la vida ordinaria.
 
“Miguel Strogoff”, de Julio Verne, es un recuerdo muy preciado de la niñez que no tengo ahora conmigo. Así que “nostalgiaré” un poco. Y sin miedo a que ya no me guste, porque no hace mucho leí “Cinco semanas en globo” sin problemas de ese tipo.
 
¿Qué más se puede pedir hoy en día, si en el mismo teléfono podés buscar palabras en el diccionario o desplegar mapas de Rusia? Pero si esto hubiera existido antes, el Zar le hubiera mandado al Duque un “Whatsapp” y chau, nunca hubiera existido Miguel Strogoff, el correo secreto del Zar. Así que todo a su tiempo.
 
Cuando transcurre la historia, ni el Ferrocarril Transiberiano estaba. Y esa Irkutsk sería el mismísimo fin del mundo. Dice Verne que se viajaba por Siberia, en verano, en carros llamados telegas. Y en invierno en trineo. ¡Y manejate! Estaba el telégrafo, eso sí. Ocho mil quinientos treinta y seis kilómetros de “el hilo que canta” (como decía en las historias de Lucky Luke que los indios llamaban al telégrafo norteamericano, por el ruido que el cable hacía con el viento).
 
En la Rusia europea había algunos trenes. Y estaban los ríos también. En este momento estoy esperando con Miguel Strogoff un barco que nos llevará por el Volga y el Kama (si no me equivoco) desde Nizhni Nóvgorod hasta Perm. Y el resto veremos, ¡era trágica la historia del correo del zar! Y quiero releerla antes de recomendársela a F.
 
Antes de seguir, me voy con la “street view” del Google Earth y me paro en uno de los puentes de Nizhni Nóvgorod sobre el río Oká. Realmente fantástico y fantásticamente real.

domingo, 29 de junio de 2014

Junio...

Al parecer junio es mes de poco blog, por lo menos hace un par de años. Ojalá eso significara mucho leer, mucho escuchar, mucho aprender. Para no hablar tanto en vano, y decir solo cosas que valgan la pena. Pero, para ser sinceros, creo que vengo a escribir algo solo porque me da no sé qué dejarlo ahí tan solito a este junio, con una sola entrada. A nada de todo lo leído, escuchado, aprendido o incluso vivido, pude darle una linda forma como para armar una entrada.
 
Quizás podamos acá traer los versos de una canción popular mexicana que conocimos en un disco de Georgina Hassan. Dice así:
 
Dicen que no tengo duelo
porque no me ven llorar.
Dicen que no tengo duelo, llorona,
porque no me ven llorar.
Hay muertos que no hacen ruido, llorona,
y es más largo su penar.
Hay muertos que no hacen ruido, llorona,
y es más largo su penar.
 
Pero quizás eso sea muy triste. Podríamos en cambio contar que existe una canción tradicional navideña catalana que es el “Cant dels ocells” (Canto de los pájaros). Y decir que Sílvia Pérez Cruz y Raül Fernández Miró hicieron una versión cortita pero muy linda. Escuchen:
 
(Sílvia Pérez Cruz y Raül Fernández Miró)
(Dejo en negritas las que se cantan en esta versión).
 
En veure despuntar el major lluminar en la nit més ditxosa,
els ocellets cantant a festejar-lo van amb sa veu melindrosa.
Al ver despuntar el mayor resplandor en la noche más dichosa
los pajaritos van a cantarle con su delicada voz.
 
L'àliga imperial pels aires va voltant, cantant amb melodia,
dient: 'Jesús és nat per treure'ns de pecat i dar-nos l'Alegria'.
El águila imperial va por los aires, cantando con melodía,
diciendo: Jesús ha nacido para librarnos del pecado y darnos la Alegría.
 
Cantava el passerell: 'Oh, que formós i que bell és l'Infant de Maria!'.
I lo alegre tord: 'Vençuda n'és la mort, ja neix la Vida mia'.
Cantaba el pardillo: ¡Oh, qué hermoso y qué bello es el Hijo de María!
Y el tordo alegre: Vencida ha sido la muerte, ya nace mi Vida.
 

martes, 10 de junio de 2014

Miguel Hernández en voz femenina y guitarra eléctrica

Está el famoso poema “Elegía”, de Miguel Hernández, dedicado a Ramón Sijé, muerto tan joven. Y está una versión musicalizada de dicho poema, que cantaba Serrat. Pero también está la musicalización más flamenca del mismo poema, que cantaba Enrique Morente. Y que ahora canta Sílvia Pérez Cruz con Raül Fernández Miró, quien cambia la guitarra española de Pepe Habichuela por una moderna guitarra eléctrica.

Y así, recién así, lo escucho con detenimiento por primera vez. Y me asombro con "de la tierra que ocupas y estercolas", y me duelo con "no hay extensión más grande que mi herida", y me emociono de varias maneras con todo el poema. Así que acá les dejo el enlace a esta modernísima versión musical.

(La letra que se canta y abajo copio, vale aclarar, son fragmentos del poema original, y traté de “acomodarla” en su métrica lo más parecido posible dicho poema, indicando con comillas algunas palabras que se modificaron a la expresión flamenca quizás).

Compañero (Elegía a Ramón Sijé)
(Sílvia Pérez Cruz y Raül Fernández Miró)

Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
“compañerico” del alma, tan temprano

(Y) tanto dolor se agrupa en mi “costao”,
que por doler me duele hasta el aliento.

Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.

No hay extensión más grande que mi herida
(y) ando sobre rastrojos de difuntos,
y sin calor de nadie y sin consuelo
voy de mi corazón a mis asuntos.

No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.

(Y) en mis manos levanto una tormenta
de piedras, rayos y hachas estridentes

Volverás a mi huerto y a mi higuera:
por los altos andamios de las flores
pajareará tu alma colmenera

de angelicales ceras y labores.
Volverás a arrullo de las rejas
de los enamorados labradores.

Al alma del almendro de nata te requiero,
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañero del alma, compañero.
(Ay, compañero).

jueves, 29 de mayo de 2014

Estropada

Y seguimos siguiendo con las palabras de Fandermole. “Estropada” no está en el diccionario de la RAE. Y cuando supe que era del lenguaje náutico me asusté, porque no soy muy bueno para recordarlas. Pero a pesar de no haberla aprendido en el agua, como creo que tendría que ser para aprenderlas bien, no la olvidaré, porque me gusta lo que nombra. Dice en una página: “Es el desplazamiento que queda luego de haberse detenido el medio de propulsión (empuje de las velas)”. Es entonces una inercia, pero con nombre algo feo. Aunque en los versos de Fandermole queda bien…

Aquí está la marcha
(Jorge Fandermole)
Era el fuego que empujaba por la espalda
al abuelo en el despunte de la luz,
respiraba en los pulmones de la fragua
y quemaba en un candil la juventud.

Era el viento en el molino y la estropada
que en la sangre nos pegaba el corazón;
era pura voluntad y nos bastaba,
y sobraban los motivos del amor.

La buscamos hasta perder el aliento
en los libros viejos de cada lugar,
en los mapas y en la rosa de los vientos
y en el son que cruza el aire al despertar.

Dónde irá la marcha, esa que al andar
nos alegra el alma con su claridad;
el que la reclame solo no podrá,
que si no es de nadie de todos será.

Pero un día recorriendo las orillas,
cuando ya no había esperanza en nadie más
la encontró un viejo tirada en una esquina,
con su voz la alzó y la puso a caminar.

Desde entonces siempre hay alguien que la toca
y a nosotros, que sentimos su calor,
se nos vuela desde el borde de la boca,
de las manos y del parche del tambor.

Aquí está la marcha, esa que al andar
nos alegra el alma con su claridad;
el que la reclame solo no podrá,
que si no es de nadie de todos será.

martes, 20 de mayo de 2014

Estrellero

(Llueve y llueve).

Seguimos con las palabras que trae Fandermole en su último disco. Y en la misma canción, Alunados, vemos que dice “estrellero”:

Acompaña al lecho a los enamorados,
lleva hasta el patíbulo a los condenados,
a los estrelleros les guarda el instinto,
saca a los perdidos de los laberintos.

La primera vez que escuché la palabra estrellero fue en un vals que tocaba Carlos Di Fulvio que se llama “Chasque para la costa” (letra de Julio Migno, música de Orlando Vera Cruz):

Yo tengo un oficio, patrona, estrellero,
comprendo en qué forma conversa la luz.
Yo se la guarida que tiene el Lucero,
de las Tres Marías conozco el sendero
y se por qué causa no sale la Cruz.

Hoy veo que estrellero está en el diccionario de la Real Academia. Su tercera acepción habla de un tipo de aparejo. Su primera acepción habla del caballo o yegua que despapa, es decir que levanta demasiado la cabeza. Y la segunda acepción dice simplemente “astrólogo”.

Pero claro que eso no es un estrellero en estas pampas. Un estrellero aquí es el que se orienta con las estrellas, sin brújula ni GPS. Y del trabajo y el amor no le va adivinar nada. Pero si contarle lo suyo con mucho orgullo, como lo explica muy bien en este video Orlando Vera Cruz.



(El intérprete se detiene entre la primera y la segunda estrofa a explicar todo este asunto; la letra de la canción la pueden ver aquí).

sábado, 17 de mayo de 2014

Puntillista

Gerard Manley Hopkins hizo el poema “Pied beauty”, que ya hemos puesto aquí antes. Y lo que pusimos primero por estos lares fue la traducción que de ese poema hizo el P. Ángel Martínez, titulada “Varia hermosura”. El título pierde un poco, claro. Eso de “varia” puede ser un acierto (¡yo qué sé de poesía!), pero no es tan lindo como esa palabra “pied”, tan poco común, creo yo.

Luego, sin embargo, hay una palabra genial para traducir aquello de “Glory be to God for dappled things”. Pues dice: “Gloria a Dios sea dada por las cosas abigarradas”. De nuevo, no sabría decir si es un acierto traducir “dappled” por “abigarradas”, pero qué fascinante palabra es esa de “abigarradas”.

Y hay una tercera palabra que siempre me llamó la atención en esta traducción. Es en el tercer verso, cuando el original dice “For rose-moles all in stipple upon trout that swim”. Y Martínez hace: “Por las motitas rosa, todo en dibujo puntillista, sobre la trucha que nada”. Claro, “todo en dibujo puntillista” puede parecer trabado, lento para decir ahí, sin la practicidad del inglés. Pero “puntillista” es una palabra muy original. Y uno ve muy acertada la imagen de que las truchas estén hechas como en el arte del puntillismo.

Hoy, un par de años después, vuelvo a encontrarme con alguien que usó en versos la palabra puntillista. Es el rosarino Jorge Fandermole, en la primera canción de su último disco, todavía calentito del horno. Dice así:

Pinta la noche y con rigor de artista
clava en lo negro su trama puntillista
para que los pobres, los desamparados
tengan el cobijo del cielo estrellado.

Y como es una canción muy linda, se las dejo aquí enterita...

Alunados, de Jorge Fandermole
Canción / Letra

(Noten el “punteo” de las cuerdas al inicio, qué bien va con lo de puntillista).

jueves, 15 de mayo de 2014

"granada"

Cuando se abre está granada salen granos de todos los colores y sabores. Hay, por ejemplo, un poema de Federico García Lorca musicalizado por Leonard Cohen. O un Ramón Hernández hecho flamenco, pero con guitarra eléctrica. Y están desde Robert Schumann hasta Fito Paez, desde Violeta Parra hasta Edith Piaf, desde Os Novos Baianos hasta Lluis Llach. ¡Y en idioma original!

Todo se hizo con una voz y, mayormente, algún tipo de guitarra. A veces tranquila como la mandolina, acompañando a la voz suave. A veces una descarnada guitarra eléctrica saturada, acompañando a la voz potente.

Vean los quince temas de este disco allí abajo. Y vean que, a pesar de parecer distintos, juntos van tan bien como animan a creer sus arregladores e intérpretes, Sílvia Pérez Cruz y Raül Fernández Miró.

"granada"
Sílvia Pérez Cruz y Raül Fernández Miró

01 Abril 74 [Lluis Llach]
02 Puerto Montt Está Temblando [Violeta Parra]
03 Acabou Chorare [L. Galvão/M. Moreira]
04 Hymne A L'Amour [Edith Piaf/Marguerite Monnot]
06 Pequeño Vals Vienés [Federico García Lorca/Leonard Cohen]
07 Albert [fragmentos de Albert Pla]
08 Carabelas Nada [Fito Páez]
09 El Cant Dels Ocells [Popular]
10 Que Me Van Aniquilando [Popular/Enrique Morente]
11 Im Wunderschönen Monat Mai [Robert Schumann]
12 Aus Meinen Tränen Spriessen [Robert Schumann]
13 Mercè [María del Mar Bonnet]
14 Corrandes D’Exili [Pere Quart/Lluis Llach]
15 Compañero (Elegía A Ramón Sijé) [Miguel Hernández/Enrique Morente]

miércoles, 7 de mayo de 2014

Georgina Hassan

Si quieren curriculum, vayan a este enlace. Pero la mejor presentación de los músicos son sus canciones. Y de la argentina Georgina Hassan les voy a dejar como primera impresión esta letra y esta melodía, que podrán ver en varias versiones en video. La canción se llama “Doña Pasión” y es un hermoso tema dedicado a los maestros rurales. (Después de eso, al pie, les dejo más canciones geniales).


Doña Pasión
(Georgina Hassan)

Viaja el maestro golondrina del Pilcomayo al Bermejo,
son sus ojos piedras negras que ven un rancho a lo lejos,
entre un bosquecito de sauces y un estanque viejo,
doña Pasión lo sale a encontrar.

—Dentre al rancho Don Víctor que la siesta se va,
soy mujer de años largos y le puedo contar,
que el Pombero se aparece cuando más calienta el sol,
y si se descuida, lo persigue el Viborón.

No se aflija Maestro,
que el tiempo es un surco en el campo,
y el cariño verdadero solo duerme,
ahicito donde quiera encontrarlo.

Doña Pasión padece el mutismo de su habitación,
sus ochenta años no la alejan del insomnio del amor;
para él los días son ventanas donde ve a sus niños jugar,
y sueña con el beso que entre suspiros dejo escapar.

Y ahora, entonces, mucho más, para los que prendieron:

- A primera vista (Chico César)
- Fui a fonte (Trad. vasca)
- El pájaro (Lhasa de Sela)
- Carta de abuelo

sábado, 3 de mayo de 2014

No hacer nada, sabiduría, viajes...

Sigo recorriendo la Costa Brava con Pla (que al momento nunca la llamó así) y conozco esos pueblos de pescadores en los que en días de lluvia (casi como este) toda la gente se quedaba en la casa, en las posadas, comiendo, bebiendo, cantando; hombres, mujeres y niños, familias completas. Y así nos quedamos hoy acá en casa. “Aquí nos haremos más sabios que ricos”, le dice Hermós a Pla cuando lo invita a pasar ese día lluvioso en la taberna de Arquímedes, en La Escala.

Unos instantes antes pensaba en los viajes, y en que yo nunca viajé mucho en mi vida. Cuando leo los de Pla me digo que qué bueno sería visitar esos lugares. Y luego abro la Biblia al azar y es el Eclesiástico. Voy al final (el poema sobre la búsqueda de la sabiduría) y al inicio (donde hay una introducción) y me entero de la historia del autor del libro, Jesús (hijo de Sirá), quien se instruyó en la sabiduría fervientemente. Primero en su juventud con la oración, luego con los viajes. “Nunca es tarde”, me digo, entonces.

domingo, 27 de abril de 2014

León

Me gusta hacer entradas cortas. Pero hoy releí una historia de Josep Pla y quise copiar un fragmento aquí. Y es que, justamente, un perro con el mismo nombre que el que aquí figura nos acompañó una vez en una caminata en vacaciones. Y cuando leo la parte de la encrucijada final no puedo evitar representarme un cruce de calles de tierra de Tandil.

Así que ahí les va. Después de todo, es domingo y hay tiempo. 
Un día, Pedro Brincs compareció en la viña con una escopeta de pistón en bandolera. Un perdiguero melancólico, viejo y marchito, le seguía. Cuando el animal veía una mariposa o un saltamontes se paraba en seco y miraba de reojo a su amo. Después olfateaba, se sacudía las orejas con movimiento vivo de la cabeza y daba un saltito para atrapar al insecto. Pero las patas le temblaban. Muchas veces caía hacia atrás y se ponía a gimotear. Después, con los ojos extraviados y húmedos, seguía el vuelo de la mariposa y reanudaba el camino, abatido, cojeando. Aparentemente, Pedro Brincs se armó y mantuvo al perro para ir de caza; en realidad, compró la escopeta para meter miedo a los carabineros que le robaban los racimos de uva. El perro le servía de tapadera. La caza no se había hecho para él: le gustaba demasiado ir sobre seguro y el humo de la pólvora no le impresionaba.

Cuando los carabineros lo supieron no se acercaron más a la viña. Esto le entristeció.

—¿Y ahora de qué me servirá la escopeta? —dijo preocupado.

La guardaba en un rincón de la barraca, en lo alto, bien limpia, con la canana llena al lado. Cansado de verla tan bien colgada, decidió intentar venderla. Entre tanto, se encaró con el perro resuelto a desprenderse de él, mas como el animal le inspiraba cierto afecto, se encontró con que le dolía. Lo encontró echado bajo la higuera, amodorrado, siguiendo con la mirada vaga el vuelo de una mosca.

—A este perro —dijo— parece que le deban y no le paguen.

«¡Pobrecillo, tan viejo y tan triste!», pensó, por otra parte.

Pronunció un apesadumbrado: «¿Qué haremos, León?», que era una manifestación real de su estado de ánimo, dubitativo e indeterminado.

León, sin moverse, le miró de arriba abajo, contrajo el labio un poco, volvió a amodorrarse y a la hora de partir fue siguiendo a su amo.

Durante todo el camino se entabló una lucha entre el egoísmo y la compasión de Pedro. Ora miraba al perro de través, ora le dirigía una mirada de enternecimiento. Tan pronto se decía: «Este perro no te gusta nada», como un: «¡Pobre León!» desconsolado. El perro seguía su camino sin hacer caso de nada, resignado, ausente. El hombre se dejó llevar un momento de un arrebato y dijo apretando los dientes, aunque un poco rojo de vergüenza:

León, eres una mala bestia; tendré que echarte a pedradas.

Al llegar al cruce de los caminos, el perro se paró de repente a cuatro pasos del amo. Lo miró, hizo con la cabeza y los ojos bien abiertos una pequeña reverencia y tomó el camino de la izquierda. Brincs tenía que echar por el otro. El corazón le dio un brinco... Vio como León se alejaba, tris-tras, tris-tras, camino abajo. Le salió un grito de la boca: «¡León!» El perro, sin volverse, continuó marchando. Y ya no volvió a verle nunca más.

El hecho le dejó consternado.

—¡Pobre León, quién sabe adónde irá! —decía pasándose la mano por la nuca.

(Tomada del relato “Eternidad”, de Josep Pla, en el libro “Historias del Ampurdán”).