miércoles, 28 de mayo de 2008

¡No saben lo que piden!

Pintaste el cielo de la mañana con un gris monocromático. Era tan desolador el panorama que daba la impresión de que el sol no hubiera estado nunca ni nunca fuera a estar. Mientras caminaba me calentaba con la lectura de tu Palabra (Mc 10, 32-45).
Hoy la historia de esos dos insensatos. ¡No saben lo que piden! Pero Jesús les dará algo de lo que piden (de lo que ellos aseguran que podrán hacer; esa fe brava que me recuerda a Pedro en el episodio del lavatorio de los pies). Beberán su cáliz y recibirán su bautismo. Qué querrá decir eso algún día el Paráclito se los revelará. Y sabrán lo que pidieron. Y sabrán lo que se les dará. Sabrán lo que no sabían que pedían, sabrán lo que veladamente estaban pidiendo, sabrán que Dios da lo que necesitamos, que es lo que verdaderamente queremos.
Y mientras tanto: el más grande será el que sirve a los demás. Vayan y practiquen eso. Lo demás corresponde al Padre.

jueves, 22 de mayo de 2008

De aquí a la eternidad...

En esta fiesta de Corpus Christi tengo oportunidad de molestarlos un poco más con José Miguel Ibáñez Langlois, dejándoles una perla como esta:

En el pequeño pan que yace sobre esta mesa
la materia del universo se ha conmovido
los espíritus tiemblan
nos deslizamos casi eucarísticamente dicen los ríos
nos abrimos como sacramentos musitan las flores
lo que acaba de hacerse sobre esa mesa
me afecta en forma física dice Satumo a sus siete anillos
y lo mismo repite el sistema solar
ah las estrellas resplandecemos con otra luz
mi velocidad es la misma pero ha aumentado dice la luz
los arcángeles tiemblan en la gloria
los siete mil elementos del cosmos han cumplido su sueño
no sé cómo decirlo exactamente se dice el cosmos
pero tengo la sensación de haberme convertido en un tabernáculo
de aquí a la eternidad de aquí a la gloria
no hay más que un paso dicen los trigales.

Este poema del “Libro de la Pasión” (1986), en el capítulo de La Última Cena, es genial (“no sé cómo decirlo exactamente se dice el cosmos”). Y ese final de los trigales viendo que la gloria está cerca es una imagen de frescura y alegría únicas. Una imagen parecida ya estaba expresada y en forma más dramática en un poema de “Eterno es el día” (1968), en el capítulo de Jueves Santo:

Mi cáliz en el alba, nuestro sol enterrado.
A su luz el trigal y la vid crecen temblando
en los nocturnos prados: mañana serán Dios.

miércoles, 21 de mayo de 2008

Alter mundi - IV. Swazilandia


Desde mediados del siglo XV, los pueblos Nguni migran desde Africa Central y empiezan a colonizar Africa del Sur. Tiempo más tarde, una de las tribus, los Swazis, luchan contra los Zulúes (y su líder Shaka) y deben huir hacia el noreste, donde están establecidos hasta hoy y mantienen sus costumbres en el Reino de Swazilandia (una de las 196 naciones independientes presentadas en el Almanaque Mundial 2008).

Habiendo sido dominio de los Bóers y luego Inglés, Swazilandia es actualmente una monarquía absoluta, forma de gobierno que sólo otras tres naciones comparten: Omán, Brunei y Arabia Saudí. Un personaje central en el desarrollo histórico de este reino fue el rey Sobhuza II, quién recuperó fuertemente las tradiciones del pueblo Swazi, desmantelando el sistema político británico y consiguiendo finalmente la independencia en 1968.

Enclavado entre Sudáfrica y Mozambique, Swazilandia es un reino mediterráneo con un territorio muy pequeño (17.363 km2; tamaño similar al de Kuwait; más chica que la provincia argentina de Tucumán), con variedad de climas, con una fauna sorprendente, con riquezas naturales minerales, con la desgracia de ser el país con la tasa de infección de HIV más alta del planeta y a raíz de eso con una esperanza de vida bajísima (32 años para varones, 33 para mujeres).

Las costumbres swazis que aún hoy día se conservan son por ejemplo el Festival Umhlanga del matrimonio, que incluye la selección de concubinas para el rey (para un rey swazi seguir las tradiciones implica no bajar del centenar de concubinas), o el Incwala, festival de las primeras frutas, donde se reúne el pueblo para ganar la bendición de los ancestros, santificar el reinado y dar comienzo a la temporada de la cosecha.

Así les dejo una breve reseña de Swazilandia, que podrán ampliar por los enlaces. Verán que es todo un desafío para los desparramadores de la ideología de la tolerancia. Y todo un desafío para la evangelización de las culturas. Hoy en día podrás encontrarte al rey Mswati III vestido de traje en un encuentro internacional y al día siguiente verlo ataviado con las prendas tradicionales para la selección de las esposas. Conocer acerca de Swazilandia te hace dar cuenta al menos que aún te faltan unas cuantas vueltas al mundo.

(Foto: Afriblog)

viernes, 16 de mayo de 2008

Superpoderes

F. y yo jugábamos hace unos días con unos muñecos que hacían las veces de superhéroes. “¿Qué superpoderes tiene el tuyo?”, me preguntó él. Y entonces empezamos a inventar algunos.
En mi cabeza, mientras, se estaba forjando la imagen de un superhéroe de 14 superpoderes destinados a salvar al mundo del mal. Esos superpoderes serían los siguientes:
Enseñar al que no sabe
Dar buen consejo al que lo necesita
Corregir al que se equivoca
Perdonar las injurias
Consolar al afligido
Tolerar los defectos del prójimo
Hacer oración por los difuntos
Dar de comer al hambriento
Dar de beber al sediento
Vestir al desnudo
Visitar a los enfermos
Asistir al preso
Dar posada al caminante
Sepultar a los muertos

(Que son las catorce obras de misericordia, siete espirituales y siete materiales).

viernes, 9 de mayo de 2008

Dios oportuno

Si alguien realmente creyera, escuché decir por aquí y por allá, si alguien realmente creyera, ¡cómo sería distinto todo!
No creyeron antes todos, sólo algunos, en aquella época histórica en que Dios se hizo hombre. ¿Creería el hombre hoy, creería si Dios lo hiciera en esta época, en esta época en que lo que no es materia es fantasía?

Quizás Dios se aseguró de hacerse hombre y resucitar en una época en que al menos algunos pudieran creerlo, así nosotros podríamos escucharlo del testimonio de ellos, de boca en boca hasta hoy, era de hombres incrédulos.

¡Felices los que crean sin haber visto!

miércoles, 7 de mayo de 2008

Alter mundi - III. Tuvalu


Cuatro arrecifes de coral y cinco atolones conforman el país de Tuvalu. Esta es una de las 196 naciones que presenta el Almanaque Mundial 2008 y una de las 14 de Oceanía, ubicada en la zona de la Polinesia.

Tuvalu (que en idioma local quiere decir “los ocho unidos”, por las ocho islas inicialmente habitadas) es una región poblada desde el último milenio antes de Cristo, descubierta por los españoles en 1568 y colonia británica por muchos años, proclamada independiente en 1978 y que acepta la monarquía del antiguo colonizador dentro de la forma de gobierno (en una forma similar a la de Canadá o a la de Australia).

En los 26 kilómetros cuadrados de palmeras, playas y aguas cristalinas, viven 11.992 tuvaluanos que en su mayoría son polinesios, hablan el inglés, el kirivati o el tuvaluano, profesan una religión cristiana congregacionalista y pueblan el mundo a razón de tres niños por mujer (cifra alta para el mundo actual si consideramos que en toda América Latina, desde México hasta Argentina, sólo cuatro países superan ese número).

Pero no es tan paradisíaca la vida en Tuvalu. Y lo que sucede es una prueba para su espíritu de vida simple y amistoso. Por ser una nación de islas de coral, su altura máxima sobre el nivel del mar no supera los 5 metros y eso hace que sea considerada por muchos como una nación pronta a desaparecer: tormentas tropicales, ciclones y el ascenso del nivel de las aguas serían los causantes.

En 2002, Tuvalu junto con Kiribati y Maldivas (otras naciones bajo el mismo riesgo) demandaron a EE.UU. por su renuencia a ratificar el Protocolo de Kyoto, que prevee la reducción de la emisión de gases de “efecto invernadero” en la atmósfera. La cuestión del cambio climático (que yo aún pienso que se presenta de forma un tanto apocalíptica) ya ha hecho que el gobierno tuvaluano tenga planes de evacuación y traslado de sus habitantes a una isla dependiente de Nueva Zelanda.

Mientras tanto, los tuvaluanos se dedican a la agricultura de subsistencia y a la pesca. No parece que el hecho de tener la economía menos dinámica entre los estados independientes les impida ser felices. Como dice uno de ellos: “We live a simple lifestyle, setting our own limits and taking time out to remember our creator and the humble position that we hold in creation (…) Tuvaluans do not risk their lives by allowing the modern lifestyle to destroy their quality time; rather, they schedule their days' activities knowing that there are only ever going to be 24 hours in one day no matter how much technological progress we make”. [*]

Nota (cortita y al pie): Un reciente suceso alteró la economía del país y es el hecho de tener el país el dominio de Internet “.tv”. Tuvalu cedió los derechos de ese dominio en el 2000 a una empresa norteamericana, de la cual recibirán cincuenta millones de dólares en doce años.

[*] Trad. libre: “Vivimos una forma de vida simple, estableciendo nuestros propios límites y tomándonos tiempo para recordar a nuestro creador y la posición humilde que tenemos en la creación (…) Los tuvaluanos no arriesgan sus vidas permitiendo que la forma de vida moderna destruya su “tiempo de la calidad”; en vez de eso, programan sus actividades diarias sabiendo que siempre va a haber 24 horas en un día, no importa cuanto progreso tecnológico hagamos”.

(Foto: tuvaluislands.com)

domingo, 4 de mayo de 2008

Ascensión

Desde que Hernán trajo el tema de la felicidad como adoración de Dios he recordado varios otros textos referentes al tema y he visto con ese filtro muchas otras cosas. Como, por ejemplo, los sermones.

Hay un tipo de sermón que por lo general queda evidenciado cuando el cura dice “(…) Y, ¿cómo podemos aplicar esto ha nuestra vida?”. Y eso es muy válido para las enseñanzas de Jesús, para las parábolas, para algunos otros pasajes bíblicos. Difícil en cambio para lecturas como las de hoy, la Ascensión. (O quizás muy simple, veamos).

Hoy el cura dijo que la Ascensión podría haber quedado como un hecho en el pasado sino fuera porque la contracara es que Jesús dijo que estaría con nosotros hasta el final de los tiempos. Y dijo que Dios se quedó en los sacramentos.

Y eso está muy bien. Pero el hecho de que Jesús haya subido a los cielos es también un motivo para nosotros de alegría por Él, ¿no es así? Por eso en el prefacio de Ascensión de hoy estaban las palabras que más me gustaron, la parte que le faltó al sermón.

Porque el Señor Jesús, rey de la gloria, triunfador del pecado y de la muerte, ante la admiración de los ángeles, ascendió hoy a lo más alto de los cielos, como mediador entre Dios y los hombres, juez del mundo y Señor de los espíritus celestiales.
No se fue para alejarse de nuestra pequeñez, sino para que pusiéramos nuestra esperanza en llegar, como miembros suyos, a donde Él, nuestra cabeza y principio, nos ha precedido.
Por eso, con esta efusión de gozo pascual, el mundo entero se desborda de alegría y también los coros celestiales, los ángeles y arcángeles, cantan sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo...

viernes, 2 de mayo de 2008

No me engañan más

Ya no me dejo engañar más. Ya los conozco a esos tramposos de la sección ciencia de los diarios (o de los noticieros de televisión). Empiezan siempre con títulos como: “Ya se conoce la explicación para…” el fenómeno tal, “Ya se sabe porqué sucede…” tal cosa.
Patrañas. Juegan con mi deseo. No he dejado ni una vez de decepcionarme cuando empiezo a leer o escuchar. Surgen explicaciones muy interesantes para los más variados fenómenos naturales o características humanas, pero terminan siendo nuevamente peticiones de principio.

Los antiguos pensaban
que el fiero mar se amansa a la orilla del mar
por voluntad de Dios
y que el día y la noche se suceden por obra
del Espíritu Santo.
Nosotros los modernos
sabemos que ello ocurre por causas naturales
de fácil comprensión
amén.
[*]

Un ejemplo de la limitación de la ciencia (o de la “ignorancia instruida” a la que puede llevar) lo pude ver el otro día en un dibujo para chicos. Les ambiento: Tom y Jerry van a Marte en una nave que comandan dos astronautas torpes y ridículos. Cuando pisan suelo marciano los astronautas se empiezan a preguntar por la vida en el espacio y por la existencia del hombre (los muestran en forma de broma como dos divagantes, cuando en realidad están haciendo una de las actividades más profundas del hombre; son precisamente astronautas haciendo de intranautas, qué paradoja para aquella marechaliana “Cosmogonía elbitense”).
Viene entonces el monólogo, la “explicación”. Pero qué evidente que queda en esa explicación, pero qué evidente (y lo pondré en negrita allí), esa petición de principio en que termina la ciencia cuando quiere ser la que explica todo.

(…) I mean, is humanity alone, here, among the vastness of space? (…) Is mankind all there is? And what is man really, Buzz? I'll tell you. We are a recently developed scurf on the epidermis of one of the satellites of a star in the arm of an average galaxy, amidst the lesser clusters among the thousands catapulting apart, which took form some 15 billion years ago as a consequence of an inconceivable preternatural event. [**]

O sea que la explicación no tiene explicación.
Son muy interesantes los descubrimientos científicos, no puedo negarlo; quizás la fascinación que produce ese tipo de conocimiento sea lo único que justifica a la ciencia; sólo eso, sólo si sirve su "belleza" para ver otra más, sólo si nos damos cuenta que no podemos preguntarle por las respuestas más definitivas.
[*] Progreso, Poemas Dogmáticos, Ibáñez Langlois, 1970.
[**] (…) O sea, ¿está la humanidad sola, aquí, en la inmensidad del espacio? (…) ¿Es la humanidad todo lo que hay? ¿Y qué es realmente el hombre, Buzz? Te lo diré. Somos una costra recientemente desarrollada en la epidermis de uno de los satélites de una estrella en el brazo de una galaxia promedio, en medio de los pocos racimos entre los millares que se catapultan hacia lo lejos, que tomó forma hace unos 15 mil millones años como consecuencia de un acontecimiento preternatural inconcebible. (De la película “Tom & Jerry blast off to mars”).

jueves, 1 de mayo de 2008

Alter mundi - II. San Marino


Último reducto de la Italia medieval, con su independencia que fue más allá de la unidad peninsular, entre la Emilia-Romaña y las Marcas se encuentra la ciudad-estado de San Marino.

Cuenta la tradición que el albañil o cantero Marinus el Dálmata, escapando de la persecución diocleciana (siglo IV), se escondió en el monte Titano y fundó una pequeña comunidad cristiana en tierras que luego le serían cedidas por la propietaria, una mujer de Rímini.

Aunque la zona estuvo poblada desde tiempos prehistóricos, la existencia documentada de la república comienza en el siglo X. En tiempos de los lombardos el Gobierno estaba compuesto por una asamblea llamada Arengo, que estaba formada por todos los cabezas de familia. En 1243, se estableció la figura de los Capitanes Regentes (Capitani Reggenti) para actuar como jefes de estado, y es la forma en que actualmente se gobierna la República de San Marino.

El Gran Consejo General de sesenta miembros se elige por sufragio universal cada cinco años, y ellos eligen cada seis meses simultáneamente a dos Capitani Reggenti, en un sistema derivado del senado y cónsules romanos. San Marino tiene una constitución que data del año 1600.

Tradición alfarera y de telas de seda, San Marino tiene industrias manufactureras, pero la mayoría de los sanmarinenses (94% de religión católica) siguen labrando la tierra y explotando los bosques como lo ha hecho durante siglos.

Aunque no me gusta viajar en la forma en que hoy se hace turismo, la verdad es que alguna vez me gustaría ser del grupo de los tres millones y medio de personas que cada año llegan a conocer San Marino.

(Fuentes: Wikipedia y Almanaque Mundial 2008. Foto: San Marino, de Wikipedia o National Geographic).