viernes, 2 de mayo de 2008

No me engañan más

Ya no me dejo engañar más. Ya los conozco a esos tramposos de la sección ciencia de los diarios (o de los noticieros de televisión). Empiezan siempre con títulos como: “Ya se conoce la explicación para…” el fenómeno tal, “Ya se sabe porqué sucede…” tal cosa.
Patrañas. Juegan con mi deseo. No he dejado ni una vez de decepcionarme cuando empiezo a leer o escuchar. Surgen explicaciones muy interesantes para los más variados fenómenos naturales o características humanas, pero terminan siendo nuevamente peticiones de principio.

Los antiguos pensaban
que el fiero mar se amansa a la orilla del mar
por voluntad de Dios
y que el día y la noche se suceden por obra
del Espíritu Santo.
Nosotros los modernos
sabemos que ello ocurre por causas naturales
de fácil comprensión
amén.
[*]

Un ejemplo de la limitación de la ciencia (o de la “ignorancia instruida” a la que puede llevar) lo pude ver el otro día en un dibujo para chicos. Les ambiento: Tom y Jerry van a Marte en una nave que comandan dos astronautas torpes y ridículos. Cuando pisan suelo marciano los astronautas se empiezan a preguntar por la vida en el espacio y por la existencia del hombre (los muestran en forma de broma como dos divagantes, cuando en realidad están haciendo una de las actividades más profundas del hombre; son precisamente astronautas haciendo de intranautas, qué paradoja para aquella marechaliana “Cosmogonía elbitense”).
Viene entonces el monólogo, la “explicación”. Pero qué evidente que queda en esa explicación, pero qué evidente (y lo pondré en negrita allí), esa petición de principio en que termina la ciencia cuando quiere ser la que explica todo.

(…) I mean, is humanity alone, here, among the vastness of space? (…) Is mankind all there is? And what is man really, Buzz? I'll tell you. We are a recently developed scurf on the epidermis of one of the satellites of a star in the arm of an average galaxy, amidst the lesser clusters among the thousands catapulting apart, which took form some 15 billion years ago as a consequence of an inconceivable preternatural event. [**]

O sea que la explicación no tiene explicación.
Son muy interesantes los descubrimientos científicos, no puedo negarlo; quizás la fascinación que produce ese tipo de conocimiento sea lo único que justifica a la ciencia; sólo eso, sólo si sirve su "belleza" para ver otra más, sólo si nos damos cuenta que no podemos preguntarle por las respuestas más definitivas.
[*] Progreso, Poemas Dogmáticos, Ibáñez Langlois, 1970.
[**] (…) O sea, ¿está la humanidad sola, aquí, en la inmensidad del espacio? (…) ¿Es la humanidad todo lo que hay? ¿Y qué es realmente el hombre, Buzz? Te lo diré. Somos una costra recientemente desarrollada en la epidermis de uno de los satélites de una estrella en el brazo de una galaxia promedio, en medio de los pocos racimos entre los millares que se catapultan hacia lo lejos, que tomó forma hace unos 15 mil millones años como consecuencia de un acontecimiento preternatural inconcebible. (De la película “Tom & Jerry blast off to mars”).

4 comentarios:

hna. josefina dijo...

No te entendí bien: ¿Eso estaba en un dibujo animado de Tom y Jerry?...
Yo también veo que todo el tiempo sacan conclusiones drásticas -de ciencia positiva no más- pero que parecen totalmente reductivas: Por ejemplo, el otro día: el sexo del bebe depende de la alimentación de la madre en el tiempo previo a su embarazo. ¿No suena algo simplón?
Sobre todo que haya muchas personas en el mundo que se alimentan de una forma muy precaria y muy igual siempre -la variedad es privilegio de unos pocos- y tiene varones y mujeres.
Claro que como una ley científica, o un principio, es válido hasta que surja otra que lo invalide...

Juan Ignacio dijo...

Sí, estaba allí.

Es verdad, no solo a veces pretende entenderse todo sólo con la ciencia sino que, peor aún, entenderse todo mediante una sola explicación basada en un aspecto, como el caso de que vos decís.

Profeballa dijo...

un memo para ti ver acá

http://notasespirituales.blogspot.com/2008/05/el-memo-desafo.html

saludos

Juan Ignacio dijo...

¡¡¡¡¡¡No!!!!!!
¡Me disgustan las cadenas!
¡Socorro!

En fin, veré como hago, eh... dame tiempo...