sábado, 25 de febrero de 2023

Encuentro con D'Ors

El tomito de "El valle de Josafat" es de 1921 (¡!) y lo rescate de una librería de usados (que son como los refugios de perros; de allí es de donde que habría que adoptarlos en vez de comprar de pedigrí).

Leer algo de Eugenio D'Ors mientras escucho a la hinchada de Tigre cantando en el estadio es una combinación parecida a aquella de leer a Henry James mientras hacía papas hervidas.

Es muy curioso que la primera sensación que tuve al leer a D'Ors haya sido similar a las que tuve leyendo a Chesterton. No es que me hayan resultado parecidos, ¡qué locura decir eso! La similitud está en mis sensaciones, ya lo dije. Es en ambos casos estar frente a algo que intuyo genial aunque no siempre logre comprenderlo plenamente. Y esto es curioso no solo por el hecho de que sean ellos tan diferentes sino más aún porque encontré en Internet un texto que indicaría que D'Ors denostaba terriblemente a Chesterton.

Pero voy viendo que D'Ors denostaba a varios personajes famosos y eso empobrece mucho mi opinión sobre él. A pesar de que diga genialmente las cosas. Chesterton me parece una persona infinitamente superior, si es que eso se puede decir. ¡Y creo que se hubiera enojado mucho al leer lo que dijo D'Ors sobre Dickens!

Hay quien dice "no me gusta lo que dice tal autor". Y si en el futuro ese autor resulta valorado, el que opinó primero no queda como un necio. En cambio cuando alguien trata de calamidad o enemigo al que después resulta aceptado, ese sí queda como un necio y pone a la luz sus limitaciones. Me río cuando D'Ors crítica a Soloviev, porque recuerdo que Juan Pablo II lo pone a Soloviev entre autores que han hecho un gran aporte a la causa de comunión entre la fe y la razón (aclarando que no por eso está de acuerdo con todo lo que dice; eso lo pueden leer en la "Fides et ratio").

Les dejo algunos fragmentos que marqué mientras leía:

Todas las más bellas cosas han sido hechas sobre la tierra en colaboración con alguna fuerza restrictiva. Las mejores geórgicas nacieron en una sociedad de exigente etiqueta; las mejores sátiras, bajo la tiranía; los mejores heroísmos, por obra de la pobreza. Así, las mejores conversaciones que atraviesan los siglos están tejidas en colaboración con la timidez
(En el texto sobre Joseph Addison, escritor y político británico del mil setecientos)

Creen las gentes vulgares que Mantegna es seco y frío, porque las gentes vulgares no saben que la razón es también una pasión”.
(Sobre el pintor Mantegna)

Cuando uno ha llevado a término una empresa como la del Parnaso o como la de la clasificación de las aves, el espíritu se siente orgulloso y melancólico para toda la vida
(Sobre el pintor Mantegna, relación con el naturalista Linneo)

"Campoamor plugo a aquellos días que se gozaban de Julio Verne. Sucedió después una generación que aprendió a leer a Julio Verne, saltando las descripciones científicas, y a Campoamor, saltando la lección de filosofía moral. Como si prescindimos de estos elementos, poca cosa, realmente, puede quedarnos, pronto apareció otra generación, una promoción tercera, que dejó de leer al uno y al otro, en absoluto" (En el texto sobre Campoamor)

"Felipe II era acreedor biológicamente a una cierta cantidad de gracia. La naturaleza -vengadora de la molestia de los límites morales- le desposeyó de aquel don y se lo regaló a don Juan de Austria. A menudo parece que si Felipe y Juan hubiesen repetido el pacto de Esaú y Jacob, si el primero hubiese cedido al segundo su derecho de legitimidad con todas las maravillas anejas, España y Europa, y las Indias y la Invencible, y el oro de América, a cambio de un plato con las sobras de aquella gracia, habría hecho un buen negocio".
(Sobre Juan de Austria)

Hay que espolear al verso para llegar a decir con él una cosa concreta; por el contrario, hay que refrenar la prosa cuando no se quiere decir con ella inmediatamente una cosa concreta
(En el texto sobre Cervantes)

No todo el mundo es capaz de comprender el heroísmo que existe en cargarse de razón”.
(En el texto sobre Guillermo Tell)

martes, 14 de febrero de 2023

Artista de la oficina

(Ayer, 10:37 AM)

Con notebook y teclado aparte, pero usando los dos teclados, me siento un Charly García. Un teclado da prioridad a las F (teclado de escritorio), mientras que el de la notebook da prioridad a los volúmenes (y tenes que usar fn para las F).
Recibo mensajes, hago las respuestas y programo los envíos. Podría enviarlas y listo. Pero no. Soy un artista de la oficina (¡jaja!).
Dimitris Loizos se llama un guitarrista que me trae de fondo YouTube. Terribles blues, cada tanto algunas notas me electrizan, me sorprenden cuando estoy con “Estimados, les envío la copia de…” o escribiendo esta entrada.
El que diga que no estoy concentrado no sabe nada. Esto vuela.

domingo, 12 de febrero de 2023

La "verdadera" ruta 40

(Mientras esperábamos que el dragón escupiera fuego, no podía ir a hablarle y el guitarrista ya había terminado con el “Camino de las tropas” y empezado con algo simpaticón que resultó ser, me dijo él después y anoté, “Take five”. Es un standard de jazz, defino ahora yo sin prácticamente temor a equivocarme).

Ese día el administrador del alojamiento nos preocupó sobre un incendio a la altura de El Hoyo, así que me puse a ver si había camino alternativo. "Si cortan la ruta 40 por el incendio en El Hoyo podremos averiguarlo en Epuyén. Y si es así podremos desviarnos al noreste por El Maitén, Ñorquinco, Pilcaniyeu y de ahí al oeste hasta Dina Huapi para seguir la ruta original. Google dice que son dos horas más; el tiempo nos alcanza. Y es la oportunidad de conocer esos otros lugares…"

Estaba orgulloso de mí plan y me tranquilizaba un poco. Lo que no sabía yo es que ese desvío, que finalmente no hizo falta tomar, era otro tramo de la "verdadera" ruta 40. Yo sabía que el "marketing turístico" había puesto el nombre de "Ruta 40" a caminos que antes no lo eran, como el de los Siete Lagos, por ejemplo. Y solo imaginaba que había otros más.

Hay algunos a los que esto les puede resultar indiferente, porque no les molesta cuando el turismo organizado deja de lado ciertas cosas "auténticas" por otras más "agradables". Pero quizás les interese saberlo si hay alguna cuestión económico administrativa de por medio.

Según el blog “danbat”, la asignación del nombre de ruta 40 a otros tramos asfaltados preexistentes “permitió” a la provincias “reasignar” el dinero que el gobierno nacional oportunamente había enviado para asfaltar la traza original de la 40. Una “truchada”, según el autor, que destaca además las expectativas de los pueblos que no recibieron el asfalto.

Así lugares como El Maitén, Ñorquinco y Pilcaniyeu quedan relegados del circuito principal (como Radiator Springs quedó fuera de la norteamericana ruta 66). ¿Eso será malo o bueno?

En El Maitén tendríamos que haber estado. Tiene dos o tres cosas que lo hacen atractivo, al menos de oídas. La primera son los talleres y museo de La Trochita, la segunda es estar junto al Río Chubut. Hay también una cascada y unas peculiares formaciones rocosas.

Ñorquinco o Ñorquincó tiene un nombre mapuche que significa agua de ñorquin. A mí los nombres mapuches no me resultan atractivos pero este me cayó de entrada simpático. El ñorquin o ñolkin es un instrumento de viento que se ejecuta aspirando, no soplando.

La “verdadera” ruta 40 "sube" más allá de Pilcaniyeu y llega al río Limay casi en la confluencia con el Collón Curá, para seguir subiendo hasta el paraje La Rinconada, donde sí coincide con la traza actual siguiendo hasta Zapala.

sábado, 4 de febrero de 2023

La de 2022 y una yapa imperdible

¿Escucho música o paso el tiempo con música? Sea lo que sea, el año pasado ha sido menos que otros. Creo que para que se lleven una idea de lo mejor que encontré en Internet deberían ir a los doce clics, los otros doce clics y los clics avisados. Ellos les darán un buen panorama. Y no hay mucho más. Aprovecharemos para completar y colorear esta entrada con el primer hallazgo jaw dropping del año en curso…