miércoles, 28 de julio de 2010

¿De Moro a Marechal?

En las primeras líneas de Utopía, Santo Tomás Moro relata un encuentro ficticio con su amigo Pedro Giles, en donde este último le está por presentar a Rafael Hitlodeo. Según dice Giles, Hitlodeo tiene siempre dos frases a flor de labio, y una de ellas es: “La distancia al cielo es la misma desde cualquier lado”.
Digo, casi sin miedo a equivocarme, que es claro que Marechal ha abrevado aquí cuando dijo aquello de que “de París al cielo hay la misma distancia que de Buenos Aires al cielo”.
Aunque, ¿con un sentido levemente distinto?
Me meto en terreno que no conozco pero quizás pueda dejar apuntado algo más. La frase de Hitlodeo parecería venir en razón de justificar su carácter aventurero (y de decir, imagino yo, que no importa donde uno encuentre la muerte). La frase de Marechal apuntaría más bien a decir que no hay ciudad mejor o peor para santificarse. O como bien apunta Javier de Navascués, dejar claro que el movimiento de cambio más importante que debemos hacer es el vertical, mientras que el horizontal es sólo accesorio.

lunes, 26 de julio de 2010

Denuncia

Hay pistas que no quiero rastrear, y datos que no quiero confirmar. El tema parece ser de Chico Buarque y Milton Nascimento. Lo habrán Uds. escuchado en mil versiones. No sé (y no lo quiero averiguar), cómo pasó del original portugués a sus varias versiones españolas, muy cambiadas en su letra. Se llama “¡Oh, qué será!” (el título sí lo mantiene). Y habla, sin decirlo, del amor. En argentina se ha escuchado no hace mucho por Mercedes Sosa acompañada en vivo por Julia Zenko. Bien, las señoras cantan muy bien eso de que “lo sueñan de mañana las meretrices”. Sin embargo, algunos otros paspados modernos dicen “está en el día a día de las meretrices”. Gran diferencia. Nefasto error.

[Actualización: Buarque y Nascimento en español (¿traducción de ellos?) cantan "lo sueñan de mañana...". Y así varios otros. Es más, creo que ya identifiqué al culpable, pero no vale la pena darle prensa.]

miércoles, 14 de julio de 2010

Dégénérations, revisited

(¿Recuerdan el video?) Con esta canción se sucitó un fenómeno muy interesante.
Mes Aïeux proclama “degeneraciones” que se dieron a lo largo de las generaciones (de ahí la palabra del título). Pérdida de la vida en contacto con la tierra, modificaciones en las relaciones y la familia con descenso de la natalidad, la pobreza que generó el estado con sus sistemas de administración, etc. Creo que no me equivoco si eso es lo que entiendo. Y rescata con un mensaje final de cierta alegría o esperanza, lo que es una característica de varias de sus canciones.
Pero la alerta sobre las degeneraciones es lo que llamó la atención. Muchas personas quedaron encantadas, de hecho yo lo estoy, de que se pueda decir esto en público. Algunos, a mi criterio erradamente, supusieron que Mes Aïeux era un grupo católico. Basta escuchar dos o tres canciones más de ellos para darse cuenta que no lo son (son quebequenses, son catalogados neo-tradicionales, pero de ningún modo dan muestras de ser un grupo católico, más allá de las creencias personales sus miembros).
En el año 2007 una entidad pro-life norteamericana reseñó la canción y el grupo se quejó. No quieren que los identifiquen con la causa pro-life. Toda la historia es entendible. Es fácil entusiasmarse con lo que propone la canción y sobrentender las intenciones de Mes Aieux. El artículo de la entidad pro-life no parece decir nada exagerado ni involucrarlos directamente. Pero, por lo visto, su propia existencia pública obligó a Mes Aïeux dejar muy claro qué causas apoyan y cuales no.
Si hilamos fino, vemos que Mes Aïeux no dice que el problema principal es el aborto. Dicen que la gente tiene cada vez menos hijos. Pero porque no quiere tenerlos. Después de las prolíficas tatarabuela y bisabuela, la abuela tuvo sólo tres (es suficiente) y la madre tuvo sólo “por accidente”. La joven tiene relaciones esporádicas con distintas personas y el aborto llega como un medio para enfrentar una situación no deseada.
Aunque se le hace reflexionar al joven en su contradicción (abortar y luego soñar con una mesa llena de chicos) el problema destacado no es tanto el aborto como la falta de disposición a tener hijos. Precisamente, siempre me llamó la atención que digan “tu t'en sauves en avortant”, algo como “te salvas luego abortando”. Es común que alguien como uno, o también un militante pro-life, que reconoce lo malo del aborto y lo da por hecho (con razón), entienda ese “salvarse” en una forma irónica. Pero, qué tal si eso lo dice (o lo lee) alguien no reconoce al aborto absolutamente como un mal (aunque esté errado). Para esa persona lo del recurso al aborto es solo accidental. Es un accidente que el medio para salvarse sea el aborto. También podría haber sido “te salvas dejando a tu bebé en un orfanato”.

Como dijimos, Mes Aïeux no parece ser un “grupo católico”. Mes Aïeux, como tantas otras personas, estan desencantados con las instituciones. La Iglesia es también para ellos una institución y como tal no la toman como referencia (escuchar por ejemplo la versión de “En Vérite” en vivo). En su búsqueda del ser propio y de la identidad quebequense parecen volver en principio a la naturaleza (enlazo un artículo como referencia), a la familia, a la tierra.
Mes Aïeux tampoco son pro-life, por lo que se lee, sino que según dice otro artículo de la entidad pro-life mencionada, ellos serían lo que los norteamericanos llaman pro-choice. Lástima, pensamos los católicos, porque no hace falta ser católico para estar en contra del aborto. Ni tampoco hace falta participar de un grupo pro-life para estar en contra del aborto. (Tampoco está un católico obligado a participar de un grupo pro-life, basta actuar de acuerdo a la doctrina católica; pero eso es otro tema; y tampoco se puede ser pro-choice y católico, pero eso es otro tema tambièn).
Pero tampoco podemos decir que Mes Aieux es pro-abortion, como se lee en algún título por allí. Creo que en ese punto alguien se excedió en el enojo por los sucesos contra la entidad pro-life.

Tiempo después, en un artículo de First Things, el autor Paul Allen brinda una visión muy buena y con conocimiento del caso, del suceso Dégénérations. Vale la pena leer ese artículo, digamos que pone las cosas en su lugar y me da ideas para pensar en lo que sería el punto en común entre el pathos de Mes Aïeux y el pathos de un católico (tomando la idea de L. Castellani, el pathos sería lo central de una psicología, el sentir):

“Quizás la inesperada popularidad de Dégénérations encuentra un eco en los propósitos de la vida real (…) el retorno a la vida espiritual (…) un lamento por cultura, una reflexión sobre las raíces de Québec, un deseo sentido por algo sólido, permanente y vivificante”.

jueves, 8 de julio de 2010

Yo sin albahaca y sin... la final

Allá en España andan festejando a lo lindo, tienen su fiesta de finalistas. Acá nada. Nos fuimos en los cuartos (de manera deshonrosa, dicen algunos) y todo volvió a la rutina.

Andamos como el chango de la chayita del solitario, que les traigo vía Goear a continuación.



(¿La tenían a la chayita? Yo no. Y eso que a Los Chalcha los mamé de chiquito, gracias a mi papá. Esta grabación está en un disco que él me mostró el pasado día del padre en su casa; el disco es “Patios de la casa vieja”, para los interesados).

jueves, 1 de julio de 2010

Otra de extraterrestres

Es un error suponer que si hay seres extraterrestres y son más avanzados que nosotros, por eso vendrán aquí. Si son más avanzados que nosotros, en vez de viajar al espacio, ya deben saber que hay que viajar en el interior del ser para llegar a la verdad más profunda. Y que todo viaje ad extra es mero pasatiempo, no necesariamente avance o progreso.
Erradamente, damos por hecho que el ser más avanzados es estar más adelante en un camino como el que nosotros estamos recorriendo (avances tecnológicos, viajes espaciales). Y la verdad es que nuestro camino no es precisamente un avance en todos los aspectos. Sí podría serlo en algunos, pero no en todos.
Lo único por lo cual los supuestos extraterrestres llegarían aquí sería por algún designio divino por el cual deban conocer a Jesucristo. Pero entendemos que eso tampoco sería condición sine qua non para la salvación de sus almas. Si bien creemos que Jesucristo es el verdadero camino de salvación, también sabemos que eso no implica condenación para quien no ha conocido a Jesucristo.
Pero aquí el pensamiento se invierte, y surge una asombrosa conclusión. Nosotros, con nuestros viajes espaciales, seríamos los encargados de llevar a Jesucristo al universo. Y así, los viajes espaciales que de por sí no son un avance, se podrían aprovechar y transformar en instrumento de salvación. Como fue la conquista de América aprovechada para evangelizar, por ejemplo; y a un modo nuevo y distinto, sin duda, tratando de descubrir en las culturas que se hallen esos rasgos que la hacen más avanzada, si es que los hay.