domingo, 30 de abril de 2017

Livings, Faulkner, Dickens

Quizás sea la edad, propensa a la nostalgia, la que convoque a los recuerdos de livings llenos de familia. Quizás sea que ahora tenemos el living propio, o una especie de living-comedor grande donde podemos estar todos y hacer las cosas más variadas. Sea eso o lo que sea, mientras intento leer “Los Invictos” de Faulkner, con esa redacción particular y esas palabras que ni en el original inglés que verifico en Internet se pueden comprender (te libero de responsabilidad, entonces, traductor), mientras intento “Los Invictos”, decía (y ya me hice una oración larga como las del libro) me encuentro con una escena de un ambiente familiar de una casa:

No tardamos mucho tiempo en comer. Papá ya había comido a primera hora de la tarde; además, lo que esperábamos Ringo y yo era aquello: esperábamos la hora de los músculos relajados y las tripas llenas tras la cena, la conversación. (…)

Ringo me esperaba en el pasillo; esperamos hasta que Papá estuvo instalado en su sillón,en el cuarto que los negros y él llamaban su despacho; Papá, porque allí estaba su escritorio, donde llevaba las cuentas de la semilla de algodón y el trigo y en aquella habitación se quitaba las botas embarradas y se sentaba en calcetines mientras las botas se secaban a la lumbre; allí podían entrar y salir los perros impunemente a tenderse en la alfombra ante el fuego, o incluso dormir allí en las noches frías; no sé si Mamá, que murió cuando nací yo, autorizó estas cosas antes de morir, y la Abuela las mantuvo más tarde al morir Mamá, o fue al misma Abuela quien dio la autorización; y los negros lo llamaban despacho porque era allí donde los hacían ir a presentarse ante el patrullero (sentado en una de las sillas duras de respaldo recto, y fumándose además uno de los puros de Papá, pero con el sombrero quitado) y jurar que no era posible que hubieran sido ellos ni que hubieran estado donde él (el Patrullero) decía que habían estado; y que la Abuela llamaba la biblioteca porque había un estante de libros que contenía un Littleton de Coke, un Flavio Josefo, un Corán, un volumen del Mississippi Report de 1948, un Jeremy Taylor, las Máximas de Napoleón, un tratado de astrología de 1098 páginas, una Historia de los Hombres Lobo en Inglaterra, Irlanda y Escocia, con un apéndice sobre el país de Gales, por el reverendo Ptolemy Thorndyke, Maestro en artes por la Universidad de Edimburgo, de la Sociedad Real de Estadística de Escocia, las obras completas de Walter Scott, las obras completas de Fenimore Cooper, y la también las obras completas de Dumas en rústica, faltas del volumen que Papá perdió de su bolsillo en Manassas (al batirse en retirada, dijo él).

Así que Ringo y yo volvimos a quedarnos agachados y esperamos en silencio mientras la Abuela cosía junto a la lámpara de la mesa y Papá estaba sentado en el sillón de siempre en el lugar de siempre, con las botas embarradas cruzadas y apoyadas en las huellas de los talones de siempre junto a la chimenea fría y vacía, mascando el tabaco que le había prestado Joby”.

Y entonces me acuerdo del barco-casa del sr. Pegotty, del “David Copperfield” de Dickens que conocí cuando tenía cuarenta años pero recuerdo como un recuerdo de niñez (tan entrañable se me hizo ese libro). Y lo busco, entonces. Y lo releo. En voz alta para los que lo quieran escuchar. Aunque sé que no les sonará como a mí…

Por dentro estaba extraordinariamente limpio: tan aseado como era posible. Había allí una mesa, un reloj holandés y una cómoda y sobre esta una bandeja para el té, con una pintura que representaba a una señora con una sombrilla, paseando con un niño vestido de militar que empujaba un aro. La bandeja se sostenía contra la pared gracias a una Biblia: si se hubiera caído, hubiese roto un gran número de tazas, platillos y una tetera amontonados alrededor del libro. En las paredes había algunas pinturas vulgares, con marco y cristal, sobre temas de la Escritura: no he podido ver más tarde tales cuadros en manos de buhoneros sin volver a ver al mismo tiempo todo el interior de la casa del hermano de Pegotty. Las pinturas más notables eran las de Abraham, de rojo, disponiéndose a sacrificar a Isaac, de azul, y Daniel, de amarillo, arrojado en una jaula leones verdes. Encima de la repisa de la pequeña chimenea había un cuadro del buque Sarah-Jane, construdo en Sunderland, con una pequeña popa de madera de verdad pegada encima: obra de arte que combinaba la pintura con la carpintería y que yo consideré una de las posesiones más envidiables que el mundo pudiera ofrecer. Había algunos ganchos en las vigas del techo, cuya finalidad no adiviné entonces, y algunos cofres, cajones y útiles del mismo material que servían como asientos y completaban las sillas. (…)

Después del té, cuando se cerró la puerta y todo estuvo bien abrigado -pues las noches eran ya frías y brumosas-, aquel me pareció el refugio más delicioso que la imaginación del hombre hubiera podido concebir. Oír el viento levantándose sobre el mar, saber que la niebla avanzaba sobre la llanura desolada del exterior, mirar el fuego y pensar que no había ninguna casa cercana a la nuestra y que esta era una barca, parecía un encantamiento. La pequeña Emilia había superado su timidez y estaba sentada a mi lado sobre el menor y más bajo de los cajones, que era suficientemente grande para nosotros dos y se encontraba justamente en el rincón de la chimenea. La señora Pegotty, con su delantal blanco, hacía punto al otro lado del fuego. Pegotty con su labor parecía tan poco extraña en la casa como si la catedral de San Pablo [NOTA: es la pintura en su caja de labores] y el cabo de vela nunca hubieran conocido otro techo. Ham, que acababa de darme mi primera lección de cartas, intentaba recordar un sistema para decir buenaventura con las cartas manchadas e iba imprimiendo la huella pringosa de su pulgar en todas las que volvía. El señor Pegotty fumaba su pipa. Me pareció que era la hora de la conversación y de las confidencias”.

viernes, 14 de abril de 2017

Examen de conciencia

Es Viernes Santo pero el día está tan bueno que parece que proclamara una “jubilosa incredulidad acerca de la muerte”, como decía Marechal. Y así es como si nos avisara de antemano, para los impacientes, que va a venir el Domingo de Resurrección.

Pero quedémonos por ahora en el Viernes Santo y hagamos un examen de conciencia:

El rey de los judíos se ha desplomado por tercera vez
su cuerpo es una anécdota confusa bajo la cruz
lo peor de todo es que alguien le hizo la zancadilla
a ver quién fue el gracioso de la zancadilla a ver
el gracioso de la zancadilla que hizo rodar a Dios
es yo mismo es tú mismo y es nadie más
basta ya de disimular pues hombre si Dios te vio
reconoce que te has pasado todos los días de tu existencia
apostado en la estación número siete del vía crucis
poniendo tu subrepticio pie entre los pies de Dios
reconoce que ese acto es el perfecto resumen de tu existencia
reconócelo y pide perdón al Dios galileo que has derribado
porque el galileo ya se levanta a pedazos y cómo te mira
y te mira y perdona tu zancadilla y te ama
y ofrece todo su sangre sólo por ti.

(José Miguel Ibañez Langlois, Libro de la Pasión, VI-El vía crucis, 4)

jueves, 13 de abril de 2017

Actualizándome


Para actualizarme en literatura me compré un disco del último Nobel (¿?). Escuchando las canciones en el auto ha tenido notable éxito entre el público joven la canción “Mr. Tambourine Man”. La música de este hombre es de vaqueros, según ellos. Aún más, dice J. que “Mr. Tambourine Man” va muy bien para que la cante “Doc” en el oeste.

viernes, 7 de abril de 2017

Blues (algo muy personal)

En una grabación recuerdo a León Gieco decir al público algo así: "The zamba in Argentina is almost like the blues here in the United States". Nunca estuve de acuerdo. Siempre pensé que la zamba puede ser alegre y que en todo caso hubiera sido la vidala la análoga al blues. Pero ahora caigo que hay como una característica de "especie en extinción" del blues que bien podría corresponder al folklore en Argentina. Y si él iba a cantar una zamba, no estaría tan mal esa comparación.

Siempre me interesó el blues. Y aunque uno sea feliz puede acumular cierto blues con los años. No como algo malo. Blues del bueno. (¿Existe eso? Como el colesterol, ¿no es que hay colesterol del bueno?). No tristeza, sino una nostalgia linda. O un blues de la satisfacción. ¿Puede existir algo así? Blues de la experiencia. Estar bien y poder bancarse un blues muy sentimental porque es como ir a ver lindas fotos viejas.

Siempre me interesó el blues, dije. Recuerdo a Bobby Flores comentando que B.B. King le había dicho que era muy bueno el "blues latino". Y Bobby Flores se indignaba porque para él estaban hablando de blues simplemente, ¿qué era eso de decirle "latino"? A mi me parecía estar con B.B. King y en contra de lo que parecía ser el poco humilde argentino que no reconocía que un verdadero blues tiene que ser norteamericano. En este caso sigo pensando así.

Y no sé nada de música, ni nada de blues. Pero siempre me interesó. ¡Si hasta tengo el disco “Alma bajo la lluvia” de Memphis! ¡Epa! ¿Qué me contursi? Blues latino. Y ahora ando escuchando a Joe Bonamassa. El caso de Bonamassa tiene algo raro. Porque da la idea que el blues no solo tiene que ser norteamericano, sino pobre, negro y del Mississippi. Y Bonamassa no tiene nada de eso. Pero eso no me importa, porque yo solo estoy escuchando Bonamassa, sea lo auténticamente blues que sea. Y si es algo distinto, mejor. Algo distinto del típico blues, de hecho, debe ser. Porque te agarra un blues de cinco minutos de B.B. King y te lo hace un blues rock de siete, con riffs, licks y todas esas cosas que yo que sé.

domingo, 2 de abril de 2017

Sobre el "Libro de la Pasión"

Me regalaron, directo desde Chile, un libro llamado “Conversaciones con José Miguel Ibañez Langlois” (hace tiempo venimos hablando de este autor: I, II, III, IV, VVI, VII, VIII, IX).

En una sección en que se habla de su obra poética él comenta su libro más apreciado, el “Libro de la Pasión”:

"¿Y por qué la obsesión con el tema?

Porque, aparte de su importancia objetiva, yo sentía que en casi todas las historias de la Pasión y en las vidas de Cristo faltaba una dimensión de fondo del misterio, que por otra parte yo había entrevisto en ciertas líneas de Isaías, de San Pablo, de León Bloy y de Ana Catalina Emmerich. Por contraste, me apenaba la forma tan convencional y externa con que tantos cristianos (y no pocos teólogos y autores espirituales) se representaban la Pasión del Señor: como si Jesús, tomando una distancia infinita del pecado humano, lo hubiera llevado “al hombro” y no en su corazón; como si selimitara a tomar generosamente sobre sí -en vez de nosotros- el castigo que merecíamos. Aquello me parecía una visión muy jurídica del asunto.

¿Tenía usted una visión más teológica de él?

Dios me libre de creer que yo he visto algo nuevo o distinto sobre nuestra Redención. Pero había que creer de veras en la palabra de San Pablo: a su Hijo “Dios lo hizo pecado por nosotros”. Guardini dice que ciertos misterios de la fe no pueden expresarse con verdad sin rozar la herejía o la blasfemia. En este caso, que Jesús llevó los pecados del mundo dentro de su corazón, como si -esta es la palabra terrible- como si fueran suyos propios, como si él mismo los hubiese cometido todos, desde el pecado de Adán hasta el último pecado que se cometa sobre la tierra. Sólo así entiendo yo algo sobre el “triste está mi alma hasta la muerte”, sobre los sudores de sangre en el huerto, sobre el “Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”. En definitiva, sobre el Amor infinito con que hemos sido amados desde la cruz".

(“Conversaciones con J. M. Ibañez Langlois”; Braulio Fernández Biggs, Patricio Fernández Ugarte, Sebastián Urruticoechea Ríos; Editorial Universitaria, Chile).

A continuación fragmentos que tengo del libro, en una antología, que se entienden mucho mejor a la luz de aquellos comentarios.

Libro de la Pasión

III, La agonía en el huerto

5
Él sorprendió a la flor en plena muerte
él la puso en su corazón para que resucitara
él fue la flor leprosa la más profunda
con flor y lepra y todo él resucitó

7
Él es Adán y su pecado original ha ensombrecido al mundo
por eso suda sangre y sangre bajo la luna de los olivos
él gustó del sabor de una soberbia luciferina
él mismo golpeó con la mano de Caín y golpeó y golpeó
sobre el inocente Abel hasta asesinarlo
por eso debe expiar hasta la muerte
él es todos los más repungantes seres de Sodoma y Gomorra
es culpable de todo cuanto se hace contra natura
por eso debe ser barrido de la faz del mundo
él es Marción es Manes es un gnóstico de las tinieblas
él posee todos los males de la inteligencia
y ha corrompido el cristianismo desde su interior
y ha desfigurado el rostro de Cristo de siglo en siglo
por eso debe morir en el patíbulo de la cruz
es el peor de los Borgia y de los Médici
tiene ojos de artista degenerado y suaves dedos de envenenador
es un poeta y filósofo maldito peor que Rimbaud
en su alma cultivó la depravación
por un lento y razonado desarreglo de todos los sentidos
él se volvió loco después de gritar con la voz de Nietzsche
Dios ha muerto yo mismo lo maté
por eso lo ha abandonado su Padre Dios
él acumuló enormes cantidades de dinero a costa de la sangre del pobre
él inventó la ley de la selva y la lucha de clases y la dictadura del proletariado
por eso debe ser pasado por la justicia
él dio las perentorias órdenes de Hitler y Stalin
él liquidó a millones de víctimas inocentes
que él mismo había encerrado en Auschwitz y en toda Siberia
él disparó a mansalva él puso bombas de tiempo en las salas cunas
él prestó al siglo XX el fulgor apocalíptico de su agonía
él construyó las armas nucleares y a sangre fría las estalló
en medio de la innumerable indefensa población civil
por eso debe ser castigado hasta la muerte en cruz
él vendió a su Maestro por treinta monedas
él fue sus propios crucificadores
por eso está allí tirado sobre el polvo de Getrsemaní
y traspira sangre y sangre a la luz de la luna
bajo la mirada justiciera inmóvil toda conmovida de su Padre Dios.

9
Ecce homo dice Dios sobre sí mismo
y aparece en el balcón del universo
el rostro de Jesucristo bañado en sangre.

11
Los dolores del mundo tienen buena memoria
jamás se les olvida que fueron Jesús
ellos tiran del alma que los sufre
diciendo
_______soy Jesús
_______________tu redentor de anoche
ayúdame a redimir el mundo contigo misma
sólo tres noches más y
___________________resurrección.

17
Esas gotas de sangre sobre el huerto
caen oh Dios sobre el huerto como si Dios mismo
estuviera en su altura
agonizando.

20
Los apóstoles duermen pero la madre vela
la madre está en agonía hasta el fin del mundo
la madre de Jesús como la luna llena
ilumina todo el valle de Josafat
ella tiede sus manos puras casi traslúcidas
hacia el huerto que la llama como su sangre
porque es sangre de su sangre la sangre de Dios
que ella limpia a distancia con sus mano de luz
con tanto amor que Jesús las siente
mejor que si tocaran su oscura faz
ah que alivio este solo consuelo de la tierra
qué ternura del cielo consuela su cara
como si nada hubiera ocurrido en esos tres años
como si nada en esos últimos treinta y tres
Jesús está llorando de amor como un niño
porque el cielo y la tierra lo abandonan
pero el leproso el abandonado el vástago
tiene madre y su madre es todo el amor
del cielo y de la tierra y lo está velando
y le está lavando el rostro bañado en sangre
por acción a distancia como la luz
como en Belén entonces su propia sangre
el leproso de Dios el hombre eterno
tiene madre y su madre es todo el consuelo
del reino de este mundo el dulce reino
porque existe María sobre la oscura tierra
y Dios agonizante le susurra madre
no me abandones madre madre mía.

sábado, 1 de abril de 2017

Otro himno pulenta

En dos oportunidades (creo que en solo dos) hablamos sobre un himno nacional que fuera envidiable. Nosotros tenemos los laureles y juramos con gloria morir, pero en ningún lado aparece Dios. Por eso son envidiables los himnos de Santa Lucía y de Kenia.

Y hoy vamos a mencionar al himno de la Isla de Man. La Isla de Man es una isla que está en el mar de Irlanda, entre la Isla de Gran Bretaña y la Isla de Irlanda. La Isla de Man no forma parte del Reino Unido, ni de Irlanda. “Es una dependencia de la Corona Británica con gobierno autónomo” y, según dice Wikipedia, “su representación internacional, defensa y buen gobierno son responsabilidad del Gobierno del Reino Unido”. La Isla de Man tiene su propio idioma gaélico, que el traductor de Google todavía no tiene. En manés, que ese es el nombre de idioma, su tierra se llama Ellan Vannin.

El himno de la Isla de Man es el primero en el que veo que nombran a Jesús.

O land of our birth,
O gem of God's earth,
O Island so strong and so fair;
Built firm as Barrule,
Thy Throne of Home Rule
Makes us free as thy sweet mountain air.

When Orry, the Dane,
In Mannin did reign,
'Twas said he had come from above;
For wisdom from Heav'n
To him had been giv'n
To rule us with justice and love.

Our fathers have told
How Saints came of old,
Proclaiming the Gospel of Peace;
That sinful desires,
Like false Baal fires,
Must die ere our troubles can cease.

Ye sons of the soil,
In hardship and toil,
That plough both the land and the sea,
Take heart while you can,
And think of the Man
Who toiled by the Lake Galilee.

When fierce tempests smote
That frail little boat,
They ceased at His gentle command;
Despite all our fear,
The Saviour is near
To safeguard our dear Fatherland.

Let storm-winds rejoice,
And lift up their voice,
No danger our homes can befall;
Our green hills and rocks
Encircle our flocks,
And keep out the sea like a wall.

Our Island, thus blest, No foe can molest;
Our grain and our fish shall increase;
From battle and sword Protecteth the Lord,
And crowneth our nation with peace.

Then let us rejoice
With heart, soul and voice,
And in The Lord's promise confide;
That each single hour
We trust in His power,
No evil our souls can betide.