domingo, 17 de diciembre de 2017

2017 (y yapa)

En esta gráfica las dos fuentes y rutas principales de los hallazgos de este año. Y a continuación el disco o selección 2017.


01. Zamba del arribeño (Néstor Soria/Juan Falú) | Juan Falú, Carlos y Julia Moscardini
02. La tarde (Sindo Garay) | Sílvia Pérez Cruz y Uxía
03. Stop! (Bruce Brody/Gregg Sutton/Sam Brown) | Joe Bonamassa
04. Vidala de la copla (Chango Rodríguez) | Curepas
05. Bye bye baby (Powell St. John) | Janis Joplin
06. Unchain my heart (Bobby Sharp) | Del disco “Joan Chamorro presenta Magalí Datzira”
07. Flores negras (Francisco de Caro) | Carlos Moscardini
08. Everybody’s talking (Fred Neil) | Tedeschi Trucks Band
09. Shape of my heart (Sting, Dominic Miller) | Del disco “6 string theory” de Lee Ritenour
10. Vidala del lloradero (Francisco Lanusse) | Julia y Carlos Moscardini
11. Mr. tambourine man (Bob Dylan) | Bob Dylan
12. Undecided (Charlie Shavers) | Sant Andreu Jazz Band (Joan Chamorro)
13. Laura va (Luis Alberto Spinetta) | Carlos Moscardini
14. Orchid (Nataly Dawn) | Nataly Dawn
15. If it’s magic (Stevie Wonder) | Rodrigo Vazquez Sardella y Julia Moscardini
16. Flores naturales (Onofre Paz) | Juan Quintero, Santiago Segret y Andrés Pilar
17. On the sentimental side (Monaco/Burke) | Sant Andreu Jazz Band (Joan Chamorro)
18. Sloe gin (Ezrin/Kamen) | Joe Bonamassa (vers. Muddy Wolf at Red Rocks)
19. Angel from Montgomery-Sugaree (John Prine-García/Hunter) | Tedeschi Trucks Band
20. Give me one reason (Tracy Chapman) | Tracy Chapman
21. Pisando nubes (José Luis Aguirre) | La Maderosa
22. Just a closer walk with Thee (Trad.) | Del disco “Joan Chamorro presenta Magalí Datzira”
23. I’d rather go blind (Jordan/Foster) | Beth Hart & Joe Bonamassa
24. Barro tal vez (Luis Alberto Spinetta) | Cande Buasso, Paulo Carrizo, Jorge Cordero

La yapa, candidato ya al 2018, este temonazo que hizo Sílvia Pérez Cruz con un poema de Ana María Moix:

domingo, 26 de noviembre de 2017

Circa me persigue / Mi búho

24/11: “Hola Juan. Sí!! (…) viene el lunes a la mañana, circa 8am.
Mail laboral.

24/11: “Holy blast from the past, Batman!!! A very nice lady just gave me 100 photos from two early shows in Upstate New York. This is circa 1992 at Lilly's with Bloodline.
Joe Bonamassa en: clic.

26/11: “Is it just me or does the lead singer look like Carly Simon circa 1976?
Comentario en este video: clic.

*


"Otro que se extrañó mucho al verme, fue el inquilino del primero, un viejo búho siniestro, con cabeza de pensador, que vive en el molino desde hace más de veinte años. Le encontré en la habitación de arriba, inmóvil y derecho sobre el árbol principal, en medio de los cascotes y de los ladrillos caídos. Me miró un momento con su ojo redondo; luego, espantado al no reconocerme empezó a hacer '¡Hu! ¡Hu!' y a sacudir fatigosamente sus alas grises de polvo (esos demonios de pensadores que nunca se cepillan)... No importa, tal como es, con sus ojos parpadeantes y aspecto poco amable, este inquilino silencioso me gusta más que otro cualquiera, y me apresuré a renovarle su contrato. Habita, como antes, toda la parte alta del molino con una entrada por el techo; yo me reservo la habitación inferior, una pequeña habitación pintada con cal, baja y arqueada como un comedor conventual".
(Alphonse Daudet, Cartas desde mi molino)

martes, 14 de noviembre de 2017

A farewell to kings

When they turn the pages of history
When these days have passed long ago
Will they read of us with sadness
For the seeds that we let grow
We turned our gaze
From the castles in the distance
Eyes cast down
On the path of least resistance

Cities full of hatred
Fear and lies
Withered hearts
And cruel, tormented eyes
Scheming demons
Dressed in kingly guise
Beating down the multitude
And scoffing at the wise

The hypocrites are slandering
The sacred halls of Truth
Ancient nobles showering
Their bitterness on youth
Can’t we find
The minds that made us strong
Can’t we learn
To feel what’s right and wrong

Cities full of hatred
Fear and lies
Withered hearts
And cruel, tormented eyes
Scheming demons
Dressed in kingly guise
Beating down the multitude
And scoffing at the wise
Can’t we raise our eyes
And make a start
Can’t we find the minds
To lead us closer to the Heart

(Rush, 1977; 40º aniversario; music: Geddy Lee, Alex Lifeson and Neil Peart; lyrics: Neil Peart)

sábado, 4 de noviembre de 2017

Puente de la Noria y otras tierras de leyenda


El Puente de la Noria ocupa un lugar destacado entre los lugares de mi infancia. No era un lugar donde yo vivía, ni por donde pasaba, sino un lugar en los mapas. Y solo quien gusta de mapas y aventuras a lugares desconocidos puede entender por qué un lugar en el que rara vez se haya estado puede ser un lugar que quede en la memoria como un lugar especial. Era uno de los lugares que recuerdo como claves en la geografía urbana que nos enseñaba mi papá. Puente de la Noria, sabrán Uds., sobre el Riachuelo, esquina de la ciudad, uno de los extremos de la Avenida General Paz y, por el otro lado, comienzo o fin del entonces llamado Camino Negro (gran nombre, hoy cambiado por un aburrido y archirrepetido Presidente Perón). En la esquina interior de la ciudad, además, es de saber que está el Autódromo.

En los barrios de Caballito había por ese entonces un colectivo algo perezoso que llevaba el nombre de 141 (aún hoy debe llevarlo). Sus colores eran rojo con blanco y azul (hoy creo que es solo rojo, un rojo casi comunista porque es el mismo para todos los colectivos que compró una empresa). De más grande lo he tomado para ir y venir de Plaza Italia. Pero ya antes de tomarlo lo miraba con curiosidad porque llevaba en su frente ese nombre: Puente de la Noria. Y cuando empezaba a usar colectivos, ahí en la puerta del colegio, mientras esperaba el 104, veía pasar el colectivo que venía desde ese misterioso lugar.

Por Puente de la Noria pasamos alguna vez con mi papá en el auto, seguramente. No sé si lo recuerdo o lo imagino. Pero no tengo recuerdo alguno de haber pasado luego por muchos años, veinticinco o treinta podrían ser, hasta el día de anteayer. Y pasé como un extranjero, y pase de afuera hacia adentro, de noche, volviendo de la zona sur, por un Camino Negro transformado en Perón y en iluminada autopista. Y ya en elevación, allá a la derecha vi una inmensa terminal de ómnibus, con colectivos 21 estacionados hasta el horizonte. Y el puente no era el mismo, porque toda la zona fue renovada. Pero allá abajo, entre los dos carriles de autopista, quedó el Puente Viejo. Seguro era ese. Por un momento creí recordar que era como el Puente Victorino de la Plaza (Avenida Vélez Sarsfield) pero no, tiene una fachada o arco del estilo del Puente Alsina (Avenida Sáenz), aunque menos espectacular.

Con mi papá también hicimos vueltas a la ciudad en bicicleta, con planificación incluida. Recuerdo un mapa de esos de Capital y Gran Buenos aires, esos de colores amarillo, rosa celeste y con las calles en blanco, marcado en birome con el recorrido realizado. Y luego de más grande, estudio de Filcar de por medio, me metí con la bicicleta por cualquier lado. Pero nunca llegué a Puente de la Noria. No recuerdo tampoco haber querido ir sin poder. Aunque siempre me quedé con las ganas de la Avenida 27 de febrero (conecta Puente de La Noria con Puente Alsina bordeando el Riachuelo). Ahora es casi un lujo de avenida y uno hasta casi que se animaría, con un equipo modesto, a ir de día. Pero entonces debería ser el fin de mundo, la orilla más orillera, el río después de la quema, terreno para una expedición marechaliana de su Adán Buenosyares.

Toda esa zona sur es misterio atractivo. Si quieren disfrutarla en forma más o menos civilizada, consideren un viaje en Premetro o en el tren de trocha angosta Belgrano Sur. Ambos combinan en la Estación Illia del Belgrano Sur. Yo estuve allí. Y viví para contarlo: clic.

Notas:
1. El Riachuelo también cambia de nombre oficial cuando pasa por debajo del Puente de la Noria: clic.
2. El Camino Negro tiene su nombre oficial y no solo se llama Perón: clic.

lunes, 16 de octubre de 2017

Septiembre y octubre

(9/10)
Hay un árbol amarillo. En otoño tardío. Cuando llega la época de la fiesta de Corpus Christi le sacan hojas para hacer una infiorata. La infiorata es un camino hecho de pétalos de flores y hojas de árboles por donde transita el último tramo la procesión con el Santísimo.
Se gasta plata en esas cosas (muchas flores) y siempre que veo que la gente comenta los gastos recuerdo cuando buscábamos respuestas para las críticas al “oro del Vaticano”. Porque la gente no lo entiende. Pero es respetuosa. Porque lo hace. Cuida su trabajo. Y yo debería traer a cuenta a María derramando el perfume sobre los pies del Señor.

(9/10)
Hoy llegué con cinco minutos de ventaja y paré en la panadería. Me llevé una pequeña cremonita que salvó su vida a la mañana y ahora espera su hora en el cajón. Tengo un vaso de yerba para el mate que va hacerle el réquiem. Requiescat in panza”. No es para compartir. A veces sí hay para compartir. Uno ve algo y dice: “voy a llevar esto que vi, para compartir con los demás”. ¿Eso es Contemplata allis tradere? Pero esta no es para compartir. No, no.

(30/09)
Entramos. “Hola, qué tal. ¿El ruido y la furia, de William Faulkner?”
¡Esa forma que tenemos de preguntar, sin decir antes un “tiene” o un “tendría” o algo por el estilo! Se podría responder: “Sí, es un libro”. O “Sí, es correcto, esa obra es de ese autor”. Por supuesto que no me dijo eso sino que dijo algo como “sí” y se dirigió hacia un estante. ¡Qué bueno, un librero “posta”, que no va a la computadora porque sabe lo que tiene!

(12/10)
Ver una tapa y decir: “es turno de este”.
Tengo 20 GB de música en un palito pero extraño los discos.

(11/09)
“(...) Era como si Ringo lo sintiera también, y como si el ferrocarril, la locomotora veloz que esperaba ver, lo simbolizara: el movimiento, el impulso de moverse que ya había cobrado presión entre su gente, más oscuro que ellos mismos, sin razón, siguiendo y buscando una ilusión, un sueño, una forma luminosa que ellos no podían conocer porque no había nada en sus tradiciones, no había nada en su recuerdo, ni siquiera de los viejos, que pudieran decir a los demás: ‘Esto es lo que encontraremos’; ni él ni ellos podían saber lo que era, pero estaba allí: uno de esos impulsos inexplicables pero invencibles que aparecen de cuando en cuando en las razas y las impulsan a levantarse y abandonar toda la seguridad y la familiaridad de su tierra y su hogar y a ponerse en camino, sin saber hacia dónde, con las manos vacías, ciegos para todo salvo para una esperanza y un destino”. (Los Invictos, William Faulkner).

(09/09)
En el fondo de todo lo que pensamos subyace la misma, la única pregunta por el misterio de la vida humana.

martes, 26 de septiembre de 2017

The Land Beyond the Land of the People

"The main feature of the Alert crest is the head of a muskox, a suitably northern animal. Behind the muskox is a background of black and yellow, signifying the periods of total darkness and total sunlight experienced at Alert. Below are two peaks denoting the two mountains to the south, Crystal Mountain and Mount Pullen, between which the sun rises in March. Behind them are the white peaks of the Western Mountains. Below the peaks, a blue band between two white wavy lines signifies the Lincoln Sea and the water and ice pack surrounding Ellesmere Island. The crest is encircled by a wreath of gold maple leaves and with the royal crown of Queen Elizabeth II, Sovereign of Canada, on top. On a banner below the crest is the motto 'Inuit Nunangata Ungata' which translates in English to 'The Land Beyond the Land of the People', the age old and very apt Inuit description of Canada's northern Arctic region". [*]

La cosa es tan fantástica como real. De tan raro suena como esas antiguas historias de ficción, de reinos lejanos y perdidos. Pero el lugar es Alert, en Nunavut, Canadá. Ya lo presentamos en la primera entrega de Alter Mundi: el lugar permanentemente habitado más septentrional, más cercano al polo norte. Nació como una estación de radio y comunicaciones. Es base militar y tiene aeropuerto y estación meteorológica. CFS (Canadian Forces Station) Alert. Y ese es su blasón.

Lean cosas muy interesantes sobre Alert en esta página. ¿En cual? En ésta.

[*] La principal característica del blasón de Alert es la cabeza del buey almizclero, un animal muy propio del norte. Detrás del buey almizclero hay un fondo en negro y amarillo, que refiere a los períodos de total oscuridad y total luz solar que se viven en Alert. Abajo hay dos cumbres que representan las dos montañas del sur, la montaña Crystal y el monte Pullen, entre los cuales el sol sale en marzo. Detrás de ellos están las cumbres blancas de las Western Mountains (Montañas del Oeste). Debajo de las cumbres, una banda azul entre dos líneas onduladas significa el Mar de Lincoln y el hielo que rodea la Isla de Ellesmere. El blasón está rodeado por una corona de hojas doradas de arce y la corona real de la Reina Elizabeth II, soberana de Canadá, en la parte superior. En un estandarte debajo del blasón está el lema "Inuit Nunangata Ungata", que se traduce al inglés como "The Land Beyond the Land of the People” (La tierra más allá de la Tierra de la Gente), la antigua descripción inuit de la región ártica del norte de Canadá.

martes, 19 de septiembre de 2017

Metiéndome en el mundo de Faulkner (relato con algún excurso espiritual)

Al momento solo leí un libro de William Faulkner. Pero tiene el privilegio de ser el libro que más rápido volví a leer. Y no he releído muchos libros. A relectura completa, me refiero. Si leo de qué se trata el resto de las obras de Faulkner me asusto un poco. Hay menciones de sexo y violencia y situaciones seguramente nada “edificantes”. Si vemos su vida personal, tampoco lo es (aunque dicen que fue muy profesional en su trabajo de escritor). Pero, ¿puedo fiarme de “Los Invictos” (la única obra que leí) para pensar que el tratamiento que hace de temas escabrosos no es tan cruel e innecesariamente despiadado como en películas de televisión o textos más modernos? Porque la verdad es que la historia de “Los Invictos” es dura, difícil, tanto la de sus personajes principales como las de la masa indeterminada de los negros, esos negros emancipados que recorren como zombies los caminos hasta su Jordán, pero no es innecesariamente cruenta ni repugnante en su descripción. Y hasta es heroica.

Quizás le falta a Faulkner una visión de fe. Por eso no entiende cómo los negros pueden, como otros pueblos, peregrinar hacia una especie de tierra prometida. Pero, ¿es la fe de esos negros una fe conveniente? La visión de Faulkner es “la otra historia”, la distinta a la oficial. Critica cómo los negros fueron dejados de lado o usados por quienes los liberaban. Pero, para ellos, ¿los que los liberaban eran los yanquis por ellos mismos o como medios de un Dios? Y ese Dios, ¿era un auténtico Dios? La religión esa era protestante. Metodistas, episcopalistas... ¿Hizo bien esa religión o los negros fueron engañados?

El fin de la esclavitud es un objetivo necesario para la humanidad. Y si Faulkner recibió el premio Nobel fue, además de por sus frutos literarios, gracias al alegato antirracista “Intruso en el polvo” (según dice el doctor Antonio Ballesteros González). Pero así y todo Faulkner parece decirnos que los negros (al menos muchos, al menos aquellos que vemos en sus personajes) estaban mejor en sus vidas de esclavos que luego en sus vidas libres. Esto no es una defensa de la esclavitud, no podría serlo. Tiene que ser entonces una crítica a los yanquis (y quizás a la religión de los negros, aunque al momento no me queda claro).

Al momento solo leí un libro de William Faulkner, dije. Y me gustó mucho. Y me fascina que haya todo un mundo, con su plano y su genealogía. Un mundo fantástico inmerso en una historia real como es la Guerra de Secesión y épocas cercanas. Un condado imaginario, en el estado de Mississippi, llamado Yoknapatawpha. Que se ubica aproximadamente en lo que sería un condado real llamado Lafayette. Y Faulkner describe todo tan bien. Y sus oraciones son largas y con muchos rodeos pero las cuenta tan bien que dan ganas de descifrarlas. Y los nombres que usa, y los títulos. Y la historia de “Los Invictos”, contada desde la perspectiva de un chico, está tan bien, con todas esas sensaciones que los chicos tienen y evocamos muy fácilmente si pensamos en nosotros. Y la abuela, gran personaje. Y esas cosas como eran antes. El respeto a la mujer o a los mayores. El trabajo de la conciencia sobre los propios actos. Y el pedir perdón a Dios.

Hoy nadie cree en Dios. ¿A quién le van a pedir perdón entonces? ¿Quién guía tu vida? Vivimos como si supiéramos todo y buscamos dioses en reikis, budas, ecologías, pueblos originarios, comida sana y natural, vegetarianismo, veganismo, respeto, tolerancia, pluralismo. Todo eso está muy bien pero ocupa, sin llenarlo, el lugar del Dios que seguimos buscando sin saberlo, que no nos dimos cuenta que rechazamos. ¿Con quien te reconciliás cuando te “reconciliás con la naturaleza”? Si vos sos naturaleza, y la naturaleza no es más que alguien parecido a vos. ¿Con quién estás hablando? ¿Quién te puede absolver o salvar? La calma, el darte cuenta que fluís con el universo… ¿a quién satisface eso? Yo quiero ver siempre los ojos que quiero. Quiero sentirme en familia por toda la eternidad. Yo sé que si existimos es por algo. Simplemente porque puedo pensar en que es por algo, es que por algo debe ser. Un día me dormiré para ver qué hay, cuál es el fin de la película.

Mientras tanto sigo con “Los Invictos” de Faulkner. Y los mapas de Yoknapatawpha, hechos por el mismo Faulkner. ¡Y la Yoknapedia! Para averiguar sobre todos esos nombres que usa Faulkner como Vendée, Riposte in tertio, etc. Aunque debo decir que mi edición de “Los Invictos” tiene buenas notas (EDAF, 2011). Y también debo decir que no miren mucho los mapas porque pueden “botonearle” algunos sucesos de obras que aún no leyeron (spoiler alert, como dice el gaucho). A continuación, una cita de Faulkner que usa el emprendimiento Yoknapedia cuando presenta el sitio:

By all means let us make a Golden Book of my apocryphal county. I have thought of spending my old age doing something of that nature: an alphabetical, rambling genealogy of the people, father to son to son”.
William Faulkner, letter to Malcolm Cowley, The Faulkner-Cowley File, p. 25.

Faulkner falleció en 1962 a los 65 años y no sé si habrá podido cumplir con ese sueño. ¡Pero sí que era un genial plan de retiro!

sábado, 9 de septiembre de 2017

Giving directions


Llegás a Tigre, pasás el puente, seguís derecho por el bulevar de las palmeras (San Martín) hasta el semáforo. Si seguís derecho cruzás el puente y estás en Rincón de Milberg. En 4 cuadras llegás a la Santa María (semáforo) y doblás a la derecha. Le metés por esa. (¿Cómo se diría “métele derecho por esa” en las clases de inglés de giving directions?). Se hace ancha. Cruzás el canal. Llegás al los barrios Santa María de Tigre y Altamira y al centro comercial del Nordelta. Después de una Shell (mano de enfrente) y un distribuidor en que seguís derecho, la ruta hace curva a la izquierda. Contracurva a la derecha. Seguís hasta el final (unos 1000 metros). Rotonda, a la derecha. Seguís el camino que luego cambia de sentido girando a la izquierda y al final llegás al ACA de Dique Luján. Curva a la izquierda y contracurva a la derecha. Vista de campo la derecha. De barrio privado a la izquierda. Curva otra vez a la izquierda (lleva solo). Y en 400 metros curva a la derecha con cartel que indica Bienvenido a Villa La Ñata.

Avanzás entre chalecitos y quintas. En 1000 metros llegás al puente sobre el canal Villanueva. Si no lo cruzás y doblás la izquierda recorrés la costanera. Pero si doblas una antes (a la izquierda también) y hacés una cuadra, encontrás en una esquina el puesto de la foto. Hacen churros en el momento. Calentitos. Buenísimo.

martes, 29 de agosto de 2017

Decimotercer aniversario

Le robaba algún tiempo a un trabajo que ya no tenía futuro. Algunas de las primeras cosas se escribían en un galpón de Santos Lugares mientras el mundo real al lado mío comercializaba bebidas. Y como yo no tenía un lugar muy definido en el mundo real, esa era otra forma de ahí estar y de ahí no ser.

De inquietudes del pensamiento comenzó este blog que hoy cumple trece años. Los aniversarios son época de “metablog”, palabra que usaba Enrique García-Máiquez. Metablog, más allá del blog o, mejor dicho, cuando el blog habla sobre el blog. En vez de tocar un tema, hablar de qué es el blog, por qué uno lo escribe, por qué la gente lo escribe, etcétera.

Seguramente alguna vez lo dijimos, pero entre las varias razones por las que uno escribe un blog está la siguiente: un blog sirve para hablar de cosas que uno no puede hablar. ¿Resulta que uno es un poco loco, un poco niño o tiene gustos raros? Pues se monta un blog, como dicen en España, y allí “habla” con la gente que lo quiera escuchar. (Uno encuentra raros fácilmente en los blogs. Y raros lindos, raros buenos, eh, no se crean... Hemos conocido varios personalmente).

Por ejemplo, ¿con quién podría compartir yo mi interés actual por el jazz?

Regalo de aniversario para Uds.:

 

sábado, 19 de agosto de 2017

Encuentro en los suburbios

Para ir preparando el próximo aniversario del blog qué mejor que dejarles algo muy, muy bueno, argentino, más precisamente de la zona sur del conurbano o, como diría uno de ellos, de los “suburbios” (y si no nos equivocamos, de esa parte de los suburbios que en los mapas se llama Temperley, partido de Lomas de Zamora). Hablo como si los conociera pero lo cierto es que solo los he visto una vez. Les diría, sin embargo, que con esa sola vez casi basta no solo para comprobar la calidad de los artistas sino también la de las personas.

No quiero derivar muy lejos, pero fue un épico viaje a Monte Grande, también suburbios, también sur, pues allí se presentaban los artistas y la oportunidad parecía única. Vamos a decir, si me permite que lo nombre aquí, que fui con el legendario HJG quien, valientemente y sin saber en qué clase de persona me podría yo haber convertido en algunos años, aceptó no solo venir, sino que hasta Liniers se fue para hacer más fácil la travesía.

De repente llegamos muy temprano. De repente nos dicen que tenemos la primera mesa a lado del pequeñísimo escenario. De repente aparecen los artistas para probar sonido y la sensación es intensa, como cuando ves en la “vida real” a alguien que viste muchas veces por la pantalla. Una picada y una cerveza y de repente ya están tocando, y la cosa era que había conocidos, y nosotros ahí los extranjeros en la primer mesa. Bueno, ¡a pedir algo! Para no desentonar y poner buen clima. No sea que esos dos tipos raros de ahí adelante (nosotros, claro) enfríen todo. “¡Una huella!”, creo que me animé a pedir, porque había escuchado una muy linda pero no recordaba el nombre. Y por primera vez pido y me lo dan. Carlos Moscardini hace una explicación de lo que es la huella y junto con Julia Moscardini nos regalan la “Huella perdida”, una hermosa composición del mismo Carlos.

“Galopé sin rodada, dele buscarla,
y al caer dentro mío vine a encontrarla”

Una huella que nos hace acordar al autor santiagueño que dijo en chacarera aquello de “tanto correr pa’ llegar a ningún lado y estaba donde nací lo que buscaba por ahí”.

Esto más que “dejarles algo” se está haciendo un relato autocomplaciente de cuando fui a ver a estos músicos. Pero a la hora de ponernos a regalarles algo, ¿cómo empezar? Es que es muy difícil seleccionar entre tantas cosas hermosas. Carlos Moscardini es un eximio guitarrista argentino cuyo curriculum y obra son tan importantes como bajo es su perfil. Y Julia Moscardini es una cantante que canta tan bien como silenciosa es su presencia. Se dedica al jazz en su carrera particular, y no he escuchado mucho de eso aún, pero cuando pone su canto en las canciones de Carlos las deja superiores aún.

Carlos Moscardini además de tener composiciones de guitarra propias, hizo (seguramente entre otras cosas, claro) temas musicales con un poeta de campo llamado Francisco Lanusse, de quien no poseo datos y llamo poeta de campo porque así entendí que era, según contó el mismo Moscardini.

“Tengo el alma transida de infinito,
no hallo más ambición que andar callado”

Esos versos son de él y me gustan mucho. Y un video que sin duda puede mostrar todas estas cosas que vinimos diciendo y cautivarlos es la “Vidala del Lloradero”. Por eso lo elijo como regalo y lo dejo al pie de esta entrada. Según explicó Moscardini, la composición nace de la conteplación de un agua que caía, como una surgente espontánea en una montaña, que los lugareños llaman “lloradero”.

Sin otro preludio, sin más aprontes, vaya el video:

 

jueves, 3 de agosto de 2017

¿La ley del menor confort?

Se suele decir muchas veces “la ley del menor esfuerzo”. Con esta ley se ha producido una confusión notable. Me imagino que todo empezó cuando fue adoptada, con buena intención, por la causa de los padres de hijos fiacas, de los jefes de empleados remolones, etc. No quiero desmerecer esa loable causa, sino sólo hacer algunas aclaraciones para rescatar la riqueza de la frase y evitar confusiones prácticas en nuestra vida.

Veámoslo así. Ningún hijo ha dicho nunca a sus padres cuando estos compraron un electrodoméstico (un lavarropas, por ejemplo) o vieron que lo usaban: “Papá, mamá, ustedes siempre con la ley del menor esfuerzo”. Ningún capataz de obra ha regañado nunca a un obrero por subir un balde de cemento con una polea diciéndole: “Fulano, ¿cómo no lo subió por la escalera? ¡Ud. siempre con la ley del menor esfuerzo!”

Es claro. Porque es sinónimo de inteligencia, de practicidad, emplear el menor esfuerzo posible para realizar un trabajo. Incluso la naturaleza funciona así. El río que baja de la montaña no describe un trazado al azar, no busca saltar piedras montaña arriba para hacer ejercicio, sino que busca la bajada más rápida, más directa, y así se configura su recorrido.

Lo que sucede es que todo juicio del esfuerzo empleado está en relación con lo que se quiere lograr y la importancia que demos a ese objetivo. Nadie va a decir que el uso de la inteligencia para reducir el esfuerzo en trabajos pesados sea algo malo. Pero generalmente acusamos a las personas de emplear la “ley del menor esfuerzo” cuando no hacen algo más de lo que, creemos, deberían hacer.

Quizás podamos replantear eso. Cuando le decimos a alguien que está empleando “la ley del menor esfuerzo”, ¿qué es lo que queremos que logre? Si hablamos de eso con la persona puede ser que veamos que efectivamente tiene que esforzarse más, o puede ser que veamos que le estamos pidiendo algo que no es necesario.

Ahora vamos a una frase nueva que se está poniendo de moda. Cada vez más gente la oye en cursos, especialmente relacionados con el progreso laboral. Pero yo creo que pronto podrá convertirse en una frase de uso común. Hay que “salir de la zona de confort”, se dice. Se entiende (si no me equivoco) como que hay que hacer cosas nuevas, cosas distintas a las que estamos acostumbrados y nos salen con facilidad, y hacerlas aunque nos cueste un poco, para poder obtener como resultado un mayor progreso.

¡Un peligro para gente voluntariosa o con facilidad para el ascetismo! Con esta frase se corre el riesgo de desmerecer el valor del confort (interesante etimología para estudiar, la de esa palabra). Vendría muy a cuento ese relato del santiagueño que está descansando bajo un árbol cuando pasa el millonario con su auto y le dice: “¿Qué hace tirado ahí?” El santiagueño le responde que está descansando. Entonces el millonario le explica que puede ir a trabajar en algo. A lo que el santiagueño le responde “¿Para qué?” Y el millonario le explica: “Para tener dinero”. El santiagueño otra vez: “¿Para qué?” El millonario entonces empieza una serie de explicaciones a las que el otro siempre responde “¿Para qué?”. Por ejemplo: “Se compra unos animales”, “Trabaja con los animales”, “Vende los productos”, “Se compra una casa”. Hasta llegar a que hace un buen capital, tiene muchas comodidades y decide retirarse y poder descansar. Y entonces el santiagueño le dice: “¿Descansar? ¿Y qué se cree que estoy haciendo ahora?”

Llego a pensar si los que proponen salir de la zona de confort para obtener un progreso no subestiman a veces la ambición de la persona a la que le hablan. Hay gente a la que le gusta mucho hacer lo que hace y no resignaría ese confort que ya tiene por otro que le vendría de un progreso material. Como el panadero que disfruta amasando a las cinco de la mañana y jamás dejaría eso para tener una cadena internacional de panaderías.

El problema no es el confort, el problema es cuál es la ambición que tenemos. Si somos voluntariosos, evaluemos nuestra ambición antes de avanzar. No sea que nos pongamos en situaciones incómodas por cosas que realmente no nos interesan. Y estemos luchando toda la vida, incómodos, para poder tener muchos bienes que nos den recién al final de nuestras vidas una “zona de confort” que pudimos haber disfrutado antes de otra forma.

Nota 1: Todo lo dicho en esta entrada no intenta ser justificativo para mis fiacas.
Nota 2: Pero acá está calentito y estoy cómodo.
Nota 3: Olvidé usar la palabra procrastinación para dar más nivel a este texto.

martes, 25 de julio de 2017

Angel from Montgomery (pasando por Dios y la Tedeschi Trucks Band)

El autor de "Angel from Montgomery" es el compositor e intérprete norteamericano de música folk y country llamado John Prine. La canción la grabaron varios pero la hizo famosa Bonnie Raitt en 1974. Me parece triste, pero esperanzada. Una mujer madura, cansada de la vida que no le dio muchas alegrías, quiere escaparse y le pide a alguien (¿a Dios?) que la haga un ángel que salga volando de su pueblo, que la haga el "póster de un rodeo". Que le dé algo de lo que pueda sostenerse, porque creer en esta vida es difícil.

Una de las últimas veces que estaba escuchando la versión que nos acompaña (ver al pie) me encontré en Internet con esa frase del tipo de las que dicen que "Dios es invención de los hombres para tener respuestas que no se animan a darse a sí mismos". Y pensé que es soberbio, de parte del que no cree, pensar que él puede ser la medida de todo. Él piensa que es valiente porque afrenta la supuesta verdad de que Dios no existe y que los otros deberían hacerlo así, pero no lo hacen, porque escapan de la verdad. Pero si Dios no existe y el hombre es solo un accidente biológico, ¿qué le hace pensar que su mente, un capricho, un engendro de la naturaleza, podría abarcar toda la verdad, toda la realidad? A la inversa, una mente pensada por Dios, podría tener la capacidad de pensar en Él. Es otra buena hipótesis.

Pero no sólo eso. La búsqueda de Dios (que no vemos, que no tocamos, que no percibimos con los sentidos) no es una respuesta a un miedo. Es una necesidad, un grito emocionado y silencioso desde adentro que te dice: "¡Oh, por favor, esto es maravilloso, tiene que tener un sentido!" No es valiente quien se resigna a que Dios no exista (para no engañarse, supuestamente). Es valiente quien se anima a creer en algo más. Y no en fantasía. Hay razones para creer. Nadie sabe cómo algo sale de la nada o puede a la inversa comprender el infinito o el eterno; nadie sabe dónde estamos, en qué lugar hizo explosión (y en qué medio se expandió) un posible big bang; en última instancia nadie puede probar que no haya Dios.

Fue un excursus algo largo. Tratemos de volver elegantemente. Digamos que creer puede ser difícil cuando la vida es dura y eso hace triste a la canción. Pero "Angel from Montgomery" es esperanzada porque está pidiendo ayuda. A diferencia de aquella frase que les comenté, que es desesperanzada, la señora de Montgomery no lo es. Al ver el video (al pie) verán que tengo razón.

Pero antes, los interpretes. Digamos que tenés dos bandas "grosas" de blues, country, soul. Una la lidera un guitarrista prodigio y con mucha sensibilidad. No canta. La otra banda la lidera una cantante también de gran talento y sensibilidad (y que además toca la guitarra muy bien). Digamos que ambos se enamoran y se casan y fusionan bandas y entonces queda un bandón. Y no es la banda de una fábrica de camiones italianos, es solo que sus apellidos son esos, por eso Tedeschi Trucks Band. Susan Tedeschi y Derek Trucks.

Es probable que Trucks sea más conocido por estos pagos, por su virtuosismo con el slide y porque fue parte de los Allman Brothers. Veo que muchos prefieren que vuelva la Derek Trucks Band (supongo que existirán fanáticos como acá aquellos de Aca Seca, a quienes no les gustaba lo que Juan Quintero, su músico virtuoso, hacía con Luna Monti), pero la verdad es que Trucks con Tedeschi suenan muy pero muy bien. Es muy cálido además ver como se manejan y se miran en el escenario. En este video creo que ella lo busca a él cuando la canción dice “when I was a young girl well, I had me a cowboy”. Aunque ella no es ninguna niña, tiene 47. ¡Y él 38! Y ojalá duren. Trucks parece un tipo humilde y sin duda de perfil bajo. Y la banda tiene muchos músicos, lo que le da una riqueza y variedad notable.

En el video vemos que arranca Tedeschi sola con su guitarra (“Angel from Montgomery” es un tema de su repertorio solista). Van entrando teclados, bajo, batería suave. A los dos minutos y medio un hermoso solo de flauta traversa (Kofi Burbridge). Luego ella sola engancha con las primeras estrofas de la canción "Sugaree", de los Grateful Dead. (Un tema que trataría, según leí, de alguien que posiblemente sea un esclavo del sur estadounidense despidiéndose de su amada porque se escapa y le dice que, cuando la vengan a buscar, ella no les diga que sabe su nombre, no diga que lo conoce; para protegerla, supongo).

Cuando empieza "Sugaree" empieza Trucks a acompañar a Tedeschi bien despacito con su guitarra con slide. Sube de intensidad el tema con el estribillo con coro (“Shake it, Sugaree, just don't tell them that you know me”) y Trucks hace en el solo unas cosas impresionantes. Cuando termina, y la canción baja otra vez, Tedeschi vuelve a "Angel from Montogomery" y entonces la canción se hace nuevamente algo triste. Pero notemos como ella enfatiza las palabras y repite "believe, believe...". Eso y el tono en general confirman que es una canción triste, pero esperanzada. Quod erat demonstrandum.

 

Angel from Montgomery

I am an old woman
Named after my mother
My old man is another
Child that's grown old
If dreams were thunder
Lightning was desire
This old house woulda burnt down
A long time ago

Make me an angel
That flies from Montgomery
Make me a poster
Of an old rodeo
Just give me one thing
That I can hold on to
To believe in this livin'
Is just a hard way to go

When I was a young girl
Well I had me a cowboy
It weren't much to look at
Just a free ramblin' man
But that was a long time
And no matter how I tried
Those years just flow by
Like a broken down dam

Make me an angel...

There's flies in the kitchen
I can hear them there buzzin'
And I ain't done nothin'
Since I woke up today
But how the hell can a person
Go to work in the mornin'
And come home in the evenin'
And have nothin' to say

Make me an angel...

Sugaree
(No se interpreta entera en el video)

When they come to take you down
When they bring that wagon 'round
When they come to call on you
and drag your poor body down

Just one thing I ask of you,
just one thing for me
Please forget you know my name,
my darling Sugaree

Shake it, shake it sugaree,
just don't tell them that you know me
Shake it, shake it sugaree,
just don't tell them that you know me

You thought you was the cool fool
and never could do no wrong
Had everything sewed up tight.
How come you lay awake all night long

Just one thing I ask of you...

Well in spite of all you gained
you still had to stand out in the pouring rain
One last voice is calling you
and I guess it's time you go

Just one thing I ask of you...

Well shake it up now Sugaree,
I'll meet you at the jubilee

Just one thing I ask of you...

Shake it, shake it sugaree...

sábado, 15 de julio de 2017

Estrellería

Yo tengo un oficio, patrona, estrellero,
comprendo en qué forma conversa la luz.
Yo se la guarida que tiene el Lucero,
de las Tres Marías conozco el sendero
y sé por qué causa no sale la Cruz.
(“Chasque para la costa”, L: Julio Migno-M: Orlando Vera Cruz)

Me gustaría saber los nombres de las estrellas. Pero no se puede saberlo sin pasar noches afuera.

Por la herencia paterna llega lo que se aprende viviendo en el campo y las más amigas, las primeras que veo cuando salgo, son Las Tres Marías (El Cinturón de Orión), La Cruz del Sur y, más difícil de ver, Las Siete Cabrillas (Las Pléyades; hoy descubro que lo de “siete cabrillas” es uno de sus varios apodos, que en este caso es cervantino).

Y por la literatura ya me quedaron dos en la memoria: Aldebarán y Alcyon. Ambas de la constelación de Tauro. La primera la más brillante, la segunda la más brillante de las Pléyades (cúmulo estelar dentro de la misma constelación). Aldebarán está un poema de Leonardo Castellani llamado “Requiem”, que Uds. seguro conocen. Alcyon está en cambio en un poema de Carlos Ortiz, poeta algo menos conocido. Les dejo el poema:

El mar
(Carlos Ortiz)

También mi alma es un mar: Sus soledades
Conocen las terribles tempestades;
Y en medio de sus trágicas grandezas
En que su voz es trueno y es gemido,
Cruza el pálido Alcyon de mis tristezas,
Mientras mis barcos de ilusiones pierdo,
Y contra los peñascos del olvido,
Se estrella el oleaje del recuerdo.

domingo, 9 de julio de 2017

El Cristo de las sombras

Es una sorpresa encontrar una cosa así...

El Cristo de las sombras
(Carlos Ortiz, 1870-1910)

En el ruinoso muro de un viejo monasterio,
Donde el silencio mora con su paje el misterio,
Yo vi el desnudo cuerpo de un Cristo en el Calvario.

Que a su pasión le presta el muro solitario.
Era un Cristo de piedra, pendiente de los brazos
De una cruz, que la hiedra cubría con sus lazos.
Clavada en sus cabellos la corona de espinas,
Diadema del suplicio, corona el cuerpo en ruinas:
El cuerpo en que la lanza, de hiel envenenada,
Con hiel inoculara su carne inmaculada;
Y velando sus párpados esas pupilas yertas
Parecían dos pétalos sobre dos flores muertas.
Lo veo en mis recuerdos: una sonrisa vaga
Por su entreabierta boca: en su flanco una llaga
Florece como el rojo corazón de una rosa.
Yo vi el Cristo de piedra en la cruz silenciosa.
Yo vi el Cristo de piedra y esta impresión subsiste
Cuando la tarde baja serenamente triste,
Entre un vapor rosado, y entonces me parece
Ver, de pronto, en el cielo que sin luz se entristece,
Surgir la Noche, aún húmeda, como en sudor sangriento
Clavada en el sombrío terror del firmamento;
Y veo en las estrellas que poco a poco emergen,
Los clavos que en sus carnes desnudas se sumergen,
Haciéndole agujeros y heridas luminosas,
Que sangran en la sombra su sangre toda luz,
Toda luz cual la sangre de las sangrientas rosas
Del Cristo, florecido de rosas en la Cruz.
Así surge la noche clavada en el espacio
Hendidos en sus carnes los clavos de topacio;
Después, mientras la hora sombríamente avanza,
Se constela de heridas su flanco desgarrado;
De pronto se abre al golpe de una invisible lanza
La luna, llaga enorme, sangrando en su costado.

viernes, 7 de julio de 2017

Voz del poeta

Voz del poeta
(Carlos Ortiz)

Ses ailes de géant l’empechent de marcher.
Baudelaire

Soy el Ritmo que todo lo sublima;
Soy artista: yo canto, yo cincelo;
Un misterioso espíritu me anima
Y llena mi alma de un divino anhelo.

Soy un cóndor de luz: vivo en la cima;
Soy el Verbo inmortal: escalo el cielo;
Son mis alas las alas de la Rima,
Y es inmensa la curva de mi vuelo.

Soy hermano del Águila y del Astro;
Sobre el mundano lodazal arrastro
La gloria fulgurante de mis galas,

Y como un ángel de un Edén, proscrito,
Cruzo el mundo, con anisas de infinito,
Jadeante bajo el peso de mis alas!

De “Carlos Ortiz, Obra y muerte”, con estudio preliminar de Hernán Ronsino. Este poema es parte de “Rosas del crepúsculo”. Se puede ver en este enlace (clic), que parece ser el escaneo del libro original “Rosas del crepúsculo”, que no hay apertura del signo de exclamación con que termina el poema.

domingo, 2 de julio de 2017

Mt. 10, 37-42

Imaginate que admiraras a un artista. A un pintor, a un músico, a un actor. Y que solo por admirarlo, pudieras acceder a su fama. Solo por admirarlo, sin tener ni un ápice de su talento, pudieras estar en sus espectáculos o responder con él las entrevistas en la televisión. (Quien no quisiera ser como el que admira…)

Siento que algo así nos promete Dios cuando habla de recibir a un profeta o a un justo. ¡Qué consoladora es la Palabra de hoy! Cuando sentimos que no podemos hacer nada, que somos poca cosa frente a esos hombres de Dios, Él nos dice que simplemente ayudándolos podemos participar de su mismo premio.

domingo, 25 de junio de 2017

A Escobar por dentro


De acuerdo a la cartografía a mano para el hombre común (como uno) el paso más al este sobre el Arroyo Escobar sería el Puente de la Arenera. Y pasar por él sería la única forma de ir por dentro desde Tigre hasta Escobar (cuando decimos por dentro nos referimos a no usar la autopista Panamericana).

Después de haber pasado por Rincón de Milberg, Villa La Ñata, Dique Luján y llegar a Maschwitz, nos encontramos al pie del puente, pero no pudimos pasar porque está en reparación. Eso no es lo peor. Peor aún es saber que el puente nunca recuperará su aspecto original (ver foto que acompaña la entrada).

Desilusionados, frente a las vallas de la obra, vimos ya algunos elementos (barandas o guardrails de hormigón) y supimos lo que más tarde nos confirmó el diario on line “El día de Escobar”, que “a diferencia del viejo y pintoresco puente, construido con perfiles metálicos, durmientes ferroviarios y techo de chapa, su reemplazo se realizará con vigas pretensadas de hormigón armado y contará con una calzada de rodamiento de concreto asfáltico, por lo cual podrá soportar un peso mayor”.

Al puente se le derrumbó el techo en 2015. Pero es evidente que la reforma nunca iba a volver al original, ya que del otro lado están naciendo muchos barrios privados y seguramente vendrá muy bien un puente más moderno (es justamente el empresario Constantini, constructor del cercano megaemprendimento Puertos del Lago, también llamado Nordelta 2, el que colabora con el intendente de Escobar en la realización del nuevo puente).

A nosotros el rodeo nos llevó inevitablemente hasta la orilla de la autopista y ahogamos nuestra desilusión con la compra de un pan casero en la simpática calle Mendoza de Ingeniero Maschwitz. Pero continuemos analizando el camino a Escobar. ¿Qué hubiera pasado si cruzábamos el Puente de la Arenera y queríamos seguir al norte hasta Escobar? Creo que la cartografía Google tiene un error aquí.


Si uno no quiere pegarse otra vez a la autopista (o piensa en ir hacia el puerto o la costanera más que al centro de Escobar), Google da varias opciones. Pero una que prefiere mucho Google es un camino interbarrios que nos lleva hacia el este y luego de unos dos mil metros un giro al norte por otra calle interbarrios (que termina más al norte con el nombre de Falucho). Este giro es imposible de hacer actualmente. Lo descubrimos haciendo el camino inverso. En vista satélite se puede ver claramente que ese camino al este son dos caminos distintos y separados.

Queda así abierta la investigación. ¿Cómo seguir al nor-noreste, esquivando el centro de Escobar y ganando camino hacia el puerto y la costanera? Una opción muy interesante sería por el camino que Google llama “Nordelta 2 Puerto”. Y si la miel casera que compramos camino a la costanera resultara buena, ya serían dos razones para volver a hacer el recorrido.

martes, 20 de junio de 2017

La autopista del sur

Teníamos que devolverle a mi prima una llave pero estábamos atascados en un embotellamiento en la Riccheri. Entonces le avisé y ella me dijo “espero que no pase lo de Autopista de Sur”. Primero pensé que era algo de las noticias. Pero ella me dijo que era un cuento de Cortázar. Me alegré porque por fin alguien no citaba, frente a la noticia del embotellamiento, la película “Día de Furia”.

Ya estaba oscuro. Aunque había buena luz artificial. Un auto se cruzaba en perfecta diagonal haciendo luces y avisando el copiloto con la ventanilla baja. Estaría pensando en salir en “aquella salida”, me dije yo. Pasó un tipo joven, caminando en forma rara, como cruzando, como buscando; iba de derecha a izquierda pero luego hizo un viraje y volvió hacia la derecha y “allá adelante” se puso a hablar con alguien de un auto. Más raro aún un segundo individuo, con un pequeño bloque o resto de demolición de hormigón armado en la mano, sostenido por uno de sus hierros. Pensé en un robo. O en un corte al modo de un piquete. Pero desapareció por izquierda y no se supo nada más. Después supe que esto no hubiera encajado nada mal en el cuento de Cortázar.

El cuento lo conseguí ayer en Munro, en la calle Vélez Sarsfield en una librería de usados. Es genial. Viene en “Todos los fuegos el fuego”. En mi humilde edición de Clarín hecha en hojas de calcar dice en la contratapa: “Si, como le propio Cortázar dijo alguna vez, su literatura partía de la necesidad de ver ‘qué hay del otro lado de las cosas’, este libro de relatos es un ejemplo cabal de ese propósito”. En principio esas palabras no me decían nada, pero ahora empiezo a ver lo acertado. Verán.

Alguna vez dijimos que la autopista “es un lugar de no-ser”. Y que “se fuga la vida por la autopista”. Algo así debe haber sentido Cortázar, o al menos eso me dice a mí, porque el cuento “La autopista del sur” me muestra justamente la otra posibilidad, el “qué hay del otro lado de las cosas”, una autopista transformándose en un lugar de encuentro, de vida. Y en vez de alivio, uno siente en carne propia la desesperación cuando se termina el embotellamiento y al ingeniero se le va la muchacha del Dauphine, y tristeza cuando se desarman los grupos y aparecen desconocidos que solo miran hacia adelante y van apurados sin saber por qué.

viernes, 9 de junio de 2017

Somos para

El frente de tu casa no es tuyo, el nuevo diseño de las ópticas de tu auto no es tuyo, tu peinado no es tuyo. ¿No te das cuenta que hay muchas más personas que lo ven muchas más veces al día que vos? ¿No te das cuenta que el portero de enfrente ve más la fachada de tu casa que lo que la ves vos; o que el señor que pasa todos los días en colectivo la ve dos veces, igual que vos? ¡Y cuántos hay como él! ¿No te das cuenta que ya no ves más tus ópticas y todos los días se las encendés en la cara a miles de personas desconocidas? ¿Y no ves que tu esposa es la que ve, huele, toca a diario tu peinado, continuamente, y no vos, aunque te peines todos los días frente al espejo?
Y todas esas cosas las tenés que cuidar vos, y figuran como de tu propiedad.
En definitiva, es como la propia vida, que está a tu cargo pero es pa’ Dios.

martes, 23 de mayo de 2017

Leyes del mate (y no de Murphy)

Los pasos para preparar un mate en una oficina son uno más que en otros lugares. Si los pasos normales son cargar el mate, sacudirlo un poco, humedecer la yerba, poner la bombilla y luego cebar, en la oficina hay un paso que va justo después de haber cargado el mate y sacudirlo (y antes de humedecer la yerba). Y es una pequeña pausa que hay que hacer. Hay que apoyar el mate cargado y esperar unos segundos. Y mirar bien. Mirar por la ventana. Mirar el correo electrónico. Mirar la agenda. No solo mirar, también hay que olfatear. Porque el que adquiere práctica de su trabajo puede olfatear los problemas. ¿Está todo en calma? Ahora sí, a verter el agua.

Muchas veces falla (aunque no podremos echarnos la culpa, porque los pasos los cumplimos). Muchas veces falla porque en las oficinas los problemas son en gran parte imprevisibles. En una época creí que los problemas surgían justo cuando yo cebaba el mate. Más aún, llegue a pensar que el mismo preparar el mate provocaba una envidia del destino cuya venganza se materializaba en una visita inoportuna, un llamado de alguien muy plomo, un inconveniente con alguna persona o instalación.

Mientras escribo esto voy por el cuarto mate. Hay que considerar que tuve suerte. Es obvio que la "Ley de Murphy" no existe, es solo una forma tendenciosa de ver la realidad y concentrarse en la mala suerte. Porque somos así de pesimistas. Y no somos capaces de inventar una "ley" sobre todas las cosas que salen bien. Como tomar cinco mates seguidos en un lugar donde hay mil trescientas voluntades y doce mil metros cuadrados edificados.

Y ya son seis...

domingo, 30 de abril de 2017

Livings, Faulkner, Dickens

Quizás sea la edad, propensa a la nostalgia, la que convoque a los recuerdos de livings llenos de familia. Quizás sea que ahora tenemos el living propio, o una especie de living-comedor grande donde podemos estar todos y hacer las cosas más variadas. Sea eso o lo que sea, mientras intento leer “Los Invictos” de Faulkner, con esa redacción particular y esas palabras que ni en el original inglés que verifico en Internet se pueden comprender (te libero de responsabilidad, entonces, traductor), mientras intento “Los Invictos”, decía (y ya me hice una oración larga como las del libro) me encuentro con una escena de un ambiente familiar de una casa:

No tardamos mucho tiempo en comer. Papá ya había comido a primera hora de la tarde; además, lo que esperábamos Ringo y yo era aquello: esperábamos la hora de los músculos relajados y las tripas llenas tras la cena, la conversación. (…)

Ringo me esperaba en el pasillo; esperamos hasta que Papá estuvo instalado en su sillón,en el cuarto que los negros y él llamaban su despacho; Papá, porque allí estaba su escritorio, donde llevaba las cuentas de la semilla de algodón y el trigo y en aquella habitación se quitaba las botas embarradas y se sentaba en calcetines mientras las botas se secaban a la lumbre; allí podían entrar y salir los perros impunemente a tenderse en la alfombra ante el fuego, o incluso dormir allí en las noches frías; no sé si Mamá, que murió cuando nací yo, autorizó estas cosas antes de morir, y la Abuela las mantuvo más tarde al morir Mamá, o fue al misma Abuela quien dio la autorización; y los negros lo llamaban despacho porque era allí donde los hacían ir a presentarse ante el patrullero (sentado en una de las sillas duras de respaldo recto, y fumándose además uno de los puros de Papá, pero con el sombrero quitado) y jurar que no era posible que hubieran sido ellos ni que hubieran estado donde él (el Patrullero) decía que habían estado; y que la Abuela llamaba la biblioteca porque había un estante de libros que contenía un Littleton de Coke, un Flavio Josefo, un Corán, un volumen del Mississippi Report de 1948, un Jeremy Taylor, las Máximas de Napoleón, un tratado de astrología de 1098 páginas, una Historia de los Hombres Lobo en Inglaterra, Irlanda y Escocia, con un apéndice sobre el país de Gales, por el reverendo Ptolemy Thorndyke, Maestro en artes por la Universidad de Edimburgo, de la Sociedad Real de Estadística de Escocia, las obras completas de Walter Scott, las obras completas de Fenimore Cooper, y la también las obras completas de Dumas en rústica, faltas del volumen que Papá perdió de su bolsillo en Manassas (al batirse en retirada, dijo él).

Así que Ringo y yo volvimos a quedarnos agachados y esperamos en silencio mientras la Abuela cosía junto a la lámpara de la mesa y Papá estaba sentado en el sillón de siempre en el lugar de siempre, con las botas embarradas cruzadas y apoyadas en las huellas de los talones de siempre junto a la chimenea fría y vacía, mascando el tabaco que le había prestado Joby”.

Y entonces me acuerdo del barco-casa del sr. Pegotty, del “David Copperfield” de Dickens que conocí cuando tenía cuarenta años pero recuerdo como un recuerdo de niñez (tan entrañable se me hizo ese libro). Y lo busco, entonces. Y lo releo. En voz alta para los que lo quieran escuchar. Aunque sé que no les sonará como a mí…

Por dentro estaba extraordinariamente limpio: tan aseado como era posible. Había allí una mesa, un reloj holandés y una cómoda y sobre esta una bandeja para el té, con una pintura que representaba a una señora con una sombrilla, paseando con un niño vestido de militar que empujaba un aro. La bandeja se sostenía contra la pared gracias a una Biblia: si se hubiera caído, hubiese roto un gran número de tazas, platillos y una tetera amontonados alrededor del libro. En las paredes había algunas pinturas vulgares, con marco y cristal, sobre temas de la Escritura: no he podido ver más tarde tales cuadros en manos de buhoneros sin volver a ver al mismo tiempo todo el interior de la casa del hermano de Pegotty. Las pinturas más notables eran las de Abraham, de rojo, disponiéndose a sacrificar a Isaac, de azul, y Daniel, de amarillo, arrojado en una jaula leones verdes. Encima de la repisa de la pequeña chimenea había un cuadro del buque Sarah-Jane, construdo en Sunderland, con una pequeña popa de madera de verdad pegada encima: obra de arte que combinaba la pintura con la carpintería y que yo consideré una de las posesiones más envidiables que el mundo pudiera ofrecer. Había algunos ganchos en las vigas del techo, cuya finalidad no adiviné entonces, y algunos cofres, cajones y útiles del mismo material que servían como asientos y completaban las sillas. (…)

Después del té, cuando se cerró la puerta y todo estuvo bien abrigado -pues las noches eran ya frías y brumosas-, aquel me pareció el refugio más delicioso que la imaginación del hombre hubiera podido concebir. Oír el viento levantándose sobre el mar, saber que la niebla avanzaba sobre la llanura desolada del exterior, mirar el fuego y pensar que no había ninguna casa cercana a la nuestra y que esta era una barca, parecía un encantamiento. La pequeña Emilia había superado su timidez y estaba sentada a mi lado sobre el menor y más bajo de los cajones, que era suficientemente grande para nosotros dos y se encontraba justamente en el rincón de la chimenea. La señora Pegotty, con su delantal blanco, hacía punto al otro lado del fuego. Pegotty con su labor parecía tan poco extraña en la casa como si la catedral de San Pablo [NOTA: es la pintura en su caja de labores] y el cabo de vela nunca hubieran conocido otro techo. Ham, que acababa de darme mi primera lección de cartas, intentaba recordar un sistema para decir buenaventura con las cartas manchadas e iba imprimiendo la huella pringosa de su pulgar en todas las que volvía. El señor Pegotty fumaba su pipa. Me pareció que era la hora de la conversación y de las confidencias”.

viernes, 14 de abril de 2017

Examen de conciencia

Es Viernes Santo pero el día está tan bueno que parece que proclamara una “jubilosa incredulidad acerca de la muerte”, como decía Marechal. Y así es como si nos avisara de antemano, para los impacientes, que va a venir el Domingo de Resurrección.

Pero quedémonos por ahora en el Viernes Santo y hagamos un examen de conciencia:

El rey de los judíos se ha desplomado por tercera vez
su cuerpo es una anécdota confusa bajo la cruz
lo peor de todo es que alguien le hizo la zancadilla
a ver quién fue el gracioso de la zancadilla a ver
el gracioso de la zancadilla que hizo rodar a Dios
es yo mismo es tú mismo y es nadie más
basta ya de disimular pues hombre si Dios te vio
reconoce que te has pasado todos los días de tu existencia
apostado en la estación número siete del vía crucis
poniendo tu subrepticio pie entre los pies de Dios
reconoce que ese acto es el perfecto resumen de tu existencia
reconócelo y pide perdón al Dios galileo que has derribado
porque el galileo ya se levanta a pedazos y cómo te mira
y te mira y perdona tu zancadilla y te ama
y ofrece todo su sangre sólo por ti.

(José Miguel Ibañez Langlois, Libro de la Pasión, VI-El vía crucis, 4)

jueves, 13 de abril de 2017

Actualizándome


Para actualizarme en literatura me compré un disco del último Nobel (¿?). Escuchando las canciones en el auto ha tenido notable éxito entre el público joven la canción “Mr. Tambourine Man”. La música de este hombre es de vaqueros, según ellos. Aún más, dice J. que “Mr. Tambourine Man” va muy bien para que la cante “Doc” en el oeste.

viernes, 7 de abril de 2017

Blues (algo muy personal)

En una grabación recuerdo a León Gieco decir al público algo así: "The zamba in Argentina is almost like the blues here in the United States". Nunca estuve de acuerdo. Siempre pensé que la zamba puede ser alegre y que en todo caso hubiera sido la vidala la análoga al blues. Pero ahora caigo que hay como una característica de "especie en extinción" del blues que bien podría corresponder al folklore en Argentina. Y si él iba a cantar una zamba, no estaría tan mal esa comparación.

Siempre me interesó el blues. Y aunque uno sea feliz puede acumular cierto blues con los años. No como algo malo. Blues del bueno. (¿Existe eso? Como el colesterol, ¿no es que hay colesterol del bueno?). No tristeza, sino una nostalgia linda. O un blues de la satisfacción. ¿Puede existir algo así? Blues de la experiencia. Estar bien y poder bancarse un blues muy sentimental porque es como ir a ver lindas fotos viejas.

Siempre me interesó el blues, dije. Recuerdo a Bobby Flores comentando que B.B. King le había dicho que era muy bueno el "blues latino". Y Bobby Flores se indignaba porque para él estaban hablando de blues simplemente, ¿qué era eso de decirle "latino"? A mi me parecía estar con B.B. King y en contra de lo que parecía ser el poco humilde argentino que no reconocía que un verdadero blues tiene que ser norteamericano. En este caso sigo pensando así.

Y no sé nada de música, ni nada de blues. Pero siempre me interesó. ¡Si hasta tengo el disco “Alma bajo la lluvia” de Memphis! ¡Epa! ¿Qué me contursi? Blues latino. Y ahora ando escuchando a Joe Bonamassa. El caso de Bonamassa tiene algo raro. Porque da la idea que el blues no solo tiene que ser norteamericano, sino pobre, negro y del Mississippi. Y Bonamassa no tiene nada de eso. Pero eso no me importa, porque yo solo estoy escuchando Bonamassa, sea lo auténticamente blues que sea. Y si es algo distinto, mejor. Algo distinto del típico blues, de hecho, debe ser. Porque te agarra un blues de cinco minutos de B.B. King y te lo hace un blues rock de siete, con riffs, licks y todas esas cosas que yo que sé.

domingo, 2 de abril de 2017

Sobre el "Libro de la Pasión"

Me regalaron, directo desde Chile, un libro llamado “Conversaciones con José Miguel Ibañez Langlois” (hace tiempo venimos hablando de este autor: I, II, III, IV, VVI, VII, VIII, IX).

En una sección en que se habla de su obra poética él comenta su libro más apreciado, el “Libro de la Pasión”:

"¿Y por qué la obsesión con el tema?

Porque, aparte de su importancia objetiva, yo sentía que en casi todas las historias de la Pasión y en las vidas de Cristo faltaba una dimensión de fondo del misterio, que por otra parte yo había entrevisto en ciertas líneas de Isaías, de San Pablo, de León Bloy y de Ana Catalina Emmerich. Por contraste, me apenaba la forma tan convencional y externa con que tantos cristianos (y no pocos teólogos y autores espirituales) se representaban la Pasión del Señor: como si Jesús, tomando una distancia infinita del pecado humano, lo hubiera llevado “al hombro” y no en su corazón; como si selimitara a tomar generosamente sobre sí -en vez de nosotros- el castigo que merecíamos. Aquello me parecía una visión muy jurídica del asunto.

¿Tenía usted una visión más teológica de él?

Dios me libre de creer que yo he visto algo nuevo o distinto sobre nuestra Redención. Pero había que creer de veras en la palabra de San Pablo: a su Hijo “Dios lo hizo pecado por nosotros”. Guardini dice que ciertos misterios de la fe no pueden expresarse con verdad sin rozar la herejía o la blasfemia. En este caso, que Jesús llevó los pecados del mundo dentro de su corazón, como si -esta es la palabra terrible- como si fueran suyos propios, como si él mismo los hubiese cometido todos, desde el pecado de Adán hasta el último pecado que se cometa sobre la tierra. Sólo así entiendo yo algo sobre el “triste está mi alma hasta la muerte”, sobre los sudores de sangre en el huerto, sobre el “Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”. En definitiva, sobre el Amor infinito con que hemos sido amados desde la cruz".

(“Conversaciones con J. M. Ibañez Langlois”; Braulio Fernández Biggs, Patricio Fernández Ugarte, Sebastián Urruticoechea Ríos; Editorial Universitaria, Chile).

A continuación fragmentos que tengo del libro, en una antología, que se entienden mucho mejor a la luz de aquellos comentarios.

Libro de la Pasión

III, La agonía en el huerto

5
Él sorprendió a la flor en plena muerte
él la puso en su corazón para que resucitara
él fue la flor leprosa la más profunda
con flor y lepra y todo él resucitó

7
Él es Adán y su pecado original ha ensombrecido al mundo
por eso suda sangre y sangre bajo la luna de los olivos
él gustó del sabor de una soberbia luciferina
él mismo golpeó con la mano de Caín y golpeó y golpeó
sobre el inocente Abel hasta asesinarlo
por eso debe expiar hasta la muerte
él es todos los más repungantes seres de Sodoma y Gomorra
es culpable de todo cuanto se hace contra natura
por eso debe ser barrido de la faz del mundo
él es Marción es Manes es un gnóstico de las tinieblas
él posee todos los males de la inteligencia
y ha corrompido el cristianismo desde su interior
y ha desfigurado el rostro de Cristo de siglo en siglo
por eso debe morir en el patíbulo de la cruz
es el peor de los Borgia y de los Médici
tiene ojos de artista degenerado y suaves dedos de envenenador
es un poeta y filósofo maldito peor que Rimbaud
en su alma cultivó la depravación
por un lento y razonado desarreglo de todos los sentidos
él se volvió loco después de gritar con la voz de Nietzsche
Dios ha muerto yo mismo lo maté
por eso lo ha abandonado su Padre Dios
él acumuló enormes cantidades de dinero a costa de la sangre del pobre
él inventó la ley de la selva y la lucha de clases y la dictadura del proletariado
por eso debe ser pasado por la justicia
él dio las perentorias órdenes de Hitler y Stalin
él liquidó a millones de víctimas inocentes
que él mismo había encerrado en Auschwitz y en toda Siberia
él disparó a mansalva él puso bombas de tiempo en las salas cunas
él prestó al siglo XX el fulgor apocalíptico de su agonía
él construyó las armas nucleares y a sangre fría las estalló
en medio de la innumerable indefensa población civil
por eso debe ser castigado hasta la muerte en cruz
él vendió a su Maestro por treinta monedas
él fue sus propios crucificadores
por eso está allí tirado sobre el polvo de Getrsemaní
y traspira sangre y sangre a la luz de la luna
bajo la mirada justiciera inmóvil toda conmovida de su Padre Dios.

9
Ecce homo dice Dios sobre sí mismo
y aparece en el balcón del universo
el rostro de Jesucristo bañado en sangre.

11
Los dolores del mundo tienen buena memoria
jamás se les olvida que fueron Jesús
ellos tiran del alma que los sufre
diciendo
_______soy Jesús
_______________tu redentor de anoche
ayúdame a redimir el mundo contigo misma
sólo tres noches más y
___________________resurrección.

17
Esas gotas de sangre sobre el huerto
caen oh Dios sobre el huerto como si Dios mismo
estuviera en su altura
agonizando.

20
Los apóstoles duermen pero la madre vela
la madre está en agonía hasta el fin del mundo
la madre de Jesús como la luna llena
ilumina todo el valle de Josafat
ella tiede sus manos puras casi traslúcidas
hacia el huerto que la llama como su sangre
porque es sangre de su sangre la sangre de Dios
que ella limpia a distancia con sus mano de luz
con tanto amor que Jesús las siente
mejor que si tocaran su oscura faz
ah que alivio este solo consuelo de la tierra
qué ternura del cielo consuela su cara
como si nada hubiera ocurrido en esos tres años
como si nada en esos últimos treinta y tres
Jesús está llorando de amor como un niño
porque el cielo y la tierra lo abandonan
pero el leproso el abandonado el vástago
tiene madre y su madre es todo el amor
del cielo y de la tierra y lo está velando
y le está lavando el rostro bañado en sangre
por acción a distancia como la luz
como en Belén entonces su propia sangre
el leproso de Dios el hombre eterno
tiene madre y su madre es todo el consuelo
del reino de este mundo el dulce reino
porque existe María sobre la oscura tierra
y Dios agonizante le susurra madre
no me abandones madre madre mía.

sábado, 1 de abril de 2017

Otro himno pulenta

En dos oportunidades (creo que en solo dos) hablamos sobre un himno nacional que fuera envidiable. Nosotros tenemos los laureles y juramos con gloria morir, pero en ningún lado aparece Dios. Por eso son envidiables los himnos de Santa Lucía y de Kenia.

Y hoy vamos a mencionar al himno de la Isla de Man. La Isla de Man es una isla que está en el mar de Irlanda, entre la Isla de Gran Bretaña y la Isla de Irlanda. La Isla de Man no forma parte del Reino Unido, ni de Irlanda. “Es una dependencia de la Corona Británica con gobierno autónomo” y, según dice Wikipedia, “su representación internacional, defensa y buen gobierno son responsabilidad del Gobierno del Reino Unido”. La Isla de Man tiene su propio idioma gaélico, que el traductor de Google todavía no tiene. En manés, que ese es el nombre de idioma, su tierra se llama Ellan Vannin.

El himno de la Isla de Man es el primero en el que veo que nombran a Jesús.

O land of our birth,
O gem of God's earth,
O Island so strong and so fair;
Built firm as Barrule,
Thy Throne of Home Rule
Makes us free as thy sweet mountain air.

When Orry, the Dane,
In Mannin did reign,
'Twas said he had come from above;
For wisdom from Heav'n
To him had been giv'n
To rule us with justice and love.

Our fathers have told
How Saints came of old,
Proclaiming the Gospel of Peace;
That sinful desires,
Like false Baal fires,
Must die ere our troubles can cease.

Ye sons of the soil,
In hardship and toil,
That plough both the land and the sea,
Take heart while you can,
And think of the Man
Who toiled by the Lake Galilee.

When fierce tempests smote
That frail little boat,
They ceased at His gentle command;
Despite all our fear,
The Saviour is near
To safeguard our dear Fatherland.

Let storm-winds rejoice,
And lift up their voice,
No danger our homes can befall;
Our green hills and rocks
Encircle our flocks,
And keep out the sea like a wall.

Our Island, thus blest, No foe can molest;
Our grain and our fish shall increase;
From battle and sword Protecteth the Lord,
And crowneth our nation with peace.

Then let us rejoice
With heart, soul and voice,
And in The Lord's promise confide;
That each single hour
We trust in His power,
No evil our souls can betide.

lunes, 27 de marzo de 2017

La europea más central (hoy y ayer)

Ya dijimos alguna vez que antes era más fácil estudiarse las capitales. Antes, cuando la URSS ni Yugoslavia ni Checoslovaquia habían estallado en mil países. Ahora estuve estudiando con F. y para hacerlo más llevadero hice algunas verificaciones.

Se consideran los 46 estados europeos (Almanaque Mundial 2013): Albania, Alemania, Andorra, Austria, Belarús, Bélgica, Bosnia y Herzegovina, Bulgaria, Chipre, Croacia, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, España, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Irlanda, Islandia, Italia, Kosovo, Letonia, Liechtenstein, Lituania, Luxemburgo, Macedonia, Malta, Moldavia, Mónaco, Montenegro, Noruega, Países bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido, Rep. Checa, Rumania, Rusia, San Marino, Serbia, Suecia, Suiza, Ucrania, Vaticano.

Todas las cosas aquí enunciadas no fueron comprobadas por ninguna autoridad competente. No use esto para sus tareas escolares o póngale adelante un “creo que”, “leí en una página rara que”, etc.

Las capitales europeas más distantes entre sí son: Reykjavic y Nicosia (distancia por ferry y terrestre: 6269 km).
Las más cercanas: Roma y Ciudad del Vaticano (descubrimiento de F., distancia: 0 km).
Sin considerar esas dos, las más cercanas son: Viena y Bratislava (distancia: 67 km).

Y ahora lo más sustancioso. Se trata de encontrar la capital más central.

Es decir una especie de baricentro de capitales europeas (o la capital más cercana a dicho baricentro), teniendo en cuenta distancias terrestres (y por ferry donde hiciera falta) por el recorrido más corto (no necesariamente el más rápido).

Para eso se debe tomar cada capital y calcular su distancia al resto de ellas. Luego se suman dichas distancias y la capital que suma la menor cantidad de kilómetros es la más céntrica. Como no íbamos a hacerlo para todas empezamos con una observación.


Pensamos que Praga tendría grandes chances y calculamos para ella. Pero sospechamos de Viena y al calcular vimos que lo mejoraba. No así Berna, que se iba muy al oeste. Pero si Viena era ahora la más central, nada podía decirme que no fuera Bratislava realmente la que ostentara el título. Sin embargo no fue así. Por una muy pequeña diferencia, claro, como era de esperar, pero Viena mantenía su título.

Chequeamos luego Liubliana y Zagreb, porque no habíamos probado desplazando hacia el sur. Pero no fueron más céntricas. Chequear Vaduz como algo más cercano que Berna hacia el oeste probablemente fue innecesario. Igualmente innecesario haya sido quizás hacerlo para Budapest, aunque hubo una sorpresa: la húngara resultó mejor posicionada que Praga. Esto sin duda se debe a la multiplicidad de capitales existentes ahora en la Península Balcánica.

La capital más central de Europa es entonces Viena, capital de Austria.

Pero ahora algo que quizás sea más interesante aún para los viejitos como yo. ¿Qué pasa si volvemos a nuestra época? Si existieran Checoslovaquia, Yugoslavia y la URSS desaparecerían del cálculo 13 capitales y, ¡oh sorpresa! Mis intuiciones no eran tan malas al haber empezado por Praga, ¡porque es ella la que era la central!


Claro que la que entraría segunda, pero es una diferencia despreciable en estas magnitudes, transformándolo en un empate, es la ciudad de Vaduz, capital del Principado de Liechtenstein.

Eso es todo amigos.

domingo, 19 de marzo de 2017

Jazz huachaca

Soy de la época en que se estrenaban los Unplugged de MTV. Cuando hicieron los de artistas latinos estuvo una vez un grupo chileno llamado Los Tres. En el final del set de canciones anunciaron que tocarían temas de un tradicional compositor de su tierra llamado Roberto Parra Sandoval. La última canción, cierre del unplugged, fue "Quién es la que viene allí". Me pareció genial y la tengo siempre en mi "bílbor" en los primeros puestos (y le dedicamos una entrada hace mucho tiempo).

Recién ahora caigo que esa canción no es típico folklore chileno. Las canciones con que Los Tres empezaron el set de Parra sonaban de tierra adentro y hoy veo que serían cuecas. Pero esta, también en estos días me di cuenta, tiene que ser otra cosa. Lo supe exactamente ayer, cuando encontré un disco de Roberto Parra llamado "Los tiempos de la negra Ester".

Un comentarista me dio la pista: “Sencillo y tremendamente innovador. Un arte de mezclar las influencias: rock 'n' roll, bolero, la cueca, los vals y dándole personalidad al punteo de la guitarra se convierte solo en jazz. Notable lo que se hizo acá”. Y aunque “Quién es la que viene allí” no se encuentra en ese disco, se trata sin duda del mismo estilo. Ese estilo que creó Parra lo dieron en llamar “jazz huachaca”.

Dice Wikipedia: “Guachaca o wuachaka, es un modismo chileno peyorativo que se asocia a personas vulgares, ordinarias o de mala clase. (…) Asociada a la música que el folclorista Roberto Parra venia forjando desde los bajos fondos urbanos de Santiago, Valparaíso y San Antonio, inspirado en el jazz de Django Reinhardt, Nicanor Parra, hermano de Roberto, bautizó el estilo de música como "jazz guachaca", que era una mezcla de cueca, tango, bolero, corrido, fox-trot y jazz. Una de las obras más importantes y representativas de este estilo es la música de La negra Ester, obra musical creada por Roberto Parra en 1971, y llevada al teatro en 1988 (…) Roberto Parra se vio fuertemente influenciado por la música popular de los años 1940 tales como el Quintette du Hot Club de France, Benny Goodman y Louis Armstrong para la creación del jazz huachaca”.