viernes, 29 de enero de 2010

Receta 1

La cocina es la forma fácil de desestructurar a un ingeniero (la difícil es la poesía). Es cuestión de hacernos entrar con eso de los centímetros cúbicos y los gramos. Para luego presentarnos otras cosas como “sal a gusto” o “fuego moderado a lento”, que son todo un desafío. ¿Cómo es eso de “a gusto”? ¿Cuánto es “moderado a lento”? Allí comienza el trabajo.
No cocino, pero igual vengo bien (será la poesía). No me preocupa ya la temperatura exacta en grados centígrados del agua del mate, y creo que una buena medida de aceite para la ensalada es... un chorrito. Soy feliz.

martes, 19 de enero de 2010

Ideal para usuarios cansados

El Internet Explorer hizo un cambio hace poco (no me pregunten de versiones, ya no me las acuerdo). Si lo usan en español, habrán visto que ahora se puede navegar en distintas “pestañas”. Permanece la opción de navegar en distintas ventanas, pero agregaron en cada ventana las mencionadas pestañas.
Yo uso las pestañas. Y creo que es una gran pegada. Les digo rápido por qué. Suelo navegar en Internet a la noche. Cuando estoy cansado y me dispongo a cerrar todo, me resulta muy agradable hacer clic en “Cerrar pestañas”.
(Nota. Mensaje de Billy Gates. Estimado usuario: Si estás interesado en esta agradable práctica, lo que tenés que hacer es abrir varias pestañas y cuando las vas a cerrar, cerrar todo con la cruz de la ventana. Es entonces cuando mi sistema te preguntará: “¿Desea cerrar todas las pestañas?” Y en ese momento, sonriente y aliviado, casi como sintiéndote acunado, podrás hacer clic y confirmar: “Cerrar pestañas”).

martes, 12 de enero de 2010

Paradoja (y teorema) del enemigo salvador

Explicando como Jesús llevó a plenitud la Ley, y en el caso del mandato del amor a los enemigos, dice Papini una frase que se presenta como una paradoja: “Nuestro enemigo es también nuestro salvador”.
Papini dice que el enemigo, al decirnos sin fingimientos lo malo de nosotros, nos permite darnos cuenta de la gravedad de nuestra condición pecadora, siendo esta percepción el principio de la conversión. Por gratitud le debemos entonces al enemigo amor. (Y también con el objetivo de darle la felicidad que él, como todo el que odia, no tiene).
“Pero eso no es siempre así”, le dije a Papini para mis adentros. A veces nuestro enemigo miente acerca de nosotros y nos hace mal sin razón ni necesidad.
Sin embargo, a pesar de esta objeción, la frase de Papini mantiene su paradoja y su verdad si la leo de la siguiente manera.
“Nuestro enemigo es también nuestro salvador”, dice. Pues bien, si lo pensamos, sabemos que para nuestra salvación debemos seguir a Jesucristo. Y sabemos que Él nos manda el amor a los enemigos. Luego amando a nuestros enemigos, nos salvamos. Y así nuestro enemigo es también nuestro salvador (quod erat demonstrandum). Me explico, ¿no? Es de notarse que no sería el artífice de nuestra salvación, pero si el que nos da la oportunidad de perseguirla.
(Esta paradoja me hace acordar a aquella del luchador que al ser derrotado es vencedor, aquel texto de von Balthasar sobre el amor hasta la muerte).

viernes, 1 de enero de 2010

Consejos 2010

Consejo para este verano: Llevar los pies descalzos. Por eso, como decía mi primer libro de inglés: Look, listen and learn.
Consejo para las cuatro estaciones: Menos dispersión, más recogimiento.
Consejo para los años que vendrán: Volver a los diecisiete.
Consejo para la eternidad: Mt. 22, 37-39.
(En el día de Santa María, Madre de Dios).