viernes, 30 de marzo de 2012

Un vago

Algunos tratan las preguntas últimas como algo que está muy bien, pero a lo cual quieren dar una respuesta rápida porque hay mucho que hacer, mucho que “vivir”, el trabajo, la educación, etc. No me conforma. A sobrevivir dedico un mínimo. ¡Es tan simple sobrevivir! Las aves del campo encuentran su vestido. Nos basta la preocupación por el hoy. Y si el hoy ya está solucionado, ¡bienvenido el tiempo para las grandes preguntas sin respuesta! Para contemplar, para charlar, para regocijarse con una sonrisa, para buscar a Dios en las personas que nos rodean y en las miles de cosas que nos pasan y tratar de entender de dónde venimos, a dónde vamos y cuál es el sentido de todo.

- ¡Un vago, bah!
- Si es un vago quien no tiene toda su vida planeada y asegurada, me uno a los vagos.

La porción de sangre de inmigrante que tengo me grita sobre la pasión por el trabajo y la “construcción de un futuro”. Lo que quizás no sabe mi sangre inmigrante (pero sin duda que ya lo saben mis ancestros inmigrantes allá arriba) es que a mi ya me lo dieron todo servido. Ellos trabajaron día y noche y yo ya tengo un buen pasar. Puse mi parte, eso sí. Estudie mucho y trabajo casi todo el día. Pero soy deudor de ellos en gran medida.

Si me permiten, he descubierto que la mejor forma de retribuirles no es ponerme a trabajar día y noche sin pausa para tener un mejor pasar aún. Prefiero aprovechar que las cuestiones materiales están bastante bien solucionadas, para poder dar lugar a otras cosas que me oprimen el pecho. Ya saben, las grandes preguntas, las últimas, las sin respuesta, las inútiles, por supuesto. Bueno… Tampoco tengo tanto tiempo para dedicarle. Tampoco soy el heredero de una dinastía millonaria. De hecho, estoy muy lejos de eso. Y mañana me tengo que levantar tempranito si quiero que la providencia me vista como las aves del campo. Así que chau.

Nota para detallistas: Esto no fue escrito un viernes, de allí el final.

jueves, 29 de marzo de 2012

Mil palabras y no logro dar con la imagen

Es como si quisieras gritar un piropo a viva voz pero no pudieras. O como si se inflara en tu pecho un enorme “gracias” que no puede salir. O un suspiro hondo que no puede hacerse poema ni canción. Es como dice un canto venezolano: un encanto y un quebranto a la vez. Como un amor imposible. No sé cómo explicarlo...

domingo, 25 de marzo de 2012

Art attack

Así que mientras F. hacía la tarea yo hice un dibujo (clic sobre él para agrandar). Estoy muy lejos de los “Drawing Fridays” de XavMP, eso lo verán. Como me gusta hacer montañas y un sol a la izquierda arriba; como me gusta hacer soles originales y este me quedó como huevo frito (así lo bautizó F.) el lugar fue llamado “las montañas del sol de huevo frito”. Entonces al rato le puse una sartén y Dios que la tiene por el mango (¡oh, lectores, capturad la curiosa simbología!). El camioncito de las mudanzas de Arabia (capítulo de los Backyardigans) hizo de las montañas casi unas dunas de desierto. Aparecieron luego unas aves migratorias hechas al estilo minimalista (así lo enseñaba el profesor Aranda) y un oasis “monopalmeral” hacia el cual las aves se dirigen. No olvidemos mencionar los vientos “insistentes” que en un trazo más fino recorren todas las dunas.

Debido a que la hoja es más grande que el escáner (la RAE admite esta palabra), algunas cosas quedaron cortadas en los márgenes izquierdo y derecho. En compensación, la imagen tiene una buena resolución para “zoomear”.

viernes, 23 de marzo de 2012

"And I’ll sing the blues if I want..."

De una publicidad, un coro de chicos llamado PS22 y un tema muy “pila” de Oasis llamado “Whatever” (de allí sale el título de la entrada). Pequeños regalos que hacen valer toda una semana.

Y ese coro de chicos es genial. Por favor vean este “Mercedes Benz” de Janis Joplin. O cómo canta esa hormiguita un tema llamado “We found love”. (Las letras en un clic y otro clic, respectivamente).

Yo sé que a alguno de Uds. esto podrá no gustarle. Pero si se olvidan que es de Coca Cola lo podrán superar. Además, el blog es mío, che. "And I’ll sing the blues if I want..."

martes, 20 de marzo de 2012

De epígrafes (entrada no escrita)

Tiene toda la onda escribir un epígrafe antes del texto. Pero un epígrafe para una entrada de blog quizás es demasiado. Por otro lado, el epígrafe es tan tentador que hay mucho riesgo de usarlo mal. Se supone que lo que se escribirá tiene cierta relación con el epígrafe. No soy experto, pero entiendo que el epígrafe es ilustración, o la inspiración del texto que le sigue.

Porque miren lo que puede pasar. Ayer a la noche yo iba a hacer una entrada con epígrafe de la siguiente manera:

The wind it was so insistent,
with tales of a stormy south.

(Sting - I was brought to my senses)

La tormenta acá es solo amenaza. Veintipico de kilómetros al sur, en plena capital, cayó granizo. Pero este barrio sigue invicto de “las granizadas terribles”. El viento sacude la lona que puse como toldo sobre el auto (esa piedra que salió por La Nación On Line lo agujerearía como si nada) y desde el río se ven relámpagos sin trueno. Parece que va a pasar nomás. Aunque no me confío, yo no sé leer bien el cielo.

Estoy escuchando el último disco del grupo quebequés Mes Aïeux, recién salido del horno el 12 de marzo pasado. Ya se verá cuál es el sabor de este disco; ya irá apareciendo todo allá en la sub-bitácora correspondiente. Pero ya tiene certificado de genial. Tiene toda la polenta. Y letras geniales que, por mi ignorancia, voy descubriendo como jeroglíficos, entre mi torpe oído y comentarios de artículos de diarios quebequenses…


En este punto me di cuenta que el texto se iba para cualquier lado, bien lejos del tema del epígrafe. Entonces lo quise salvar. Y pensé en hacer mención al viento que podía haber en el disco. Y había. Están “les oies sauvages” (los gansos salvajes), que “arrivent au printemps sur les ailes du vent” (llegan en primavera sobre las alas del viento). Y está esa canción llamada “Au gré du vent” (“A merced del viento”). Pero iba a ser forzar demasiado el texto.

Así que no escribí nada.

miércoles, 14 de marzo de 2012

Lluvias

Hay una fuerte relación entre la lluvia de afuera y la de adentro, que es el llanto. Los franceses lo saben mejor que nadie. Cuando llueve, es “il pleut”. Y muy parecido cuando alguien llora: “il pleure”. (Y se escucha algo así: clic).

Lo dicho hace unos días sobre las canciones tristes no quita que cuando estamos algo caídos no podamos levantarnos el ánimo con una canción bien "pila". Como este viejo tema de Supertramp, que además viene muy bien para una temporada que está siendo bastante lluviosa.




It's raining again (Esta lloviendo otra vez)
Supertramp

It's raining again / Está lloviendo otra vez
Oh no, my love's at an end. / ¡Oh, no! Mi amor se termina
Oh no, it's raining again / ¡Oh, no! Está lloviendo otra vez
and you know it's hard to pretend. / Y sabés que es dificil disimular
Oh no, it's raining again / ¡Oh, no! Está lloviendo otra vez
Too bad I'm losing a friend. / Muy malo; estoy perdiendo un amigo
Oh no, it's raining again / ¡Oh, no! Está lloviendo otra vez
Oh will my heart ever mend. / ¡Oh! ¿Se curará mi corazón?

You're old enough some people say / Sos lo suficientemente grande, dicen algunos,
To read the signs and walk away / para entender las señales y alejarte.
It's only time that heals the pain / Solo el tiempo cura el dolor
And makes the sun come out again / y hace que el sol vuelva a salir.

It's raining again / Esta lloviendo otra vez
Oh no, my love's at an end. / ¡Oh, no! Mi amor se termina
Oh no, it's raining again / ¡Oh, no! Está lloviendo otra vez
Too bad I'm losing a friend. / Muy malo; estoy perdiendo un amigo

C'mon you little fighter / ¡Vamos, pequeño luchador!
No need to get uptighter / No hay que ponerse más tenso
C'mon you little fighter / ¡Vamos, pequeño luchador!
And get back up again / Y levantate otra vez

It's raining again / Esta lloviendo otra vez
Oh no, my love's at an end. / ¡Oh, no! Mi amor se termina
Oh no, it's raining again / ¡Oh, no! Está lloviendo otra vez
Too bad I'm losing a friend. / Muy malo; estoy perdiendo un amigo

C'mon you little fighter / ¡Vamos, pequeño luchador!
No need to get uptighter / No hay que ponerse más tenso
C'mon you little fighter / ¡Vamos, pequeño luchador!
And get back up again / Y levantate otra vez
Oh get back up again / ¡Oh! Levantate otra vez
Fill your heart again... / Llena tu corazón otra vez...

domingo, 11 de marzo de 2012

140 poemas; los libros buenos...

Los libros buenos cuesta terminarlos. No, no los malos, los buenos. Porque en los libros buenos cada página obliga a detenerse. Y no se puede pasar a la que sigue sin haber calmado todo lo que se agitó en el interior al leer la página anterior. Anotar, comentar, pensar, mandar por e-mail, hacer una entrada en el blog...

Esto pasa muy especialmente con los buenos libros de poesías, porque cada página tiene una alta densidad. Algo dije de esto alguna vez. Y hoy vuelvo a decirlo al leer “140 poemas”, de Eduardo B. M. Allegri.

Este que les voy a copiar ahora es el tercero del libro. Y si lo pasé no fue mucho (voy recién por el sexto) y fue por la curiosidad de lo nuevo. Porque un señalador quedó clavado allá (en el tercero), al que vuelvo y vuelvo. Va sin título y dice así:

A veces el cielo calla.
A veces la sombra enciende
por la huella de la noche
tus ojos como dos sierpes
quemantes como candelas
y de luna en luna ardientes.

Ay, cómo engaña al amor
la luna con su fulgor.

A veces tus ojos callan
y en el cielo se enardecen
las estrellas que los suplen,
silenciosas de desdenes,
para que yo llegue al alba
y nunca a tus ojos llegue.

Ay, cómo engaña la mar
si dice que he de llegar.

Y de callar como callan,
el cielo y tus ojos tienen
tal hambre de voces claras,
tanta sed de voces fuertes,
que no saben del silencio
que tengo para ofrecerles.

Ay, cómo engaña al amor
el silencio y el dolor.

Y, de voz en voz, me pasan
el secreto a voces tenues
de que la noche y tus ojos
confabulan mientras pueden
para que yo llegue al alba
y nunca a tus ojos llegue.

Ay, cómo engaña la mar
si dice que he de llegar.

sábado, 3 de marzo de 2012

En los pagos de Raco...

No hay que huirle a las canciones tristes, si nos gustan. Si la tristeza tiene una parte peligrosa, nada mejor que las canciones tristes. Son una forma de desahogar las penas y así ir dejando la tristeza. Una forma a veces mucho más efectiva que cantar que “no hay que llorar, porque la vida es un carnaval”.

Yo soy mozo curtido,
mato las penas cantando.
Igual que las charrascas
en el sunchal de tu rancho.


Porque estaba como escondida entre otras más ruidosas del último disco de los Copla, empecé más tarde a degustar la tranquila “La Raqueña”, de Atahualpa Yupanqui. Al parecer la han cantado Los Chalchaleros, Mercedes Sosa y otros. Y no la veo tan triste, de todos modos. Es atrevida y todo, con ese estribillo:

En un corral de pirca
zumba mi lazo.
Así me zumba el alma,
viditay, cuando te abrazo.


Pero mi estrofa preferida es la que sigue, que los Copla la cantan última:

Cuando pase cerquita
de tu ranchito, raqueña,
aunque vaya al galope,
viditay, háceme seña.


La genialidad de Atahualpa esta presente. Eso de que cuando pase rápido igual le haga seña es muy pintoresco. Se me hacen dos gauchos posibles ese que pasa rápido. El gaucho que va atareado con las labores del día o el gaucho timidón (porque se puede ser mozo curtido y timidón).

No sabría decir qué quiere decir exactamente eso de que le haga seña. Podría ser que lo salude, aunque parece también una invitación a arrimarse. Arrimarse para unos mates o, si consideramos eso del abrazo, para algo más afectuoso. En fin…

Y eso de que le haga seña aunque el otro pase rápido tiene otro sabor especial más. Tiene algo de aquellos versos de la Baguala de Amaicha (del mismo autor, por supuesto): “Cuando dos se quieren bien, de una legua se saludan”. Los amigos se saludan apenas se ven. Y aunque pasen rápido.




La Raqueña
(De Atahualpa Yupanqui, en versión del Dúo Coplanacu)

En los pagos de Raco
y en el campo de la zanja,
donde se siembran penas
se cosechan esperanzas.

Yo soy mozo curtido,
mato las penas cantando.
Igual que las charrascas
en el sunchal de tu rancho.

En un corral de pirca
zumba mi lazo.
Así me zumba el alma,
viditay, cuando te abrazo.

Cuando subo a la loma
se me hace que subo al cielo
a bajar una estrella,
viditay, para tu pelo.

Cuando pase cerquita
de tu ranchito, raqueña,
aunque vaya al galope,
viditay, haceme seña.