domingo, 15 de abril de 2018

Silva

Taxi de hadas

Taxi Toyota Corolla reluciente, limpio, nuevo (AB 364...), con ploteos de "subite a un premium", "seguridad digital". Pero de repente se baja la ventanilla, se asoma la mano del chófer y caen al piso un par de papeles abollados como de hamburguesa. ¡Plif! Fin del encanto. "Son beau carrosse s'était transformé en citrouille"[1].

Proverbio sanitario

Cultiva tu persona como quien hace una bacha de loza para bajo mesada. Puede lucir algo descuidada por fuera, pero brilla en su interior.

Biografías de biógrafos

Biografías de biógrafos puedo encontrar. ¿Pero biografías de biógrafos de biógrafos hay?[2]

Lengua inglesa

Walter Scott, Ivanhoe, 1819:
"Tanto en la corte como en los castillos de los nobles, que trataban de emular la pompa y magnificencia de aquella, no existía más lengua que la franconormanda, única que se empleaba también en los tribunales de justicia. El francés, en suma, era la lengua del honor, de la caballería e incluso de la justicia, mientras que el anglosajón, mucho más varonil y expresivo, quedó relegado al uso de rústicos y patanes, que no conocían otra lengua. Sin embargo, las relaciones impuestas por la necesidad entre los señores del suelo y los oprimidos cultivadores del mismo provocaron la formación gradual de un dialecto, constituido por elementos franceses y anglosajones, en que pudieran entenderse unos y otros. De esta necesidad fue surgiendo la estructura de la actual lengua inglesa, en la que con tan feliz fortuna acertaron a fundirse las lenguas de vencedores y vencidos y que desde entonces se ha enriquecido a tal punto con importaciones de las lenguas clásicas y de los idiomas hablados en los países meridionales de Europa".
Heinrich Heine, Noches florentinas, 1837:
"Hace ocho años me fui a Londres para aprender la lengua y conocer el país. ¡Que el diablo se lleve al pueblo y a la lengua! Se meten en la boca una docena de palabras monosílabas, las mastican, las escupen, y a eso lo llaman hablar".
Video de yapa

“Dices que no la quieres ni vas a verla
pero la veredita no cría hierba”

 

[1] "Su hermoso carruaje se había convertido en una calabaza”. Esta frase con la referencia al cuento de hadas de la Cenicienta me quedó pegada en francés al escucharla en la canción “Train de vie” de Mes Aïeux.
[2] Por ejemplo la biografía de Joseph Pearce de Chesterton, que a su vez fue biógrafo de Dickens, por decir alguno de tantos.

jueves, 5 de abril de 2018

Elegidos

Alguna vez quizás pensaste que por qué tenía que haber habido un “pueblo elegido”. Que eso limitaría “culturalmente" el mensaje de Cristo. Pero la prueba de que no lo limitó, y de que es universal, está en que el mensaje cristiano llegó a todo el mundo. Alguna vez quizás pensaste que es muy pretencioso de parte de un pueblo decir que ellos fueron “elegidos por Dios”. En ese caso también conviene recordar que su pueblo lo rechazó y que el destino de Cristo era universal. Así que tan bien no se sentiría el “pueblo elegido” para ese entonces.

Así y todo, es muy oportuno leer esta "Defensa de los gentiles", donde el autor nos dice que Dios no sólo se dedicó a su “pueblo elegido”, sino que también se dedicó a los "no elegidos" (que en realidad al final eran, como todos los hombres, elegidos).

“(...) Todo eso le enseñaron a usted. Le enseñaron que los hombres se pusieron a inventar unos dioses de juguetería para asustarse con ellos jugando a los fantasmas o para entretenerse con ellos jugando a las muñecas. Le enseñaron que aquellos hombres -que aquellos hombres que decoraron las cuevas, que aquellos hombres que crearon la filosofía, que aquellos hombres que inventaron todos los artificios de las artes- perdían su tiempo, de espalda a Dios, jugando a la tontería de tener unos dioses. 
___Lo que no le enseñaron a usted fue precisamente que aquellos hombres no perdían su tiempo. Lo que a usted no le enseñaron fue precisamente que Dios los espiaba, que Dios les seguía los pasos, que Dios, a su manera, con es extraña manera de director de circo que emplea tan a menudo, dirigía sus pasos y los amaestraba para Sí, conduciéndolos al son de su música hacia la verdad única del único Dios. La humanidad se había alejado de Él; pero Él se negaba a renunciar a su propia misericordia, porque renunciar a ella hubiera significado renunciar en cierto modo a su propio acto de Creación. Él había creado a la humanidad a su imagen y semejanza, y ella no podía morir,porque muriendo, desentendiéndose ella de Dios, era un poco de Dios lo que moría: era, en definitiva, un pequeño fracaso del Creador.
___Por eso Él la condujo a través de todos los atajos y de todas las desviaciones, como un pastor conduce a su majada. Por eso Él, mientras convocaba a sus regimientos de ángeles lanzafuegos en el monte Sinaí para imponer leyes a sus elegidos, desataba su primavera de musas y de hadas sobre sus pueblos gentiles para enseñarles, por el camino de la belleza, el camino de la redención. Por eso incendió en su gracia a los poetas paganos y refrescó sus frentes con la frescura verde de su laurel. Por eso les permitió crear sus dioses: para re-crear su nuevo advenimiento. Porque el Dios perdido necesitaba ser nuevamente esperado; porque el Dios resentido necesitaba ser nuevamente necesitado; porque el Dios remoto necesitaba ser nuevamente hallado.
___A su encuentro caminaban los gentiles desde la hora misma de la dispersión. Habían perdido a su Dios, lo habían roto en pedazos, y, hallándose sin Él, lo adoraban todavía en cada uno de sus fragmentos. Porque, más que adorar a sus dioses, adoraban en ellos a Dios.
___No jugaban tontamente a eludir su presencia aturdiéndose con una baraúnda de voces y enredándose en una policromía de mitos. Jugaban poéticamente a reconstruir esa presencia, a poner orden en las voces y en los mitos para reconquistar la unidad de Dios y su armonía. Porque ellos no lo habían perdido en cuanto divinidad; lo habían perdido en cuanto unidad, en cuanto divinidad una y total en sí misma. Y en busca de esa unidad marchaban, a tropezones, es cierto -unas veces a tropezones de poesía y otras a tropezones de cualquiera otra cosa-, pero marchaban en fin hacia la verdad, ya complicando enigmas, ya descifrando profecías que tenían una íntima luz de anunciación.
___Marchaban, con sus pecados y con sus esperanzas, con su llanto y con su canto, hacia el portal de Belén. Marchaban tocando con sus ojos -quizás algunos con las yemas de sus dedos- el aire del Nacimiento: el aire donde la unidad se haría carne para regalarse a sus creaturas; el aire de jaulas abiertas, prometido también a los gentiles, donde ángeles y musas proclamarían un día la reconquista de Dios.
___A Él llegamos con nuestro llanto y nuestro canto, con nuestros pecados y nuestras esperanzas. No llegamos como vencidos, sino como ganados; como los herederos también de un pasado cargado de promesas que iban a encontrar en la realización de aquella su acabado cumplimiento. Porque, más que convertirnos al Cristianismo, entramos a él; entramos a él y totalizamos en Dios a nuestros dioses: le devolvimos, nosotros los gentiles, nuestros dioses a Dios”.

(Monólogos con Lady Grace, Ignacio B. Anzoátegui)

miércoles, 4 de abril de 2018

Personaturaleza

Ahora lo que hacen es personificar a la naturaleza. Volvemos a la madre tierra. Volvemos a la prehistoria. Digo, ¿por qué personificar? Para persona ya teníamos a Dios. Si no querés tener a Dios, no le atribuyas personalidad a lo que no la tiene.

Tu madre decidió tenerte; para la madre naturaleza solo serías un accidente.

Una naturaleza que nace de una molécula y evoluciona al azar en mil direcciones, más que una madre es un "monstruo de mil patas" (al decir de Chesterton), en donde solo sos un miembro accidental, vivís por casualidad y morís por accidente.

Si sentís que la madre naturaleza te cuida, es porque Alguien te cuida a través de ella.

lunes, 2 de abril de 2018

Marechal y Chesterton (II)

(La entrada anterior: aquí).

Encuentro una interesante relación también entre estos autores en lo que llamaremos “el anzuelo invisible”.

En “Las pisadas misteriosas”, de “La inocencia del Padre Brown”, el Padre Brown deja escapar a Flambeau y dice: “Yo lo he pescado con anzuelo invisible y con hilo que nadie ve, y que es lo bastante largo para permitirle errar por los confines del mundo, sin que por eso se libere”.

Dice Luis Daniel González que esa frase es como si la dijera Dios respecto al personaje. Yo no lo veo, o no lo entiendo. ¿O hay una frase así en otro lado? Yo entiendo que el poder se lo atribuye el Padre Brown aunque, claro, en muchas cosas el sacerdote es justamente un intermediario.

Además González explica que este es el origen de la idea:

El origen de la idea está en La princesa y los trasgos -también el libro favorito de Tolkien en su infancia-, cuando un hada entrega un ovillo a Irene, la protagonista, pero sin embargo guarda el ovillo en el cajón y le da una explicación asombrosa:

‘-Tienes que entender una cosa: nadie ha dado nunca de verdad algo a otro sin quedárselo también. El ovillo es tuyo. -¡Ah! ¿Entonces no me lo llevo? ¿Lo vas a guardar tú para mí? -Eres tú quien se lo lleva. He atado a tu anillo un cabo del hilo, lo tienes en el dedo. Irene contempló el anillo. -Yo aquí no veo nada, abuela -dijo. -Es demasiado fino el hilo para que puedas verlo. Solo se siente. Ahora comprenderás la cantidad de horas de rueca que requiere hilar este ovillo, por pequeño que parezca. -¿Pero a mí de qué me sirve si se queda en tu cajón? -Eso es lo que trato de explicarte. Precisamente si te lo llevaras es cuando no te serviría de nada, ni sería tuyo como no se quedara en un cajón de mi armario’.

E Irene se dará cuenta de que de nada le valdría percibir el tacto del hilo en los momentos de peligro si el ovillo no estuviera en el cajón de la abuela”.

George MacDonald, La princesa y los trasgos (The Princess and the Goblin, 1871)

Sea como sea, Marechal usa una idea parecida en el Adán Buenosayres. Aunque sólo en cuanto a ser prendido por el anzuelo, ya que no tiene el complemento sobre el hilo largo que te permite alejarte estando unido (solo quizás un tironeo). Es por eso que quizás la idea de Marechal simplemente derive del “pescador de hombres” y nada tenga que ver con Chesterton ni MacDonald. Pero es interesante compararlas.

En adelante conocí un estado del alma que no era el de la vida ni tampoco el de la muerte, sino una posición de frontera en la cual vida y muerte se parecían y se diferenciaban. Me veía entre dos noches: la noche de abajo, es decir, la del mundo que yo abandonaba y cuyas formas, colores y sonidos me parecían ya inmensamente lejanos; y la noche de arriba, en la que mis ojos no vislumbraban ni el más leve signo del amanecer. Colocado entre una y otra noche, digo que mis ojos no se apartaban de la segunda, como si aguardasen no sé yo qué día venidero. Porque mi alma, pese a su desasimiento y abandono, sentíase misteriosamente cautiva, tal como si, al azar, hubiese mordido el anzuelo invisible de un invisible pescador que tironease desde las alturas”.
Adán Buenosayres, Libro sexto (Cuaderno de Tapas Azules), VII; Leopoldo Marechal.

Adán Buenosayres, parado junto al cíclope, levantó sus ojos hasta el Cristo de la Mano Rota y se dijo que Polifemo tenía razón. Allá, sobre el pórtico de San Bernardo, el Cristo de la Mano Rota contemplaba la calle desde sus alturas; (...) ¿Qué tenía en su mano de cemento, en aquella mano rota quizá de una pedrada? ‘Un corazón o un pan. Día y noche lo está ofreciendo a los hombres de la calle. Pero los hombres de la calle no miran a lo alto: miran al frente o al suelo, como el buey. ¿Y yo?’ Abatido el rostro, Adán paladeó un instante su antigua y reiterada zozobra. ‘Un pez que se agita, clavado en un anzuelo invisible. La caña del pescador está sin duda en esa mano rota’.
Adán Buenosayres, Libro segundo, I; Leopoldo Marechal.