jueves, 26 de septiembre de 2013

Autoestima

Curso de verdadera autoestima para señoritas adolescentes.
¿Acaso reside el alma en la cabeza, en el corazón o en la hipófisis (glándula pituitaria)?
No, el alma no se encuentra alojada en ningún sitio del cuerpo.
Y así como pasa con el alma, así pasa con la autoestima.
Aunque algunas se empeñen en buscarla en la cola, o en las lolas(*).
 
(*) El empleo de este peculiar término coloquial (lolas) obedece a la búsqueda de un remate del texto en lenguaje informal, sin que por ello suene grosero y con la enorme ventaja de que dicho término posee una rima o consonancia con la palabra cola.

domingo, 22 de septiembre de 2013

Irse


Lo que me pasa con “Irse” es que dice muchas cosas de las que no puedo decir que son verdad, pero o bien me interesaría averiguarlo, o bien son un consuelo.
Quizás las últimas palabras sean las más lindas: “Y a eso le llaman nostalgia: / decir que tal vez, / en vez de nunca más”.
Eso es nostalgia, ¿o esperanza? Y si quisiera encontrar una relación, ¿dónde pueden estar más juntas nostalgia y esperanza que en la vida de fe? Tenemos conocimiento de lo que esperamos porque en cierta forma, de donde venimos, hacia allí vamos.
 
Irse no es más empezar a volver”; “los caminos son siempre de vuelta”; “uno nunca se fue”… Todas palabras que pueden ser un lindo consuelo para una despedida. O bien hablar de la misma música de Gustavo Hernández Trio, que parte de lo folklórico y vuelve. Aunque seguramente estén hablando de alguien que se fue de su tierra. Pero a mí no me impide seguir leyéndola en mi clave, y hasta pensar que si al irnos no nos fuimos, es porque permanentemente Dios nos sale al encuentro.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

La moda atenta contra la linda sonrisa

La moda atenta contra la linda sonrisa. No cualquiera puede tener una boca grande, los mejores dientes o cosas así, que pintan hermosas sonrisas. Es cierto, como ya dije hace tiempo, que todas las sonrisas son lindas. Pero la moda, que es estar flaco, nos deja sin uno de los mejores y más accesibles recursos para una buena sonrisa: unos buenos cachetitos rellenos y colorados.

martes, 10 de septiembre de 2013

La tardecita

¿Cuándo es la “tardecita”?
Una persona ofreció pasar a visitarnos a la tardecita… ¡a eso de las tres y media!
En mi casa paterna la tardecita siempre fueron las seis, seis y media, siete en verano, o cosa así.
¿La tarde se hace chiquita cuando se está yendo o cuando está viniendo? ¿La tardecita es la tarde creciente o la tarde menguante?
¿Le dirán tardecita a las tres y media porque el número de hora es pequeño? ¿Será que si es “más” tarde, no conviene el diminutivo?
Pero la tardecita que yo conozco es la que va mejor con los diminutivos.
Pienso en el sol, que está más flojito, calienta poco, calentito.
Los ojos chiquitos, porque el sol te encandila (los vientos se descansan y el chino se amansa…).
El matecito de las siete (guarda el secreto…).
La puntita de la tarde, la colita, la partecita más vieja de la estela…
El sueñito.
La picadita.

domingo, 8 de septiembre de 2013

Níspero

El níspero que plantamos cuando armábamos la casa era una plantita no más alta que un chico, pero hoy supera la medianera por un metro o más y tiene una copa enorme donde vienen a comer las cotorritas. Si Jesús no hubiera conocido la mostaza, ¡flor de parábola se armaba con el níspero! Decí que la semilla no es tan pequeña...
 
Hoy estaba subido a una escalera sacando algunos nísperos (esta vez tuve que usar la escalera más alta) y en eso tres cotorritas se acercaron, se enojaron conmigo, me gritaron y se fueron volando hacia el oeste por arriba de la casa. “¡No tanto reclamar, eh!”, les hubiera gritado. “A Uds. las alimenta directo El de arriba y yo me lo tengo que ganar con el sudor de la frente”.