Las anotaciones de pendientes se multiplican.
Ni las agendas de una hoja por día sirven. Tarde o temprano se llenan. Entre renglones se puede escribir, y fuera de los márgenes también.
Para Navidad quiero que me regalen una agenda explosiva. Cuando las ocupaciones son demasiadas, la agenda estalla en las propias manos. Y así uno queda dispensado de todos los compromisos.
Libre para decir: ¡Feliz Navidad!
Ni las agendas de una hoja por día sirven. Tarde o temprano se llenan. Entre renglones se puede escribir, y fuera de los márgenes también.
Para Navidad quiero que me regalen una agenda explosiva. Cuando las ocupaciones son demasiadas, la agenda estalla en las propias manos. Y así uno queda dispensado de todos los compromisos.
Libre para decir: ¡Feliz Navidad!